Las mujeres nicaragüenses han luchado por años para obtener derechos políticos y de participación, pero siguen estando subrepresentadas en posiciones de poder. Obtuvieron el derecho a voto en 1957 aunque los hombres lo tenían desde 1893. Aunque han habido algunas mujeres presidentas, ministras y en otros cargos de liderazgo, todavía representan una minoría en la política y el gobierno. La desigualdad de género persiste a pesar de los avances logrados.