Concurso de microrrelatos para la Feria del Libro Ies Llerena curso 2013-2014.

1. -Arroz
¡T
CÓMO PARTICIPAR:
Únicamente debes rellenar la ficha con tus datos personales: nombre, apellidos y curso. Lee
el comienzo del Microrrelato y continúalo. Para
ello tienes doscientos caracteres, que, como
sabes, no solo son letras, también son signos
de puntuación y espacios en blanco. Una vez
tengas el microrrelato relleno, deposítalo en la
caja que encontrarás debajo de este cartel.
¡Y a esperar!
CATEGORÍAS: Se establecen tres categorías:
- Alumnos de 1º y 2º de E.S.O.
- Alumnos de 3º y 4º de E.S.O.
Estos son algunos microrrelatos
famosos en los que te puedes
inspirar:
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Clases de gimnasia
Para aumentar la flexibilidad del tronco y ramas,
evitando así quebraduras provocadas por ráfagas
intempestivas, clase de gimnasia para árboles se
ofrecen, individuales y a domicilio. Precios especiales para bosques.
- Alumnos de Bachillerato y Ciclos formativos.
Ana Mª Shua
La cucaracha soñadora
PREMIOS: En cada una de las categorías
se otorgarán dos premios:
- 1er premio → 15 € (en material)
- 2º premio → 10 € (en material)
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Era una vez una Cucaracha llamada Gregorio Samsa
soñaba que era una Cucaracha llamada Franz Kafka
soñaba que era un escritor que escribía acerca de un
pleado llamado Gregorio Samsa que soñaba que era
Cucaracha.
István
Örken
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La ubicuidad de las manzanas
La flecha disparada por la ballesta
precisa de Guillermo Tell parte en
dos la manzana que está a punto de
caer sobre la cabeza de Newton. Eva
toma una mitad y le ofrece la otra a
su consorte para regocijo de la serpiente. Es así como nunca llega a
formularse la ley de la gravedad.
Augusto Uribe
Tortugas y cronopios
que
que
emuna
Viaje al centro de la fábula, Moterroso
Ahora pasa que las tortugas son grandes admiradoras de la
velocidad, como es natural.
Las esperanzas lo saben, y no se preocupan. Los famas lo saben,
y se burlan.
Los cronopios lo saben; y cada vez que encuentran una tortuga,
sacan de la caja de tizas de colores y sobre la redonda
pizarra de la tortuga, dibujan una golondrina.
Julio Cortázar