El documento describe la historia y características del recorrido ferroviario entre las ciudades de Alausí y Sibambe en Ecuador. Se fundó Alausí en 1824 y el ferrocarril llegó en 1902. El trayecto de 13.5 km entre Alausí y Sibambe pasa por paisajes naturales como el cañón del río Alausí y ofrece vistas de la geología de la zona. Una de las partes más desafiantes fue la construcción de un zigzag de 1 km para descender 500 metros en la montaña conocida como
2. Alausí significa “cosa querida y de gran
estima”, su nombre “San Pedro de Alausí”
se desprende del día del Santo en el que se
fundó la ciudad. El ferrocarril llegó a este
lugar en 1902.
Desde Alausí hasta la
estación Sibambe se
recorren 13,5 Km., a
una velocidad prome-
dio de 15 Km/h, lo cual
permite al turista de-
leitarse con el paisaje.
San Pedro de Alausí
Datos Históricos
Ciudad fundada el 25 de junio del 1824,
localizada a 97 km de Riobamba, en el sur
de la provincia de Chimborazo, en la hoya
del Chanchán, cuenta con una extensión
de 1.643,7 km2 y una altitud de 2.340
m.s.n.m. Su población es de alrededor de
84.000 habitantes, es un cantón patrimo-
nial por su arquitectura preservada desde
hace más de 100 años.
Alausí es la ciudad de los cinco patrimo-
nios debido a su riqueza cultural, arqueo-
lógica, natural, arquitectónica y ferroviaria.
3. por la puerta del frío. Desde este lugar es fácil observar el gran cañón
formado por el río y sentir el cambio de clima entre la Costa y la Sierra.
Se desciende paulatinamente hasta conquistar la rivera del río
Alausí y su forma serpenteante recorre todo el trayecto, hasta
adentrarse en las gigantescas montañas. Además, se puede
apreciar la gran cantidad de roca que existe a los costados
de la vía, una muestra clara de la geología del sector.
El recorrido inicia en la ciudad de Alausí y
continúa por el sector de Chiripungo, nombre
ancestral, en idioma Kichua. Chiri significa frío y
pungo puerta, es
decir se atraviesa
4. Para los amantes de las aves, en este sector es
muy común observar al colibrí más grande
del mundo, conocido como “el colibrí
gigante”. De pico a cola mide cerca de 20 cm
y se alimenta, principalmente, del néctar de las
flores de los pencos.
La vegetación nativa de esta zona resalta
la presencia de agaves o pencos, los
abundantes huicundos o bromelias, que se
observan en las pendientes y los cactus, que de
vez en cuando aparecen, indican que es una zona
de transición entre los bosques nublados propios
de estas alturas y los páramos.
5. Al costado de la vía se puede observar antiguos
postes de riel, los cuales servían de soporte
del cableado telegráfico, medio de comunicación
de aquellos tiempos que permitía el envío y
recepción de mensajes entre las estaciones,
mediante el famoso código Morse.
En esta ruta se encuentra también el cerro
Pistishí, conocido como “Cóndor Puñuna”
que en idioma local significa “donde duerme
el cóndor”. Es un lugar sagrado para las
culturas pre-hispánicas que habitaron la zona.
6. Allí se encuentra la legendaria “Nariz del
Diablo”, de cuyo nombre no se conoce
un origen exacto. Hay quienes dicen que
uno de los ingenieros de la obra, de nacionalidad
inglesa, al ver el cerro que debían atravesar para
construir la vía se asombró y dijo “parece una
nariz de diablo”. Otros en cambio divisan un
rostro a un costado de la roca y dicen que es la
cara del diablo y por eso le dieron el
nombre. Pero también se asegura que por la
gran dificultad en las rocas se tuvo que realizar
un pacto con el demonio, ofrendándole vidas
humanas para lograr cruzar la montaña…
La “Nariz del Diablo” es una montaña de roca
completamente perpendicular, de 1.900 metros
de altitud sobre el nivel del mar.
Fue precisamente en ésta zona donde el ingenio
del hombre venció las dificultades de la naturaleza
al colocar paralelas o rieles de acero sobre la
montaña, hasta completar un zig-zag de
un kilómetro aproximadamente; por el cual
se desciende en reversa, para llegar a la
estación Sibambe, alcanzando un declive de
500 metros de altitud aproximadamente.
7. Esta audaz maniobra actualmente permite al
turista, en cuestión de minutos, pasar del
frio andino de la Sierra a la calidez del clima
templado de la Costa.
La ejecución de este tramo duró un
año y costó un millón de sucres. (En
esa época cada dólar equivalía a dos
sucres). Gran parte del trayecto fue
ejecutado a punta de dinamita,
era la única manera de abrirse
paso entre las rocas.
Día tras día, cientos de obreros cargados de
explosivos, escalaban las paredes de piedra,
subían por largas sogas y colgados de los cabos,
activaban los explosivos donde muchos
murieron mientras realizaban las maniobras.
Hoy por hoy, en ese enigmático lugar, los turistas
pueden encontrar algunos ganchos de los que
se sujetaban los trabajadores de aquella época…
Como fiel testimonio de la tarea realizada.
El mirador de la “Y” es un sitio desde el cual
se puede divisar la espectacular montaña, sentir
la brisa del río Chanchán, el contacto con la
naturaleza y principalmente tomar fotografías.
8. Alausí - Sibambe - AlausíDistancia:
12 km
Tiempo:
1 hora
Sibambe
Datos Históricos
La estación Sibambe se encuentra ubi-
cada a una altitud de 1.816 m.s.n.m., el
ferrocarril llegó en 1901 y 30 años más
tarde se construyó la estación del mismo
nombre, asentada en la intersección de
los ríos Alausí y Guasuntos. A partir de los
cuales se forma el caudaloso Chanchán,
que más adelante recibe la influencia de
otros ríos para formar el Chimbo. Luego
de un gran recorrido, por pueblos y ciu-
dades, forman el majestuoso río Guayas,
hasta desembocar en el Océano Pacífico.
Históricamente la estación de Sibambe
fue conocida como la ya desaparecida
parroquia Pistishí, la cual dependía de
la operación del ferrocarril. Para los años
90, sus habitantes habían migrado en casi
su totalidad, cuando el ferrocarril estaba
a punto de desparecer. Los daños pro-
ducidos en la vía fueron causados por
el rigor de la naturaleza y por la falta de
mantenimiento.
En el lugar existía hospedaje para viajeros,
oficinas administrativas, cine, tiendas, etc.
Su gran importancia radicó en la co-
nexión precisa entre el Austro, la Costa
y la Sierra ecuatoriana; convirtiéndose,
en esa época, en un centro de intercam-
bio de productos.
En esta estación se encuentran 2 columnas
de mármol en la parte frontal del edificio,
que en el siglo XX soportaban un techo.
Se cuenta que estas columnas fueron
donadas por descendientes del General
Eloy Alfaro como un homenaje a la obra
monumental del ferrocarril.
La restaurada estación de Sibambe es un
sitio para descansar, disfrutar de la natu-
raleza, observar los paisajes y contagiarse
de la historia de este enigmático lugar.