3. La hepatitis viral es una infección que causa inflamación y daño al hígado.
Diferentes tipos de virus causan hepatitis, incluyendo hepatitis A, B, C, D y E.
Los virus de las hepatitis A y E típicamente causan infecciones agudas.
Los virus de las hepatitis B, C y D pueden causar infecciones agudas y crónicas
6. Cronica
Hepatitis B y C
● Superior a 6
meses, puede
duras hasta
décadas
● Necrosis
● Se controla
7. HEPATITIS A
La hepatitis A es una inflamación del hígado
debida a la infección por el virus de la
hepatitis A (VHA).
Este virus se propaga principalmente cuando
una persona no infectada (y no vacunada)
ingiere agua o alimentos contaminados por
heces de una persona infectada
8. La OMS estima que, en 2016, la hepatitis A
provocó aproximadamente 7134 defunciones,
una cifra que representa el 0,5 % de la
mortalidad debida a las hepatitis víricas.
El riesgo de infección por el virus de la hepatitis A se asocia
a la falta de agua salubre y a las malas condiciones
higiénicas (manos sucias, por ejemplo) y de saneamiento.
El VHA es una de las causas más frecuentes de
infecciones de transmisión alimentaria.
9. Los síntomas tienen carácter de moderado o grave y comprenden:
• Fiebre
• Malestar
• pérdida de apetito
• diarrea
• náuseas
• molestias abdominales
• coloración oscura de la orina
• ictericia (coloración amarillenta de la piel y la esclerótica ocular)
10. PREVENCIÓN
La mejora del saneamiento, la inocuidad de los alimentos y la vacunación
son las medidas más eficaces para combatir la hepatitis A.
La propagación de la hepatitis A puede reducirse mediante:
•un abastecimiento adecuado de agua potable;
•la eliminación correcta de las aguas residuales de la comunidad; y
•las prácticas de higiene personal, como lavarse regularmente las manos
antes de comer y después de ir al baño.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico específico se establece mediante
la detección en la sangre de anticuerpos IgM o
IgG anti-VHA
12. o La hepatitis B es una infección vírica que afecta al
hígado y puede dar lugar tanto a un cuadro agudo
como a una enfermedad crónica
o El virus de la hepatitis B (VHB) se transmite más
comúnmente de madre a hijo durante el parto, así
como a través del contacto con sangre u otros
líquidos corporales, lo cual puede suceder durante
las relaciones sexuales con una pareja infectada, las
inyecciones sin suficiente protección frente a
riesgos, la exposición a instrumentos afilados.
13. Epidemiologia
El virus de la hepatitis pertenece a la familia
Hepadnaviridae, se estima que alrededor de
400 millones de personas están infectadas en
el ámbito mundial, lo que representa un
problema de salud pública.
De acuerdo con las estimaciones de la OMS,
296 millones de personas padecían infección
crónica por el virus de la hepatitis B en 2019.
Se considera que la infección es crónica si la
persona da positivo en las pruebas de
detección del antígeno de superficie del virus.
En 2019, esta enfermedad causó unas 820 000
defunciones, principalmente por cirrosis o
carcinoma hepatocelular (es decir, cáncer
primario del hígado)
15. Hepatitis B aguda
Período de incubación de 15 a
45 días, asintomático, que se
continúa por un período de 3 a
7 días, con manifestaciones
clínicas poco categorizadas,
como astenia, hiporexia,
sensación gripal como
polimialgias, cefaleas, náuseas,
febrícula y leve ataque al
estado general
Durante el período de estado
agudo, , aumenta, la astenia y
la hiporexia y aunque la fiebre
está presente, raramente pasa
de 38°C.
Se inicia entonces la fase
ictérica de la enfermedad, con
coluria, hipocolia
Hepatitis subaguda
El paciente continúa con
sintomatología muy leve o nula,
pero con alteraciones de las
pruebas de función hepática por
más de 8 semanas del inicio del
cuadro clínico
Más del 60% de estos casos
pasan a la forma crónica, pues el
paciente no logra seroconvertir y
persiste con el antígeno de
superficie (HBsAg) y el marcador
de replicación viral (HBe).
Biopsia hepática a dilucidar el
diagnóstico: la presencia de
necrosis parcelar y alteraciones
de la arquitectura sinusoidal y
persistencia de necrosis
hepatocitaria, además del
infiltrado inflamatorio
parenquimatoso y portal, son
marcadores de cronicidad
Hepatitis fulminante
Es la forma más catastrófica de
la enfermedad y generalmente
fatal (92%). Puede ser una
presentación rápidadamente
aguda, en donde luego del
período prodrómico y con leves
síntomas clínicos, a veces, la
primera manifestación es una
encefalopatía hepática, en que
el paciente entra en coma
profundo, asociado a ictericia y
fenómenos hemorrágicos por
hipoprotrombinemia y
aumentos desmesurados en los
niveles de las transaminasas, a
veces superiores a las
4000U./L., a
16. Hepatitis crónica
persistente
Es prácticamente un concepto
histológico más que clínico,
pues el paciente suele estar
totalmente asintomático, pero
con alteraciones leves en los
niveles de transaminasas (4 a 6
veces lo normal), sin
hepatomegalia o muy leve y
blanda y la histología hepática
solo demuestra diferentes
grados de infiltrado inflamatorio
portal, sin necrosis parcelar
Hepatitis crónica
persistente
Puede ser la continuación de
una hepatitis viral aguda, como
ya se describió, pero a veces,
es la primera manifestación de
la enfermedad, en que el
paciente no tuvo suficientes
manifestaciones clínicas de la
fase aguda y con mucha
frecuencia no tiene recuerdo de
la vía de inoculación del virus,
el cual, subrepticiamente,
comenzó a replicarse en el
hepatocito y pasa el período
prodrómico y de estado agudo
en forma totalmente
asintomática y paulatinamente
(raramente en meses,
generalmente en años), pasa a
la etapa crónica activa
17. Diagnostico
Diagnostico clínico
La infección aguda por el VHB se caracteriza por la presencia de anticuerpos contra el
antígeno de superficie del virus (HBsAg) y de inmunoglobulinas M (IgM) contra el antígeno
del núcleo (HBcAg). En la fase inicial de la infección, los pacientes son también seropositivos
para el antígeno e (HBeAg). Este antígeno por lo general indica que el virus se está
replicando intensamente, y que la sangre y los líquidos corporales de la persona infectada
son muy contagiosos.
La infección crónica se caracteriza por la persistencia del HBsAg durante más de seis
meses, con o sin presencia del HBeAg. La persistencia del HBsAg es el principal marcador
del riesgo de sufrir hepatopatía crónica y cáncer de hígado (carcinoma hepatocelular) más
adelante.
18. Tratamiento
Las hepatitis B en fase aguda no tienen indicación de tratamiento dado que muchas de ellas
son autolimitadas. Por tanto, la atención persigue el bienestar y el equilibrio nutricional del
paciente, incluida la rehidratación tras los vómitos y diarreas
La infección crónica por el virus de la hepatitis B se puede tratar con medicamentos, por
ejemplo antivíricos orales
19. Factores de riesgo
Lactantes y niños pequeños:
sufren infección crónica del 80% al 90% de los lactantes
infectados en el primer año de vida; y del 30% al 50% de los
niños infectados antes de cumplir los 6 años.
Adultos:
Menos de un 5% de las personas sanas que se infecten en
la edad adulta sufrirán infección crónica; y del 20% al 30%
de los adultos que padecen infección crónica sufrirán
cirrosis y/o cáncer hepático.
20. Prevención
La vacuna contra la hepatitis B es el principal pilar de la prevención de esta enfermedad. La
OMS recomienda administrarla a todos los lactantes lo antes posible tras el parto, de ser
posible durante las primeras 24 horas de vida, y completar la pauta vacunal con una segunda
o tercera dosis separadas por al menos cuatro semanas. Administrar oportunamente la dosis
al nacer es una forma eficaz de reducir la transmisión de la madre al niñ
22. ¿Qué es?
La hepatitis C es una enfermedad del hígado causada por el virus del mismo nombre (VHC).
El virus puede causar una hepatitis aguda o crónica y varía entre una dolencia leve que dura
algunas semanas y una enfermedad grave de por vida.
23. Epidemiologia
Se estima que en el mundo hay 58 millones de
personas con infección crónica por el virus de la
hepatitis C con alrededor de 1,5 milliones de nuevas
infecciones cada año.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha
calculado que en 2019 fallecieron cerca de 290 000
personas debido a la hepatitis C, sobre todo por cirrosis
y carcinoma hepatocelular (cáncer primario de hígado).
24. Transmisión
El virus de la hepatitis C se transmite a través la sangre. Las causas más habituales de
contagio son:
La reutilización o esterilización inadecuada de material médico en establecimientos de
salud, sobre todo jeringuillas y agujas;
La transfusión de sangre y hemoderivados sin analizar;
El consumo de drogas inyectables y la reutilización por otra persona del material para
inyección.
25. Cuadro clínico
El período de incubación de la hepatitis C oscila
entre 2 semanas y 6 meses.
Tras la infección inicial, aproximadamente un 80%
de las personas no presentan síntomas. La
sintomatología aguda puede incluir
Fiebre
Cansancio
Inapetencia
Náuseas
Vómitos
Dolor abdominal
Color oscuro de la orina, color claro de las
heces
Dolor articular
ictericia (coloración amarillenta de la piel y los
ojos).
26. Diagnostico
La detección de anticuerpos anti-VHC con una prueba serológica revela la infección.
Si la prueba de anticuerpos anti-VHC da positivo, para confirmar la infección crónica se
necesita una prueba que detecte el ácido ribonucleico (RNA) del virus, ya que el 30% de los
infectados eliminan espontáneamente el virus sin necesidad de tratamiento gracias a que se
desencadena una fuerte respuesta inmunitaria. Sin embargo, aunque ya no estén infectados
seguirán dando positivo para los anticuerpos anti-VHC.
Una vez diagnosticada una infección crónica por el VHC se deberá evaluar la magnitud del
daño hepático (fibrosis y cirrosis), ya sea por biopsia hepática o mediante varias pruebas
incruentas.
El daño hepático existente sirve para orientar las decisiones terapéuticas y la conducta clínica.
27. Tratamiento
Una nueva infección por el VHC no siempre requiere tratamiento, porque en algunas personas la
respuesta inmunitaria elimina la infección. En cambio, cuando la infección se cronifica se debe tratar.
La OMS recomienda el tratamiento con antivíricos de acción directa (AAD) pangenotípicos
para personas mayores de 12 años que curan la mayoría de los casos de infección por el
VHC.
La duración del tratamiento es breve (normalmente, de 12 a 24 semanas), dependiendo de la
ausencia o presencia de cirrosis.
El tratamiento actual de la hepatitis crónica C es la combinación de interferón (IFN) y
ribavirina. La pauta recomendada es 3 millones de unidades de interferón recombinante
administrado por vía subcutánea, tres veces por semana, asociado a 1.000-1.200 mg/día de
ribavirina por vía oral, dependiendo del peso corporal.
Recientemente se ha incorporado el interferón pegilado (Peg-IFN) que requiere una
administración única semanal por vía subcutánea. Administrado a dosis de 1,5 µg/kg/semana
produce una respuesta sostenida similar al tratamiento combinado estándar.
28.
29. Definición
● La hepatitis D o hepatitis Delta, es
una enfermedad hepática causada
por el virus VHD (virus de la
hepatitis Delta) y está considerada
como una de las formas más graves
de hepatitis viral.
● El VHD es un pequeño virus
“satélite” que para realizar su ciclo
de replicación necesita el virus de la
hepatitis B (VHB).
30. Epidemiología
● La hepatitis D es una enfermedad con un importante impacto en la
salud global, afectando aproximadamente entre 15 y 20 millones de
personas en el mundo.
● La infección por el VHD puede producirse en un paciente que ya tenía
hepatitis por el VHB, situación que se denomina sobreinfección, o bien
se produce una infección simultánea del VHB con el VHD, y en estos
casos se denomina coinfección.
31. Transmisión
La hepatitis delta se transmite de forma similar a la hepatitis B.
● Se transmite por vía sanguínea con el pinchazo con jeringas que han
sido utilizadas por personas infectadas (tatuajes, acupuntura, consumo
de drogas), por el hecho de compartir objetos de higiene personal
como cepillos de dientes, maquinillas de afeitar, o por transfusiones
sanguíneas (en bancos de sangre no seguros).
● La transmisión por vía sexual es menos frecuente, al igual que la
transmisión perinatal (de madre a hijo), pero pueden darse.
32. Síntomas
● La hepatitis aguda aparece tras un período
de incubación de entre 30 y 180 días.
● El paciente puede presentar cansancio,
pérdida de apetito, fiebre, dolor de cabeza
y en ocasiones náuseas, vómitos e ictericia
(pigmentación amarilla de la piel).
Crónica: presente la hepatitis con fallo
hepático, el paciente puede presentar:
alteración del nivel de conciencia, ictericia,
ascitis (acumulación de líquido en la cavidad
abdominal), edemas y complicaciones
infecciosas. En estos casos la mortalidad sin
trasplante puede ser elevada.
33. Diagnóstico
● El diagnóstico de la hepatitis delta se realiza
con un análisis de sangre en el que el se
determina la presencia de infección por VHB
y de anticuerpos anti-delta.
● La replicación activa del VHD puede
determinarse por técnicas de reacción en
cadena de la polimerasa (PCR).
● En algún caso, el especialista podría
proponer adicionalmente la realización de
una biopsia hepática (examen
microscópico de un fragmento de hígado
que se obtiene mediante punción).
34. Tratamiento
● Hoy en día, el único tratamiento aprobado para la hepatitis delta es el
interferón pegilado alfa, aunque rara vez es capaz de erradicar la
infección y es frecuente que aparezcan recaídas al suspender el
tratamiento
● El trasplante hepático puede ser necesario en casos de insuficiencia
hepática aguda o en pacientes con cirrosis descompensada y/o
hepatocarcinoma.
35. Hepatitis E
● La hepatitis E es una inflamación del hígado
debida a la infección por el virus de la hepatitis E
(VHE). Existen al menos 4 diferentes tipos de este
virus (genotipos 1, 2, 3 y 4). Los genotipos 1 y el 2
solo se han encontrado en el ser humano. Los
genotipos 3 y el 4 circulan en varios animales
(entre ellos los cerdos, los jabalíes y los ciervos)
sin causarles enfermedad, e infectan
ocasionalmente al ser humano.
36. Transmisión
● El virus se excreta en las heces de las personas infectadas y entra en el organismo
humano por el intestino. El contagio se produce por consumo de agua contaminada. La
infección suele remitir espontáneamente y desaparecer en un plazo de 2 a 6 semanas.
Sin embargo, a veces causa hepatitis fulminante (una insuficiencia hepática aguda),
que puede ser mortal.
● La infección sintomática es más frecuente en los adultos jóvenes (de 15 a 40 años);
aunque los niños también contraen la infección, no suelen presentar síntomas o tan
solo una enfermedad leve y anictérica, por lo que no se diagnostica.
37. Síntomas
El periodo de incubación tras la exposición al VHE oscila
entre 2 y 10 semanas, con una media de 5 a 6 semanas.
Los signos y síntomas característicos de la hepatitis son:
● una fase inicial con fiebre leve, disminución del apetito
(anorexia), náuseas y vómitos; dolor abdominal,
prurito, erupciones cutáneas o dolores articulares.
● ictericia (coloración amarillenta de la piel y la
esclerótica de los ojos) acompañada de orina oscura y
heces claras;
● aumento del tamaño del hígado (hepatomegalia), con
dolor a la palpación.
38. Diagnóstico
● El diagnóstico definitivo de la hepatitis E suele
basarse en la detección en la sangre de
anticuerpos IgM específicos contra este virus.
● Otra prueba utilizada es la reacción en cadena
de la polimerasa con retrotranscriptasa (RCP-
RT), que permite detectar el ARN del VHE en la
sangre o las heces; sin embargo, solo se realiza
en laboratorios especializados.
39. Tratamiento
● No existe ningún tratamiento específico que altere la evolución de la
hepatitis E aguda. Como la enfermedad suele remitir espontáneamente,
no suele ser necesario hospitalizar al paciente.
● Lo más importante es evitar medicamentos innecesarios. Los antieméticos
y el paracetamol deberían utilizarse con mesura o evitarse.
● El antivírico ribavirina puede ser de utilidad para tratar a pacientes
inmunodeprimidos con hepatitis E crónica. En determinadas situaciones,
también se ha utilizado el interferón con resultados satisfactorios.