Una mujer y su hija conversaban con Lewis Carroll en un vagón de tren sobre la historia de Alicia en el País de las Maravillas. La mujer comentó que Carroll se había vuelto loco, pero él respondió "¿De veras? Nunca había escuchado eso". Más tarde, Carroll envió a la niña un ejemplar de A través del espejo dedicado "Del autor, como recuerdo de un viaje agradable".