El documento describe el tratamiento para la toxoplasmosis, que incluye antibióticos como sulfamidas, clindamicina, naftoquinolonas, pirimetamina y atovaquona. La pirimetamina bloquea el uso del ácido fólico por el parásito Toxoplasma gondii, por lo que se administra ácido fólico al paciente. Las sulfamidas están contraindicadas excepto para tratar toxoplasmosis ocular, y aquellos con alergia a sulfamidas deben consultar otras opciones como la atovaquona.