1. DIFUSIÓN PINTURA FLAMENCA
El modelo flamenco resultó atractivo pero no llegó a marcar el arte de ciertos
países como había sucedido con el modelo francés del s.XIII. En España se
acuño el término hispano-flamenco para mencionar la pintura de la época
incluso si es obra de alemanes.
Francia
La reanudación de las hostilidades entre Inglaterra y Francia conllevó la
destrucción masiva de la pintura. Como consecuencia de la crisis se
diversifican los focos productores. En las artes del color destacan dos nombres:
• Jean Fouquet: en su pintura introduce elementos renacentistas. Dejó
retratos de Carlos VII y el famoso Díptico Meliá del Museo de Amberes,
sensual y profano, con la Virgen exhibiendo el pecho desnudo.
• Bartolomé Van Eyck: su “Anunciación” de la Iglesia de la Magdalena de
Aix en Provence está en la línea de los maestros nórdicos.
El Imperio
La pintura se distribuye del mismo modo en focos diversos con un acaeptable
nivel de calidad. El pintor Stephan Lochner “Retablo de los Patronos de la
Ciudad de Colonia” representa la transición entre el “internacional” y las nuevas
formas. El Juicio Final es su obra de mayor fuste. También destacan:
• Conrad Witz: autor de “La Pesca Milagrosa” donde hace un uso personal
del color y destaca en la creación de modernos ambientes paisajísticos.
• Michel Pacher: en Italia conoció la obra de Mantegna. Dentro del
barroquismo del último gótico destaca el Altar de los Padres de la
Iglesia, obra influida por los artistas italianos contemporáneos.
• Martin Schongauer
Península Ibérica
El último gótico se prolonga más allá de 1500. El retablo pintado alcanza
grandes dimensiones. El flamenquismo pictórico s einicia en la Corona de
Aragón cuando vuelve a Valencia desde los Países Bajos Luis Dalmau, que
más tarde se traslada a Barcelona. En Castilla el introductor es Jorge Inglés
que trabaja para el Marqués de Santillana. Se pintan numerosos retablos pero
nunca de excelente factura.
En Portugal, Nuno Goncalves se presenta como artista de formación nórdica,
capaz de crear los retratos del Retablo de San Vicente, único en el ámbito
peninsular y sin continuidad en lo portugués.
Burgos es centro pictórico en Castilla. Destaca Diego de la Cruz, autor del
Tríptico de la Epifanía (Catedral de Burgos) y en Salamanca reside Fernando
2. Gallego, autor de numerosos retablos como el Retablo de San Lorenzo de Toro
con el Salvador (de excelente técnica).
En la Corona de Aragón el más grande artista es el cordobés Bartolomé
Bermejo de estilo minucioso, paleta oscura y un interés por el paisaje que le
lleva más allá de lo que hacían sus maestros. Entre sus obras destacan:
• Santo Domingo de Silos: monumental y solemne, casi primitivo, en él
resaltan las refinadas veladuras.
• Retablo de la Virgen de Montserrat: el escenario es un inmenso paisaje.
También hay que citar a Jaume Huguet y a Jacomart. Otro caso es el Juan de
Flandes que durante varios años es pintor de Isabel la Católica. A su muerte se
encuentra ya relacionado con la ciudad de Salamanca.
Fue un artista exquisito y delicado, casi de raíz miniaturista. Entre sus obras
citamos:
• Retablo del Bautista de la Cartuja de Miraflores: destaca la turbadora
tabla de Salomé con la cabeza del Bautista.
• Políptico de la reina Católica: en él manifiesta lo mejor de sus formación
flamenca y una sensibilidad especial para el color.
• Santo Entierro del Retablo Mayor de la Catedral de Palencia: situado en
la cripta, muestra de la síntesis entre el modelo nórdico y las
necesidades de un retablo español.