1. Una cura para la frivolidad Lectura: Miqueas 6:6-8 "Qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios“ — Miqueas 6:8
2. Una vez escuché unas entrevistas a sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial. Los soldados recordaron cómo pasaron un día en particular. Uno se sentó en una madriguera; una o dos veces, un tanque alemán pasó por allí y él le disparó. Otros mataron el tiempo jugando cartas. Unos cuantos se involucraron en furiosos tiroteos. Mayormente, el día transcurrió como cualquier otro. Más tarde supieron que acababan de participar en uno de los combates más grandes y decisivos de la guerra, la Batalla de las Ardenas. No se sintió decisivo en el momento porque nadie veía todo el cuadro. Las grandes victorias se ganan cuando personas comunes y corrientes ejecutan sus tareas asignadas. Cuando los seguidores de Ignacio (1491-1556) caían en períodos de frivolidad, él siempre recetaba la misma cura: "En momentos de desolación nunca debemos hacer cambio alguno, sino permanecer firmes y constantes en los propósitos y la determinación en los que nos encontrábamos el día antes de dicha desolación". Las batallas espirituales deben lucharse con las mismas armas que son más difíciles de empuñar en ese momento: la oración, la meditación, el auto-examen, y el arrepentimiento“. Tal ves sientas que te encuentras estancando espiritualmente. ¡Mantente en tu tarea asignada! La obediencia a Dios -y sólo la obediencia- ofrece la salida a nuestra frivolidad.
3. Si sientes que tu fe se está deshilachando, vuelve al lugar donde soltaste el hilo de la obediencia.
4. Lectura Bíblica: Miqueas 6 Lo que pide Jehová 6 ¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? 7 ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? 8 Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. Reina Valera Revisada (1960). 1998 (electrónica ed.) . Sociedades Bíblicas Unidas: Miami
5. Biblia del diario vivir . 6.6–8 Israel respondió a la petición de Dios tratando de apaciguarlo con sacrificios, esperando que los dejara en paz. Pero los sacrificios y otros rituales no bastan, Dios quiere cambiar nuestras vidas. Quiere que su pueblo sea justo, recto, misericordioso y humilde. Dios quiere que seamos sacrificios vivos ( Romanos 12.1 , 2 ). No solo que realicemos actos religiosos, sino que vivamos correctamente ( Jeremías 4.4 ; Hebreos 9.14 ). Es imposible vivir una vida así de firme sin el amor transformador de Dios en nuestros corazones. 6.8 Las personas han probado todas las formas posibles de agradar a Dios ( 6.6 , 7 ), pero Él dejó en claro sus deseos: quiere que su pueblo sea justo y misericordioso y que camine humildemente con Él. En sus esfuerzos para complacer a Dios, examine esas áreas con regularidad. ¿Es usted justo en su trato con la gente? ¿Muestra misericordia con aquellos que le hacen daño? ¿Está usted aprendiendo a ser humilde? Solo los que obedezcan a Dios, porque quieran complacerlo, viven en una relación adecuada con Él.