2. Los niños o escolares aprenden los hábitos alimentarios familiares, es
decir, si los adultos no comen verdura, evidentemente los niños tampoco
la tomarán.
Por ello, enseñar a los niños o escolares a tener buenos
hábitos desde edades tempranas promueve que se
mantengan esos hábitos en la edad adulta, y por tanto se
trata de reducir los riesgos que provocan unos malos hábitos
en la salud, tanto de los niños como de los adultos.
3. Necesidades nutricionales del niño sano
Los patrones de alimentación y las necesidades de nutrientes durante la niñez van a estar
condicionados por las necesidades metabólicas, así como por el ritmo de crecimiento y el
grado de actividad física, junto al desarrollo psicológico. El desequilibrio entre consumo de
nutrientes y gasto es la causa de la aparición de exceso de peso.
Energía
•Existe gran variabilidad de las necesidades energéticas en cada niño,
dependiendo fundamentalmente de su tamaño, su masa muscular y de la
actividad física que realice.
•Un niño preescolar requiere, en términos relativos, casi el doble de energía
que un adulto, es decir unas 80-100kcal/kg/día frente a 30-40kcal/kg/día.
•La energía que necesita la obtiene de: carbohidratos, grasas y proteínas.
•Las vitaminas y los minerales carecen de aporte calórico y su presencia en
cantidades suficientes se garantiza con una dieta variada. Destacan, el
calcio por su importancia en la formación del esqueleto y que está
contenido en los lácteos y pescados, y también el hierro, con necesidades
aumentadas en los periodos de crecimiento rápido, así como el yodo.
4. La mayoría de los niños
deberían comer entre 4 y 6
veces al día. El desayuno es
una de las comidas más
importantes del día; un
desayuno inadecuado o
inexistente se asocia a una
diminución de la atención y a
un peor rendimiento escolar.
También, se asocia a un
riesgo aumentado de
sobrepeso en edades
posteriores. Se debe recordar
que de preferencia debemos
incluir en cada una de las
comidas principales del día
(desayuno, comida, cena),
alimentos de los diferentes
grupos.
5. Las comidas en familia
proveen una oportunidad
para que los niños aprendan
hábitos saludables de
alimentación y empiecen a
apreciar los aspectos sociales
de la comida.
La estructura y la rutina de todas
las ocasiones de comida son
particularmente importantes para
la formación de hábitos
saludables
6. Hábitos alimentarios de los adolescentes
La adolescencia se asocia con multitud de cambios en el estilo de vida personal
y es de esperar que haya variaciones en la preferencia de alimentos y en los
hábitos alimentarios.
Los jóvenes pasan una gran parte del tiempo
fuera de casa y consumen comida preparada,
por lo general, rica en calorías y grasa.
La adolescencia es la etapa previa a la
edad adulta. En ocasiones, será la última
oportunidad para aplicar normas
dietéticas y consejos de promoción de la
salud, en especial, en relación con la
actividad física.
7. Aunque los conocimientos son importantes, no son suficientes para cambiar
conductas alimentarias. Cuando se dé información ha de ser interactiva; huir
de las conferencias o charlas o de la lectura de un folleto o un tríptico.
Las actividades deben ser breves y divertidas y deben demostrar que la
comida saludable es posible, fácil de preparar y puede ser apetecible.
Por ejemplo, actividades del tipo
talleres de cocina sencillos, planear
con ellos las comidas de la familia o
hacer la compra, consejos sobre
cómo elegir un restaurante para
comer, etc., son ejemplos de
acciones bien aceptadas.
9. Consideraciones nutricionales en las diferentes etapas de la vida adulta:
De 18 a 40:
El objetivo nutricional es el adecuado mantenimiento de la composición
corporal, el buen funcionamiento del cuerpo y la conservación de un
completo estado de bienestar.
Una alimentación saludable también favorece la productividad en el
trabajo y retarda el deterioro físico, funcional y mental.
El cuidado de una dieta balanceada es fundamental para mantener un
peso saludable
Se debe evitar la acumulación de grasa en el cuerpo, especialmente al
nivel del abdomen pues se aumenta el riesgo de padecer enfermedades
crónicas como las arriba mencionadas.
Se debe evitar la pérdida de masa muscular
y ósea, propias de la edad, a través del
ejercicio físico regular.
10. De 40-65:
Tanto en hombres como en mujeres hay aumento de la masa
grasa y disminución de la masa muscular, principalmente debido
a la disminución de la actividad física.
En las mujeres, los cambios hormonales relacionados a la
menopausia favorece el aumento de grasa, la elevación de
colesterol y disminución de masa muscular.
11. Para clasificar el estado nutricional en hombres y mujeres adultos, se utiliza el
Índice de Masa Corporal (IMC).
Para determinar el IMC se requiere una báscula, una cinta métrica o tallímetro
y una calculadora.
El cuidado del peso.
Para obtener este índice se debe:
a) Pesarse, para determinar el peso en
Kilogramos.
b) Medir la estatura, y determinarla en
metros.
c) Multiplicar la talla en metros dos
veces.
d) Dividir el peso en kilogramos entre la
talla multiplicada dos veces.