El documento presenta un balance optimista de los esfuerzos en 2016 para combatir el cambio climático. Muchos países de América Latina y el Caribe ratificaron el Acuerdo de París y establecieron contribuciones determinadas a nivel nacional para limitar el calentamiento global, además de adoptar energías renovables y proyectos de desarrollo sostenible. El Banco Interamericano de Desarrollo lanzó una plataforma para apoyar la transformación de estas contribuciones en planes de inversión, facilitando el financiamiento para la acc
Biodiversidad de Bolivia toma 1 para fauna y flora
Balance optimista en 2016 para la lucha contra el cambio climatico
1. BALANCE OPTIMISTA EN 2016 PARA LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMATICO
Enero 2017
P. GIOVENI @kaiser0860
Puede que el año 2016 fuera uno de los mejores en la lucha contra el Cambio Climático. Pienso
que el balance fue positivo. Por primera vez puede decirse que existe una verdadera voluntad
política en establecer líneas de acción claras para alcanzar soluciones concretas antes los desafíos
que presenta el CC, por los países que suscribieron el acuerdo de Paris, ratificándolo ahora en
noviembre 2016 en Marraquech, Marruecos, durante la COP 22.
Sin embargo no podemos obviar que el 2016, esta por convertirse en el más caluroso. La
OMM(Organización meteorológica mundial), lo confirma por sus registros. Esto hace enfocarnos
en el CC, como un problema urgente y de interés global, y a actuar de manera coordinada, eficiente
y sin dilación. No es una opción, es la única opción; Para reducir la brecha existente en lo que se
refiere a emisiones, tan necesaria para cumplir con los objetivos del acuerdo.
El acuerdo de Paris fue ratificado, en tiempo record, tomando en cuenta que es un acuerdo
multilateral, que requiere mucha discusión, sin embargo pasar de la firma en la COP 21 en
noviembre 2015, a la implementación ahora en noviembre 2016, en menos de un año, demuestra la
trascendencia que representa para la supervivencia del planeta dicho acuerdo. Un total de 115 paises
han ratificado, de los cuales 20 países son de Latino América y el Caribe(60% de los países de la
región), su compromiso de limitar el aumento de temperatura a 2°C para finales de siglo.
La agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), permite orientar todos los
esfuerzos de cada país de la región, hacia un único propósito. En éste sentido, todos los planes de
desarrollo sostenible incluyen sin lugar a dudas, proyectos de mitigación y adaptación al CC, que
involucra inversiones públicas y privadas enfocadas en la misma dirección.
Para los países de la región, ratificar el acuerdo no solo involucra un simple compromiso
internacional para enfrentar el CC, sino además, representa la gran oportunidad para generar
prosperidad y crecimiento económico. Para ser más precisos, constituyen objetivos que se
complementan entre sí. Los cuales garanticen un desarrollo inclusivo y sostenible.
Existen perspectivas optimistas que lo demuestran: Colombia, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala,
Honduras, Uruguay, Chile entre otros países, muestran planes concretos para llegar a producir el
100% de su energía mediante mecanismos renovables, tan rápido como sea posible.
Por otro lado México promulgó, su estrategia de desarrollo con bajas emisiones de carbono, con el
propósito de disminuir para el 2050, sus emisiones en un 50% por debajo de los niveles de 2000.
Aún siendo un país petrolero, adelanta legislación para incentivar la generación eléctrica distribuida
renovable, a través de desarrollos eólicos y solar fotovoltaicos de gran escala, sin dejar de lado
proyectos que involucran mejoras en planeación urbana dirigidos a mejorar la vialidad y transporte
público más eficientes (implantando unidades a gas y eléctricos).
2. Costa Rica muestra, al cierre de 2016, un privilegiado lugar, con un 98% en generación de
electricidad a través de medios renovables, principalmente energía hidráulica, geotérmicas, y en los
últimos cinco años, solar fotovoltaica y eólica. Uruguay y Chile le siguen al menos en su intención
de alcanzar ese nivel, en diez años más. En la Región, además se adelanta en varios países el
interés de Generar legislación y estímulos, que permita la auto generación para autoconsumo y
generación distribuida. Así como promover el ahorro y eficiencia energética, a través de incentivos
y subvenciones.
Brasil, dentro de sus contribuciones, propone reducir la deforestación del Amazonas y en el
Cerrado, en un 95% para el 2030. Igual Colombia, en otro orden de idea propone ingeniosos
sistemas de financiamiento de proyectos de energía limpia y proyectos de sustentabilidad agrícola,
urbana y medio ambiental, a través de la apertura de un mercado financiero del carbono, lanzando
los llamados bonos verdes, que permiten a través de bancos multilaterales, y banca comercial
privada, financiar dichos proyectos. Ciudad de México, también recientemente emitió bonos verdes,
para su desarrollo social y urbano, a fin de humanizar los espacios.
Todos los países que han suscrito el acuerdo de Paris, proponen sus compromisos de reducción de
emisiones, a través de los NDC(Contribuciones Nacionales Determinadas), para un periodo 2020-
2030, con el propósito de cumplir con el objetivo principal del acuerdo, de limitar el aumento de la
temperatura global muy por debajo de los 2°C, así como la adaptación de los países a los impactos
del CC.
En 2020, los países revisarán y reimpulsarán sus NDC, con el fin de lograr los objetivos para el
2030, 2040, y 2050. Los países de ALC, están dispuestos a ratificar su liderazgo que han tenido en
éste año, en la lucha contra el CC, y esto solo es posible teniendo acceso al financiamiento.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lanzó su plataforma de NDC invest, dispuesta para
brindar el apoyo necesario a los países de ALC, para transformar sus NDC en planes de inversión
viable. El banco proporcionará financiamientos para que los países puedan impulsar sus economías
crecientes con baja emisión de carbono, resilientes al CC, creando fortalezas en los mercados
internos, captando inversiones adicionales de fuente privadas, a través de un mercado de capitales
accesible a organizaciones interesadas y al público en general. Al mismo tiempo generando
empleo, todo ello para crear un andamiaje de crecimiento económico sostenible y una sólida
infraestructura respetuosa con el medio ambiente. La banca multilateral, con ello pretende facilitar
el acceso de los países a la financiación, con el fin de reducir costos.
Esta alianza de países, movidos por un propósito global, tiene como objetivo facilitar el acceso a los
países a recursos tecnológicos y a financiamiento de bajo costo, para la ejecución de sus proyectos
de energía renovables, smart cities, sostenibilidad social (espacios y transporte más humanizados),
reforestación, captación de Co2, adaptación, cultivos inteligentes, todos con un solo propósito. El
gran ausente en este concierto de naciones, en ésta histórica convocatoria: es Venezuela.
Si los países de ALC, logran rebasar las metas de sus NDC antes del 2020, sin duda serán testigos
de importantes avances económicos, sociales, que trae aparejado el desarrollo con bajas emisiones
de carbono, habida cuenta de los importantes beneficios resultantes de la adopción de medidas
3. sobre el CC. La presentación de planes más ambiciosos podría permitir a los países obtener incluso
mayores beneficios. Este es el caso de Chile, que propone aumentar las metas de sus NDC, y pasar
a producir el 100% de su energía eléctrica de fuentes renovables para 2050. Evitaría gastos por un
monto de US$5.300 millones al año en combustible fósiles. Al mismo tiempo eso permitiría la
creación de 11000 empleos verdes.
En realidad éste es el propósito de la mayoría de los países en el mundo que desean depender cada
vez menos del carbón y el petróleo. Más allá del beneficio que trae eso para el planeta, es cuestión
de reducir costos, y por ello se vislumbra un escenario bien sombrío para nuestro país que se niega a
generar proyectos sustentables en energía limpia, y en diversificar su economía hacia otros
sectores, como lo hacen todos los países productores de petróleo, tomando el camino fácil de
depender solo de su petróleo. Incluso para una Venezuela con un gobierno democrático y
consciente, resultará cuesta arriba remontar el declive económico que ha sufrido, por la disminución
de sus ingresos petroleros, (que en el futuro aunque se ejecuten inversiones de mejora y expansión
de la industria, seguirán reduciendo por la cada vez menos demanda de petróleo que se tendrá en las
vísperas de la década del 2030-2040), y por la desinversión sufrida en otros sectores de la
economía.
Por esta razón ALC deben ser (y así lo están demostrando) más ambiciosos en fijar sus metas
NDC. No solo cumplir con el acuerdo de Paris, sino marcar un firme propósito de alcanzar un
desarrollo sostenible, generando prosperidad para sus países. Ambos propósitos pueden ir de la
mano.