PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES ALIMENTICIAS, MANIPULACIÓN E HIGIENE
1. Numerosos episodios de intoxicación alimenticia brotan de un pequeño incidente: un manipulador de comestibles
se olvida de lavarse las manos, no se devuelve la comida a la nevera tras la preparación o se usa un paño sucio
para limpiar el borde de un plato. A veces son las cosas simples las que debemos tener más en cuenta cuando
preparamos el alimento. Uno de los primordiales requisitos para una cocina profesional es cerciorarse de que
todos los manipuladores de alimentos cursos de manipulador de alimentos gratis hayan recibido suficiente
formación para que entiendan los principios del control del tiempo y la temperatura, la higiene personal y los
riesgos que entraña la preparación de los comestibles.
Los microorganismos, gérmenes y bacterias que llevamos en las manos es una combinación de riesgo tratándose
de elaborar productos alimenticios, por lo que tener las manos limpias es una de las reglas más esenciales en
cualquier proceso de manipulación de productos alimenticios. Puedes emplear la regla 20/20 (20 segundos de
limpieza y 20 segundos de secado), ya antes y después de preparar o cocinar productos alimentarios,
especialmente carnes crudas.
Para una correcta higiene, deben lavarse las tablas de cortar, platos, utensilios y encimeras con agua caliente y
jabón tras preparar cada alimento. Considere emplear toallas de papel para limpiar las superficies de la cocina. Si
usa toallas de lona, lávelas a menudo en el ciclo caliente.
Nunca ponga comestibles cocinados en un plato que previamente haya contenido carne, aves, mariscos o huevos
crudos, salvo que el plato haya sido lavado en agua caliente y jabonosa.
Los alimentos de alto peligro deben cocinarse de forma que el centro alcance los 75 grados o más. La comida
caliente debe sostenerse a sesenta grados o más caliente. Los alimentos entre 5°C y 60°C están en la zona de
riesgo, en la que los gérmenes crecerán fácil y de forma rápida en los productos alimenticios a estas temperaturas.
Para prevenir la intoxicación tras consumir alimentos fríos, es recomendable seguir ciertas prácticas. Sostener fríos
los comestibles refrigerados y congelados (por poner un ejemplo, en una bolsa aislante o con hielo) si va a pasar
un buen tiempo antes de que puedan colocarse en un refrigerador o congelador. Descongelar los productos
alimentarios congelados en el refrigerador o en el microondas, no en a temperatura ambiente. No regresar a
congelar los productos alimentarios una vez descongelados.
Cocinar el almuerzo para llevarlo al trabajo es una opción económica y saludable, mas debes tomar ciertas
cautelas para evitar posibles peligros alimenticios. Por ejemplo, si dejas el almuerzo fuera de la nevera del lugar de
trabajo o a altas temperaturas, pueden llegar a crecer ciertas bacterias que pueden ocasionar una intoxicación
alimentaria. Por ello, debemos hacer todo lo que resulta posible para mantener la comida a baja temperatura.
Es fundamental que se laven de forma adecuada los vegetales y las frutas frescas. Rocíe los productos de piel
firme, como pepinos y manzanas, bajo el agua del grifo. Enjuague todos y cada uno de los productos antes de
pelarlos, ya que los microorganismos en la superficie pueden trasferirse fácilmente con un pelador o una hoja de
cuchillo. Seque con una toalla de papel.