La Conferencia de Berlín de 1884-1885 trató de legalizar el proceso de expansión imperialista europea en África estableciendo las bases para la futura repartición y ocupación del continente. Los delegados europeos presentaron reclamaciones territoriales mientras sus agentes apresuradamente ocupaban territorios en África para justificar dichas reclamaciones. El Acta de Berlín resultante estableció normas para demostrar la ocupación efectiva de territorios y garantizar la libertad de navegación en algunos ríos, aunque en última