Un tornado está compuesto de una chimenea de gotitas de agua, polvo y partículas que descienden desde las nubes hasta el suelo. La baja presión atmosférica hace que el aire circule hacia adentro en el embudo, donde ocurren descargas eléctricas. Los tornados pueden estar formados por una o varias chimeneas y duran desde segundos hasta decenas de minutos, siendo causados por inestabilidad atmosférica e interacción de masas de aire.