2. “Es necesario que la psicología tenga como
uno de sus principios éticos la posibilitación
de un aprendizaje humanizador, es decir, el
buscar aquellos tipos de cambio que hagan
real un hombre, una sociedad y una historia
nuevos y mejores.
…la psicología debe preocuparse
por el cómo y el qué del aprendizaje, pero
sobre todo por el para qué: hacia qué realidad
apunta internamente y posibilita cada aprendizaje
en la totalidad del proceso educativo.
Respecto a ello, no tiene sentido la pretensión
de una postura aséptica o éticamente neutra”.
3. Nació el 7 de noviembre de 1942, en
Valladolid (España).
Entró en el noviciado de la Compañía de
Jesús de Orduña, el 28 de septiembre de 1959.
Más tarde, fue trasladado al noviciado de
Villagarcía, y luego al de Santa Tecla, en El
Salvador, donde hizo su segundo año de
noviciado.
En 1959 ingresa a la Compañía de Jesús.
4. • Pastor Colonia Zacamil,
• Párroco de Jayaque, La Libertad.
5. Colaboró en la colonia Zacamil de San Salvador, donde no había sacerdote, a
comienzos de la década de los ochenta.
Cuando hubo quien atendiera a sus habitantes, buscó otro sitio donde prestar
sus servicios los fines de semana y así encontró la parroquia de Jayaque a
30Kms de San Salvador. Comenzó atendiendo un cantón, acabó siendo el
responsable de toda la parroquia, el último año de su vida.
Entre la gente sencilla y pobre, Martín-Baró experimentaba un cambio
notable. Se volvía alegre, reía mucho y se mostraba cariñoso, sobre todo con
los niños. Alegraba las reuniones y fiestas con su guitarra y su voz. Siempre
tenía dulces para repartir entre niños y niñas.
Consiguió una imagen de la virgen para la ermita, donde celebraba, y material
de construcción para un puente. A sus estudiantes de la UCA les pedía
algunas cosas para la parroquia –dulces, galletas, juguetes e incluso un altar.
Con el dinero que le daban en sus viajes adquiría otras cosas también
necesarias -pintura, madera, clavos, etc.- e incluso ayudaba a algunos de sus
feligreses más necesitados.
Organizaba con ellos cursillos y paseos. Durante su última
enfermedad, bastantes feligreses lo visitaron en su casa y también en su
oficina, y le llevaron tamales, guineos, verduras de toda clase y atole.
6.
7. 1961: Estudia Humanidades Clásicas, Universidad
Católica, Quito, Ecuador.
1965: Licenciatura en Filosofía y Letras, Universidad
Javeriana, Bogotá, Colombia.
1970: Bachillerato en Teología, en Eegenhoven, Bélgica.
1975: Licenciatura en Psicología, en la Universidad
Centroamericana, UCA, El Salvador.
1977: Maestría en Ciencias Sociales, en Chicago, USA.
Su tesis fue sobre actitudes sociales y conflictos grupales.
1979: Doctorado en Psicología Social y
Organización, Universidad de Chicago, USA. En su tesis
trató sobre la densidad demográfica de las clases
populares salvadoreñas.
8. 1966: Profesor e inspector en el Colegio Externado de
San José, El Salvador.
1967: Comienza a enseñar en la UCA.
1971-72: Profesor de Psicología en La Escuela Nacional
de Enfermería en Santa Ana
1972-75: Decano de Estudiantes,
1972-75: Miembro Consejo Superior Universitario.
1980: Vice-Rector Académico, Miembro de la Junta de
Directores.
1982-88: Varios cargos académicos:
- Jefe del Departamento de Psicología y Educación
- Profesor titular de Psicología Social.
1989: Vice-Rector Académico de Investigaciones y
Grados Superiores.
Ha sido Profesor invitado de la Universidad Central de Venezuela, de la
Universidad de Zulia (Maracaibo), de la Universidad de Puerto Rico (Recinto de
Río Piedras), de la Universidad Javeriana de Bogotá, de la Universidad
Complutense de Madrid y de la Universidad de Costa Rica.
9. A sus estudiantes de Psicología Social decía: "eso de condenar la
violencia venga de donde venga, es un tipo de declaraciones que
solo muestra un elevado nivel de ideologización y esconde una
realidad que es muy diferente".
Posteriormente complementaba siguiendo su libro Acción e
Ideología: "no es lo mismo el acto de violencia necesario
para imponer las cadenas a los esclavos, que el acto de
violencia de éstos para liberarse de tales cadenas".
10. Sus estudiantes lo recuerdan con cariño y también como un profesor
exigente, en particular en los exámenes. Los obligaba a leer distintos
autores, a investigar y a participar en clase.
Las primeras generaciones lo recuerdan como amigo de bromas y amplia
camaradería; recuerdan cómo durante la clase iba tomando los lápices y
bolígrafos de los estudiantes y los iba repartiendo de manera desordenada; al
salir del aula, éstos debían identificar el paradero de sus lápices y bolígrafos
con los demás compañeros
11. Las últimas generaciones ya no
conocieron esta faceta, sino que
se encontraron con un Martín-
Baró serio y grave, agobiado por
la situación del país y las
responsabilidades que llevaba
sobre sus hombros.
Martín-Baró fue profesor de rituales muy acentuados. Se presentaba en el aula
con un paraguas tipo inglés y con un elegante maletín, del cual sólo extraía el
libro de texto. Los viernes se espedía con un invariable "mis estimados
estudiantes tengan todos ustedes un feliz fin de semana".
Padrino de muchas promociones de psicólogos, los recuerdos fotográficos,
enmarcados de manera meticulosa, colgaban en orden riguroso, de las paredes
de su oficina.
12. Se ocupaba de las contrataciones de docentes, a veces también supervisaba
personalmente el desempeño de los docentes en las aulas y ponía mucha atención a
las evaluaciones que recibía de los estudiantes. Al observar que algunos docentes no
cumplían con las horas contratadas, comenzó a visitarlos en sus oficinas con cierta
regularidad. Aunque algunos percibían estos controles como policíacos –y él lo sabía-
, más le molestaba la falta de seriedad y la irresponsabilidad. Con algunos hablaba; a
otros les enviaba notas con sus observaciones.
Cuando cumplían años, les felicitaba por teléfono y
si podía les visitaba en su oficina para darles un
abrazo. Lo mismo hacía cuando fallecía algún
familiar de un empleado de la universidad.
Los periodistas lo asediaban, solicitando
entrevistas, las cuales aumentaron en los últimos
años. Cuando salía fuera del país, volvía con
muchas fotografías de sus actividades y
encuentros en el exterior.
13. En los festivales organizados por los estudiantes de
psicología era el primero en soltar sonoras carcajadas
y en sonrojarse hasta las orejas cuando llegaba el
momento de imitar a los profesores. En dos de esos
festivales cantó la misma canción. Pero en privado,
sobre todo antes de la guerra, tocaba la guitarra en las
reuniones de colegas y amigos de la UCA. En estas
veladas no podían faltar ni su música, ni su voz.
14. 1971-74: Jefe Consejo Redacción Revista ECA,
1975-76: Director Revista ECA
1986: Fundador y Director del Instituto Universitario de
Opinión Pública, IUDOP.
1982-88: Varios cargos académicos:
-- Miembro del Consejo de Redacción de la Revista ECA.
- Miembro del Concejo Editorial de UCA Editores.
- Miembro del Consejo de Redacción de la Revista de
Psicología de El Salvador.
- Miembro del Consejo Editorial de la Revista "Polémica"
(Costa Rica).
- Miembro del Consejo Editorial de la "Revista de
Psicología Social" (España).
Publicó once libros y una larga lista de artículos y
comentarios de carácter científico y cultural, en diversas
revistas latinoamericanas y estadounidenses.
Fue miembro activo de la American Psychological Association, la Sociedad Salvadoreña de
Psicología y de la Sociedad Interamericana de Psicología, de la que fue Vice-Presidente
para México, Centroamérica y el Caribe (de 1987- 1989).
15. Martín-Baró escribió sobre
un abanico amplio y
ecléctico de
materias, desde el último
Premio Nobel de literatura
hasta James Bond, desde
el machismo hasta la
marihuana.
Su primer libro fue
publicado en 1972 y
abordó la psicología
social: "Psicodiagnóstico
de América Latina". En los
siguientes libros integró a
la psicología social al
contexto de la guerra civil
Salvadoreña.
16. La guerra implica polarización social, el desplazamiento de grupos hacia extremos
opuestos. Se produce una división crítica en el marco de la coexistencia, que lleva a una
diferenciación radical entre "ellos" y "nosotros"... La gente, los actos y las cosas ya no se
valoran por sí mismos...
"Sin duda, de todos los efectos deteriorantes de la guerra sobre la salud mental de la gente
salvadoreña, el socavamiento de las relaciones sociales es el peor, porque nuestras
relaciones sociales constituyen los cimientos en los que confiamos para construirnos
históricamente como individuos y comunidad humana."
"El saber psicológico debe ponerse al
servicio de una sociedad donde el
bienestar de los menos no se asiente
sobre el malestar de los más, donde la
realización de los unos no requiera la
negación de los otros, donde el interés de
los pocos no exija la deshumanización"
"...cuando la relación de poder carece de
suficiente justificación moral, uno de los
mecanismos más accesibles para
tranquilizar la propia conciencia es la
devaluación de la víctima".
17. En el prólogo de Acción e ideología (1983), Martín-Baró describió con bastante
exactitud las dificultades y el privilegio del quehacer académico, en un país en guerra
como El Salvador. Ahí explicó que esas paginas habían sido…
. “escritas en el calor de los acontecimientos, en
medio de un cateo policial al propio hogar, tras el
asesinato de algún colega o bajo el impacto físico
y moral de la bomba que ha destruido la oficina
donde se trabaja. Estas vivencias [...] permiten
adentrarse en el mundo de los oprimidos, sentir
un poco más de cerca la experiencia de quienes
cargan sobre sus espaldas de clase siglos de
opresión y hoy intentan emerger a una historia
nueva. Hay verdades que sólo desde el
sufrimiento o desde la atalaya crítica de las
situaciones es posible descubrir”.
18. Tenía una pluma fácil y un lenguaje
exquisito, sus escritos eran agudos e
inteligentes.
Era feliz escribiendo en la computadora y sobre todo elaborando
gráficas. Gozaba mucho cuando descubría una opción nueva en la
máquina o cuando instalaba un nuevo programa en ella. Cuidó mucho
sus propias publicaciones y también las de otros, cuando éstas
estuvieron bajo su responsabilidad de editor o jefe de redacción.
Corregía las pruebas personalmente y era muy raro que se le escapara
una errata; de la misma manera, cuidaba mucho las referencias
bibliográficas de sus escritos.
19. Una de las llamadas telefónicas que los jesuitas pudieron hacer en la
noche del 15 de noviembre fue la que Martín-Baró hizo a su hermana
Alicia, en Valladolid. Le había explicado que estaban virtualmente
rodeados por el ejército:
“Espera, escucha, escucha, ¿oyes cómo suenan las bombas?”.
Alicia preguntó: “Nacho, ¿cuándo se va a arreglar eso?”.
Y él le respondió: “Oh, oh, tiene que haber muchas
muertes, muchas muertes todavía”.
20. En uno de sus últimos escritos, Martín-Baró describió cómo sería manejado
su propio asesinato:
“ante todo se trata de crear una versión oficial de los hechos, una
„historia oficial‟, que ignora aspectos cruciales de la
realidad, distorsiona otros e incluso falsea o inventa otros. Esta
historia oficial se impone a través de un despliegue propagandístico
intenso y muy agresivo, al que respalda incluso poniendo en juego
todo el peso de los más altos cargos oficiales [...]
Cuando por cualquier circunstancia aparecen a la luz pública
hechos que contradicen frontalmente la „historia oficial‟, se
tira alrededor de ellos „un cordón sanitario‟ [...] que los relega
a un rápido olvido [...]
La expresión pública de la realidad [...] y, sobre todo, el
desenmascaramiento de la historia oficial [...] son consideradas
actividades „subversivas‟ –y en realidad lo son, ya que subvierten
el orden de mentira establecido. Se llega así a la paradoja de
que quien se atreve a nombrar la realidad o a denunciar los
atropellos se convierte por lo menos en reo de la justicia”.
En febrero de 1989, Martín-Baró comenzó a hablar de un ambiente en el cual
prevalecía "la posibilidad de ser asesinado cualquier día y la posibilidad de
verse envuelto en un choque violento en cualquier momento".
21. En la madrugada del 16 de noviembre de
1989, las fuerzas militares de El Salvador
asesinaron en la propia residencia de la
Universidad Centroamericana a Ignacio
Martín-Baró, junto a cinco de sus
compañeros de congregación, el Doctor
Ignacio Ellacuría, el Doctor Segundo
Montes, el Doctor Amando López, el
Licenciado Juan Ramón Moreno y el
Licenciado Joaquín López y López, la
cocinera de la residencia, la señora Elba
Ramos y su hija Marisela, de 15 años de
edad.
22. La información y las imágenes de esta presentación fueron tomados del sitio web de la UCA
http://www.uca.edu.sv/martires/new/baro/fbaro.htm
http://www.uca.edu.sv/martires/ignaciomartinbaro.htm
El sitio web del Fondo Ignacio Martín-Baró : http://www.martinbarofund.org/
La Cátedra de Psicología, Ética y Derechos Humanos de la Facultad de Psicología, UBA:
http://www.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/informacion_adicional/obligator
ias/etica/index.htm
Otros sitios consultados:
www.colombiafeliz.wordpress.com
www.crimesofwar.org/onnews/news-elsalvador.html
La Música :
“Todavía cantamos” letra de Victor Heredia, música del grupo salvadoreño “Güinama”
“Limites” letra y música del grupo “AguaViva” de España.