La autora se prepara para la visita de su madre después de no verla durante seis meses. Sin embargo, recibe una llamada de su amigo Jonan advirtiéndole que su padre sufrió un accidente fatal hace seis meses. Al enterarse, la autora queda devastada y pasa un mes encerrada en su casa asimilando la noticia. Finalmente, decide llamar a Jonan para agradecerle que le contara la verdad a pesar del dolor que le causó.
1. ACTIVIDAD 2.
Me levante aquel viernes 13, pensando que a pesar de ser el día que era, todo estaba perfecto,
mi madre iba a venir a visitar después de llevar sin verla más de medio año, me levante de la
cama después de un sueño profundo para desayunar, ducharme y minutos más tarde preparar
bien la casa para la llegada de la persona más importante para mí.
Cuando termine la ducha, me dispuse a vestirme, después de 10 minutos observando el
armario desde la cama, ya supe que ponerme, estaba ansiosa por su llegada, con muchísimas
ganas de abrazarla y de pedirla que me prometiera que nunca más se separaría de mi durante
tanto tiempo.
Mientras me maquillaba pensé que mi madre, al avisarme de su visita, no me dio ninguna
razón ni ningún porque de esta.
No quise darle importancia, aunque tampoco había estado nunca tanto tiempo sin ver a mi
madre y eso me confundía, pero bueno, estaba feliz, el sol brillaba, y yo moría por ganas de
tenerla a mi lado, de contarla mil cosas, y escuchar todo lo que la había ocurrido en este
tiempo.
Cuando estaba preparada, baje las escaleras, entonces escuche un sonido de un mensaje
salir de mi ordenador, subí corriendo para verlo, saber de quién, para que era y ya al día
siguiente ocuparme de él, pero no pudo ser así, el mensaje me lo envió Jonan, un gran amigo
de la infancia, en el decía: “ es urgente Sheila, importante, necesito que me llames”.
Era raro en él un mensaje de ese estilo, por lo que decidí que unos minutos de llamada no me
fastidiarían los planes que tenía preparados para ese gran martes.
Pi…
Pi…
-Sheila!
+Dime Jonan, ¿Qué es lo que pasa?
-Creo que es el momento de contártelo, no creo que seguir callado sea lo mejor.
+ Me estas preocupando, ¿Qué pasa? Dime ya.
-Tu aita.
+¿Qué le pasa? Esta viajando por el trabajo desde hace unos seis meses, me comento mi
madre.
-Tu aita no trabaja Sheila…
+¿Cómo que no? ¿ Por qué? ¡ Jonan! Dime lo que sabes, es mi aita.
-Tu madre me llamo hace unos seis meses, me comento lo ocurrido y el porqué tu aita no
trabaja en estos momentos…Me dijo que no te dijera nada, que prefería contármelo ella y que
supiera que no tenía que decir nada si me enteraba por otras personas, pero me parece
demasiado tiempo ya, dijo que tenía que estar preparada, que era algo que tendrías que
enterarte por ella, pero me parece demasiado tiempo, que tu tampoco te mereces esto, vivir en
esta mentira.
2. +Jonan..¿Ha sufrido un accidente? ¿Le ha pasado algo? –le pregunte tartamudeando mientras
se me caía una lagrima tras otras.
-Sheila, tu aita si sufrió un accidente, un accidente que le condeno a no poder trabajar, a no
poder comer, a no poder llamar, a no poder respirar, a no poder vivir, no pudieron hacer nada,
lo siento muchísimo, espero haber hecho bien al contártelo.
+ ¡PM! –ese fue el sonido del teléfono golpeando el suelo.
En el momento en el que escuche lo que paso se me callo el teléfono de las manos, lágrima
tras lagrima caía por mis ojos, ¡no entendía el porqué de una mentira de seis meses! Empecé a
sentir frio, no sabía dónde estaba, ni que hacia allí, anocheció, y entonces entendí por que se
llora, porque se mata.
Escuche portazos y seguí escuchándolos durante horas, eran provenientes de mi madre, no
pude abrir la puerta, no ese Martes, no la podía mirar a la cara, lo único que pude hacer fue
sentarme en una esquina de mi habitación, llorar y llorar.
Pase un mes sin salir de casa, intentando asimilar lo que paso, y cuando me sentí con fuerzas,
levante el teléfono, no para marcar el numero de mi ama, sino, el de Jonan, un gran amigo, que
fue capaz de contarme algo tan duro a pesar del daño que me podía hacer, solo porque sabía
que hacia bien, que el saber la verdad era lo mejor para mi, cuándo me descolgó el teléfono le
dije : “siempre me faltaran vidas para agradecerte lo que hiciste por mi”.