El documento habla sobre las diferencias entre niños ricos y pobres. Indica que la riqueza viene del carácter, no de las posesiones materiales. Los niños pobres tienden a ser perezosos, exigentes y destructivos, mientras que los niños ricos son trabajadores, aprecian lo que tienen y ahorran para conseguir sus objetivos. En resumen, la educación del carácter es más importante que la herencia de dinero para proporcionar verdadera riqueza a los niños.