1. El GATO TOTO Y LA GATA TITI
Érase una vez una niña pequeña, que se llamaba Morín.
Tenía dos hermosos gatos, con los que jugaba todo el día.
Toto que era el gato mayor, le gustaba correr detrás de todo lo que se movía, como
pelusas, pedazos de papeles, hasta el viento le hacía cosquillas y lo trataba de alcanzar.
Sin embargo, Titi era una gatita más bien remolona que siempre se acostaba en el sillón
que estaba debajo de una ventaja, para que le llegara el sol.
2. Un sábado por la noche Morín fue a visitar a su abuelita, entonces sus gatos
aprovecharon que la casa estaba sola para hacer muchas travesuras.
¡Uf! Toto comenzó a correr por toda, pero toda la casa sin parar, mientras que Titi lo
observaba como corría y trepaba por los muebles y sillones de la casa, siempre muy
feliz.
Al percatarse que Titi no se movía, Toto ideó un plan para que su amiga jugara con él.
No encontró nada más interesante que bailar y bailar para incentivar a Titi y que
imitara sus pasos.
Pero, a pesar de todos los intentos su plan no daba resultado.
Luego, Toto comenzó a dar vueltas detrás de una lana y comenzó a gritar:¡VAMOS
TITI VEN A JUGAR CONMIGO, YA VERÁS QUE ES MUUUY ENTRETENIDO!.
Pero Titi no quería dejar de tomar el sol y relajarse en su sillón regalón. Y fue así como
comenzaron a hablar.
Toto: ¿Por qué, nunca juegas Titi, acaso no te agrado?
Titi: no digas locuras, simplemente me divierto mirando a los niños jugando y riéndose
desde mi ventana.
Toto: Pero eso no es muy entretenido, y no aprenderás nunca a trepar y los gatos
necesitamos ser muy hábiles.
Titi: si yo práctico mis caídas desde una silla.
Toto:¡Ah eso no es cierto, nunca te he visto jugar en la silla!
Titi al verme bailar tan bien, querrá
venir a disfrutar de inmediato:
Un, dos, tres, cadera,,,otra vez un,
dos, tres, cadera….
3. En ese momento, Titi con cara de pena le dijo:”lo que pasa es tu no me has visto, pero
siempre que estoy sola practico y practico para ser cada día mejor”.
Toto: Pero Titi si quieres yo te puedo enseñar, ya me has visto y soy muy rápido y veloz
en trepar y caer. Además, así nos divertiremos juntos. Así que VEN, VEN.
Pero, Titi seguía indecisa y nuevamente no quiso ir.
Hasta que Toto le preguntó: dime Titi ¿Por qué no juegas conmigo?
Y con ojos tristes, Titi le cuenta la verdad:
Entonces, Toto se dio cuenta de lo que le pasaba a su amiga. Y pensó: ¿cómo podría
ayudar a Titi para que adquiera más seguridad en sí misma y se de cuenta que todos nos
podemos equivocar?
Después de un largo rato pensando y pensando dijo:
¡Eso es, ya tengo la solución!
Comenzó a juntar pequeños cojines que estaban en la pieza de Morín y llamó a Titi muy
entusiasmado
¡Titi, Titi ven tengo una sorpresa!
Titi, salió de su sillón regalón y fue al llamado de su amigo. Cuando entró a la pieza de
Morín y vio una piscina de cojines, como se lo imaginó ella, se sintió muy ansiosa por
saber qué era lo que tramaba Toto.
Toto su gran amigo la mira a los ojos y le dice:
Lo que pasa es que me da
vergüenza equivocarme y que
los demás se rían de mí, además
me da miedo pegarme en una
patita y no poder hacer lo que
yo quiera.
“Titi, nunca te dejaré sola solo dame tu patita y saltaremos de la cama los dos juntos,
y verás que más allá de caernos no pasará nada”
4. Titi lo miró con dulzura y sin palabras le dio su patita y ambos amigos subieron a la
cama de un brinco y luego saltaron a la piscina de cojines.
¡Uy! Pero qué sorpresa, Titi abrió sus ojos y vio que fue capaz de lanzarse a los cojines
tomada de la patita de su amigo.
Desde ese día Toto y Titi trepan y juegan por todos lados, y cada día Titi se atreve a
subir a lugares más altos y lanzarse sin miedo, porque sabe que abajo estará su amigo
fiel Toto que nunca se reirá de ella y la ayudará a pararse si cae, ya que Titi aprendió a
confiar en ella misma y en su gran amigo Toto.
FIN