3. “ Es de suma importancia para el hombre formar una familia.”
4. En esta gloriosa Causa, la vida de un matrimonio debería parecerse a la vida de los ángeles en el cielo, una vida plena de alegría y deleite espiritual, una vida de unidad y concordia, una amistad tanto física como mental.
5. El hogar debería ser disciplinado y bien organizado. Las ideas y pensamientos deberían ser como los rayos del sol de la verdad y el esplendor de las brillantes estrellas en los cielos.
6. Como dos aves deberían gorjear melodías sobre las ramas del árbol de la camaradería y la armonía. Deberían estar siempre exaltados con gozo y alegría, y ser una fuente de felicidad para los corazones de los demás.
7. Deberían establecer un ejemplo para sus congéneres, manifestar amor sincero y verdadero el uno hacia el otro, y educar a sus hijos de tal forma que proclamen la fama y gloria de su familia.» 'Abdu'l-Bahá; Vida Familiar; pp. 26-27
8. “ ¡Oh vosotros dos, creyentes en Dios! El Señor, incomparable es Él, ha hecho que la mujer y el hombre vivan juntos en la más estrecha camaradería, y que sean como una sola alma. Ellos son dos compañeros, dos íntimos amigos, cada uno interesado en el bienestar del otro.”
9. “ Si viven de ese modo, pasarán a través de este mundo en perfecta dicha, felicidad y paz del corazón, y llegarán a ser el objeto de la gracia divina y del favor divino en el Reino del cielo. Mas si lo hacen de otro modo, vivirán su vida en gran amargura, anhelando la muerte en todo momento, y estarán avergonzados en el mundo celestial.”
10. Esforzaos entonces, con alma y corazón, por vivir el uno con el otro como dos palomas en el nido, pues ello es estar bendecidos en ambos mundos. (‘Abdu'l-Bahá, Selección de los Escritos - 92)
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21. “ De acuerdo a las enseñanzas de Bahá’u’lláh, ya que la familia es una unidad humana, debe ser educada de acuerdo a las reglas de santidad. En la familia se deben enseñar todas las virtudes. La integridad del lazo familiar debe tenerse en cuenta constantemente y los derechos de sus miembros individuales no deben ser transgredidos.
22. Los derechos del hijo, del padre, de la madre, ninguno de ellos debe ser transgredido, ninguno de ellos debe ser arbitrario. Así como el hijo tiene ciertas obligaciones hacia su padre, de igual modo el padre tiene ciertas obligaciones hacia su hijo. La madre, la hermana y los otros miembros del hogar tienen sus prerrogativas sin duda.
23. Todos estos derechos y prerrogativas deben mantenerse; no obstante, la unidad familiar debe ser sostenida. El agravio de uno debe ser considerado como el agravio de todos; la comodidad de cada uno, como la comodidad de todos; el honor de uno, el honor de todos.” ‘ Abdu’l-Bahá, La Promulgación de la Paz Universal