1. PROBLEMAS COMUNICATIVOS EN EL AULA
Sonia María Sánchez Grisales
Estudiante Licenciatura en Educación Física
Universidad de Antioquia – Sede Amalfi.
Una de las principales preocupaciones de los educadores en las instituciones
escolares, ha sido y aún continúa siéndolo, la indisciplina dentro de las aulas de
clase, este problema dificulta el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por esto el
profesorado ha dedicado mucho esfuerzo por el cumplimiento de unas normas que
garanticen la sana convivencia, el orden y el respeto.
Los profesores se comportan de un modo autoritario y esperan que sus alumnos les
obedezcan sin reproches, probablemente se equivocan, como proclama Puig Rovira
al desear que nuestras aulas sean una balsa de aceite y todo se encuentre bajo
control, pues la ausencia de conflicto puede ser señal de estancamiento o incluso
de regresión, ya que todo cambio implica necesariamente pasar por una situación
de conflictividad.
Un alto porcentaje de alumnado presenta problemas conductuales ya que son
alumnos con desventaja social, familiar y/o económica; algunas características de
este tipo de alumnos son: dificultad en el aprendizaje, poco conocimiento,
problemas de comportamiento, alto índice de absentismo escolari,
discapacidad,
desinterés, desmotivación, carencia de valores, escaso respeto al profesorado.
(Cobos, 2009).
El profesorado que se enfrenta a este tipo de alumnado debe tener como objetivos
principales: fomentar la autoestima, potenciar los valores, estimular el interés por el
conocimiento, llenar los espacios de los alumnos con conocimientos aptos y útiles,
inculcar la importancia de asistir a clase; para alcanzar estos objetivos los padres
de familia deben acompañar a sus hijos en el proceso de formación; demostrando
interés, comprensión, ayuda, escuchando sus problemas y reconociendo sus
logros.
El docente debe desempeñar su labor adecuadamente, pues es un individuo social
que comparte mucho tiempo con sus alumnos, por lo tanto, tiene la obligación de
enseñar no solo conceptos, sino que a través de comportamientos inculque en ellos
aptitudes positivas a seguir, garantizando un buen aprendizaje y desarrollo
personal, social y emotivo.
“Los tradicionales esquemas de enseñanza, concebidos desde la perspectiva del
docente están saturados de relaciones autoritarias e inflexibles y
descontextualizadas de los acontecimientos sociales, económicos y políticos”
(Uribe, Castañeda y Morales, 1999), a pesar de todo, son muchas las escuelas que
2. todavía funcionan desde la pedagogía tradicional, manteniendo estos modelos
obsoletos, anticuados para las características socio-culturales del nuevo mundo,
contribuyendo a generar en los estudiantes; descontento, desmotivación,
aburrimiento, alejamiento escolar, rebeldía y rechazo hacia las normas.
Realmente la escuela no es un lugar de encuentro donde se acoge, acepta y respeta
al otro. (Cerezo, 1997; Ortega, 1994, Defensor del pueblo, 1999). Por el contrario;
es un espacio delimitado por un muro donde el estudiante debe permanecer largas
jornadas y donde el profesor debe velar por el orden y el buen desarrollo de los
procesos educativos, todo esto unido al abandono de los padres de sus obligaciones
escolares con sus hijos; la desmotivación de los alumnos y la excesiva
burocratización de los centros escolares; están deteriorando la convivencia en las
instituciones educativas; donde los insultos, las amenazas, las peleas, la
marginación se están convirtiendo en algo habitual y común.
Con este panorama de conflictividad, indisciplina y violencia escolar el ambiente se
vuelve incómodo para los miembros de la comunidad escolar y poco adecuado para
el buen desarrollo de los procesos enseñanza-aprendizaje.
La comunicación en el aula es muy indispensable pues los docentes pretenden
formar seres pacíficos y dialogantes; educando a los niños y jóvenes en el diálogo,
la negociación y el respeto ante distintas actitudes o puntos de vista.
La poca o nula comunicación en el aula incide de manera negativa pues en
ocasiones se presentan amenazas, golpes, robos, insultos, intimidaciones, acosos
y otras formas de violencia que afectan la personalidad e integridad de los alumnos;
para mejorar esto se intenta:
- Fomentar el diálogo; A través del dialogo el conflicto puede ser entendido
como connatural a toda relación, ya que permite su gestión pacifica e
inteligente (Uribe, Castañeda y Morales, 1999). El profesorado debe tomar
conciencia de las posibilidades educativas de diálogo y acabar con
pedagogías tradicionales que condenaban a los alumnos al silencio.
- Gestión democrática y participativa en la toma de decisiones.
- Educación en valores; donde se trate de educar a los alumnos en el
reconocimiento de la dignidad de toda persona, sus derechos y obligaciones.
- Propiciar el aprendizaje cooperativo, donde “los objetivos de los participantes
se encuentran vinculados de tal modo de que cada uno de ellos solo puede
alcanzar sus objetivos si, y solo si, los otros alcanzan los suyos” (Escámez,
García y Sales, 2002). Este tipo de aprendizaje cooperativo donde el
resultado final depende de la actuación de todo el grupo, es superador de los
problemas de convivencia que se derivan de mantener en las escuelas una
forma de vida competitiva e individualista.
3. - Autocontrol emocional. Los alumnos deben aprender a conocerse a si
mismos, tomar conciencia de sus emociones, sentimientos, impulsos, etc.
Para poder después aprender a controlarlos, el autocontrol emocional
requiere educar a los alumnos en la comprensión de las emociones de los
demás, saber captar otros puntos de vista, interesarse de forma positiva por
los sentimientos y emociones de los demás. (Prados).
Para superar la conflictividad escolar y los comportamientos agresivos de los
estudiantes es necesario un acompañamiento familiar, escolar y un análisis
crítico de los medios de comunicación. Al mismo tiempo, la comunicación
demanda la intervención desde distintos contenidos, apunta a la nueva
alfabetización en las instituciones educativas; a la preparación en los avances
de la ciencia, en el conocimiento de otras lenguas, en el dominio de nuevas
tecnologías de la información y la comunicación. Reclama también la mejora de
las relaciones interpersonales entre alumnos, entre profesores, entre profesores-
alumnos y entre padres-profesores, que nos permita garantizar una sana
convivencia; en definitiva una nueva educación que forme en conocimientos y
valores.
Bibliografía
Cobos, E. M. (Octubre de 2009). PROBLEMAS EN LAS AULAS. Obtenido de
eumed.ne: http://www.eumed.net/rev/ced/08/emrc.htm
Prados, M. A. (s.f.). http://www.psicopedagogia.com/articulos/?articulo=398.
Uribe, Castañeda y Morales, 1999
Puig Rovira
Escámez, García y Sales, 2002
Cerezo, 1997;
Ortega, 1994
i Absentismo escolar: reiterada ausencia de los centros docentes de niños y adolescentes en edad de enseñanza obligatoria.