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I. CANTICOS DE ENTRADA
1. ALEGRE LA MAÑANA QUE
NOS HABLA DE TI.
Alegre la mañana que nos habla
de Ti alegre la mañana… (bis)
En nombre de Dios Padre, del
Hijo y del Espíritu, salimos de la
noche y entrenamos la aurora;
saludamos el gozo de la luz que
nos llega resucitada a
resucitadora.
Tu mano acerca el fuego a la
sombría tierra y el rostro de las
cosas se alegra en Tú presencia
silabeas el alba, igual que una
palabra Tú pronuncias el mar
como sentencia.
Regresa desde el sueño el
hombre a su memoria, acude a
su trabajo, madruga a sus
dolores, le confías la tierra y a la
tarde la encuentras rica de pan y
amarga de sudores.
Y Tú te regocijas, Oh Dios, y Tú
prolongas en sus pequeñas
manos tus manos poderosas y
Estáis de cuerpo entero los dos
así creando, los dos así velando
por las cosas.
Bendita la mañana que trae la
gran noticia de tu presencia
joven en gloria y poderío la
serena firmeza con que el día
proclama que el sepulcro de
Cristo está vacío.
2. ALREDEDOR DE TU MESA.
Alrededor de tu mesa, venimos
a recordar (bis)
Que tu palabra es camino,
Tu cuerpo fraternidad (bis)
Hemos venido a tu mesa
a renovar el misterio de tu
amor,
Con nuestras manos
manchadas,
arrepentidos buscamos tu
perdón.
Juntos y a veces sin vernos,
celebramos tu presencia sin
sentir que se interrumpe el
camino, si no vamos como
hermanos hacia Ti.
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3. VAYAMOS JUBILOSOS
Vayamos jubilosos al altar de
Dios.
Al sagrado altar nos guíen
su verdad y su justicia
a ofrecer el sacrificio
que le da gloria infinita.
Al Dios Santo celebramos,
que nos llena de alegría,
y subamos hasta el monte,
donde Dios se sacrifica.
Ofrezcamos todos juntos
esta Victima divina,
que se inmola por nosotros
para darnos luz y vida.
Gloria sea al Padre Eterno,
Gloria a Cristo nuestro guía,
Y al Espíritu Divino
alabanzas infinitas.
4. CAMINARÉ EN PRESENCIA
DEL SEÑOR
Caminaré en presencia del
Señor (bis)
Amo al Señor
Porque escucha mi voz
Suplicante,
Porque inclina su oído hacia mí,
El día que lo invoco.
Me envolvían redes de muerte
caí en tristeza y en angustia,
invoqué el nombre del Señor;
“Señor, salva mi vida”.
El Señor es benigno y justo
Nuestro Dios es compasivo.
El Señor guarda a los sencillos
estando yo sin fuerzas me salvo.
5. HACIA TU MORADA SANTA
Hacia ti, morada santa,
hacia ti, tierra del Salvador
peregrinos, caminantes,
vamos hacia ti.
Venimos a tu mesa,
sellaremos tu pacto,
comeremos tu carne,
Tú sangre nos limpiará.
Reinaremos contigo,
en tu morada santa.
Beberemos tu sangre,
Tú fe nos salvará.
Somos tu pueblo santo
que hoy camina unido,
Tú vas entre nosotros,
Tú amor nos guiará.
Tú eres el camino,
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Tú eres la esperanza,
hermano de los pobres.
¡Amen, Aleluya!
6. QUÉ ALEGRÍA CUANDO ME
DIJERON
Que alegría cuando me dijeron:
vamos a la casa del Señor
Ya están pisando nuestros pies,
tus umbrales Jerusalén.
Jerusalén está fundada como
ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor.
Según la costumbre de Israel a
celebrar el nombre del Señor.
En ella están los tribunales de
justicia,
en el palacio de David.
Desead la paz de Jerusalén,
vivan seguros los que te aman.
Haya paz dentro de tus muros,
en tus palacios seguridad.
Por mis hermanos y compañeros
Voy a decir: La paz contigo.
Por la casa del Señor nuestro
Dios,
te deseo todo bien.
7. VAMOS CANTANDO AL
SEÑOR
Vamos cantando al Señor: Él es
nuestra alegría.
La luz de un nuevo día
venció la oscuridad,
que brille en nuestras almas
la luz de la verdad.
La roca que nos salva
es Cristo, nuestro Dios;
lleguemos dando gracias
a nuestro Redentor.
Los cielos y la tierra
aclaman al Señor:
“Ha hecho maravillas, inmenso
es su amor”.
Unidos como hermanos
venimos a tu altar,
que llene nuestras vidas
de amor y de amistad.
8. PUEBLO DE REYES
Pueblo de reyes, asamblea
santa,
Pueblo sacerdotal, pueblo de
Dios:
¡Bendice a tu Señor!
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Te cantamos, oh! Hijo amado del
padre.
Te alabamos, eterna palabra
salida de Dios.
Te cantamos, oh! Hijo de la
Virgen María.
Te alabamos, oh Cristo nuestro
hermano, nuestro Salvador.
Te cantamos, a ti esplendor de la
gloria.
Te alabamos, estrella radiante
que anuncias el día.
Te cantamos, oh luz que iluminas
nuestras sombras.
Te alabamos, antorcha de la
nueva Jerusalén.
Te cantamos, Mesías que
anunciaron los profetas.
Te alabamos, oh hijo de David.
Te cantamos Mesías esperado
por los pobres.
Te alabamos, oh Cristo,
Nuestro Rey de humilde corazón.
Te cantamos, mediador entre
Dios y los hombres.
Te alabamos, oh ruta viviente,
camino del cielo.
Te cantamos Sacerdote de la
nueva alianza.
Te alabamos, tú eres nuestra paz
por la sangre de la cruz.
Te cantamos, Cordero de la
Pascua eterna.
Te alabamos, oh Victima que
borra nuestros pecados.
Te cantamos, oh Templo de la
nueva alianza.
Te alabamos, oh Piedra angular y
roca de Israel.
Te cantamos, Pastor que nos
conduces al Reino.
Te alabamos, reúne a tus ovejas
en un redil.
Te cantamos, oh Cristo,
manantial de la gracia.
Te alabamos, oh fuente de agua
viva que apaga nuestra sed.
Te cantamos, oh viña plantada
por el Padre.
Te alabamos, oh viña fecunda,
nosotros, tus sarmientos.
Te cantamos, oh Cristo, maná
verdadero.
Te alabamos, oh Pan de la vida
que el Padre nos da.
Te cantamos, Imagen del Dios
invisible.
Te alabamos, oh Rey de justicia y
Rey de paz.
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Te cantamos, primicias de
aquellos que duermen.
Te alabamos, a ti, él Viviente,
principio y fin.
Te cantamos, tú eres exaltado en
la gloria.
Te alabamos, a ti que vendrás a
juzgar la tierra.
9. JUNTOS COMO HERMANOS
Juntos como hermanos,
miembros de una iglesia, vamos
caminando al encuentro del
Señor.
Un largo caminar
Por el desierto bajo el sol
No podemos avanzar
Sin la ayuda del Señor.
Unidos al rezar,
Unidos en una canción,
Viviremos nuestra fe
Con la ayuda del Señor.
Tú que vendrás a juzgar la tierra.
10. JUNTOS COMO HERMANOS
Juntos como hermanos,
Miembros de la iglesia,
Vamos caminando,
Al encuentro del Señor.
Un largo caminar
Por el desierto bajo el sol
No podemos avanzar
Sin la ayuda del Señor.
Unidor al rezar,
Unidos en una canción,
Viviremos nuestra fe
Con la ayuda del Señor.
La iglesia en marcha está,
A un mundo nuevo vamos ya,
Donde reinará el amor,
Donde reinará la paz.
VIENEN CON ALEGRÍA
Vienen con alegría Señor,
cantando vienen con alegría
Señor, sembrando tu paz y
amor. (Bis).
Vienen trayendo la esperanza a
un mundo cargado de ansiedad,
A un mundo que busca y que no
alcanza, caminos de amor y
amistad.
Viene trayendo entre sus manos
10.
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Esfuerzos de hermanos por la
paz,
Deseos de un mundo más
humanos, que nacen del bien y
la verdad.
Cuando el odio y la violencia
aniden en nuestro corazón
El mundo sabrá que por herencia
le guardan tristezas y dolor.
11. UN PUEBLO QUE CAMINA
POR LA VIDA.
Un pueblo que camina por el
mundo, gritando: “Ven Señor”,
Un pueblo que busca en esta
vida, la gran liberación.
Los pobres siempre esperan el
amanecer
De un día más justo y sin
opresión,
Los pobres hemos puesto la
esperanza en Ti.
Dios del Amor.
Salvaste nuestra vida de la
esclavitud,
Esclavos de la ley sirviendo en el
temor,
Nosotros hemos puesto la
esperanza en Ti,
Dios del amor.
El mundo por la guerra sangra
sin razón,
Familias destrozadas buscan un
hogar,
El mundo tiene puesta su
esperanza en Ti,
Dios de la paz.
12. IGLESIA PEREGRINA
Todos unidos formando un solo
cuerpo,
Un pueblo que en la pascua
nació.
Miembros de Cristo, en sangre
redimidos,
Iglesia peregrina de Dios.
Vive en nosotros la fuerza del
Espíritu,
Que el Hijo desde el Padre envió,
Él nos empuja, nos guía y
alimenta,
Iglesia peregrina de Dios.
Somos en la tierra semilla de
otros Reino,
Somos testimonio de amor.
Paz para las guerras y luz entre
las sombras,
Iglesia peregrina de Dios. (bis)
Rugen tormentas y a veces
nuestra barca,
Parece que ha perdido el timón,
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Miras con miedo, no tiene
confianza
Iglesia peregrina de Dios.
Una esperanza nos llena de
alegría:
Presencia que el Señor prometió.
Vamos cantando, Él viene con
nosotros,
Iglesia peregrina de Dios.
Todos nacidos en un solo
bautismo,
Unidos en la misma comunión,
todos viviendo en una misma
casa,
Iglesia peregrina de Dios.
Todos prendidos en una misma
suerte,
Ligados a la misma salvación.
Somos un cuerpo y Cristo es la
cabeza,
Iglesia peregrina de Dios.
13. VEN, SEÑOR
Ven, ven, Señor no tardes
Ven, ven que te esperamos
Ven, ven, Señor no tardes
Ven pronto Señor.
El mundo muere de frio
El alma perdió calor,
Los hombres no son hermanos,
El mundo no tiene amor.
Envuelto en sombría noche,
El mundo sin paz, no ve,
Buscando va una esperanza,
Buscando, Señor tu fe.
Al mundo le falta vida,
Al mundo le falta luz,
Al mundo le falta el cielo,
Al mundo le faltas Tú.
14. CRISTO LIBERTADOR
Cristo nos da la libertad,
Cristo nos da la salvación,
Cristo nos da la esperanza,
Cristo nos da el amor.
Cuando luché por la paz y la
verdad, la encontré;
Cuando cargué con la cruz de los
demás, me salvaré.
Dame, Señor tu palabra. Oye
Señor mi oración.
Cuando sepa perdonar de
corazón, tendré perdón; cuando
siga los caminos del amor,
Veré al Señor.
Dame, Señor…
Cuando siembre la alegría y la
amistad, vendrá el amor;
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Cuando vida en comunión con
los demás, seré de Dios.
Dame, Señor…
II. SEÑOR, TEN PIEDAD
15. TEN PIEDAD (NICA)
Señor, Señor, ten piedad, ten
piedad de nosotros. (bis)
Cristo, Cristo, ten piedad, ten
piedad de nosotros. (bis)
Señor, Señor, ten piedad, ten
piedad de nosotros. (bis)
16. SEÑOR, SEÑOR, POR FAVOR
Señor, Señor, por favor ten
piedad de nosotros. (bis)
Cristo, por favor ten piedad de
nosotros. (bis)
Señor, Señor, por favor ten
piedad de nosotros. (bis)
17.SEÑOR, TEN PIEDAD
(Espinoza)
Señor, ten piedad, ten piedad de
nosotros. (bis)
Cristo, ten piedad, ten piedad de
nosotros. (bis)
Señor, ten piedad, ten piedad de
nosotros. (bis)
18.SEÑOR, TEN PIEDAD (Mejía)
Señor, Señor
¡Piedad, piedad! (bis)
Señor, Señor, Señor, Señor
¡Piedad, piedad, piedad, piedad!
Cristo
¡Piedad, piedad!
Cristo, Cristo
¡Piedad, piedad, piedad, piedad!
19. SEÑOR TEN PIEDAD
(Gabaraín)
Tú que siempre nos perdonas,
Porque nos quieres mucho
Tú que siempre nos perdonas,
Señor ten piedad.
Tú que siempre nos escuchas,
Porque nos quieres mucho,
Tú que siempre nos escuchas
Cristo ten piedad.
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Tú que siempre nos ayudas,
Porque nos quieres mucho,
Tú que siempre nos ayudas,
Señor ten piedad.
III. GLORIA
20. ¡GLORIA, GLORIA, ALELUYA!
¡Gloria, Gloria, Aleluya! (bis)
¡Jesús es el Señor!
Cuando sientas que tu hermano
necesita de tu amor;
No le cierres tus entrañas,
Ni el calor de tu corazón;
Busca pronto en tu recuerdo la
palabra del Señor:
“Mi ley es el amor”.
Cristo dijo que quien llora su
consuelo encontrará;
Quien es pobre, quien es limpio
Será libre y tendrá paz,
Rompe pronto tus cadenas
Eres libre de verdad,
¡Comienza a caminar!
Si el camino se hace largo
Si te cansas bajo el sol,
Si en tus campos no ha nacido
Ni la más pequeña flor,
Coge mi mano y cantemos
unidos por el amor,
En nombre del Señor.
21. GLORIA, GLORIA A DIOS EN
EL CIELO
Gloria, gloria a Dios en el cielo y
en la tierra a los hombres paz.
(bis)
Te alabamos, te bendecimos, te
adoramos y te glorificamos y
nosotros hoy te damos gracias,
Por tu grande y eterna gloria.
Gloria, gloria…
Señor Dios nuestro, Padre,
Padre, Padre.
Señor Dios Hijo
Piedad, piedad, piedad, Señor,
Tú que quitas el pecado del
mundo,
Escúchanos, escúchanos,
Tú que estas a la derecha del
Padre,
Piedad, piedad, piedad, Señor.
Solo tú eres Santo,
Solo tú Señor,
Solo tú altísimo Jesucristo.
Con el Santo Espíritu en la gloria
de Dios Padre.
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Amén, amén, amén.
22. GLORIA A DIOS
Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria
al Padre. (bis)
A Él le sea la gloria (2)
Aleluya, amén (4)
Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria
al hijo. (bis)
Gloria a Dios, gloria a Dios,
Espíritu Santo. (bis)
23. GLORIA (MISA
PANAMERICANA)
Gloria a nuestro Dios en lo alto
de los cielos y en la tierra paz a
los por Él amados.
Señor te alabamos, Señor te
bendecimos,
Todos te adoramos, gracias por
tu inmensa gloria.
Tú eres el Cordero, que quitas el
pecado;
Ten piedad de nosotros y
escucha nuestra oración.
Tú solo eres santo, Tú solo el
Altísimo.
Con el Espíritu Santo en la gloria
de Dios Padre.
Amén.
24. GLORIA (Palazón)
Gloria a Dios en el cielo y en la
tierra paz a los hombres que
ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te
alabamos,
Te bendecimos, te adoramos, te
glorificamos, te damos gracias.
Señor, Dios Rey celestial, Dios
Padre todo poderoso,
Señor, Hijo único Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo
del Padre.
Tú que quitas el pecado del
mundo,
Ten piedad de nosotros,
Tú que quitas el pecado del
mundo,
Atiende nuestra suplica.
Tú que estas sentado a la
derecha del Padre,
Ten piedad de nosotros.
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Porque solo Tú eres Santo, solo
tú Señor.
Solo tú altísimo Jesucristo,
Con el espíritu Santo en la gloria
de Dios Padre…amén.
IV. AACLAMACIONES ANTES DEL
EVANGELIO
25. ALELUYA PASCUAL
Aleluya, aleluya, aleluya
Alabad al Señor todas las
naciones,
Pregonad sus alabanzas pueblos
¡Todos!
Porque es grande su amor hacia
nosotros,
Y su fidelidad es eterna.
26. ALELUYA, EL SEÑOR
RESUCITÓ
¡Aleluya! (6) ¡El Señor resucitó!
El Señor resucitó, cantad con
alegría,
Demos gracias al Señor.
¡Aleluya! (2)
Mi pecado redimió,
Cristo Dios subiendo al cielo,
Nueva vida ahora tengo.
¡Aleluya! (2)
Jesucristo que sube al cielo, nos
manda que nos queramos en
todos nuestros hermanos.
¡Aleluya! (2)
Ahora tengo la esperanza de que
Dios siempre perdona, que
Cristo no me abandona.
¡Aleluya! (2)
27. ALELUYA
Aleluya, aleluya, aleluya
La diestra del Señor ha hecho
prodigios, la diestra del Señor
me ha salvado.
Resucitó Jesús de entre los
muertos, la muerte no tendrá
sobre Él dominio.
Domina Cristo todo el universo,
Cristo Señor, reina en su trono.
28.TU PALABRA
Tu palabra me da vida
Confío en ti Señor
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Tu palabra es eterna
En ella esperaré
Dichoso el que con vida
intachable,
Camina en la ley del Señor.
Dichoso en que guardando sus
preceptos,
Lo busca de todo corazón.
29. BUSCA PRIMERO
Busca primero el Reino de Dios
y su justicia,
Él te dará las demás cosas,
¡Aleluya! ¡Aleluya! (2)
Yo quiero más y más de Cristo
Yo quiero más de su poder yo
quiero más de su presencia,
Yo quiero más y más de Él.
Busca primero…
30. ESTE ES EL DÍA EN QUE
ACTUÓ ÉL SEÑOR (SALMO
118 (117)
Este es el día en que actuó el
Señor,
Sea nuestra alegría y nuestro
gozo.
Dad gracias al Señor porque es
bueno,
Porque es eterna su
misericordia.
Aleluya, aleluya.
Que lo diga la casa de Israel,
es eterna su misericordia.
Que lo diga la casa de Aarón,
Es eterna su misericordia,
Que lo digan los fieles del Señor,
es eterna su misericordia.
Escuchad: hay cantos de victoria,
en las tiendas de los justos;
“La diestra del Señor es
poderosa,
es excelsa la diestra del Señor”.
(bis)
Abridme las puertas
del triunfo y entraré
para dar gracias al Señor.
Esta es la puerta del Señor;
Los vencedores entraran por
ella.
Yo no he de morir,
Yo viviré
Para contar las
Hazañas del Señor.
La piedra que el cantero desecho
es ahora la piedra angular.
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Es el Señor quien lo ha hecho
Esto ha sido un milagro patente.
Te doy gracias porque me
escuchaste, porque fuiste mi
salvación.
31. A TI LEVANTO MIS OJOS
A ti levanto mis ojos
A ti que habitas en el cielo,
A ti levanto mis ojos,
Porque espero tu misericordia.
Como están los ojos de los
esclavos,
Fijos en las manos de sus
señores,
Así están nuestros ojos en el
Señor,
Esperando su misericordia.
Como están los ojos de la
esclava,
Fijos en las manos de su señora,
Así están nuestros ojos en el
Señor,
Esperando su misericordia.
Misericordia, Señor,
misericordia,
Que estamos saciados de burlas,
Misericordia, Señor,
misericordia,
Que estaos saciados de
desprecios.
Nuestra alma esta saciada del
sarcasmo de los satisfechos,
Nuestra alma está saciada del
desprecio de los orgullos.
32. SUPLICA ESPERANZADA
Mi alma espera en el Señor,
Mi alma espera en su palabra,
Mi alma guarda al Señor,
Porque en Él está la salvación.
Desde lo hondo a ti grito Señor,
Señor, escucha mi voz,
Estén tus oídos atentos
A la voz de mi suplica.
Si llevas cuenta de los delitos,
Señor,
¿Quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón y
así infundes respeto.
Mi alma aguarda al Señor
Más que el centinela la aurora,
Aguarda Israel al Señor
Como el centinela la aurora.
Porque del Señor viene la
misericordia,
Y la redención copiosa,
Y Él redimirá a Israel
14
De todos sus delitos.
33. ESTE ES EL DÍA
Este es el día en que actuó el
Señor, sea nuestra alegría y
nuestro gozo.
Dadle gracias al Señor porque es
bueno,
Es eterna su misericordia.
Que lo diga la casa de Israel,
Es eterna su misericordia.
Que lo diga la casa de Aarón: es
eterna su misericordia,
Que lo digan los fieles del Señor,
Es terna su misericordia,
Escuchad, hay cantos de victoria
en la casa de los justos.
La diestra del Señor es poderosa,
Es excelsa la diestra del Señor.
Es mejor tener confianza en el
Señor,
Que confiar en la fuerza de los
hombres.
El Señor es mi fuerza y mi
alegría.
Él ha sido para mí la salvación.
No me callo, viviré para cantar
las hazañas que hizo el Señor.
Esta es la casa del Señor,
Entraré para dar gracias a Dios.
V. PARA LA PROCESIÓN DE LAS
OFRENDAS Y OFERTORIO.
34.TE PRESENTAMOS EL VINO Y
EL PAN
Te presentamos el vino y el pan,
bendito seas por siempre, Señor
Bendito seas Señor, por este pan
que nos diste, fruto de la tierra y
del trabajo de los hombres.
Bendito seas, Señor, el vino Tú
nos lo diste, fruto de la tierra y
del trabajo de los hombres.
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35. TE OFRECEMOS
Te ofrecemos, Padre nuestro,
con el vino y con el pan,
Nuestras penas y alegrías, del
trabajo nuestro afán.
Como el trigo de los campos,
Bajo el signo de la cruz,
Se transforman nuestras vidas,
En el cuerpo de Jesús.
A los hombres de la tierra,
A los que sufriendo están,
Cambia su dolor en vino,
Como la uva en el lagar.
Estos dones son el signo,
Del esfuerzo de unidad,
Que los hombres realizamos,
En el campo y en la ciudad.
36. EN ESTE MUNDO QUE
CRISTO NOS DA
En este mundo que Cristo nos da
hacemos la ofrenda del pan:
El pan de nuestro trabajo sin fin
y el vino de nuestro cantar.
Traigo ante ti nuestra justa
inquietud,
Amar la justicia y la paz.
Saber que vendrás, saber que
estarás, partiendo a los pobres
tu pan.
La sed de todos los hombres sin
luz,
La pena y el triste llorar,
El odio de los que mueren sin fe,
Cansados de tanto luchar.
En la patena de nuestra oblación
acepta la vida, Señor.
Saber que…
37. OFRENDAS DE AMOR
Por los niños que empiezan la
vida,
por los hombres sin techo ni
hogar;
Por los pueblos que sufren la
guerra,
te ofrecemos el vino y le pan.
Pan y vino sobre el altar
son ofrendas de amor,
pan y vino serán después,
tu cuerpo y sangre Señor.
Por los hombres que viven
unidos,
por los hombres que buscan la
paz;
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por los pueblos que no te
conocen,
te ofreceos el vino y el pan.
Por aquellos a quienes
queremos,
por nosotros y nuestra amistad;
por los vivos y por los difuntos,
te ofrecemos el vino y el pan.
38. ESTE PAN Y VINO
Este pan y vino, Señor, se
transformarán en tu cuerpo y
sangre, Señor, en nuestro
manjar.
Gracias al sol y al labrador, en el
altar florecen hoy las espigas, los
racimos que presentamos a Dios.
Lo que sembré con mi dolor, lo
que pedí en mi oración, hoy son
frutos, son ofrendas que
presentamos a Dios.
39. TE OFRECEMOS SEÑOR, ESTE
SANTO SACRIFICIO
Te ofrecemos, Señor, este santo
sacrificio
Por la santa Iglesia de Cristo,
Extendida por todo el universo.
Por nuestro Santo Padre el Papa
Para que le ilumine siempre la
luz de tu Espíritu.
Por los Obispos, Sacerdotes y
Ministros,
Para que crezcan en santidad y
justicia.
Por los apóstoles que anuncian
tu Evangelio,
Para que implanten en las almas
tu Reino.
Por las almas a Ti consagradas,
Para que alcancen la perfección
de su estado.
Por los que rigen los destinos de
los pueblos,
Para que amen la paz y la
justicia.
Por la unión de las iglesias,
Para que termine la división de
los cristianos.
Por los infieles del mundo
entero,
Para que vengan a la luz de tu
Evangelio.
Por todos los aquí presentes,
Cuya fe y devoción conoces.
Por nuestros pecados y ofensas,
Para obtener tu perdón y tu
gracia.
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Por los enfermos y los que
sufren,
Por los necesitados y afligidos,
Y porque nos des la lluvia a su
tiempo para obtener los frutos
de la tierra.
Por las almas de los fieles
difuntos, para que tengan el
descanso eterno.
40. PADRE ETERNO
Padre eterno Dios piadoso,
Dígnate aceptar benigno,
esta hostia, trigo nuestro
y este cáliz, nuestro vino.
Rebosantes de alegría a tu altar
nos dirigimos, a ofrecerte
nuestros
dones de tu mano recibidos.
Juntamente te ofrecemos, con el
pan y con el vino cuanto somos y
tenemos, en un mismo sacrificio
41. TE OFRECEMOS SEÑOR
NUESTRA JUVENTUD
Te ofrecemos Señor, nuestra
juventud. (bis)
Este día que amanece
(anochece)
entre cantos y alegrías,
este día en que sentimos
tu presencia en nuestras vidas.
Vino y pan hoy te ofrecemos
pronto
se convertirán en tu Cuerpo y en
tu Sangre,
fuente de alegría y paz.
Ilusiones y esperanzas, la alegría
de vivir, todos juntos como
hermanos caminando hacia Ti.
El esfuerzo de los hombres, el
dominio de la tierra, la llegada
de tu Reino inquietud que se
hace eterna.
Ofrecemos todos juntos,
nuestras vidas al Señor, los
trabajos y dolores, la alegría y el
amor.
42. ENTRE TUS MANOS
Entre Tus manos está mi vida,
Señor. Entre Tus manos pongo
yo mi ser.
Hay que morir, para vivir. Entre
tus manos pongo yo mi ser.
Si el grano de trigo no muere, si
no muere solo quedará,
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pero si muere en abundancia
dará un fruto eterno que no
morirá.
Es mi anhelo, mí anhelo
ferviente en el surco contigo
morir y fecunda será la simiente,
Señor, revestida de eterno vivir.
43. COMO EL CIERVO AL AGUA
VA (SALMO 42 (41)
Como el ciervo al agua va, vamos
hacia ti Señor pues de ti tenemos
sed, fuente del eterno amor.
Caminamos hacia ti con alegres
cánticos, hoy venimos a tu altar
para amarte más Señor.
Quién escucha mi gemir dice:
¿dónde está tu Dios? El Señor se
encuentra aquí en la voz de
júbilo.
Ya mi llanto ha de cesar, el Señor
es salvador; cuando tenga que
sufrir en ti pensaré Señor.
Gloria al Padre eterno, gloria al
hijo redentor, gloria al Espíritu
que nos une en el amor.
Ven Señor, ¡Maranatha! Amén,
aleluya.
Ven Señor, ¡Maranatha! Amén,
aleluya.
VI. SANTO
44. SANTO (Renovación)
Santo, santo, santo, dicen los
querubines,
Santo, santo, santo, el hijo de
David.
Santo, santo, santo, es el que
nos redime;
Porque mi Dios es santo, la tierra
llena de su gloria es. (bis)
Cielo y tierra pasarán, más sus
palabras no pasarán
no, no, no pasarán, no, no, no,
no, no, no pasarán. (bis)
Bendito el que viene en nombre
del Señor,
da gloria a Jesucristo, el hijo de
David,
Hosanna en las alturas a nuestro
Salvador.
Bendito es el que viene en
nombre del Señor.
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Cielo y tierra pasarán más tu
palabra no pasará. (bis)
45. SANTO (ESPINOZA)
Santo, santo, santo es el Señor
Dios poderoso del universo, los
cielos y la tierra están llenos de
tu gloria.
¡Hosanna, hosanna, hosanna en
el cielo!
¡Hosanna, hosanna, hosanna en
el cielo!
Bendito el que viene en el
nombre del Señor.
¡Hosanna…!
46. SANTO (MEJÍA)
Santo, santo, santo es el Señor
Dios poderoso del universo, los
cielos y la tierra están llenos de
tu gloria.
¡Hosanna, hosanna, hosanna en
el cielo! (bis)
Bendito el que viene en el
nombre del Señor.
¡Hosanna, hosanna, hosanna en
el cielo! (bis)
47. SANTO (MISA
COMUNITARIA)
¡Santo, santo, santo es el Señor!
¡Hosanna en las alturas!
Bendito es el que viene en
nombre del Señor.
En unión del coro de tus ángeles
en el cielo.
Te alaba el coro de tu iglesia en
la tierra.
¡Hosanna en las alturas!
Bendito es el que viene en
nombre del Señor.
48. ¡SANTO! ¡SANTO! (Nica)
Santo, Santo es el Señor y del
universo es Dios. Cante, cante
sin cesar: Santo, Santo es el
Señor.
La tierra, el cielo y el mar llenos
de tu gloria están, cantad
hosanna, cantad al Dios Rey que
es inmortal.
Bendito sea Jesús, hosanna al
Dios Salvador. Bendito sea el que
viene en el nombre del Señor.
49. SANTO (ERDOZAÍN)
20
Santo, santo, santo es el Señor,
Dios del universo.
Llenos están, llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.
Hosanna, hosanna, hosanna en
el cielo.
Bendito el que viene en nombre
del Señor.
Hosanna, hosanna, hosanna en
el cielo.
VII. ACLAMACIONES DESPUES
DE LA CONSAGRACIÓN
ANUNCIAMOS TU MUERTE
Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!
Anunciamos tu muerte Señor,
proclamamos tu resurrección
hasta que vuelvas.
CADA VEZ QUE COMEMOS
Cada vez que comemos este pan
y bebemos este cáliz,
anunciamos tu muerte Señor,
hasta que vuelvas.
CRISTO HA MUERTO
Cristo ha muerto
Cristo ha resucitado
Cristo, Cristo, de nuevo vendrá
VIII. PADRE NUESTROS TU QUE
ESTAS
Padre Nuestro, que estás en el
Cielo, Santificado sea Tu
Nombre, Venga a nosotros Tu
Reino,
Hágase Tu Voluntad, así en la
tierra como en el Cielo. El pan
danos hoy, nuestro pan de cada
día, perdona nuestras ofensas,
así como nosotros perdonamos a
los que nos ofenden, y no nos
dejes caer en la tentación, más
líbranos del mal.
Amén.
IX. CANTICOS PARA LA
COMUNIÓN
50. SI YO NO TENGO AMOR
Si yo no tengo amor, yo nada
soy Señor. (bis)
21
El amor es comprensivo,
El amor es servicial,
El amor no tiene Envidia,
El amor no busca el mal.
Si yo…
El amor nunca se irrita,
El amor no es descortés,
El amor no es egoísta,
El amor nunca es doblez.
Si yo…
El amor disculpa todo
El amor todo lo cree
El amor todo lo espera,
El amor es siempre fe.
Si yo…
Nuestra fe, nuestra esperanza,
frente a Dios terminarán
El amor es algo eterno
Nunca, Nunca Pasará.
51. EL PESCADOR
Tú has venido a la orilla
no has buscado a sabios, ni a
ricos
tan solo quieres que yo te siga
Señor, me has mirado a las ojos
sonriendo, has dicho mi
nombre en la arena, he dejado
mi barca junto a ti, buscare otro
mar.
Tu sabes bien lo que quiero en
mi barca no hay oro ni espadas
tan solo redes y mi trabajo
Señor…
Tú, necesitas mis manos, mi
cansancio, que a otros descanse,
amor que quiera seguir amando.
Señor…
Tú, pescador de otros mares
ansia eterna de almas que
esperan, amigo bueno que así
me llamas.
52. SEÑOR, VEN A NUESTRAS
ALMAS
¡Señor, ven a nuestras almas
que por ti suspiran, ven Señor!
Como el ciervo que a las fuentes
de agua fresca va veloz, los
anhelos de mi alma van en pos
de Ti, Señor. Del Señor, Dios de
los cielos, tiene sed mi corazón.
22
53. UNA ESPIGA
Una espiga dorada por el sol, el
racimo que corta el viñador, se
convierten ahora pan y vino de
amor en el cuerpo y la sangre del
Señor.
Comulgamos la misma
comunión, somos trigos del
mismo sembrador, un molino la
vida nos tritura con dolor, Dios
nos hace Eucaristía en el amor.
Como granos que han hecho el
mismo pan, como notas que
tejen un cantar, como gotas de
agua que se funden en el mar,
los cristianos un cuerpo
formaran.
En la mesa de Dios se sentarán,
como hijos del pan comulgaran;
una misma esperanza
caminando cantaran, en la vida
como hermanos se amaran.
54. UN MANDAMIENTO NUEVO
Un mandamiento nuevo nos da
el Señor, que nos amemos todos
como nos ama Dios.
La señal de los cristianos es
amarnos como hermanos.
Quien a sus hermanos no ama,
miente si a Dios dice que ama.
Perdonemos al hermano como
Cristo ha ordenado
Cristo luz, verdad de vida al
perdón y amor invita.
Comulgar es abrazarnos, con
Jesús y los hermanos.
¡Gloria al Padre, gloria al Hijo y al
Espíritu Santo!
55. SEÑOR NO SOY DIGNO
Señor no soy digno de que
entres en mi casa, pero una
palabra tuya bastará para
sanarme.
Eres el pan de vida, a todos das
la paz; quien come de tu Cuerpo
por siempre vivirá.
Somos el nuevo pueblo, que
Cristo congregó, vivamos
siempre unidos, testigos del
amor.
23
Vamos por esta vida, buscando
la verdad, la paz y la justicia, un
mundo que vendrá.
56. ESTOY PENSANDO EN DIOS
Estoy pensando en Dios, estoy
pensando en su amor. (bis)
Olvida el hombre a su Señor, y
poco a poco se desvía y entre
angustia y cobardía va
perdiéndose el amor.
Dios le habla como amigo, huye
el hombre de su voz.
Yo siento angustia cuando veo,
que después de dos mil años y
entre tantos desengaños pocos
viven por amor; muchos hablan
de esperanza, más se alejan del
señor.
Todo podría ser mejor, si mi
pueblo procurase, caminar sin
alejarse del camino del Señor.
Pero el hombre no hace suyos
los senderos del Señor.
Todo podría ir mejor, si en fervor
y en alegría, fuesen las madres
María, y los padres San José, y
los hijos imitasen a Jesús
Nazaret.
57. EL SEÑOR ES MI PASTOR
El Señor es mi pastor, la vida ha
dado por mí; yo su voz he de
escuchar y suyo siempre seré.
Yo soy el Buen Pastor; doy la
vida a mis ovejas; por su nombre
yo las llamo y con gran amor me
siguen.
Yo no soy el mercenario que
abandona las ovejas, cuando ve
venir al lobo, que las mata y las
dispersa.
Yo conozco a mis ovejas y ellas
también me conocen, como el
Padre me conoce, yo también
conozco al Padre.
Tengo otras ovejas lejos y es
preciso que las traigan; mi
llamado escucharán y se hará un
sólo un rebaño.
Mis ovejas mi voz oyen y me
siguen por doquiera; yo les doy
la vida eterna, ellas no verán la
muerte.
24
58. NO PODEMOS CAMINAR
No podemos caminar
con hambre bajo el sol
Danos siempre el mismo pan,
Tú cuerpo y sangre, Señor
Comamos todos de este pan
El pan de la unidad
En un Cuerpo nos unió el Señor
Por medio del amor
Señor, yo tengo sed de Ti
Sediento estoy de Dios;
Pero pronto llegaré a ver
El rostro del Señor
Por el desierto el pueblo va
Cantando su dolor
En la noche brillará tu luz
Nos guía la verdad
59. A LOS HOMBRES AMÓ DIOS
A los hombres amo Dios, como a
nadie amo jamás, de la mano Él
nos conduce, y es luz en la
oscuridad.
Cuando partimos el pan, nos une
la caridad; es el pan de la
amistad, el pan de Dios.
Es mi cuerpo, tomad y comed,
es mi sangre, tomad y bebed,
pues yo soy la vida, yo soy
amor.
Oh, Señor, haz que vivamos en
tu amor.
A los hombres amó Dios, como a
nadie amó jamás; para la gente
del pueblo es el hijo de José.
Con sus manos trabajó como
hacían los demás, conoció el
sufrimiento y el dolor.
A los hombres amó Dios, como a
nadie amó jamás; y su amor tan
grande fue que lo condujo hasta
la cruz. Pero más pudo el amor,
que la muerte y el dolor,
vencedor tres días después
resucitó.
A los hombres amó Dios, como a
nadie amó jamás; en la cruz el
Salvador, su propia vida donó, y
toda la humanidad, es el Cuerpo
del Señor.
Nada puede separarnos de su
amor.
25
60. ¿LE CONOCÉIS?
Con Nosotros está y no lo
conocemos
con nosotros está, su nombre es
El Señor. (bis)
Su nombre es El Señor y pasa
hambre
y clama por la boca del
hambriento,
y muchos que lo ven pasan de
largo
acaso por llegar temprano al
templo.
Su nombre es el Señor y sed
soporta
y está en quien de justicia va
sediento,
y muchos que lo ven pasan de
largo,
a veces ocupados en sus rezos.
Su nombre es El Señor y está
desnudo,
la ausencia del amor hiela sus
huesos,
y muchos que lo ven pasan de
largo,
seguros y al calor de su dinero.
Su nombre es El Señor y enfermo
vive
y su agonía es la del enfermo,
y muchos que lo saben no hacen
caso, tal vez no frecuentaban
mucho el templo.
Su nombre es el Señor, y está en
la cárcel, está en la soledad de
cada preso, y nadie lo visita y
hasta dicen: Tal vez ese no era
de los nuestros
Su nombre es el Señor, el que
sed tiene. El pide por la boca del
hambriento, está preso, está
enfermo, está desnudo; pero él
nos va a juzgar por todo eso.
61. SEÑOR ¿A QUIÉN IREMOS?
¿Señor, a quién iremos?
Tú tienes palabras de
vida, nosotros hemos creído,
que tú eres él Hijo de Dios.
Soy el Pan que os da la vida
eterna; el que viene a Mí no
tendrá hambre, el que viene a
Mí no tendrá sed: Así ha hablado
Jesús.
No busquéis alimentos que
perece, sino aquel que perdura
eternamente; el que ofrece el
26
Hijo del Hombre, que el Padre os
ha enviado.
No es Moisés quien os dio el pan
del cielo, es mi Padre que da pan
verdadero, porque el pan de
Dios, baja del cielo y da la vida
del mundo.
El que viene al banquete de mi
cuerpo, en mi vive y yo vivo en
él, brotará en él la vida eterna y
yo lo resucitaré.
62. ULTIMA CENA
No me habéis vosotros elegido,
fui yo mismo quien os elegí;
ya no os llamo siervos sino amig
os, permaneceréis para siempre
junto a mí.
Yo soy la Verdad, soy el camino,
soy la vida y la resurrección;
quien me sigue no andará
perdido, pues yo soy la luz, yo
soy vuestra salvación.
Tomad y comed, esto es mi cuer
po, que se entrega por vuestra
salud.
Tomad y bebed esta es mi
sangre que yo derramaré por
vosotros en la cruz.
Recordad mi nuevo
mandamiento, por el cual os
reconocerán: “Que os améis los
unos a los otros como Yo os
amé, hasta mi vida entregar”.
63. CANTICO DE CARIDAD
Bendigamos al Señor que nos
une en caridad y nos nutre con
su amor en el Pan de unidad.
¡Oh Padre nuestro!
Conservemos la unidad que el
Maestro nos mandó, donde haya
guerra que haya paz, donde haya
odio que haya amor. ¡Oh Padre
nuestro!
El Señor nos ordenó devolver el
bien por mal, ser testigo de su
amor, perdonando de verdad.
¡Oh Padre nuestro!
Al que vive en el dolor y al que
sufre soledad, démosles de
corazón, un consuelo fraternal.
¡Oh Padre nuestro!
El Señor que nos llamó a vivir en
unidad, nos congregue con su
amor en feliz eternidad. ¡Oh
Padre nuestro!
27
64. HA VENIDO EL SEÑOR
Ha venido el Señor a traernos la
paz.
Ha venido el Señor y en
nosotros está.
Te alabamos Señor, por tu
inmensa bondad, te alabamos
Señor, por tu cuerpo hecho pan.
Tú eres solo mi Dios, mi Señor,
mi heredad, tú eres solo mi Dios,
mi confianza en ti esta.
Somos hermanos si, con su vida
y su amor. Somos hermanos Si,
somos un Corazón.
¿Qué podre yo temer?, si tu
moras en mí, ¿Que podre yo
temer?, si yo estoy todo en ti.
65. ¡ERES MI PASTOR, OH
SEÑOR!
Eres mi pastor, oh Señor, nada
me faltará, si me llevas Tú.
En tus verdes campiñas me
hiciste reposar, y en tus límpidas
aguas mi sed puedo calmar.
Senderos de justicia trazaste
para mí; ellos son el camino para
llegar a Ti.
Preparas un banquete con el pan
celestial, la mesa está ya lista, la
copa se desborda.
Bondad, misericordia, me sigan
por doquier; habite yo en tu casa
por los siglos. Amén.
66. BENDITO, BENDITO
Bendito, bendito, bendito sea
Dios, los ángeles cantan y
alaban a Dios.
Pastor soberano la oveja aquí
está, que un tiempo perdida
siguió la maldad, a tus pies se
postra llena de humildad.
28
La luz de los cielos brilla en el
altar. Las figuras todas cumplidas
están, oh, pan delicioso, oh,
dulce maná.
Entre los mortales quisiste
habitar, disfrazado amante,
dando libertad a los hijos tristes
del ingrato Adán
Creo Jesús mío, que estas en el
altar, oculto en la hostia, te
vengo a adorar, de fe llena el
alma te vengo a cantar.
67. COMO EL CIERVO (Salmo 42
(41)
Como el ciervo al agua va, vamos
hacia Ti, Señor, pues de Ti
tenemos sed, fuente del eterno
amor.
Caminamos hacia Ti con alegres
cánticos; hoy venimos a tu altar
para amarte más, Señor.
Quien escucha mi gemir, dice:
¿dónde está tu Dios? El Señor se
encuentra aquí, en la voz de
júbilo.
Ya mi llanto ha de cesar, el Señor
es mi Salvador. Cuando tenga
que sufrir, en Ti pensaré, Señor.
Gloria al Padre eterno, gloria la
Hijo Redentor, Gloria al Espíritu
que nos une en el amor.
¡Ven, Señor, Maranatha! Amén,
Aleluya. ¡Ven, Señor,
Maranatha! Amén, Aleluya.
68. GUSTAD Y VED (Salmo 34
(33)
Gustad y ved que bueno es el
Señor, dichoso el que se acoge a
él. (bis)
Bendigo al Señor en todo
momento, su alabanza está
siempre en mi boca.
Mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y
se alegren.
Proclamad conmigo la grandeza
del Señor, ensalcemos juntos su
nombre.
29
Yo consulté al Señor, y me
respondió, me libró de todas mis
ansias.
Contempladlo, y quedaréis
radiantes, vuestro rostro no se
avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo
escucha y lo salva de sus
angustias.
Todos sus santos temed al Señor,
porque nada les falta a los que le
temen, los ricos empobrecen y
pasan hambre.
Los que buscan al Señor no
padecen de nada.
Guarda tu lengua del mal y tus
labios de la falsedad, apártate
del mal y obra el bien, busca la
paz y corre tras ella.
69. EL PEREGRINO DE EMAÚS
Por el camino de Emaús, un
peregrino iba conmigo, no le
conocí al caminar, ahora sí, en la
fracción de pan.
¿Qué llevabas conversando? Me
dijiste buen amigo y me detuve
asombrado a la vera del camino.
¿No sabes lo que ha pasado allá
en Jerusalén a Jesús de Nazaret a
quien clavaron en la cruz?
Por eso me vuelvo triste a mi
aldea de Emaús.
Van tres días que se ha muerto y
se acaba mi esperanza, dicen
que algunas mujeres al sepulcro
fueron de alba.
Dijeron algunos otros, hoy
también haya buscaron, más se
acaba mi confianza.
No encontraron a Jesús, por eso
me vuelvo triste a mi aldea de
Emaús.
¡Oh tardíos corazones, que
ignoráis a los profetas!
En la Ley ya se anunció, que el
mesías padeciera, y por llegar a
su gloria escogiera la aflicción.
30
En la tarde de aquel día, yo sentí
que con Jesús, nuestro corazón
ardía a la vista de Emaús.
Hizo señas de seguir, más allá de
nuestra aldea, y a la Luz del sol
poniente pareció que se muriera.
Quédate forastero, ponte a la
mesa y bendice, y al destello de
tu luz, en la bendición del pan,
mis ojos conocerán al amigo de
Emaús.
70. DONDE HAY CARIDAD
Donde hay caridad y amor, allí
está el Señor, allí está el Señor.
(bis)
Una sala y una mesa, una copa,
vino y pan, los hombres
compartiendo en amor y en
unidad.
Nos reúne la presencia y el
recuerdo del Señor, celebramos
su memoria y la entrega de su
amor.
Invitados a la mesa del
banquete del Señor, recordamos
su mandato de vivir en el amor.
Comulguemos en el Cuerpo y la
Sangre que Él nos da y también
en el hermano, si lo amamos de
verdad.
Este pan que da la vida y este
cáliz de salud, nos reúne a los
hermanos en el nombre de
Jesús.
Anunciamos su memoria,
celebramos su pasión, el
misterio de su muerte y de su
Resurrección.
71. TE CONOCIMOS AL PARTIR
EL PAN
Andando por el camino te
tropezamos, Señor, te hiciste el
encontradizo, nos diste
conversación.
Tenían tus palabras fuerza de
vida y amor, ponían esperanza y
fuego en el corazón.
Te conocimos, Señor, al partir el
pan, tú nos conoces, Señor, al
partir el pan.
Llegando a la encrucijada, Tú
proseguías, Señor, te dimos
nuestra posada, techo, comida y
calor; sentados como amigos a
31
compartir el cenar, allí te
conocimos al repartirnos el pan.
Andando por los caminos te
tropezamos, Señor, en todos los
peregrinos que necesitan amor;
esclavos y oprimidos que buscan
la libertad, hambrientos,
desvalidos, a quienes damos el
pan.
72. POR UN PEDAZO DE PAN
Por un pedazo de pan y por un
poco de vino, yo he visto a más
de un hermano abandonar su
camino.
Por un pedazo de pan y por un
poco de vino, yo también vi a
mucha gente encontrar
nuevamente un camino de amor,
yo también vi a mucha gente
volver nuevamente al encuentro
con Dios.
Por un pedazo de pan, por un
poco de vino, Dios se nos hizo
manjar, se nos hizo camino. Por
un pedazo de pan, por un
pedazo de pan.
Al no tener vino y pan, y por
faltarle comida, yo vi a más de
un hermano amargado de la
vida; y por no dar de su pan, y
por no dar de su vino, he visto a
más de un creyente perder de
repente el sentido moral.
Vi que el camino se hará si se
siembra justicia, amor e
igualdad.
Por un pedazo de pan y por un
poco de vino, yo he visto a más
de un hermano volverse un
hombre mezquino.
Por un pedazo de pan y por un
poco de vino, vive la gente en
conflicto en un mundo maldito
por no compartir y la mitad de
los hombres se mueren de
hambre y les toca sufrir.
73. HUMILDES GRACIAS
Humildes Gracias demos a Dios,
que en una hostia todo se dio.
Gracias mil veces, gracias mil
veces, humildes gracias, demos
a Dios.
El que en los cielos encendió el
sol, vino a nosotros con gran
amor.
32
Los que te siguen y oyen tu voz
la vida eterna, tendrán Señor.
Pan de los fuertes que das vigor,
al débil niño y al pecador.
A ti me entrego, todo me doy, mi
alma y vida, mi corazón.
Por tus finezas y por tu amos,
por tus dolores, gracias, Señor.
Por los misterios de tu pasión,
por tus dolores, gracias Señor.
Por darnos Madre llena de amor,
madre tan buena, gracias Señor.
Te hiciste hombre, te hiciste pan;
por mi te inmolas en el altar.
Todos unidos a una voz, digan
conmigo: Gracias Señor.
74. HAZME UN INSTRUMENTO
DE TU PAZ
Hazme un instrumento de tu
paz, donde hay odio ponga yo
amor, donde hay injuria tu
perdón Señor, donde haya duda,
fe en ti.
Maestro ayúdame a nunca
buscar querer ser consolado
como consolar, ser entendido
como yo entender, ser amado
como yo amar.
Hazme un instrumento de tu
paz, que lleve tu esperan por
doquier,
donde haya oscuridad ponga tu
luz,
donde haya pena tu gozo señor.
Hazme un instrumento de tu
paz,
es perdonando que nos das
perdón
es dando a otros que lo que tú
nos das,
muriendo es que volvemos a
nacer.
X. CANTOS DE ACCION DE
GRACIAS
75. CANTO FINAL
Acepta este sacrificio, Oh
augusta trinidad, que el pueblo
te ha presentado sobre el ara
del altar.
33
Acéptalo, te pedimos, por la
iglesia universal, por todos los
que en ti buscan la justicia y la
verdad.
Por él tengan nuestras obras
resplandor de santidad, bendice
a estos tus hijos y concédenos tu
paz.
76. TE DAMOS GRACIAS SEÑOR
Te damos gracias, Señor, de
todo corazón.
Te damos gracias, Señor,
cantamos para Ti.
A tu nombre daremos gracias,
por tu amor y tu lealtad, te
llamamos y nos escuchaste,
aumentaste el valor de nuestras
almas.
Te alaban los reyes de la tierra,
porque oyeron la voz de tu
palabra y en los caminos del
Señor van cantando, porque
grande es la gloria del Señor.
Si camino en medio de la
angustia, me das vida a pesar del
enemigo; Tú miras al pobre y al
humilde, grandioso es el Señor.
Tiendes tu mano y me salvas,
cumplirás tu favor hacia mí,
Señor, tu amor es eterno, no
abandones la obra de tus manos.
77. CANCIÓN DEL TESTIGO
Por Ti, mi Dios, cantando voy, la
alegría de ser tu testigo, Señor.
Es fuego tu Palabra que mi boca
quemó, mis labios ya son llamas
y cenizas mi voz
Da miedo proclamarla pero Tú
me dices: “No temas contigo
estoy”.
Tu Palabra es una carga que mi
espalda dobló, es brasa tu
mensaje que mi lengua secó.
Déjate quemar si quieres
alumbrar, no temas, contigo
estoy.
Me mandas que cante con toda
mi voz, no sé cómo cantar tu
mensaje de amor, los hombres
me preguntan cuál es mi misión,
les digo: “Tu testigo soy”.
34
78. HOY SEÑOR TE DAMOS
GRACIAS
Hoy Señor, te damos gracias por
la vida, la tierra y el sol. Hoy,
Señor, queremos cantar las
grandezas de tu amor.
Gracias, Padre, mi vida es tu
vida, tus manos amasan mi
barro, mi alma es tu aliento
divino, tu sonrisa en mis ojos
está.
Gracias, Padre, tú guías mis
pasos, tú eres la luz y el camino,
conduces a ti mi destino como
llevas los ríos al mar.
Gracias, Padre, me hiciste a tu
imagen, y quieres que siga tu
ejemplo, brindando amistad al
hermano, construyendo un
mundo de paz.
79. DEMOS GRACIAS
Demos gracias al Señor, demos
gracias, demos gracias al Señor.
(bis)
Por las mañanas las aves cantan,
las alabanzas a Cristo Salvador.
Y por las tardes los hombres
cantan, las alabanzas a Cristo
Salvador.
Y por las noches los cielos
cantan, las alabanzas a Cristo
Salvador.
Y a todas horas nuestro amigo
canta las alabanzas a Cristo
Salvador.
80. TU REINARAS
Tú reinaras, este es el grito que
ardiente exhala nuestra fe.
Tu reinaras oh Rey Bendito Pues
tu dijiste reinaré, reinaré.
Reine Jesús por siempre, reine
su corazón, en nuestra patria,
en nuestro suelo, que es de
María la nación.
Tú reinaras dichosa era dichoso
pueblo con tal rey, será tu cruz
nuestra bandera, tu amor será la
nueva ley.
Tú reinaras, reina ya ahora en
Guatemala, tu nación, ten
compasión del que te implora y
acude a Ti en su aflicción.
35
Tú reinaras toda la vida,
trabajaremos con gran fe en
realizar y ver cumplida, la gran
promesa: reinaré.
Tú reinaras en nuestras almas,
con el imperio de tu amor, con el
auxilio de tu gracia, con los
poderes de tu fe.
81. ID Y ENSEÑAD
Sois la semilla que ha de crecer,
sois estrella que ha de brillar,
sois levadura, sois grano de sal,
antorcha que debe alumbrar.
Sois la mañana que vuelve a
nacer, sois espiga que empieza a
granar, sois aguijón y caricia a la
vez, testigos que voy a enviar.
Id, amigos por el mundo
anunciando el amor,
mensajeros de la vida, de la paz
y el perdón. Sed, amigos, los
testigos de mi resurrección, id
llevando mi presencia ¡con
vosotros estoy!
Sois una llama que ha de
encender resplandores de fe y
caridad, sois los pastores que
han de guiar al mundo por
sendas de paz.
Sois los amigos que quise
escoger, sois palabra que intento
gritar, sois reino nuevo que
empieza a engendrar justicia,
amor y verdad.
Sois fuego y savia que vine a
traer, sois la ola que agita la mar,
la levadura pequeña de ayer,
fermenta la masa del pan.
Una ciudad no se puede
esconder, ni los montes se han
de ocultar, en vuestras obras
que buscan el bien, los hombres,
al Padre verán.
XI. CANTICOS DE ADORACION
82. HIMNO EUCARÍSTICO
De rodillas, Señor, ante el
Sagrario, que guarda
cuanto queda de amor y de
unidad, venimos con las flores
de un deseo para que nos
las cambies en frutos de
Verdad: ¡Cristo en todas las
almas y en el mundo, la Paz!
36
Cristo en todas las almas y en
el mundo, la Paz.
Tiradas a tus plantas las armas
de la guerra, rojas flores
tronchadas por un ansia de
amar, hagamos de los mares y
la tierra como un inmenso altar,
como un inmenso altar. (bis)
De rodillas, Señor…
Como estás, mi Señor, en la
custodia, igual que la palmera
que alegra el arenal, queremos
que en el centro de la vida reine
sobre las cosas tu ardiente
caridad: ¡Cristo en todas
las almas y en el mundo, la Paz!
De rodillas, Señor…
83. AMAOS
Como el padre me amo, Yo os
he amado, permaneced en mi
amor, permaneced en mi amor.
(bis)
Si guardáis mis palabras y como
hermanos os amáis, compartiréis
con alegría el don de la
fraternidad.
Si os ponéis en camino sirviendo
siempre la verdad fruto daréis en
abundancia, mi amor se
manifestara.
No veréis amor tan grande como
aquel que os mostré. Yo doy la
vida por vosotros. Amad como
yo os amé.
Si hacéis lo que os mando y os
queréis de corazón, compartiréis
mi pleno gozo de amar como Él
me amó.
84. PON TU MANO
Pon tu mano sobre mí, Señor yo
te necesito; pon tu mano sobre
mí, Señor para poder andar.
No me dejes nunca, nunca,
nunca.
Tenme siempre firme, oh Señor,
y agarrado de tu mano siempre
yo quisiera estar.
Pon tu mano sobre mí, Señor yo
te necesito; pon tu mano sobre
mí, Señor para poder andar.
37
Tu amor, tu poder, tu gracia, son
infinitos. Oh Señor, y agarrado
de tu mano siempre yo quisiera
estar.
Pon tu mano…
85. MI PENSAMIENTO ERES TÚ
Mi pensamiento eres tú Señor
(4)
Porqué tú me has dado la vida.
Porqué tú me has dado el
existir.
Porqué tú me has dado cariño.
Me has dado amor. (bis)
Mi fortaleza eres tú, Señor (4)
Porque tú…
Toda mi vida te bendeciré (4)
Porque tú…
86. HÁBLAME
Yo siento señor que Tú me amas,
yo siento señor que te puedo
amar.
Háblame señor que tu siervo
escucha, háblame ¿qué quieres de
mí?
Señor Tú has sido grande para mí,
en el desierto de mi vida
háblame
yo quiero estar dispuesto a todo,
toma mi ser, mi corazón, es para
ti.
Por eso canto tus maravillas por
eso canto tu amor. (bis)
Te alabo Jesús, por tu grandeza.
Mil gracias te doy por tu gran
amor.
Heme aquí, Señor para
acompañarte, heme aquí ¿qué
quieres de mí?
Señor, Tú has sido…
38
87. CORAZÓN DE JESÚS
AMOROSO
Corazón de Jesús amoroso,
Corazón de Jesús Redentor,
nuestro pecho dulcísimo
inflama en el fuego inmortal de
tu amor.
De los cielos al alma desciendes
yen las almas tu cielo colocas; es
el alma inmortal la que te invoca,
no desoiga su humilde oración.
Corazón de Jesús…
Cariñoso consuelo del triste, del
mortal desdichado, esperanza
del que sufre, total bienandanza
del que llora dichosa mansión.
Corazón de Jesús…
Corazón de pastor anhelante,
¡Ah! Devuelve al redil las ovejas,
ven al mundo a acallar nuestras
quejas, dando vida, consuelo y
perdón.
Corazón de Jesús…
Corazón que consuelas al
hombre y le cambias su infiel
corazón, con el alma rendida a
tus plantas de tu amor,
implorando el perdón.
88. ENSÉÑANOS A ORAR
Señor, enséñanos a orar, a
hablar con nuestro padre Dios.
Señor, enséñanos a orar, a abrir
las manos ante Ti.
Orar con limpio corazón que solo
cante para Ti, con la mirada
puesta en Ti, dejando que
hables, Señor.
Señor, enséñanos…
Orar buscando la verdad, cerrar
los ojos para ver. Dejarnos
seducir, Señor, andar por tus
huellas de paz.
Señor, enséñanos…
Orar hablándote de Ti, de tu
silencio y de tu voz, de tu
presencia que es calor, dejarnos
descubrir por Ti.
Señor, enséñanos…
Orar, también en sequedad, las
manos en tu hombro, Señor.
39
Mirarte con sinceridad. Aquí nos
tienes, háblanos.
89. ORACIÓN DEL POBRE
Vengo ante ti mi
Señor, reconociendo mi
culpa, con la fe puesta en tu
amor, que Tú me das como a un
hijo.
Te abro mi corazón y te ofrezco
mi miseria. Despojado de mis
cosas, quiero llenarme de ti.
Que Tú espíritu Señor, abrace
todo mi ser, hazme dócil a tu
voz, transforma mi vida entera.
(bis)
Puesto en tus manos
Señor, siento que soy pobre y
débil, mas Tú me quieres así, yo
te bendigo y te alabo.
Padre en mi debilidad, Tú me
das la fortaleza. Amas al hombre
sencillo, le das tu paz y perdón.
90. ADOREMOS ETERNAMENTE
Adoremos, adoremos.
Adoremos eternamente al
Santísimo, al Santísimo
Sacramento del altar.
Veneremos inclinados adoremos
con María a Jesús Eucaristía,
Dios de excelsa majestad.
Consolemos en las pena
del Sagrario con María a Jesús
Eucaristía Sacramento de
piedad.
Y por tantos beneficios demos
gracias a María, a Jesús
Eucaristía soberano bienhechor.
Y pidamos mil favores muy
confiados con María, a Jesús
Eucaristía del amor eterno don.
A Jesús fruto bendito de tu
vientre Madre mía en la Santa
Eucaristía nos lo dio tu corazón.
40
91. CANTEMOS AL AMOR DE
LOS AMORES
Cantemos al Amor de los
amores, cantemos al Señor.
Dios está aquí, venid
adoradores, adoremos a Cristo
Redentor.
Gloria a Cristo Jesús, cielos y
tierra bendecid al Señor. Honor y
gloria a Ti, Rey de la gloria, amor
por siempre a Ti, Dios del amor.
Unamos nuestra voz a los
cantares del coro Celestial. Dios
está aquí, al Dios de los altares.
Alabemos con gozo angelical.
Los que buscáis descanso en
vuestras penas; y alivio en el
dolor. Dios está aquí, Él vierte a
manos llenas, los tesoros de
divinal dulzor.
Que abrasé nuestro ser la vida,
llama del ferviente amor. Dios
está aquí, esta porque nos ama
como Padre, amigo y Redentor.
92. ALABEMOS AL SANTÍSIMO
Alabemos al santísimo,
sacramento del altar
Y a María concebida sin pecado
original. (bis).
Vuestro Cuerpo sacrosanto
benignísimo señor, prenda sea
que nos una hasta la eternidad
Vuestro Cuerpo sacrosanto es
del cielo rico don, es de fuertes
alimentos, es de débiles vigor.
Vuestro Cuerpo sacrosanto,
cuando en sed ardiente estoy,
manantial es cristalino que
refrigera mi ardor.
En los cielos y en la tierra sea por
siempre alabado, el corazón
amoroso de Jesús
Sacramentado.
Vuestro Cuerpo sacrosanto es
gratísima mansión, donde el
alma aprisionada goza libre a su
Señor.
Vuestro Cuerpo sacrosanto más
fragancia siempre dio, que los
nardos del Carmelo, que los lirios
del Tabor.
41
Vuestro Cuerpo sacrosanto,
dueño de mi corazón, manjar sea
en mi agonía, con que muera en
vuestro amor.
93. TUYO SOY
Yo no soy nada, y del polvo nací,
pero Tú me amas y moriste por
mí.
Ante la cruz, solo puedo
exclamar, tuyo soy, tuyo soy.
Toma mis manos, te pido, toma
mis labios, te amo, toma mi vida
¡Oh! Padre tuyo soy, tuyo soy.
Cuando de rodillas te miro ¡oh!
Jesús, veo tu grandeza y mi
pequeñez.
¿Qué puedo darte yo? solo mí
se… tuyo soy, tuyo soy.
Toma mis manos…
94. CORAZÓN EL MÁS PURO Y EL
MÁS SANTO
Corazón el más puro y el más
santo.
Corazón de mi dulce Jesús, eres
siempre mi dicha y mi encanto,
eres siempre mi paz y mi luz.
(bis)
Ser quisiste mi fiel compañero
en el valle de llanto y dolor, ser
mi hermano, mi amigo sincero,
el más puro ideal de mi amor.
Corazón el más puro…
Desde el Santo Sagrario en que
moras, me bendices doquiera
que voy y me dices: “Soy Yo
quien adoras, nada temas,
contigo estoy”.
Corazón el más puro…
Mil y mil corazones quisiera
ofrecerte, oh mi buen salvador, y
si mil corazones tuviera,
consumarlos ardiendo en tu
amor.
Corazón el más puro…
Corazón de mi dueño adorado,
muy cerquita de Ti quiero estar,
42
no permitas que muera en
pecado, a ti quiero mi vida
entregar.
Corazón el más puro
95. JESÚS EL BUEN PASTOR
El Señor es mi Pastor, la vida ha
dado por mí, yo su voz he de
escuchar y suyo siempre seré.
Yo soy el buen Pastor, doy la vida
a mis ovejas; por su nombre Yo
las llamo, y con gran amor me
siguen.
Yo no soy el mercenario que
abandona las ovejas cuando ve
venir al lobo, que las mata y las
dispersa.
Yo conozco mis ovejas y ellas
también me conocen, como el
Padre me conoce y también
conozco al Padre.
Tengo otras ovejas lejos y es
preciso que las traiga, mi
llamada escucharán y se hará un
solo rebaño.
Mis ovejas mi voz oyen y me
siguen por doquier; yo les doy la
vida eterna, ellas no verán la
muerte.
96. CREO EN JESÚS
Creo en Jesús, creo en Jesús, Él
es mi amigo, es mi alegría, Él es
mi amor.
Creo en Jesús, creo en Jesús, Él
es mi salvador.
El llamó a mi puerta, me invitó a
compartir su heredad; seguiré a
su lado, llevaré su mensaje de
paz.
Ayudó al enfermo y le trajo
felicidad, defendió al humilde,
combatió la mentira y el mal.
Día y noche, creo en Jesús, Él
está a mi lado, creo en Jesús,
sigo sus palabras, creo en Jesús
doy por Él la vida, creo en Jesús,
es mi Salvador.
Enseñó a Zaqueo a partir su
hacienda y su pan alabó a la
viuda porque dio cuanto pudo
dar.
¡Aleluya!, creo en Jesús, Él es el
Mesías, creo en Jesús, Él es mi
43
esperanza, creo en Jesús, vive
para siempre, creo en Jesús. Es
mi Salvador.
97. SEÑOR, ME HAS LLAMADO
AMIGO
Señor, me has llamado “amigo”,
Aleluya. (bis)
Has venido por mí, has hablado
por mí, has sufrido por mí.
Señor, me has llamado
“hermano”, Aleluya. (bis)
Caminaste por mí, enseñaste por
mí, perdonaste por mí.
Señor, me has llamado “hijo”.
Aleluya.
Te ofreciste por mí, renunciaste
por mí, te has quedado por mí.
Señor, me has llamado “amigo”,
Aleluya. (bis)
98. TAN CERCA DE MÍ
Tan cerca de mí, tan cerca de mí
que hasta le puedo tocar Jesús
está aquí. (bis)
Le hablare sin miedo al oído, le
contaré las cosas que hay en mí
y que sólo a Él le interesarán, Él
es más que un mito para mí.
No busques a Cristo en lo alto, ni
le busques en la oscuridad, muy
cerca de Ti, en tu corazón,
puedes adorar a tu Señor.
Míralo a tu lado caminando,
paseando entre la multitud,
muchos ciegos son, porque no lo
ven, ciegos de ceguera espiritual.
99. ALABA A TU SEÑOR
Yo tengo gozo en mi alma (3) y
en mi ser.
¡Aleluya, gloria a Dios!
Es como un río de agua viva, río
de agua viva, río de agua viva en
mí ser.
44
Ama a tu hermano y alaba a tu
Señor. (bis)
Yo tengo gozo…
Con alegría alaba a Tú Señor.
(bis)
Da gloria a Dios, gloria a Dios,
gloria a Él.
No te avergüences y alaba a tu
Señor.
Yo tengo gozo…
Vamos cantando con todo su
poder. (bis)
Da gloria a Dios, gloria a Dios,
gloria a Él.
No te avergüences y alaba a tu
Señor.
Yo tengo gozo…
Cierra los ojos y alaba a Tú Señor
Da gloria a Dios, gloria a Dios,
gloria a Él.
No te avergüences y alaba a tu
Señor.
Yo tengo un gozo…
Alza tus brazos y alaba a tu
Señor. (bis)
Da gloria a Dios, gloria a Dios, da
gloria a Él.
No te avergüences y alaba a tu
Señor.
Yo tengo un gozo…
XII. CANTICOS PARA EL TIEMPO
DE ADVIENTO
100. VEN, SEÑOR
Ven, ven, Señor no tardes.
Ven, ven, que te esperamos.
Ven, ven, Señor no tardes.
Ven pronto, Señor.
El mundo muere de frio, el alma
perdió el calor, los hombres no
son hermanos, el mundo no
tiene amor.
Envuelto en la sombría noche, el
mundo sin paz, no ve, buscando
va una esperanza, buscando,
Señor, Tú fe.
Al mundo le falta la vida, al
mundo le falta la luz, al mundo le
falta el cielo, al mundo le faltas
Tú.
45
101. LAS POSADAS
(Los de afuera)
En el nombre del cielo os pido
posada, pues no puede andar mi
esposa amada.
No sean inhumanos, tengan
caridad, que el Dios de los cielos
se lo premiará.
Venimos rendidos desde
Nazaret; Yo soy carpintero de
nombre José.
Posada te pide, amado casero,
por solo una noche la Reina del
cielo.
Mi esposa es María, es Reina del
cielo, y madre va a ser del Divino
Verbo.
Dios pague Señores, vuestra
caridad y que os colme el cielo
de felicidad.
(Los de adentro)
Aquí no es mesón, sigan
adelante, pues no puedo abrir,
no sea algún tunante.
Ya se pueden ir y no molestar,
porque si me enfado los voy a
apalear.
No me importa el nombre,
déjenme dormir; pues que yo les
digo, que no hemos de abrir.
Pues si es una Reina quien lo
solicita, ¿Cómo es que de noche
anda tan solita? ¿Tú eres José?
¿Tu esposa es María? Entren,
peregrinos, no los conocía.
Dichosa la casa que alberga este
día, a la Virgen pura, la hermosa
María.
(Al último todos)
¡Entren Santos Peregrinos,
Peregrinos!, reciban este rincón,
que aunque es pobre la morada,
la morada, os la doy de corazón.
Cantemos con alegría…, alegría;
todos al considerar; que Jesús,
José y María… y María; nos
vinieron hoy a honrar.
46
102. ALEGRÍA, ALEGRÍA
Alegría, alegría, alegría, alegría,
alegría y placer, que la Virgen va
de paso, con su esposo hacia
Belén.
Hacia Belén se encamina María
con su amante esposo, llevando
en su compañía a todo un Dios
poderoso.
Los pajarillos del bosque al ver
pasar a los esposos, les cantaban
melodías con sus trinos
armoniosos.
Luego que a Belén llegaron
posada al punto pidieron, nadie
les quiso hospedar, porque tan
pobres les vieron.
XIII. CANTICOS PARA EL TIEMPO
DE NAVIDAD
103. NOCHE DE PAZ
Noche de paz, noche de amor,
todo duerme en derredor, solo
velan mirando la faz de su niño
en angélica paz, José, María en
Belén. (bis)
Noche feliz de adoración, ha
bajado el Rey de amor, desde el
trono de luz celestial, a la cuna
de un pobre portal, démosle el
corazón. (bis)
Noche de paz noche de amor en
los campos al pastor. Coros
celestes proclaman salud.
Gracias y glorias en su plenitud,
por nuestro buen Salvador. (bis)
Noche de paz noche de amor,
contemplad que resplandor luce
en el rostro del niño Jesús, en el
pesebre del Niño, la luz astro de
eterno fulgor. (bis)
Noche de paz, noche de amor,
llena el cielo un resplandor; en la
altura resuena un cantar, os
anuncia una dicha sin par; en la
47
tierra ha nacido Dios, hoy en
Belén de Judá.
104. VENID, FIELES TODOS
Venid fieles todos, entonando
himnos, venid jubilosos a Belén,
venid; hoy ha nacido el Rey de
los cielos.
Cristianos adoremos, cristianos
adoremos, cristianos adoremos
al Verbo de Dios.
Humildes zagales, a la voz del
ángel, su rey abandonan, corren
al portal, venid con ellos, llevad
nuestros dones.
Al Dios de los cielos, luz
deslumbradora, tras nubes de
carne, podréis contemplar, al
Dios Niño envuelto en pañales.
En pobre pesebre, sobre duras
pajas, espera el Niño tus brazos
de amor.
¿Quién no amaría al Dios que no
ama?
Un ángel del cielo llama a los
pastores, que siempre el
humilde cerca está de Dios.
Vamos entonando himnos de
alegría.
Al que es de Dios Padre
esplendor eterno, veréis hecho
infante en Belén sufrir; sufre y
llora el Niño por amor al
hombre.
¡Qué excelso misterio! ¡Qué gran
sacramento! Descubren los ojos
en el portal; ¡Dios en un pesebre,
Dios anonadado!
A quien por nosotros yace entre
las pajas, llevemos el fuego de
un ardiente amor.
¿Quién su amor no diera al que
así nos ama?
105. A LA RO, RO, NIÑO
A la ro, ro, niño, a la ro, ro, ro,
duérmete bien mío, duérmete
mi amor. (bis)
Un rustico techo abrigo le da;
por cuna un pesebre, por templo
un portal.
En lecho de pajas, desnudito
está, quien ve las estrellas a sus
pies brillar.
48
Su madre en los brazos
meciéndolo está, y quiere
dormirle con dulce cantar.
Un ángel responde al mismo
compas: “Gloria en las alturas y
en la tierra paz”.
Humilde se acerca un lindo
rapaz, que en las aguas puras
bebió del Jordán.
Hermoso lucero le vino a
anunciar y magos de oriente
buscándole van.
Delante se postran del Rey de
Judá, de incienso, oro y mirra,
tributo le dan.
Sin ricas ofrendas no temáis
llegar, que el Niño agradece la fe
y voluntad.
Campana sobre campana,
y sobre campana una,
asómate a la ventana,
verás el Niño en la cuna.
106. CAMPANAS SOBRE
CAMPANAS
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
qué nueva me traéis?
Recogido tu rebaño
a dónde vas pastorcillo?
Voy a llevar al portal
requesón, manteca y vino.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
qué nuevas me traéis?
Campana sobre campana,
y sobre campana dos,
asómate a esa ventana,
porque ha naciendo Dios.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
qué nueva me traéis?
Campana sobre campana,
y sobre campana tres,
en una Cruz a esta hora,
el Niño va a padecer.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
qué nueva me traéis?
49
Si aún las estrellas alumbran,
pastor ¿Dónde quieres ir? Voy al
portal por si el Niño con Él me
deja morir.
107. VENID A BELÉN
Venid pastorcillos, venid a
adorar al Rey de los cielos que
ha nacido ya.
Sus blancas manitas, pequeñas
cual son, hicieron la Tierra,
formaron el Sol.
Venid almas puras, venidle a
adorar, que es Niño Divino y
Santo sin par.
Sus ojos sonríen y lloran de
amor; ¡que dulce sonrisa, qué
tierno amador!
Sin ricas ofrendas no temáis
llegar, que el Niño agrade la fe y
voluntad.
Del campo las flores gratas le
serán, al que con su risa las hace
brotar.
Los brazos nos tiende con grato
ademan, llegad, nos repite, su
voz celestial.
108. RESUENEN YA LOS PÍFANOS
Resuenen ya los pífanos Pastor,
ven al pesebre y al ritmo de la
cítara la fiesta se celebre.
¿No oyes vibrar el órgano?
¡Qué fiesta tan alegre!
El pino de las cúspides, árbol de
Nochebuena cargado está de
lámparas.
En la mansión serena; que llegue
hasta mi espíritu su luz, su luz
tan buena.
Oh luz de Dios, estrella azul que
brillas en la altura, brille tu luz en
el portal.
Que el Niño Dios oculto está, oh
luz de Dios, estrella azul, que
brillas en la altura.
50
109. NUNCA SUENAN LAS
CAMPANAS
Nunca suenan las campanas con
tan dulce claridad como
cantando las glorias de la
hermosa Navidad.
Es porque cantan la noche feliz,
es porque cantan la noche sin
par en que Dios Niño ha nacido
y en el mundo ha de reinar.
En todas partes se oye su dulce y
claro sonar; en las montañas y
valles, y en las orillas del mar.
Es la voz de las campanas eco de
angélico son; es el anuncio
festivo de gloria y de redención.
110. DIME NIÑO
Dime Niño ¿de quién eres
todo vestidito de blanco? (bis)
Soy de la Virgen María
y del Espíritu Santo. (bis)
Resuenen con alegría
los cánticos de mi tierra
y viva el Niño de Dios
que nació en la
Nochebuena. (bis)
La Nochebuena se viene, tururú
la Nochebuena se va.
Y nosotros nos iremos, tururú
y no volveremos más.
Dime Niño ¿de quién eres
y si te llamas Jesús?
Soy amor en el pesebre
y sufrimiento en la Cruz.
111. VAMOS PASTORES, VAMOS
Vamos pastores, vamos, vamos
a Belén a ver en ese niño
la gloria del Edén, a ver en ese
niño la gloria del Edén.
¡Ese precioso niño!
Yo me muero por Él, sus ojitos
me encantan, su boquita
también, el padre lo acaricia.
La madre mira en Él y los dos
extasiados contemplan aquel
ser Contemplan aquel ser.
Un establo es una cuna,
su casa es un portal
y sobre duras pajas
por nuestro amor está.
Allí duerme el niñito
junto a un mulo y un buey,
51
y bien cobijadito, con un blanco
pañal. Con un blanco pañal.
Es tan lindo el niñito, que nunca
podrá ser que su belleza copie
el lápiz y el pincel; pues el Eterno
Padre con inmenso poder hizo
que el Hijo fuera inmenso como
Él. Inmenso como Él.
Yo pobre gitanilla, al niño le diré,
no la buenaventura, eso no
puede ser.
Le diré me perdone, lo mucho
que pequé y en la mansión
eterna un ladito me dé. (bis)
112. EL TAMBORILERO
El camino que lleva a Belén, baja
hasta al valle que la nieve cubrió,
los pastorcillos quieren ver su
Rey, le traen regalos en su
humilde zurrón.
Ro po pon pon, ro po pon pon
Ha nacido en un portal de Belén
el Niño Dios.
Yo quisiera poner a tus pies,
algún presente que te agrade,
Señor, mas Tú ya sabes que soy
pobre también y no poseo más
que un viejo tambor.
Ro po pon pon, ro po pon pon
¡En tu honor frente al portal
tocaré
que con mi tambor!
El camino que lleva a Belén, voy
marcando con mi viejo
tambor, nada hay mejor que yo
te pueda ofrecer, su ronco
acento es un canto de amor.
Ro po pon pon, ro po pon pon
Cuando Dios me vio tocando
ante Él me sonrió.
113. LA VIRGEN ESTA LAVANDO
La Virgen está lavando y
tendiendo en el romero, los
angelitos cantando, y el romero
floreciendo.
Pero mira como beben los peces
en el río, pero mira como beben
por ver al Dios nacido.
Beben y beben y vuelven a
beber, los peces en el río por ver
a Dios nacer.
52
La Virgen se está peinando entre
cortina y cortina, sus cabellos
son de oro y el peine de plata
fina.
114. HA NACIDO EL SALVADOR
Aleluya, aleluya, ha nacido el
Salvador. (bis)
Escuchad, hermanos, una gran
noticia: "Hoy en Belén de Judá,
os ha nacido el Salvador". (bis)
Escuchad, hermanos, una gran
noticia: "Gloria en los cielos a
Dios y en la tierra al hombre
paz". (bis)
Escuchad, hermanos, una gran
noticia: "Dios a su Hijo envió, es
Jesucristo Salvador". (bis)
XIV. CANTOS PAR EL TIEMPO DE
CUARESMA
115. PERDÓN, SEÑOR, PERDÓN
Perdón, Señor, perdón.
Misericordia, mí Dios, por tu
bondad, por tu inmensa
compasión borra mi culpa.
Lava del todo mi delito y limpia
todo mi pecado.
Reconozco mi culpa, Señor,
tengo siempre presente mi
pecado.
Contra ti, contra ti sólo pequé,
cometí la maldad que Tú
aborreces.
Hazme oír el gozo y la alegría;
que se alegren los huesos
quebrantados.
Enseñaré a los malvados tus
caminos, volverán a Ti los
pecadores.
53
116. UNA MIRADA DE FE
Una mirada de Fe, una mirada
de Fe, es la que puede salvar al
pecador. (bis)
Y si tú miras a Cristo Jesús, Él te
perdonara, porque una mirada
de Fe, es la que puede salvar al
pecador.
Una mirada de Amor, una
mirada de Amor, es la que puede
salvar al pecador. (bis)
Y si tú miras a Cristo Jesús, Él te
perdonará, porque una mirada
de Amor, es la que puede salvar
al pecador.
Es la mirada de Dios, es la
mirada de Dios, es la que puede
salvar al pecador.
Es la mirada de Dios, es la
mirada de Dios, es la que puede
salvar al pecador.
Y si tú miras a Cristo Jesús, Él te
perdonara, porque una mirada
de Dios, es la que puede salvar al
pecador.
117. DAME TÚ PERDÓN
Ten piedad, Dios mío, dame tu
perdón; Soy un peregrino, soy
un pecador.
Vengo arrepentido; ¡Ten
piedad, Señor! ¡Vuelve a mí tus
ojos con amor!
A tus puertas llamo; sé que me
abrirás; con los pecadores
muestras tu bondad.
A salvarnos vienes; ¡Ten piedad,
Señor! ¡Vuelve a mí tus ojos con
amor!
Ten piedad…
118. PERDON DA TU SEÑOR
Persona a tu pueblo, Señor;
Perdona a tu Pueblo, Perdónale,
Señor.
No estés eternamente enojado,
no estés eternamente enojado,
perdónale, Señor.
Por tus profundas llagas crueles,
por tus salivas y por tus hieles,
perdónales, Señor.
Por las heridas de pies y manos,
por los azotes tan inhumanos,
perdónale, Señor.
54
Por los tres clavos que te
clavaron, y las espinas que te
punzaron, perdónale, Señor.
Por las tres horas de tu agonía,
en que por Madre diste a María,
perdónales, Señor.
Por la abertura de tu costado, no
estés eternamente enojado,
perdónales, Señor.
Por tu amor grande hacia los
hombres, y por tu Madre, el ser
que más quieres, perdónales,
Señor.
119. HIMNO A LA CRUZ
Ved la Cruz de salvación donde
Dios nos dio la vida; precio de la
Redención de la humanidad
caída.
Cruz de Cristo Vencedor; te
adoramos, ¡Sálvanos! (bis)
Ara donde se inmoló el Cordero
inmaculado.
Cristo, en ti, nos redimió de la
muerte y del pecado.
Árbol santo e inmortal, son tus
frutos redentores.
Gracia y luz, perdón y paz,
brindas a los pecadores.
Nave firme en el luchar con las
olas de la vida.
Faro en nuestro navegar a la
Patria Prometida.
Llave con que nos abrió, Cristo el
nuevo paraíso, cuya puerta Adán
cerró, cuando Dios probarle
quiso.
Santo emblema del amor, fiel
recuerdo del Amado.
Cruz que dice al pecador, la
malicia del pecado.
Santa Cruz de Redención, arco
iris de la Alianza.
Signo eterno del perdón, fuente
viva de esperanza.
120. PERDÓN, OH DIOS MÍO
Perdón Oh dios Mío
Perdón e indulgencia
Perdón y clemencia
Perdón y piedad.
Pequé ya mi alma, su culpa
confiesa,
mil veces me pesa de tanta
maldad.
55
Mil veces me pesa de haber
obstinado, tu pecho rasgado ¡Oh
Suma Bondad!
La gloria he perdido, merezco el
infierno: perdón Padre eterno,
Jesús perdonad.
Por mí en el calvario tu sangre
vertiste, y en cruz estuviste por
mí hasta expiar.
Y yo en recompensa pecado a
pecado, la copa he llenado de
iniquidad. Más ya arrepentido te
busco lloroso, Oh Padre amoroso
¡Oh Dios de Bondad!
Por mí, en el tormento tu sangre
vertiste y prenda me diste de
amor y humildad.
Hoy vengo contrito, oh Padre
amoroso, y pido lloroso que
tengas piedad.
Mi humilde plegaria, traspase las
nubes ardiente querubes mis
votos llevad.
Jesús en mi pecho, domine
imperioso, dominio dichoso, feliz
caridad.
Tu amor, Jesús, mío, será ya mi
anhelo, amantes del cielo, su
amor ensalzad.
Dios mío, consuma mi vida ese
fuego y admíteme luego, en la
eterna ciudad.
121. NUEVA CREACIÓN
Camina, pueblo de Dios,
camina, pueblo de Dios, nueva
ley, nueva alianza en la nueva
creación. Camina, pueblo de
Dios, camina, pueblo de Dios.
(bis)
Mira allá, en el Calvario, en la
roca hay una cruz, muerte que
engendra la vida, nuevos
hombres, nueva luz. Cristo nos
ha salvado con su muerte y
resurrección. Todas las cosas
renacen en la nueva creación.
Cristo toma en su cuerpo el
pecado, la esclavitud. Al
destruirlos nos trae una nueva
plenitud. Pone en paz a los
hombres, a las cosas y al
Creador. Todo renace a la vida
en la nueva creación.
Cielo y tierra se abrazan, nuestra
alma halla el perdón. Vuelven a
56
abrirse los cielos para el hombre
pecador. Israel peregrino, vive y
canta tu Redención. Hay nuevos
mundos abiertos en la nueva
creación.
122. ¡OH DULCE JESÚS MÍO!
Oh dulce Jesús Mío
perdón, perdón
perdóname Dios mío,
perdón, perdón
Olvida mi extravío, oh Dios de
amor; olvida ya mis
culpas, perdón, perdón
Ha tiempo que escuchaba tu
dulce voz, que tierno me
llamabas, oh buen pastor.
Mas yo insensato y necio, vil
pecador con bárbaro desprecio,
pague tu amor.
Contrito arrepentido, vengo
Señor, de haber, ingrato,
herido tu corazón.
Postrado ante tus plantas, con
gran dolor, de ver mis culpas
tantas llorando estoy.
Oh Padre bondadoso, Dios de mi
amor; ya no heriré, alevoso, tú
corazón.
123. ¡¡¡VICTORIA!!!
Victoria, tu reinaras, oh Cruz, tú
nos salvaras.
El Verbo en ti clavado, muriendo
nos rescató. De ti, madero santo,
nos viene la redención.
Extiende por el mundo, tu Reino
de salvación. ¡Oh cruz, fecunda
fuente, de vida y bendición!
Impere sobre el odio, tu Reino
de caridad. Alcancen las
naciones, el gozo de la unidad.
Aumenta en nuestras almas, tu
Reino de santidad. El río de la
gracia, apague la iniquidad.
La gloria por los siglos, a Cristo
libertador. Su cruz nos lleve al
cielo, la tierra de promisión.
124. VENID PECADORES
Venir, pecadores, venir con su
cruz, a adorar la sangre de mi
buen Jesús. (bis)
57
A los ocho días de su nacimiento,
derramó su sangre en su santo
templo. (bis)
Hincado en el huerto, haciendo
oración, sudó mucha sangre
nuestro buen Jesús. (bis)
Cuando los buscaron con mucho
contento, dejose hacer reo en el
prendimiento. (bis).
Mira penitente, como ha herido
su divino rostro, Judas atrevido.
(bis)
Fue al aposento lleno de
paciencia, judíos lo ataron con
mucha violencia. (bis)
Sintió gran dolor de aquellas
espinas, que le traspasaron sus
sienes divinas. (bis)
Camino al calvario, vacilante el
paso, derramando sangre lo
encontró su Madre. (bis)
Por calles amargas con Dimas y
Gestas, tres veces cayó con la
cruz a cuestas.
Adoro esa cruz, que lleva
cargando y también la sangre
que va derramando.
Adoro el ropaje con que va
vestido y también la sangre con
que va teñido.
Mira mí Jesús el dolor tan vivo,
de la Magdalena y San Juan tu
primo.
Su preciosa sangre, redimió mis
males y nos dio a beber su
preciosa sangre.
El Señor nos dice, muriendo en la
cruz, perdónense hermanos para
tener luz.
De la cruz nos viene fuerza para
amar a todos los hombres con
gran voluntad.
58
XV. CANTICOS PARA EL TIEMPO
DE PASCUA
125. CANTO DE SALVACIÓN
Hoy el Señor resucitó y de la
muerte nos salvó.
Alegría y paz, hermanos, que el
Señor resucitó.
Porque esperó Dios le libró y de
la muerte lo sacó.
Alegría y paz…
El pueblo en Él vida encontró, la
esclavitud ya terminó.
Alegría y paz…
La luz de Dios en Él brilló, la
nueva vida nos llevó.
Alegría y paz…
Todos alzad el rostro a Dios, que
de Él nos llega la salvación.
Alegría y paz…
Todos cantad: ¡aleluya!
Todos gritad: ¡aleluya!
126. EL SEÑOR RESUCITO
El Señor resucitó, aleluya, como
eterno vencedor, aleluya.
Al pecado y al dolor, aleluya y a
la muerte Él venció, aleluya.
A una gran resurrección, aleluya,
nos invita él Señor, aleluya.
Nueva vida, nuevo amor, aleluya,
que harán un mundo mejor,
aleluya.
127. ¡¡¡RESUCITO!!!
Resucitó, resucitó, resucitó,
aleluya, aleluya, aleluya,
resucitó.
La muerte, ¿dónde está la
muerte?, ¿dónde está mi
muerte?, ¿dónde está su
victoria?
ESTRIBILLO.
Gracias sean dadas al Padre, que
nos pasó a su Reino donde se
vive de amor.
Alegría, alegría hermanos, que si
hoy nos queremos es porque
resucitó.
59
Si con Él morimos, con Él
vivimos, con Él cantamos:
¡Aleluya!
128. CRISTO RESUCITÓ
Cristo resucitó, Cristo resucitó,
Cristo venció a la muerte.
Cristo resucitó, Cristo venció al
pecado. Cristo resucitó.
Mira el sepulcro vacío, la roca de
gloria estalló.
¡Qué absurdo pensar que entre
piedras se entierra la fuerza de
Dios!
Mira a los hombres corriendo,
soldados que el miedo asustó,
llorando sin fe las mujeres, a
veces sin fe lloro yo.
Tiene sentido mi vida, también
yo resucitaré.
Sin Pascua que es vida y
promesa sería mentira mi fe.
Toca y aprieta mi carne —dice a
Tomás que dudó—. Soy yo quien
murió por salvarte, tu amigo que
resucitó.
129. ALELUYA, EL SEÑOR
RESUCITO
Aleluya, aleluya (3)
El Señor resucitó
El Señor resucitó, cantemos con
alegría, demos gracias al Señor,
aleluya.
El Señor resucitó, ya la muerte
está vencida, Él nos dio la nueva
vida, aleluya.
Jesucristo nos salvó de todos
nuestros pecados, ya de libertad
gozamos, aleluya.
El Señor resucitó, la esperanza
nos anima, dando impulso a
nuestro amor, aleluya.
El Señor resucitó, tengan todos
valentía para cantar al Señor,
aleluya.
130. MARÍA, ALÉGRATE
Porque Cristo nuestro hermano,
ha resucitado:
María, alégrate. (bis)
Aleluya, aleluya, aleluya. (bis)
60
Porque Cristo nuestro hermano,
nos ha redimido…
Porque en Cristo nuestro
hermano, hemos renacido…
Porque en Cristo nuestro
hermano, todos somos hijos…
XVI. CANTICOS AL ESPIRITU
SANTO
131. ILUMÍNAME, SEÑOR CON
TU ESPIRITU
Ilumíname, Señor, con tu
Espíritu.
Transfórmame, Señor, con tu
Espíritu.
Ilumíname, Señor, con tu
Espíritu.
Ilumíname y transfórmame,
Señor.
Y déjame sentir el fuego de tu
amor,
aquí en mi corazón, Señor. (bis)
Resucítame, Señor, con tu
Espíritu, conviérteme, Señor, con
tu Espíritu, resucítame, Señor,
con tu Espíritu, resucítame y
conviérteme, Señor.
Fortaléceme, Señor, con tu
Espíritu, consuélame, Señor, con
tu Espíritu, fortaléceme, Señor,
con tu Espíritu, fortaléceme y
consuélame, Señor.
132. ESPIRITU SANTO, VEN
Espíritu Santo, ven, ven (3)
en el nombre del señor.
Santifícame y transfórmame, tu
cada día.
Santifícame y transfórmame
Espíritu Santo, ven, ven.
Acompáñame, ilumíname, toda
mi vida.
Acompáñame, ilumíname
Espíritu Santo, ven, ven.
61
133. EL ESPÍRITU DE DIOS
Ven, espíritu de dios, sobre mí,
me abro a tu
presencia, cambiarás mi
corazón. (2)
Toca mi debilidad, toma todo lo
que soy; pongo mi vida en tus
manos y mi fe.
Poco a poco llegarás a
inundarme de tu luz; Tú
cambiarás mi pasado. ¡Cantaré!
Quiero ser signo de paz, quiero
compartir mi ser. Yo necesito tu
fuerza, tu valor.
Quiero proclamarte a Ti, ser
testigo de tu amor. Entra y
transforma mi vida. ¡Ven a mí!
134. OH SEÑOR, ENVÍA TU
ESPÍRITU
Oh, Señor, envía Tu Espíritu,
que renueve la faz de la Tierra.
Oh, Señor, que mi alma te
bendiga, oh Dios, Tú eres
grande, vestido de esplendor y
belleza.
Sobre el agua construyes Tus
moradas, oh Dios, en las alturas,
y en alas del viento Tú caminas.
Asentaste la tierra firmemente,
oh Dios, y sus cimientos y en
medio de los valles se deslizan.
Con los frutos que vienen de la
tierra, oh Dios, nos alimentas, Tú
haces germinar el pan nuestro.
Para darnos el ritmo de los
tiempos, oh Dios, nació la luna y
el sol, que cada día nos ilumina.
Gloria a Dios que creó estas
maravillas, gloria al Señor
cantemos todos, al Padre, al Hijo
y al Espíritu Santo.
62
135. ENVÍA SEÑOR, TÚ ESPIRITU
Envía, Señor, tú Espíritu, que
renueve la faz de la tierra. (bis)
Un Espíritu, fuente de vida.
Un Espíritu, fuego de amor, que
renueva la faz de la tierra y
renazca una vida mejor.
Que los hombres que cruzan el
mundo, como ovejas que van sin
pastor, los reúna en un solo
cuerpo: Cuerpo vivo de Cristo, El
Señor.
Que su luz resplandezca en
nosotros, fuerza viva de Dios
creador, y ante el peso de
nuestra flaqueza, nos mantenga
su eterno vigor.
XVII. CANTOS A LA SANTÍSIMA
VIRGEN
136. MÍ ALMA ALABA AL SEÑOR
Mi alma alaba al Señor y mi
espíritu se alegra en su
presencia, porque Él que es
grande, maravillas ha hecho en
mí.
Es santo su Nombre
Mi alma alaba al Señor (2)
Y mi espíritu se alegra en su
presencia, porque el que es
grande maravillas ha hecho en
mí.
Es Santo su nombre (2)
137. ¡OH MARÍA AUXILIADORA!
Oh María Auxiliadora, Virgen
Santa Inmaculada, soy tu hijo
Madre amada, soy el hijo de tu
amor.
¡Oh María Auxiliadora, yo te
ofrezco el corazón! (bis)
63
Quiero Virgen venerarte, quiero
Madre ensalzarte, con mis labios
alabarte y amarte con ardor.
Del mal guarda al inocente, que
te ofrece bellas flores, a los
pobres pecadores, muestra, oh
Madre tu piedad.
En la tierra y en el cielo, quiero
amarte, oh Madre y servir con
alegría a la Madre de bondad.
138. ¡¡¡SALVE MADRE!!!
¡Salve, Madre! en la tierra de
mis amores, te saludan los
cantos que alza el amor.
Reina de nuestras almas, flor de
las flores, muestra aquí, de tú
gloria los resplandores, que en
el cielo tan sólo te aman mejor.
Virgen Santa, Virgen pura, vida,
esperanza y dulzura del alma
que en ti confía, Madre de Dios,
Madre mía.
Mientras mi vida alentare todo
mi amor para ti, más si mi amor
te olvidare,
¡Madre mía! ¡Madre mía! Más si
mi amor te olvidare, Tú no te
olvides de mí.
¡Salve, Madre!
139. AVE DE FATIMA
El trece de Mayo la Virgen María,
bajo de los cielos a Cova de Iría.
A tres pastorcitos la Madre de
Dios, descubre el misterio de su
corazón.
Ave, Ave, Ave María
Ave, Ave, Ave María
Muchos se condenan, les dice
llorando, rezad, hijos míos, rezad
el Rosario.
Rezad por el Papa, Rezad por la
iglesia, por los pecadores haced
penitencia.
El Santo Rosario, es fuente
fecunda que a los que lo rezan
de bienes inunda.
Como dulce prenda de tu casto
amor, llevo tu medalla sobre el
corazón.
La vida en el mundo es dura
batalla y es como un escudo la
Santa Medalla.
64
Oh Virgen María, en la tentación,
tu Santa Medalla es mi
protección.
Cantad a porfía, cantad con
fervor, cantad a María la Madre
de Dios.
Toda la esperanza la he puesto
yo en Ti, oh Virgen María, aboga
por mí.
Nunca me abandones, oh Madre
de Amor, el día que muera
llévame con Dios.
Saluda a María el ángel de Dios,
y anuncia el misterio de la
encarnación.
Soy dice María la esclava de
Dios, en mí, tu palabra hoy
cumple el Señor.
El Verbo divino humilde encarnó,
por bien de los hombres la tierra
habitó.
Del cielo ha bajado la Madre de
Dios y su escapulario en prendas
nos dio.
El escapulario es prenda de
amor, que trajo del cielo la
Madre de Dios.
Te llamas cristiano y a Misa no
vas, nunca te confiesas ni sabes
rezar.
140. SANTA MARÍA DEL AMEN
Madre de todos los hombres,
enséñanos a decir amén.
Cuando la noche se acerca y se
oscurece la fe.
Madre…
Cuando el dolor nos oprime y la
ilusión ya no brilla.
Madre…
Cuando aparece la luz y nos
sentimos felices.
Madre…
Cuando nos llegue la muerte y
Tú nos lleves al cielo.
Madre…
65
141. YO TE SALUDO
Yo te saludo reina del cielo,
dulce consuelo del pecador.
(bis)
Eres clemente, eres piadosa, y es
poderosa tu protección. (bis)
No puede el labio sin dulce
encanto tu nombre santo
articular. (bis)
Si en sus pesares te invoca el
alma su antigua calma torna a
cobrar. (bis)
El que sus culpas llora y expía
por ti, María logra el perdón.
(bis)
Aquí nos tienes puestos de
hinojos tus dulces ojos vuelve
hacia nos. (bis)
Haz que podamos ¡oh, qué
consuelo! Siempre en el cielo
gozar de Dios. (bis)
142. PUES CONCEBIDA
Pues concebida, fuiste sin
mancha, Ave María llena de
gracia.
Oh, Virgen Madre, nuestra
abogada refugio dulce, firme
esperanza.
A ti suspiran, todas las almas
arrepentidas, oye sus ansias.
Sois nube hermosa llena y
cargada de aguas, que salen del
mar de gracias.
Aurora hermosa, luna sin
mancha, sol refulgente, estrella
magna.
Cedro exaltado fecunda palma
con cuyo fruto, sanas las almas.
En todo tiempo, Tú nos ampares,
más en la muerte, con más
constancia.
Lucero hermoso, cuando me
aparte de este mundo, Tú me
acompañes.
66
Haz que rinda, quede postrada la
culpa y siempre triunfe Tú gracia.
Para alabarte siempre en la
gloria, donde esperaos cantar la
victoria.
Pues fuente hermosa, sois de
aguas santas, Ave María llena de
gracia
Olivo verde, paloma blanca, iris
que anuncia paz en las almas.
143. AVE DE LOURDES
Cantad a María, cantad en su
honor, tejedle guirnaldas,
guirnaldas de amor.
Ave, Ave, Ave, María
Ave, Ave, Ave, María
La Virgen María, sonríe de amor,
cuando oye a sus hijos tan grata
canción.
De nuevo nos tienes al pie del
altar, que dulce es, ¡Oh Madre!
Venirte a cantar.
Cantad a María, cantad en su
honor, que trajo a os hombres el
más bello amor.
144. ARCILLA ENTRE SUS
MANOS
Eres madre muy sencilla, criatura
del señor.
Virgen pobre madre mía, llena
de gracia y de amor.
Fuiste arcilla entre sus manos y
el Señor te modeló.
Aceptantes ser su esclava
siempre dócil a su voz.
Yo quiero ser arcilla entre sus
manos.
Yo quiero ser vasija de su amor.
(bis)
Quiero dejar lo mío para Él, para
Él.
Yo quiero ser arcilla entre sus
manos, yo quiero ser vasija de
su amor.
No entendía sus palabras pero
respondes con fe; dejas que su
amor te guíe confiando siempre
en Él.
67
Por su espíritu de vida te dejaste
transformar, te abandonas en
sus manos para hacer su
voluntad.
145. VENID Y VAMOS TODOS
Venid y vamos todos, con flores
a porfía, con flores a María que
madre nuestra es.
De nuevo aquí nos tienes,
purísima Doncella, más que la
luna bella, postrados a tus pies.
Venimos a ofrecerte las flores de
este suelo, con cuánto amor y
anhelo, Señora, Tú lo ves.
Por ellas te pedimos, si no lo
desmerecen, las que en la gloria
crecen, en cambio Tú nos des.
También te presentamos, cuál
más sinceros dones, rendidos
corazones; pues ti ya lo posees.
Y todos te pedimos. Oh Madre
cariñosa, en la mansión gloriosa,
nos des tu parabién.
También te suplicamos, que seas
nuestro amparo y nuestro
excelso faro, que siempre luz nos
dé.
Tu poderosa mano, defiéndanos,
Señora y siempre desde ahora a
nuestro lado estés.
146. MARÍA MÚSICA DE DIOS
Me quede sin voz, con que
cantar y mi alma vacía dormida
se quedaba, y pensé para mí, me
pondré en sus manos, manos de
madre, me dejaré en su amor.
Y tu María hazme música de
Dios
Y tu María anima tú las cuerdas
de mi alma
Aleluya… amen… (Bis)
María acompaña tu mi caminar
yo solo no puedo ayúdame
andar, y pensé para mí, me
pondré en sus manos, manos de
Madre me dejaré en su amor.
68
147. ES MARÍA LA BLANCA
PALOMA
Es María la blanca paloma que
ha venido a América a traer la
paz.
En el centro de una blanca nube
se vino volando desde Portugal.
Llena eres de gracia oh María,
virgencita blanca Reina celestial.
Y por eso los guatemaltecos, te
llamamos Madre, Madre de
bondad.
Pastorcitos humildes de Fátima
la vieron llorando por nuestra
maldad.
Les mandaste rezar el Rosario,
por los pecadores, para que haya
paz.
Querubines rodean tu trono,
palomitas blancas de tu palomar.
Un Rosario nos trae en su mano
para defendernos contra
Satanás.
Doce estrellas coronan su frente,
símbolo de gloria y de majestad.
Te queremos oh Virgen de
Fátima, porque Tú eres madre,
madre celestial.
Tuyos son todos nuestros
amores, te los consagramos a tu
corazón.
148. MARÍA ES ESA MUJER
¿Quién será la mujer que a
tantos inspiró poemas bellos de
amor?
Le rinden honor la música y la
luz, el mármol, la palabra y el
color.
¿Quién será la mujer que el rey y
el labrador invocan en su dolor?
El sabio, el ignorante, el pobre y
el señor, el santo al igual que el
pecador.
María es esa mujer que desde
siempre el Señor se preparó,
para nacer como una flor en el
jardín que a Dios enamoró. (bis)
¿Quién será la mujer radiante
como el Sol, vestida de
resplandor?
69
La luna a sus pies, el cielo en
derredor, y ángeles cantándole
su amor…
¿Quién será la mujer humilde
que vivió en un pequeño taller?
Amando sin milagros, viviendo
de su fe, la esposa siempre
alegre de José.
149. ¡VIVA MARÍA!
¡Viva María, viva el Rosario, viva
Santo Domingo, que lo ha
fundado!
El demonio a la oreja te está
diciendo: – “Deja misa y Rosario,
sigue durmiendo”.
Quien quiera bendiciones, paz y
alegría, rezar el Rosario todos los
días.
Devoto de María, si gracias
quieres, -rezarás el Rosario y
nunca peques.
Los dieces del Rosario son
escaleras, para subir al cielo las
almas buenas.
El Rosario a María todos
debemos rezarlo cada día para ir
al cielo.
Pecador, no te acuestes nunca
en pecado, no sea que
despiertes ya condenado.
Si el negro pecado quieres
limpiarte, no tienes más remedio
que confesarte.
Te salvaras si guardas los
mandamientos y a su tiempo
recibes los sacramentos.
Trabajar en las fiestas y perder
Misa, es marchar al infierno más
que de prisa.
Pecador, si perdonas a tu
enemigo, al mismo Dios obligas a
ser tu amigo.
El que roba o destruye la
hacienda ajena, si no la
restituye, su alma condena.
Dios ama al hombre justo y al
limosnero, y aborreció al avaro y
al usurero.
70
El que miente y murmura y
siembra cizaña y a su prójimo
injuria, a sí se deña.
Si deseas salvarte vive de suerte,
que en gracia puede hallarte
siempre la muerte.
Venid fieles cristianos, a los
sermones, donde Cristo
convierte los corazones.
Guarda la ley divina con todo
esmero, que el amor sin las
obras no es verdadero.
150. SANTA MARÍA DEL
CAMINO
Mientras recorres la vida tú
nunca solo estás, contigo por el
camino, Santa María va.
Ven con nosotros al caminar,
Santa María, ven. (bis)
Aunque te digan algunos que
nada puede cambiar, lucha por
un mundo nuevo, lucha por la
verdad.
Si por el mundo los hombres sin
conocerse van, no niegues nunca
tu mano al que contigo está.
Aunque parezcan tus pasos
inútil caminar, tú vas haciendo
caminos, otros los seguirán.
151. ADIÓS A MARÍA
Adiós excelsa reina, delicia del
Señor.
Adiós, Madre amorosa, adiós,
adiós, adiós.
De tu divino rostro me alejo con
pesar; permíteme que vuela tus
plantas a besar.
Dejarte Madre pura, no acierta
el corazón, tu nombre por
doquiera, consuela mi aflicción.
Adiós, oh Virgen Madre, más
bella que la luz, jamás, jamás,
me olvides, delante de Jesús.
Oh Reina de los cielos, oh Madre
de bondad, me aparto de tu
rostro, más siempre te he de
amar.
En este mar de llanto, ampara
por piedad, las almas que
perecen, que gimen de pesar.
71
Me ofrezco a Ti, María, tu amor
será mi amor, y al fenecer mi
vida, condúceme al Señor.
Adiós, del cielo encanto, del orbe
entero honor.
Adiós, oh Madre mía, adiós,
adiós, adiós.
152. GRACIAS MADRE
Gracias madre por tu presencia
tú nos llevas a Jesús.
Gracias madre por tu silencio tu
estimulas nuestra fe.
Gracias porque eres muy
sencilla, Gracias porque eres
llena de gracia, Gracias madre
gracias.
Gracias por tu vida tan callada,
Gracias porque vives la palabra,
Gracias madre gracia.
Gracias por tu corazón abierto,
Gracias por vivir un si constante,
Gracias madre, gracias
Gracias madre por tu presencia
tú nos llevas a Jesús
Gracias madre por tu silencio tu
estimulas nuestra fe
Porque te abandonas en sus
manos, Porque siempre vives la
esperanza, Gracias madre,
gracias.
Gracias porque tú sigues
amando, Gracias porque tú vas
actuando, Gracias madre,
gracia.
Porque lo haces todo entre
nosotros, Porque tú nos quieres
como a hijos, Gracias madre,
gracias.
153. MADRE DE LOS JOVENES
Madre, óyeme: mi plegaria es un
grito en la noche.
Madre, mírame en la noche de
mi juventud.
Madre, sálvame, mil peligros
acechan mi vida.
Madre, lléname de esperanza,
de amor y de fe.
Madre, guíame en las sombras
no encuentro el camino.
Madre, llévame, que a tu lado
feliz cantaré.
Madre, una flor, una flor con
72
espinas es bella.
Madre, un amor, un amor que
ha empezado a nacer.
Madre, sonreír, sonreír aunque
llore en el alma.
Madre, construir, caminar
aunque vuelva a caer.
Madre, sólo soy el anhelo y la
carne que luchan.
Madre, tuyo soy, y en tus manos
me vengo a poner.
La, la, la, la, la, la, la, la,
la, la, la, la, la, la, la. (2)
154. MADRE DE NUESTRA
ALEGRÍA
María, tú, que velas junto a mí y
ves el fuego de mi inquietud.
María, madre, enséñame a vivir,
con ritmo alegre de juventud.
Ven, Señora, a nuestra soledad,
ven a nuestro corazón; a tantas
esperanzas que se han muerto,
a nuestro caminar sin ilusión.
Ven y danos la alegría, que nace
de la fe y el amor, el gozo de las
almas que confían en medio del
esfuerzo y el dolor.
Ven y danos tu esperanza para
sonreír en la aflicción. La mano
que del suelo nos levanta, la
gracia de la paz en el perdón.
Ven y danos confianza, sonrisa
que en tu pena floreció;
sabiendo que en la duda y las
tormentas,
jamás nos abandona nuestro
Dios.
155. MADRE DEL CIELO
MORENA
Madre del cielo morena, Señora
de América Latina, ternura en tu
mirar tienes divina, tienes color
igual a tantas razas.
Virgen tan serena, Señora de
estos pueblos tan sufridos,
patrona de pequeños y
oprimidos, sobre nosotros tu
favor derrama.
Enciende en nuestros jóvenes tu
luz y muestra a nuestros pobres
a Jesús.
Que el mundo entero, Madre,
sienta al fin tu amor.
73
Enseña al que pan tiene a
compartir y ayuda a los sin pan a
no morir.
Concede a nuestros pueblos
caminar en paz.
Alienta la esperanza que nació,
enseña al pueblo a no callar su
voz.
Despierta al insensible, dale
corazón; dile que la justicia es
condición de un mundo más
humano que el de hoy, y a este
nuestro pueblo guíalo a Jesús.
156. MADRE
Junto a ti María, como un niño
quiero estar, tómame en tus
brazos, guíame en mi caminar.
Quiero que me eduques, que me
enseñes a rezar, hazme
transparente, lléname de paz.
Madre, Madre, Madre, Madre.
(bis)
Gracias Madre mía por llevarnos
a Jesús, haznos más
humildes tan sencillos como Tú.
Gracias Madre mía por abrir tu
corazón, porque nos congregas y
nos das tu amor.
XVIII. CANTICOS A SAN JUAN
BOSCO
157. SU CONCIERTO
Su concierto ha entonado, las
campanas clamorosas al que
pasa coronado de laureles y de
rosas.
Un vibrar de corazones de
sonrisas y cantares, te acompaña
entre oraciones al que brilla en
los altares.
Don Bosco te aclaman
cual padre y pastor
legiones inmensas
con himnos de amor.
Don Bosco te aclaman
cual padre y pastor
legiones inmensas
con himnos de amor.
Si triunfas cariñoso, ya tus
sueños terminaron, ya es un
hecho, esplendoroso, para el
mundo se tocaron.
Mira en torno, cuantos miles de
tus hijos te aclaman, cuantos
74
pechos juveniles como padre te
reclaman.
Mira luego, a tus obreros, como
siembran animosos, como
alternan, placenteros, los
trabajos y alborozos.
Tras los mares, tras los montes,
tu figura se agiganta, y en los
densos horizontes, como un faro
se levanta.
159. SALVE, DON BOSCO SANTO
Salve, Don Bosco santo, joven
de corazón, mira todo el
quebranto de un mundo sin
amor.
Juventudes que caminan sin
saber adónde van, juventudes
tan heridas: sin fe, sin luz, sin
paz, ni amor.
Juan Bosco, oye nuestra voz.
Ven a ver cómo luchamos con
esfuerzo y decisión, ven a ver
cómo tratamos de hacer cambiar
el mundo de hoy.
Juan Bosco, ven y ayúdanos.
Si supieras cuántas veces nos
trataron de vencer, si supieras
cómo duele el ver crueldad,
rencor, pasión.
Juan Bosco, ven y ayúdanos.
XIX. CANTICOS PARA
DIFERENTES ACTIVIDADES
160. LA DECISIÓN ES TUYA
La decisión es tuya. (bis)
Son muchos los invitados. (bis)
Pocos los decididos. (bis)
Si escuchas la voz del viento
llamando sin cesar, si escuchas la
voz del tiempo, mandándote
esperar.
Si escuchas la voz de Dios
llamando sin cesar, si escuchas la
voz del mundo queriéndote
engañar.
El trigo ya se perdió, creció de
nada sirvió, y el mundo pasando
hambre, pasando hambre de
Dios.
75
161. LA MUERTE NO ES EL
FINAL
Tú nos dijiste que la muerte no
es el final del camino, que
aunque morimos no somos
carne de un ciego destino.
Tú nos hiciste, tuyos somos,
nuestro destino es vivir, siendo
felices contigo, sin padecer ni
morir.
Cuando la pena nos alcanza por
un hermano perdido, cuando el
adiós dolorido busca en la Fe su
esperanza.
En Tu palabra confiamos con la
certeza que Tú ya le has
devuelto a la vida, ya le has
llevado a la luz.
Cuando, Señor, resucitaste,
todos vencimos contigo, nos
regalaste la vida como en
Betania al amigo.
Si caminamos a tu lado no va a
faltarnos tu amor, porque
muriendo vivimos, vida más
clara y mejor.
162. AMAR ES ENTREGARSE
Amar es entregarse,
olvidándose de sí,
buscando lo que al otro,
puede hacer feliz.
¡Qué lindo es vivir para amar!
¡Qué grande es tener para dar!
Dar alegría, felicidad,
Darse uno mismo, eso es amar.
Si amas como a ti mismo
y te entregas a los demás
verás que no hay egoísmo
que no puedas superar. (bis)
163. TENGO EL ESPÍRITU
Tengo el Espíritu de Cristo
dentro de mí, dentro de mí,
dentro de mí.
Tengo el Espíritu de Cristo
dentro de mí, dentro de mí.
Tengo el amor de Cristo en mi
corazón…
Tengo al espíritu alegre para
llevar… a los demás
Tengo el Espíritu de Cristo todo
en mi…
76
Por el bautismo soy cristiano y
soy feliz, y soy feliz y soy feliz…
En Guatemala se ama a Cristo,
¡Que felicidad!
164. CRISTO TE NECESITA
Cristo te necesita para amar,
para amar
Cristo te necesita para amar.
No te importen las razas ni el
color de la piel, ama a todos
como hermanos y haz el bien.
Al que sufre y al triste dale amor,
dale amor, (bis)
Al humilde y al pobre dale amor.
Al que vive a tu lado dale amor,
dale amor. (bis)
al que viene de lejos dale amor.
Al que habla otra lengua dale
amor, dale amor. (bis)
Al que piensa distinto dale amor.
Al amigo de siempre dale amor.
(bis)
Y al que no te saluda, dale amor.
165. HIMNO DE BATALLA
Cuando sientas que tu hermano
necesita de tu amor, no le
cierres las entrañas, ni el calor
del corazón.
Busca pronto en tu recuerdo la
palabra del Señor: Mi ley es el
Amor.
Gloria, gloria, aleluya (3)
mi ley es el amor.
Cristo dijo que quien llora su
consuelo encontrará; quien es
pobre, quien es limpio será libre
y tendrá paz.
Rompe pronto tus cadenas, eres
libre de verdad: empieza a
caminar.
Si el camino se hace largo, si te
cansas bajo el sol, si en tu campo
no ha nacido ni la más pequeña
flor, toma mi mano y
cantemos unidos por el amor, en
nombre del Señor.
166. CADA MAÑANA
Una mañana el sembrador
salió a los campos para sembrar.
Una mañana el sembrador,
sembró en mi vida su bondad.
77
Cada mañana el sembrador,
sembrando está en mi corazón,
cada mañana el sembrador,
espera el trigo de mi amor.
Una mañana el sembrador
sembró el camino y el pedregal.
Una mañana el sembrador
no pudo entrar en mi heredad.
Una mañana el sembrador
en tierra buena quiso sembrar.
Una mañana el sembrador
tan sólo espinas pudo hallar.
Una mañana el sembrador
en cada grano cien quiere hallar.
Una mañana el sembrador
sembró en mi vida con afán.
167. EL VIÑADOR
Por los caminos sedientos de luz,
levantándose antes que el sol,
hacia los campos que lejos están,
muy temprano se va el viñador.
No se detiene en su caminar, no
le asusta la sed ni el calor, hay
una viña que quiere cuidar, una
viña que es todo su amor.
Dios es tu amigo, el viñador, el
que te cuida de sol a sol. Dios es
tu amigo, el viñador, el que te
pide frutos de amor.
Él te protege con un valladar,
levantado en tu derredor, quita
del alma las piedras del mal y ha
elegido la cepa mejor.
Limpia los surcos con todo su
afán y los riega con sangre y
sudor, dime si puede hacer algo
más por su viña el viñador.
Por los caminos sedientos de luz
levantándose antes que el sol,
hacia los campos que lejos están,
muy temprano se va el viñador.
Sólo racimos de amargo sabor ha
encontrado en tu corazón, dime
si puede esperar algo más de su
viña el viñador.
168. JUNTOS
Juntos para soñar nuevas
inmensidades, Juntos para
marcar ritmos de nuevo amor.
Juntos miramos la vida, juntos al
amanecer, juntos formamos la
espiga del día nuevo que va a
nacer.