El documento discute el propósito de instalar radares en las carreteras. Aunque su objetivo oficial es evitar accidentes, a menudo se instalan con la intención oculta de recaudar fondos a través de multas. La señalización debe ser adecuada para persuadir a los conductores a respetar los límites de velocidad, en lugar de sorprenderlos y recaudar dinero.