El documento habla sobre la masacre del 10 de junio de 1971 en México, donde cientos de estudiantes y gente del pueblo fueron asesinados por el gobierno mientras protestaban. A pesar de pasar 43 años, los responsables no han sido juzgados. El documento argumenta que el estado mexicano reprime al pueblo para defender los intereses del imperialismo estadounidense y la clase dominante. Finalmente, llama a continuar la lucha por la revolución proletaria y nacional para acabar con la dominación imperialista.
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¡10 DE JUNIO DEL 71, NI PERDÓN NI OLVIDO!
¡RETOMAR LA LUCHA POR EL COMUNISMO!
Marchaban en apoyo a universitarios de Nuevo León que defendían la autonomía universitaria.
Estudiantes, maestros y gente del pueblo exigían libertad a los presos políticos y solución a otras
demandas democráticas. Pero el Estado Mexicano, encabezado por el gobierno de Luis Echeverría
Álvarez, como bestia sedienta de sangre y vidas, se lanzó contra ellos: asesinó a cientos, golpeó e
hirió a miles, secuestró, encarceló y persiguió a otros cientos. Usó al grupo paramilitar “Los
Halcones”, formado con militares, judiciales federales y del DF, policías escogidos en todas las
corporaciones y hasta con delincuentes comunes, todos entrenados, equipados, armados, dirigidos y
protegidos por el ejército. Fue un crimen de LESA HUMANIDAD PERPETRADO POR EL ESTADO.
Han pasado 43 años pero Luis Echeverría y sus compinches no han sido juzgados ni condenados
por el sistema judicial mexicano y las instancias internacionales, como la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos, son demasiado lentas al respecto. El crimen del 71 no solo sigue impune
sino que el estado ha cometido muchos otros más: Aguas Blancas y El Charco en Guerrero, Agua
Fría en Oaxaca, Acteal en Chiapas, Lázaro Cárdenas en Michoacán, San Salvador Atenco en
Estado de México, etc. Y es que ésa es la naturaleza del estado: el instrumento con el que la clase
explotadora dominante (grandes capitalistas y terratenientes) títere dócil y servil del imperialismo
estadounidense ejerce su DICTADURA, y con el que realiza la guerra, la represión y la imposición
contra el pueblo mexicano. Con las elecciones, la supuesta “igualdad” ante la ley, la negociación
gangsteril (“el dinero o la vida”) y el respeto a conveniencia de algunos derechos y libertades,
disfrazan esa dictadura burgués terrateniente instrumento servil del imperialismo como
“DEMOCRACIA”.
Ahora que el sistema capitalista imperialista está hundido en la más grave, profunda y prolongada
crisis de su historia, que todos los imperialistas y reaccionarios necesitan sacar de la crisis a su
sistema, que los imperialistas estadounidenses necesitan defender su condición de única súper
potencia imperialista afirmando su hegemonía y extendiendo su imperio mientras que sus rivales
imperialistas (Alemania, Rusia, y otros) le disputan el control del mundo, y potencias regionales
(China, India, Brasil, etc.) buscan ascender a imperialistas, ahora que el proletariado y el pueblo en
los países imperialistas resisten la ofensiva imperialista que los hunde en la pobreza, les quita
derechos y libertades, los ahoga en represión y los reduce a la “democracia neoliberal” para solo
poder elegir entre una u otra forma de neoliberalismo (ortodoxo o “social”), y los pueblos de los
países dominados resisten y luchan (debatiéndose entre el neoliberalismo ortodoxo o el social, la
democracia burguesa o la socialdemocracia, la reforma burguesa o la revolución comunista) contra
la imposición de la nueva etapa de globalización neoliberal. Ahora que todo esto ocurre, los
imperialistas yanquis refuerzan, profundizan y extienden su dominación y saqueo sobre nuestro país
tanto como esfuerzo para superar la crisis del sistema como para alinearlo a su lado en su disputa
con sus rivales por el control y reparto del mundo.
Por ello hacen que el Estado Mexicano imponga la aplicación del TLCAN, el PPP, la ASPAN, el
Programa México Seguro, la Iniciativa Mérida, y las Reformas Estructurales (laboral, educativa,
energética, fiscal, y muchas más), pero como eso ataca los intereses directos e inmediatos de las
diversas clases del pueblo, en sus fracciones, sectores, gremios, grupos, etc., causándoles
preocupación y enojo, y los lanza a luchar para resistir los embates imperialistas y reaccionarios
posibilitando que avancen a comprender la necesidad de luchar por LIQUIDAR al imperialismo, la
guerra, la dominación y el saqueo imperialista y la base que las hace posible: la devastadora
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competencia entre imperialistas por ganancias y poder y la explotación del trabajo en el mundo, y la
explotación y opresión burgués terrateniente contra el pueblo en el país; posibilitando también que tal
comprensión avance a ver que tal liquidación solo es verdaderamente posible con la Revolución de
Liberación Nacional Democrática Popular como base de la Revolución Socialista en transición al
Comunismo. Para evitar esto, el Estado Mexicano NECESITA Y TIENE que IMPEDIR QUE EL
PUEBLO SE ORGANICE Y LUCHE, SOMETER Y CONTROLAR A LAS ORGANIZACIONES DE
LUCHA YA EXISTENTES, Y DESTRUIR CON LA REPRESIÓN Y LA DIVISIÓN TRAICIÓN A LAS
ORGANIZACIONES QUE NO SE DEJEN SOMETER O QUE CUYA DESTRUCCIÓN SIRVA DE
LECCIÓN A LAS DEMÁS SOBRE LO QUE LES PASARÁ SI NO SE CALMAN.
De ahí que el gobierno mantiene e intensifica la guerra, la represión y la imposición contra el pueblo:
supuesta guerra contra el narcotráfico y la delincuencia organizada (en la que la mayor parte de las
víctimas son gente del pueblo, incluyendo a los migrantes, que nada tienen que ver con el gobierno y
las otras bandas criminales), la guerra sucia contra militantes, dirigentes y activistas de
organizaciones sociales y principalmente de revolucionarios, represión a organizaciones y luchas
sociales, criminalización de la protesta y la lucha social, agresiones y vejaciones de todo tipo contra
el pueblo, sus libertades y derechos con operativos y retenes militares, policiacos y hasta
paramilitares en el campo y las ciudades, las carreteras, calles y avenidas, barrios y colonias,
escuelas, mercados, tianguis y otros comercios populares, transporte de pasajeros urbanos y
foráneos, vehículos particulares, y un largo etc.
Contra eso y para acabar con ello, el mejor homenaje que les podemos rendir a los mártires del
10/6/71 es asumir o ratificar el compromiso de luchar contra el imperialismo, la dominación y el
saqueo imperialista, la guerra y la represión imperialista y burgués terrateniente, y por la solución de
todas las demandas del pueblo, con la Revolución Proletaria en su etapa de Liberación Nacional
Democrática Popular, como base del socialismo en transición al comunismo, lo cual exige retomar y
aplicar la ciencia de la revolución comunista (el marxismo revolucionario), construir el partido y los
demás instrumentos necesarios para la revolución, y proceder en consecuencia.
Fraternalmente
"Unidos, Organizados y Luchando ¡Venceremos!"
UPVA "28 de Octubre"