La carta trata sobre la Retiro de Comunidades Cristianas de Evangelización (RCCE) y la necesidad de cambiar ciertas mentalidades en la organización. El autor cree que el espíritu discutido en el retiro será difícil de extender si no cambian las actitudes de los líderes. También menciona que ha evitado comentar algunas "miserias" propias y de la organización para no herir sentimientos, pero desea hacerlo de manera constructiva y orando sobre el tema.