Este documento resume las actividades y reflexiones de un encuentro de Pentecostés de la Familia Teresiana en Tortosa. El encuentro incluyó dinámicas para descubrir el Espíritu en lo cotidiano, una vigilia con lecturas bíblicas y cánticos, y una reflexión sobre la oración como elemento esencial en la vida. Los participantes apreciaron la oportunidad de renovar su fe y sentirse parte de una verdadera familia teresiana.
2. Se nos ha invitado a:
CONTEMPLAR con ojos nuevos nuestro DÍA a
DÍA
DESCUBRIR, desde la lectura de la Biblia,
el ESPÍRITU EN LO COTIDIANO.
ESCUCHAR a nuestros MAESTROS de
VIDA: Enrique y Teresa
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4. El tiempo nos acompañó con un sol espléndido que iba
encendiendo los corazones a la espera del ESPIRITU…todo
fue sorpresa desde la primera dinámica que empezó en la
capilla y nos invitó a pasearnos por las habitaciones de la
planta baja al descubrimiento del espíritu en lo más
cotidiano de nuestro día a día (el baño, el despertador, el
espejo….) en donde íbamos encontrando citas bíblicas a las
que íbamos respondiendo con ecos en los murales del
pasillo que más tarde compartimos en grupos ¡una gran
riqueza!
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7. Alberto, nos presentó muy vivamente el sentir y orientación
del lema tanto en sus palabras (nacidas de la experiencia)
como en el material que nos iba dando
(powers, documentos)…. Poco a poco íbamos ahondando en
“el descubrimiento” del Espíritu en el vivir cotidiano. La
Vigilia que empezamos con el fuego – gracias al buen tiempo
- nos fue impregnando de la Palabra, de signos y gestos con
la llama de nuestra vela siempre encendida. Todo
acompañado de los cantos que nos regalaban Ana Ros con la
guitarra y Ana Monserrat con los niños; al son de su ritmo y
dinamismo.
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9. Al día siguiente tras un buen rato de oración “por rincones”:
orar en la naturaleza, con la música, con la
prensa, paseando….que cada uno elegía seguimos la
reflexión con las notas sobre la oración. El último momento
fue el homenaje al Padre Enrique que prepararon Ana M. y
los niños y que fue una invitación dinámica y gozosa a
pensar, sentir y amar como Jesús como hizo Enrique. Fue
emocionante la presentación del más pequeño del
encuentro: Biel, que con apenas un mes vino con sus papás
–Mª José y Toni- a participar de tan emotivo momento
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11. Si algo nos ha quedado y/o hemos recordado es que la oración es
esencial en nuestra vida y lo hemos visto en Enrique – a través de
ese Cuarto de Hora que con tanto entusiasmo siempre nos ha
transmitido - y en Teresa que hasta “en los pucheros encuentra al
Señor”. Han cambiado las formas, no vivimos del mismo modo
que hace 100 años pero no podemos dejar de orar. Sin oración no
conoceremos ni amaremos a Dios… al Dios que está en los
pequeños y grandes espacios: en el tiempo dedicado a estar con
Él, en el andén del metro, esperando el bus o simplemente al
levantarme y al mirarme al espejo decirle ¡buenos días Señor,
empezamos juntos este nuevo día para pensar, sentir y amar
como Tú, porque Él SIEMPRE y en cada momento es COMPAÑERO
de camino.
12. Fue un encuentro sereno, profundo y fraterno
y damos gracias a todos por hacerlo posible…
MERCHE MAÑERU
13. Cuando estábamos recogiendo un poco las cosas que
habíamos dejado por la casa después del encuentro de
Pentecostés, yo pensé para mí: ¡Ha sido el encuentro
perfecto!
• Hemos tenido tiempo de releer juntos algunos detalles del
“libro de familia” paseando por pasajes sobre todo, del
Antiguo Testamento, para agradecer cómo Dios permitió y
continúa posibilitando en nosotros hacer experiencia de Él,
de su amor de predilección y presencia continua…
• Celebramos la venida del Espíritu que nos da aliento,
convoca, vivifica, une, sana…
• Convocados por Enrique, como cabeza de familia numerosa,
acogiendo a mayores y a recién nacidos…
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15. Como decía Rosalía:
“Ha sido un Pentecostés especial, preparado por la familia
para la familia. Creo que se respiraba paz, un soplo dulce del
Espíritu se paseaba por la casa, cada participante iba dejando
su poquito y su mucho de uno/a mismo/a en el momento que
se necesitaba. Jo, creo que, el Espíritu ya venía con
nosotros/as desde nuestro origen y... luego, al ver la primera
llama, al oír, en palabras de Enrique, nuestra invocación, salió
de su escondite más íntimo y empezó a esparcir sus dones. En
la Celebración fue intercambiando dones, como un puzzle
perfecto los repartió según necesidades, el tuyo para
acompañar el mío, el mío para ti,...”
16. Cierto, hablamos miles de lenguas, pasamos por los
distintos peldaños de la relación, de la
mediación, oración, por nuestro cotidiano y por el cotidiano
del otro/a,... me sentí, en lo más profundo, verdadera
familia teresiana, con nuestro Carisma como bandera, con
la seguridad de qué podemos transformar, con él, la
sociedad.
¡Gracias, una vez más, gracias!
MERCEDES GÓMEZ-PALACIOS