El documento define el turismo rural como cualquier actividad turística que se desarrolla en zonas rurales y naturales de forma sostenible y que integra a la población local y preserva el entorno. Este tipo de turismo suele realizarse en pequeñas localidades de menos de 2,000 habitantes y ofrece alojamiento en antiguas masías y caseríos reformados que cuentan con restaurante y servicio de limpieza.