2. ¿Os a t r evéis a
descubr ir que
sensa ciones
est á n
descr ibiendo?
una única pist a :
se t r a t a de
sensa ciones
Fisiol ógica s o
Anímica s
3. Es una de las peores sensaciones porque te
consume y sólo vives para ella. No puedes
librarte de ella por mucho que alguien te ayude.
Si la tienes haces daño a los demás, pero
sobre todo te lo haces a ti mismo, porque tienes
que alimentarla constantemente y siempre pide
más. No puedes reparar nada de lo que hayas
hecho bajo su control, siempre deberás
obedecerla, sin posibilidad de devolverle
aquello que ella te pidió usurpar.
David García
4. .
Cuando la ves, sientes
en tu interior un fuego
que recorre tus venas
como un volcán en
erupción. Los ojos se
te abren como platos
para desnudarla con la
mirada. Cuando
contemplas a esa chica
ya no es el cerebro el
que piensa. Ella
provoca que todos tus
músculos se
despierten. Al sentir
su mirada acaparadora
en tu piel, el mundo te
da vueltas. Es un
sentimiento de querer
amarla bajo las
sábanas. Poco a poco,
nos acercamos uno al
otro para unir
nuestros cuerpos y
volver a sentir la
felicidad más absoluta.
Manuel Rguez.
5. Sientes un peso inmenso del que desearías librarte. Piensas en ir a ese
enorme y profundo océano para borrarte esas gotas del cuerpo,
ahogándolas. Un océano en el que te sentirías aliviada y relajada.
Es como si el mundo estuviese dentro de un volcán en erupción.
Noelia, 3ºB
6. SENSACIÓN
Tu extremidad se aburre y decide echarse una siesta. Cuando tú la animas a
despertar te das cuenta de que ya no existe. Entonces descubres hormigas
mordisqueándote, ascendiendo y descendiendo por tu piel, haciéndote cosquillas.
Después te enfadas y comienzas a golpear la pierna para que se despierte, cuanto
más la golpeas más alto le sonará el despertador, y antes se despertará y podrás
ponerla a trabajar o a jugar. Pablo Vidal.
Nº 8, 3º ESO B
7. Un ácido cosquilleo en la barriga, un corazón
que va a mil, una respiración acelerada, unas
piernas inquietas, la necesidad de actuar.
Paulo,3ºC
8. Todos ansiamos una, una que dure como mínimo toda
la vida. Es amar y ser amado sin estar enamorados,
es reír llorando y llorar riendo, es confesar tus
miedos y tus deseos, sin vergüenza de parecer un
loco. Puedo decir que es tocar el cielo azul con las
yemas de los dedos. Aunque a veces acaben en
tempestad, siempre vuelve la calma, al recordar
buenos momentos juntos. Amor. Moderación.
Igualdad. Sonrisas. Tranquilidad. Alegría. Diversión.
Salma Freire. 3ºB
9. Cuando se siente lo único en que piensas es
“quiero que acabe ya”. Sentirlo es como sentir el
frío un día de verano. Sentirlo es andar solitario
estando rodeado de gente. Una vez sufrido es
difícil de olvidar porque es un escalofrío infinito.
Descubres que tus juguetes te vendrán a matar o
que de las paredes un monstruo saldrá.
Nicolás Rodríguez.
11. Es un rayo que te cae encima y te
recorre todo el cuerpo. Es un sudor
frio como la Antártida, provocado por
un terror o susto inesperado. DFC 3ºB
12. Es peor que comer 50 pasteles de
chocolate, peor que soportar bromas de
la gente, y aún peor que declararte a la
chica de la que estás enamorado. Es muy
molesta y es consecuencia de un vicio
previo. Es como una persona muy amable
que siempre va diciendo los mismos
comentarios. Y quizás, puede ser tan
pesada de describir y de descubrir como
lo es ella de verdad.
Mario Costa.
13. Mis ojos echaban chispas y la mueca torcida de mi boca dejaba escapar un
gruñido feroz, mientras mis cejas se arqueaban de una forma espeluznante y mi
nariz resoplaba como un huracán. La única forma de superarlo era rompiendo a
llorar, a veces tanto, que mi cuarto se inundaba. Explotaba como una bomba y
me enfadaba de tal manera, que arrasaba con todo a mi paso, y mis gritos se
podían escuchar al otro lado del mundo. No soportaba tenerlo cerca, era capaz
de matarlo, haciéndolo sufrir hasta el final. Me dolía mucho la boca de sonreírle,
porque notaba clavándoseme dos agujas a cada lado de la cara, que impedían
que mis labios volviesen a su posición natural. Sentía como si me arrancasen la
piel a tiras. Sería capaz de clavarme un cuchillo con tal de no verlo nunca más.
Cuando me alejaba de esa persona me tranquilizaba. La lluvia me templaba,
porque el agua helada actuaba como un bálsamo contra ese sentimiento tan
insoportable.
Martín Álvarez Puga 3 ESO B
14
14. Matías Louzao
Soy aquel que es movido por el viento y posa en tu piel la escarcha, aquel que
toca el agua y la torna sólida. Soy tan rápido como el viento que me
transporta, y sustituir al calor es mi misión en esa época en que la Tierra se
aleja del Sol. Estoy seguro, ya que eres más listo que el hambre, que no
dudarás en taparte para el tacto de mi piel evitar, y tampoco sentirás
remordimientos al sentir un escalofrío cuando me acerque, no te miento.
15. Es como un veneno que entra en nuestro cuerpo por
la mordedura de una serpiente, que clava sus
colmillos en su interior. A la vez, nos vemos
dominados por el odio y el deseo. Este veneno nos
hace sentir inferiores, como las moscas ante los
halcones o como la luz de una vela ante la luz del
Sol. Nos hace ver la alegría de los demás como una
puñalada de desgracia que atraviesa nuestro
corazón. La enorme sombra que proyectan los
demás nos obliga a sumirnos en esa negra
oscuridad como la boca de un lobo, de la cual cada
vez nos es más difícil escapar. Pero a pesar de los
efectos negativos de este veneno, esta sensación
podría ser positiva si nos anteponemos a ella e
intentamos superarnos a nosotros mismos. Pero si
te sometes a la serpiente, acabaras hundido como
un barco en una tormenta sin fin. Raúl Pérez Rodriguez
16. Tu corazón late, rápido y fuerte, duele, pero
es motivación, tu torre se derrumbó y tú
también caíste, está rota, no puedes
reconstruirla. La victoria en la derrota, hay
otra torre, no piensas, es un consuelo
oscuro. Miguel Ángel Marcio, 3ºB.
17. Es adentrarse en un mundo desconocido, sin color, ni blanco, ni
negro. La osadía huye y se te clava un puñal en el corazón.
Deseas que lo peor llegue de una vez, lo ansías.
Confusión al límite, no muchos lo superan. A veces creo que con
su compañía se vive mejor. ¿ Por qué luchar contra él? ¡Suerte!
Nicolás Fresenga.
3º ESO C.
18. Ese momento en que tu cuerpo está
rígido como una barra de hierro y a la
vez en un balanceo continuo, ese
momento en que necesitas moverte
como las hojas con el viento, ese
momento en que lo único que quieres
es dejar de pensar y sentir que has
llegado al paraíso.
PEQUEÑA gigante, 3ºC
19. Demasiado inoportuna, aparece siempre sin avisar, como un
traspiés al caminar. Da igual el día o la hora, o el lugar. Es
caprichosa, cual niño de mediana edad. Su insistencia te
hace perder la cabeza, y es mezquina como la que más.
Íntima de la muerte, a ella no le vale la suerte. ¡Qué alguien
me traiga un vidrio con ese humor sagrado!
Nerea Rodríguez, 3ºC
20. Él es extraño. Aparece cuando le da la gana,
tan súbitamente que recuerda un hormiguero
recorriendo tu piel. Te convierte en un raíl
sobre el que una montaña rusa, con ruedas
frías como el hielo, pasa a través de tu
cuerpo. Éste, sorprendido por el peligro
prepara las defensas de tu piel que se
levantan para emprender la ofensiva. Abel, 3ºC
21. No sabes lo que te espera: un plato que se sirve
frío. Mi cabeza estalla y mi mente atacará pronto.
Vas a sentir una fuerte puñalada. Vas a descubrirla
por duplicado. Este sentimiento paradójico se me
escapa e irá a por ti. Adrián Alonso.
22. Con el corazón en la mano y el termómetro a punto de estallar, el cuerpo se
acelera.
Seguramente después de llevar al límite tus músculos, o cuando los rayos
del sol atraviesan tu cuerpo, castigándote. Es como si el aire te faltara, como
gotas recorriendo tus mejillas, como una caricia húmeda en tu ropa , que se
ajusta a tu cuerpo.
Necesitas quitarte hasta la piel. Saltar de cabeza a una
piscina bajo cero o engullir cubitos de hielo. Esta
sensación te agota, te limita.
¡Bendito frío!
Sergio Romero, 3ºC
23.
24. Se aferra a tus entrañas, te manosea a su antojo y te impide tomar
las riendas. Te aferras al aire mientras las gotas de rocío caen
disipadas en tu frente. ¿Frío o calor?
¡Qué alguien pare el mundo, que disminuya la velocidad! No siento
lo más vital de mí, se está durmiendo. Intento apartar las motas
negras y los extraños destellos de mis pupilas.
¿Sabes cuál es la sensación de flotar en el aire mientras giras y
giras sin parar? Alba Oliva Touriño.
25. LucíaSatta3ºB
Estás en la línea de salida, esperando para comenzar el largo camino
hacia la deseada meta. Antes de empezar la carrera tienes que
descubrir qué es por lo que quieres correr, qué es lo qué quieres
encontrar en la meta. A veces es más difícil elegir tu meta que la
carrera en sí.
Puedes esperar a oír el pistoletazo de salida, o no, aunque nadie te lo
haya dado permiso. En esta carrera puedes correr cómo tú
prefieras, nadie te va a decir cómo hacerlo, pero no será el mismo
resultado para alguien que corra al máximo, que para alguien que
no derrame ni una gota de sudor.
Por el camino habrá obstáculos, pero tú decides si pesan más que la
meta. Quizás te encuentres con gente de cristal, o de una madera
completamente opaca, o incluso de papel, que querrán ayudarte o
perjudicarte.
Lo más importante en esta carrera es tener las ideas claras y ser tú
misma. Sólo ten presente que si lo deseas de verdad, conseguirás
cruzar tu meta.
26. Era un precioso día de noviembre, el Sol parecía contento,
jugaba entre las nubes, y cuando éstas perdían, lloraban;
pero cuando sucedía lo contrario, el Sol se apoderaba del
cielo como si fuese un rey. En cambio, yo no me sentía
nada bien. Empecé a sentir una guerra civil en mi interior,
o mejor dicho, un terremoto, cuyo epicentro se situaba en
mi estómago. Después, jugos de mis entrañas parecían
querer recorrer todo mi esófago y mi faringe, para
finalmente llegar a su lugar de origen.
Marta Fontenla,3ºB