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ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
INDICE
ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS 2
BREVE HISTORIA DE LAS DROGAS 3
CULTIVO EXTENSIÓN DE LOS CULTIVOS
DE COCA 9
Alcohol 17
ALGUNOS COMENTARIOS SOBRE EL
CONSUMO DE ALCOHOL Y MARIHUANA
EN POBLACIÓN ESCOLAR Y
UNIVERSITARIA 18
¿Qué motiva a los jóvenes a iniciarse en
las drogas? 25
discusión 35
INTRODUCCIÓN
iversos estudios
epidemiológicos,
reportes
estadísticos e informes
nacionales sobre el consumo de
drogas en población joven del
Perú coinciden en que las
sustancias capaces de generar
dependencia más consumidas
por este sector, y las que
originan la mayor cantidad de
problemas de salud pública, son
el alcohol, por el lado de las
drogas socialmente aceptadas,
y la marihuana, en el rubro de
las drogas ilegales. Sin
embargo, en nuestro medio el
campo de la investigación en
adolescentes y jóvenes
involucrados en el abuso y
dependencia a sustancias ha
tenido escaso desarrollo, aun
habiéndose confirmado la
precocidad del inicio en el
consumo del alcohol y de la
marihuana y la notoria
incorporación de las mujeres
adolescentes y jóvenes en el
consumo. También es
importante decir que si bien las
D
3. pág. 2
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
dos sustancias mencionadas
llegan a tener los indicadores
más altos de consumo, el
fenómeno del policonsumo de
drogas, o consumo simultáneo o
secuencial de una o más drogas,
está llegando a tener notable
presencia. Este fenómeno se
observa con más nitidez en el
consumo de marihuana,
alertándose que actualmente
existe un proceso de extinción
de los consumidores “puros” o
“exclusivos” del cannabis.
También es visible en el medio
el reducido campo alcanzado
por la investigación en la
familia del joven implicado en
el abuso de alcohol y otras
drogas, aun habiéndose
establecido que la familia juega
un rol en la etiología y
prolongación del consumo de
drogas.
ASPECTOS
EPIDEMIOLÓGICOS
BREVE HISTORIA DE LAS
DROGAS
CULTIVO EXTENSIÓN DE
LOS CULTIVOS DE COCA
ALCOHOL
ALGUNOS COMENTARIOS
SOBRE EL CONSUMO DE
ALCOHOL Y MARIHUANA
EN POBLACIÓN ESCOLAR
Y UNIVERSITARIA
¿Qué motiva a los jóvenes a
iniciarse en las drogas?
DISCUSIÓN
ASPECTOS
EPIDEMIOLÓGICOS
Existe suficiente información
epidemiológica para sostener
que los púberes y adolescentes
son los más vulnerables al
consumo de sustancias legales,
ilegales y drogas médicas dado
que su identidad se encuentra
en un estadio de formación,
además de la marcada
fluctuación de estados de
ánimo que los sensibiliza al uso
experimental y recreativo. A
continuación se hará una
revisión de los últimos estudios
epidemiológicos en población
escolar y universitaria,
enfatizando en el análisis de los
patrones de consumo de alcohol
y marihuana en estas
poblaciones especiales.
Estudios en escolares Los
resultados del reciente estudio
de la Comisión Nacional para el
Desarrollo y Vida sin Drogas
(DEVIDA, 2013) confirman que el
alcohol sigue siendo la
sustancia legal más consumida
por los y las escolares; y si bien
la edad promedio de iniciación
es 13 años, la edad de inicio
más baja de consumo se ubica
4. pág. 3
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
en los 8 años. Uno de cada
cuatro estudiantes, es decir el
25%, que declara haber
consumido alcohol alguna vez
en su vida se inició en la
ingesta de alcohol entre los 8 y
los 11 años. Sin embargo, el
50% de los bebedores escolares
comenzaron la ingesta cuando
tenían entre 12 y 14 años. Por
otro lado, del 40.5% (900,000)
de escolares encuestados que
informan haber probado alguna
droga legal, sea alcohol o
tabaco, el 23.3% admite que lo
hizo en el último año y el 12.3%
en el último mes antes de la
encuesta. En la Tabla 1 se
presentan los indicadores de
consumo de alcohol y otras
drogas de abuso legales,
ilegales y médicas.
BREVE HISTORIA DE
LAS DROGAS
Puede afirmarse que con la
aparición del hombre se inició también
la intención de obtener sustancias
capaces de producir cambios en el
estado de ánimo, el nivel de alerta y la
percepción del mundo, descubriéndose
sustancias psicoactivas de origen
vegetal que ahora llamamos ‘drogas’.
En las muestras de escritura más
antiguas se encuentran referencias al
empleo de drogas estimulantes,
depresoras y alucinógenas, habiéndose
observado que en las culturas
primitivas el uso de psicoactivos tuvo
casi siempre un significado ritual y
mágico religioso, y las autoridades
ejercían cierto control sobre su
empleo mediante leyes específicas o a
través de la fuerza de la costumbre.
Los avances tecnológicos permitieron
que se aprendiera a concentrar y aislar
los principios activos de ciertas drogas.
Dicho proceso se inició con los
alquimistas y la destilación del alcohol
y alcanzó una eficiencia notable en el
siglo XIX cuando se aislaron los
alcaloides cafeína, morfina y cocaína.
El invento de la jeringa hipodérmica
permitió contar con formas más
seguras de administración, lo cual a su
vez favoreció el uso terapéutico a la
vez que el aumento de los casos de
adicción. El desarrollo de ciertas
drogas proporcionó a la medicina
elementos poderosos para el
tratamiento de enfermedades, el alivio
5. pág. 4
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
del dolor y el control de la depresión;
pero también enfrentó a la sociedad
con un fenómeno no previsto: la
aparición de personas que bajo los
efectos de las drogas perdían el
control de sus actos, abandonaban las
normas establecidas y cometían actos
criminales. La situación se tornaba más
dramática en tanto los usuarios
generalmente provenían de minorías
étnicas definidas, las cuales se
enfrentaron a una discriminación aún
más severa, con mecanismos
represivos basados en la violencia. Es
por ello que en los primeros momentos
el consumo de drogas no era
considerado un problema de salud sino
más bien un tema social y político. Así
pues, los últimos años del siglo XIX
fueron testigos de importantes
movimientos que propugnaban la
necesidad de regular y controlar la
comercialización y empleo de drogas,
llegando incluso a proponerse su
prohibición absoluta. Sin embargo,
tales iniciativas no eran nuevas, la
historia ya mostraba antecedentes
importantes en los esfuerzos por
controlar el abuso del opio y sus
derivados. Como consecuencia de ello,
a inicios del siglo XX surgieron
campañas que alentaban la
proscripción de toda droga capaz de
producir dependencia, los llamados
‘narcóticos’ o ‘estupefacientes’. Así,
la mayor parte de países inicialmente
restringieron el opio, luego la morfina,
la cocaína y algunos derivados
sintéticos. Por otro lado, el desarrollo
de la sociedad ha incluido cada vez
mas el desarrollo de la química de
síntesis a partir de productos de origen
vegetal o la síntesis de novo, lo que ha
generado consigo la aparición de
nuevas moléculas capaces de producir
dependencia en el ser humano.
Algunas de ellas son drogas de abuso
como el éxtasis, la fenciclidina y otras
conocidas con el nombre de drogas de
síntesis.EL PROBLEMA DE LAS DROGAS
EN EL PERÚ 10 Las autoridades
peruanas promulgaron los primeros
dispositivos de control en 1921, los
cuales fueron sucedidos por diversas
leyes, algunas permisivas y otras
ciertamente drásticas, llegándose a
cometer algunos graves errores tales
como la inclusión de medicamentos de
uso médico como la novocaína y el
éter en la lista de drogas bajo control.
Las medidas adoptadas por cada país y
los acuerdos internacionales de control
inicialmente ocasionaron una
reducción considerable del número de
casos de adicción y accidentes debidos
a drogas, pero no pudieron impedir la
formación de mecanismos subterráneos
dedicados a la producción y
comercialización de drogas ilegales,
que basan su poder en la violencia y en
su enorme capacidad de corrupción. A
mediados de los 60 se difundió por el
6. pág. 5
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
mundo una corriente que cuestionaba
los valores establecidos planteando la
búsqueda de satisfacción individual
más allá de las actividades
convencionales. En ese momento se
comenzó a asociar el uso de drogas con
la búsqueda de liberación individual lo
cual ocasionó un explosivo aumento
del consumo a nivel mundial, seguido
por un notable incremento del
accionar de las bandas de traficantes,
la violencia generalizada y crisis en las
relaciones internacionales cuando los
países ‘productores’ y ‘consumidores’
se culpaban mutuamente como
responsables del problema. Sin
embargo, más allá de las
responsabilidades internacionales y el
proceso histórico involucrado, el hecho
concreto es que el mundo actual
enfrenta un problema grave, asociado
a múltiples casos de enfermedad y
muerte en el que intervienen
muchísimas personas y montos
incalculables de dinero. El panorama
se complica por la existencia de drogas
de alta peligrosidad cuyo uso no solo
es aceptado socialmente sino
promovido libremente; tal es el caso
del alcohol y el tabaco que entran en
la categoría de drogas sociales. Por
otro lado, aún hoy existen minorías
étnicas que hacen uso ritual y mágico
religioso de algunas drogas como una
expresión genuina de sus respectivas
culturas.JUNIO - 2005 11
7. pág. 6
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
I. SITUACIÓN DE LAS DROGAS
EN EL PERU
observada en otros países
del hemisferio occidental.
Sin embargo, existe una
particularidad relacionada
con 2 hechos: a) El Perú es
un país donde la hoja de
coca ha sido usada desde
tiempos remotos como
estimulante, en ceremonias
religiosas y como elemento
vinculante en las relaciones
sociales; y b) Se trata de un
país donde se produce
cocaína la cual se destina a
los mercados interno y
externo. La hoja de coca es
el insumo del cual se extrae
el alcaloide cocaína,
sustancia que posee un
elevado potencial adictivo y
que ha llegado a ser una de
las drogas ilegales más
ampliamente difundidas a
nivel mundial, habiéndose
convertido en un grave
problema social y de salud.
La magnitud de la
producción y consumo de
cocaína en el Perú ha hecho
que el problema de las
drogas en pocos años haya
pasado a ser un elemento
central de la dinámica
general de la sociedad. La
cocaína tiene un fuerte
impacto en la salud pública,
la economía, la ecología y la
política del país,
contribuyendo al proceso de
desintegración que se vive.
Por ello, cuando se habla de
problemas de drogas en el
Perú, de lejos el problema
más importante es el de la
cocaína en sus formas de
pasta básica de cocaína y
clorhidrato de cocaína;
incluyendo la producción,
exportación y consumo de
dichas drogas. En el caso de
las drogas cocaínas, el
problema va mucho mas allá
del de una mortalidad
elevada y una adicción
severa a nivel individual
pues dicha droga ha llegado
a comprometer la
estabilidad del estado,
desencadenando o al menos
acelerando enormemente,
importantes procesos de
desintegración en diversos
aspectos de la vida nacional.
En realidad, las verdaderas
raíces de esta situación
comenzaron a tomar forma
hace mucho tiempo cuando
el Perú pasaba a convertirse
en una sociedad urbana que
8. pág. 7
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
abandonaba el
analfabetismo y comenzaba
a integrarse con el resto del
mundo a través de los
medios de comunicación,
proceso que ha continuado
hasta hoy en el denominado
‘proceso de globalización’.
Desde inicios de los años 50,
la sociedad peruana
enfrentó importantes y
masivos procesos
migratorios del campo a la
ciudad. Las poblaciones
migrantes llegaban a las
zonas urbanas de manera
desorganizada,
abandonando sus estructuras
de soporte originales,
presentando graves
dificultades para integrarse
completamente a los
patrones de la sociedad
occidentalizada. El estado
no contaba con medios para
atender a tan grande masa
poblacional en cuanto a
asegurarles condiciones de
vida dignas, proporcionarles
medios de trabajo o al
menos brindarles seguridad.
Esto obligó a vastos sectores
de la población a generar
estrategias de supervivencia
al margen de la sociedad
formal, ocasionando además
una creciente desconfianza
hacia los organismos
encargados de legislar e
impartir justicia.EL
PROBLEMA DE LAS DROGAS
EN EL PERÚ 12 El proceso de
cambio en que se
encontraba la sociedad
peruana precipitó y
favoreció las actividades
asociadas a la producción de
drogas: Loa agricultores
encontraron en la coca un
eficaz medio de subsistencia
pues vendían toda su
producción rápidamente. El
problema comenzaba.
PERCEPCIÓN DEL PROBLEMA
Dentro de la problemática
de las drogas en el Perú,
existen diversos aspectos
involucrados en la cadena
oferta-demanda de éstas,
principalmente, en lo que
concierne a las drogas de
consumo ilegal, las cuales
están involucradas en toda
la cadena del narcotráfico.
En cuanto a las opiniones de
los líderes peruanos
respecto a las drogas, un
estudio realizado por CEDRO
(Castro y Zavaleta) mostró
que la quinta parte de ellos
(21.8%) considera al
problema de las drogas
9. pág. 8
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
(consumo y narcotráfico)
como uno de los más
importantes del país,
ubicándolo en el quinto
lugar después de los
problemas económicos,
educación y cultura,
sociales, y crisis de
gobierno. Otros problemas
importantes mencionados
son el terrorismo y la
inmoralidad. Asimismo más
del 90% de los líderes se
oponen a la legalización de
la cocaína y PBC, y el 75% se
opone a la legalización del
uso de la marihuana. La
población de 12 a 64 años
percibía en setiembre 2004,
como principales problemas
del país a los económicos
(pobreza y desempleo,
88.9%), crisis de gobierno o
mal gobierno (44.7%) y
drogas (37.5%), violencia y
terrorismo (34.3%), falta de
educación y cultura (33.4%)
e inmoralidad y corrupción
(25.7%). El 91.8% de los
peruanos de 12 a 64 años
entrevistados en sus
hogares, se opone a la
legalización del consumo de
las drogas en el Perú.
(Zavaleta, Maldonado,
Romero y Castro 2004) El
más reciente estudio de
opinión de jóvenes
universitarios realizado por
CEDRO (Zavaleta 2004) en
una muestra de
universidades públicas y
privadas de la ciudad de
Lima, mostró que los
estudiantes universitarios
reconocen el incremento del
consumo de drogas en el
país. El 84.4% de jóvenes
opina que el problema de las
drogas ha aumentado; el 14%
considera que permanece
igual y tan solo el 1.7%
percibe que el consumo de
drogas ha disminuido. El 63%
considera que el consumo
drogas es un serio peligro
para los estudiantes. El
40.7%, y la mitad de los
estudiantes universitarios
encuestados a opinó
respectivamente que el
consumo de drogas aumentó
o se mantuvo igual en su
universidad durante el
último año. (Zavaleta 2004).
La última encuesta nacional
aplicada a los jóvenes
peruanos (Cedro 2001)
mostró que ellos consideran
que el problema de las
drogas era el tercero más
importante del país (7.5%)
10. pág. 9
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
después de los problemas
económicos (pobreza y
desempleo) que alcanzaron
el 77.3% de las opiniones en
primera mención de
respuestas múltiples.
Adicionalmente, es posible
apreciar que la mayor parte
de jóvenes peruanos
considera que las drogas más
peligrosas son las de tipo
cocaínico: clorhidrato
(27.9%) y PBC (16.6%),
seguidas por la marihuana
(18.5%) y la heroína
(114.4%). Asimismo, opinan
que las drogas legales o
sociales son las menos
peligrosas: alcohol (3.7%) y
tabaco (2.0%), seguidas por
la hoja de coca (1.2%). Para
los universitarios en cambio,
las drogas mas peligrosas son
la PBC (23.2%), el Opio o la
Heroína (19.2%), el éxtasis
(16.3%) y el clorhidrato de
cocaína (14.7%). Para los
estudiantes universitarios,
la marihuana es considerada
la droga más fácil de
conseguir (70.5%), seguido
del éxtasis (fácil, 39.3%). Las
drogas cocaínicas también
son consideradas como
fáciles de conseguir por los
estudiantes (PBC: 26.8%,
cocaína clorhidrato:21.3%).
Los opioides son
considerados como difíciles
de conseguir (67.7%) así
como las sustancias químicas
(53.8%) (Zavaleta 2004)
CULTIVO
EXTENSIÓN DE
LOS CULTIVOS
DE COCA
Durante las primeras 6
décadas del siglo pasado
se destinaba al cultivo
de la coca entre 12 y 16
mil hectáreas del
territorio nacional. Las
memorias de la antigua
empresa estatal
‘Estanco de la Coca’
contienen datos
bastante precisos sobre
el área cultivada,
número de haciendas y
producción anual de
hoja de coca en el Perú.
Se tiene por ejemplo
que en el año 1963 se
cultivó 16,154 has. de
hoja de coca a nivel
11. pág. 10
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
nacional, equivalente a
una producción de 9,740
TM. Los reportes indican
que el número de
cosechas por año fue
variable de acuerdo a
las zonas, desde 3 en
Puno hasta 5 en Loreto.
La producción promedio
nacional fue de 603 kilos
por hectárea, con
rendimientos mínimos
en el departamento de
Madre de Dios y
máximos en el
departamento de
Ancash. Sin embargo,
después de una etapa
donde la producción se
mantuvo relativamente
estable, a fines de los
años 60 e inicios de los
70, la extensión de
cultivos de coca creció
enormemente,
sobrepasando la
capacidad de control de
los entes encargados. La
mayor parte de la
producción de hoja de
coca en el Perú se
destinaba a la
elaboración de drogas
cocaínicas,
constituyendo lo que se
denominó «boom de la
coca». Para 1989 no
existía acuerdo respecto
a la extensión de
cultivos de coca en el
Perú, con estimaciones
que indicaban la
existencia de 150,000
has e incluso 320,000
has. de hoja de coca;
sin embargo, cálculos
razonables indican que
en realidad en ese año
el Perú contaba con
200,000 has. de cultivos
de coca (Castro de La
Mata, 1989). Para 1993
se calculó la existencia
de 257,518 has de
cultivos de coca en el
Perú (Instituto Cuanto,
1993). De acuerdo a los
datos revisados por
Crime and Narcotics
Center (CNC, 2005)
hechas empleando
tecnología satelital, el
Perú contaba el 2004
con una superficie de
27,500 has. de cultivos
de coca (ver tabla 1)
equivalente
aproximadamente a
47,850 TM de hoja de
coca. Empleando los
datos de la Encuesta
Nacional de Hogares
12. pág. 11
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
Sobre Consumo
Tradicional de Hoja de
Coca (INEI-DEVIDA,
2003), se puede inferir
que para el 2004 el 18%
de la producción de hoja
de coca estaba
destinada al uso
tradicional. Por otro
lado, menos del 1% es
destinado a usos
industriales y médicos
principalmente como: •
La producción de
bolsitas filtrantes de
mate de coca. • La
industrialización de
saborizantes y bebidas
gaseosas,
fundamentalmente de
transnacionales y
algunas de compañías
peruanas, cuya
industrialización
conlleva la eliminación
de alcaloides. • La
industria médica y
químico-farmacéutica.
En total se estaría
destinando
aproximadamente el
19% de la producción
total de hoja de coca a
usos legales. En
consecuencia, el 81% de
la producción es
regulado por el
narcotráfico y su
plataforma, quien paga
por el kilo de hoja de
coca: US$ 2.50 en el
Valle del Río Apurimac-
Ene y US$ 3.50 en el
Huallaga. Se puede
notar que cuanto más
domina el narcotráfico
una zona, menos paga a
los campesinos que le
venden la materia
prima.
Variación Porcentual
del Cultivo de Coca en
el Perú 2000-2004
(Datos revisados)
AÑ
O
Culti
vo
de
coca
(has)
Variació
n
porcent
ual
anual
Variació
n
porcent
ual de
200-
2004
20
00
31.7
00 -13.3
20
01
32.1
00
1.3
20
02
34.7
00
8.1
20
03
29.2
50
-15.7
20
04
27.5
00
-6.0
Cuadro elaborado por Cedro a
envase de información
proporcionado por Crime and
Narcotias Center(CNC-2055)
13. pág. 12
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
Como se puede apreciar, tanto CNC y
ONUDD presentan datos diferenciados
sobre la extensión del cultivo de coca
en el Perú, nótese que para CNC existe
menos cultivos de coca que para
ONUDD; a pesar de estas diferencia
CNC señala que en el ultimo
quinquenio el cultivo de coca se ha
reducido de manera significativa
(13.3%), mientras que ONUDD señala
un incremento (15.9%). En ambas
mediciones se estánotando un impacto
creciente de hoja de coca jóven
particularmente en el departamenteo
de Puno (San Gabán, etc) de no
tomarse medidas extraordinarias casi
con toda seguridad el crecimiento
durante el 2,005 podría ser por un
porcentaje mayor que en el 2004.
Pudiendo iniciarse un proceso de
reversión de la disminución de los
cultivos de hoja de coca producidas
durante
aproximadamente los últimos 20 años.
PRODUCCIÓN DE HOJA DE COCA
Existen diversos factores que impiden
calcular un rendimiento total de hoja
de coca a nivel nacional, la mayor
parte de los cuales se originan en las
características de las zonas de cultivo:
1. La cantidad de hoja de coca
producida por hectárea varía en
función de las condiciones climáticas
(por ejemplo, a mayor cantidad de
lluvias, mayor producción) y las
condiciones propias de los terrenos
(por ejemplo, condiciones de riego o
años de empleo). 2. Las mejoras
tecnológicas en el empleo de
agroquímicos han potenciado la
producción de coca en ciertas zonas.
El rendimiento promedio por hectárea
en el Perú ha aumentado a través de
los años en la medida en que los
terrenos han sido mejor aprovechados.
3. La producción de hoja de coca se
incrementa a medida que las plantas
alcanzan su máximo desarrollo,
principalmente dentro del primer año
de establecido el cultivo, considerando
que generalmente se obtienen de 3 a 4
cosechas por año. Efectivamente, la
producción nacional de hoja de coca
no es uniforme. Así por ejemplo se
tiene que en los valles de selva se
puede obtener hasta 4 cosechas por
año mientras que en otras zonas se
alcanza apenas 2 cosechas. Según los
datos revisados por Crime and
Narcotics Center (CNC, 2005), para el
año 2004 se observó que en el valle del
Alto Huallaga se alcanzó un
rendimiento promedio del 1.7 TM por
hectárea, mientras en el VRAE el
rendimiento fue de 2.9 TM por
hectárea. Al respecto es importante
señalar que el mayor rendimiento de
hoja de coca por hectárea cultivada
que se ha registrado en el VRAE podría
14. pág. 13
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
deberse entre otras razones al empleo
intensivo de pesticidas y abonos; así
como a la introducción de tecnologías
no tradicionales promovidas por el
narcotráfico. El rendimiento promedio
total a nivel de los diversos valles
cocaleros fue de 1.74 TM por hectárea
de coca, mientras que en el año 1995
el rendimiento promedio registrado
fue menor (1.58 TM/Ha), es decir que
en la ultima década el rendimiento
promedio de hoja de coca por
hectárea cultivada se incremento en
10%.
LOS CULTIVOS DE AMAPOLA EN EL
PERÚ En el Perú se están cultivando
inicialmente 2 variedades de
adormidera, las que se distinguen por
el color rojo oscuro una y rosada la
otra, con diferentes rendimientos de
látex y alcaloides, los cuales varían
con la época de cultivo, zonas de
producción y prácticas agrícolas. El
rendimiento promedio es de 10 a 12
flores por planta y 8 kilos de látex por
hectárea. Una visión comparativa
entre la producción de hoja de coca y
de adormidera para la producción de
cocaína, opio y sus derivados muestra
que:EL PROBLEMA DE LAS DROGAS EN
EL PERÚ 18 1. Tanto la coca como la
adormidera se siembran en los meses
preinvernales para aprovechar las
lluvias, aunque la amapola puede
tener una segunda siembra entre Julio
y Agosto. 2. La propagación en el caso
de la coca es por almácigo, proceso
que dura 3 meses; mientras que las
semillas de amapola se arrojan
directamente en el terreno,
facilitando la labor del agricultor. 3.
La densidad de siembra de la coca es
de 1.0 x 0.5, lo que representa
aproximadamente 22000 plantas por
Ha. En el caso de la adormidera, el
distanciamiento es de 0.25 x 0.25, con
una densidad de 160000 plantas por
Ha. 4. La producción de coca se inicia
a los 18-20 meses, cosechándose
periódicamente cada 3 meses. La
adormidera es de ciclo anual; se
comienza a cosechar a los 5 ó 6 meses
y durante el período productivo se
recoge látex cada 7 días. Así, al
comparar las condiciones de cultivo de
ambos productos, es posible concluir
que el cultivo de adormidera es mas
rentable para el campesino en
comparación con el cultivo de coca,
pues requiere menor inversión en
tiempo y las condiciones de cosecha
son mucho mejores. Adicionalmente,
es importante tomar en consideración
otros aspectos, relacionados también
al contexto particular del Perú: 1. En
el Perú existe una base social que
favorece las actividades productivas
ilegales. Se trata de la economía ilícita
de la coca, que puede favorecer el
cultivo de la amapola para la
producción de opio y heroína,
particularmente en algunas localidades
de la selva peruana, que por lo demás,
presentan condiciones favorables para
la instauración del cultivo y su
comercialización efectiva. 2. El Perú
15. pág. 14
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
cuenta con condiciones geográficas
pueden favorecer el cultivo de
amapola, generando un producto de
mayor calidad y rentabilidad. Zonas de
este tipo se encuentran en los valles
de Cajamarca, Amazonas, y zonas de
selva alta de San Martín (Alto Mayo:
Nuevo Cajamarca). Otros suelos son
también viables a este tipo de
producción (Huallaga Central: Tingo de
Saposoa y Tingo de Ponaza). En años
previos, se confirmó la existencia de
zonas con sembríos de adormidera
como son: Amazonas (Rodríguez de
Mendoza y Chachapoyas), Cajamarca
(San Ignacio y Jaén). Además,
existirían sembríos en los
departamentos de Apurímac y en la
sierra de Lima. En Junio del 2000 se
encontró en el departamento de Piura
el primer laboratorio de producción de
heroína. 3. Los aspectos de mayor
rentabilidad debido a las menores
dificultades de transporte en lo que
respecta a mayor producción por
menor volumen, pueden ser también
un elemento que aliente la producción
y por tanto la oferta del opio y sus
derivados. 4. El atractivo de la
amapola para los campesinos no sólo
está en sus elevados precios en el
mercado; sino en otros beneficios:
tales como su mayor productividad; el
hecho de obtener dos cosechas por
año; las dificultades para detectar los
sembríos desde el aire por las
autoridades y su procesamiento, que
requiere muchos menos insumos que la
cocaína. 5. Por otro lado, es
importante comprender además que, si
bien en el país no se reportan aún
casos de consumo, el gran potencial
adictivo de estas drogas podrían
generar y elevar rápidamente la
incidencia de casos de adicción. En la
Tabla 7 se muestran algunos datos
relativos a las incautaciones vinculadas
a la producción de opio y el hectariaje
de cultivo de amapola en el Perú, en
el período 1996- 2003. En el Gráfico 2
se muestran las zonas de cultivo de
amapola en el Perú.
Fuentes de la Policía Nacional
informaron el descubrimiento en Mayo
del 2000 y por primera vez en el país,
de una plantación de 15 hectáreas de
adormidera en la zona de San Vicente,
distrito de Nuevo Progreso de la
provincia de Marañón, zona selvática
16. pág. 15
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
de Huánuco. Este hallazgo fue seguido
de otros y condujo a la destrucción in
situ de 4446 kg de amapola en los
primeros cinco meses del año 2002. El
Transnational Institute informó en
Abril 2002, que según cálculos
establecidos por la Dirección Nacional
de Inteligencia del Ministerio del
Interior, el Perú tenía unas 1200
hectáreas cultivadas de amapola. El
año 2001 se produjeron dos operativos
policiales en los que se incautó
morfina. (TNI, 2002). En el año 2002 se
destruyeron 6 hectáreas de cultivos de
amapola. Esta cifra se incrementó 10
veces en el año 2003. Por ello, es
necesario que se tomen medidas
inmediatas, traducidas en leyes, que
penalicen drásticamente el cultivo,
promoción, financiación y
comercialización del cultivo de
adormidera, así como toda actividad
que facilite o promueva los aspectos
antes mencionados. No tomar alguna
medida sería inapropiado, dado que el
Perú presenta condiciones que podrían
facilitar el cultivo de amapola y tráfico
de heroína. En tanto y en cuanto la ley
actúe rápido y oportunamente para
frenar las posibilidades de propagación
e instauración de este tráfico, el país
se encontrará en mejores condiciones
para enfrentarlo y anularlo
totalmente, tanto en su oferta como
en su demanda. Es necesario que las
autoridades nacionales, con el apoyo
de las fuerzas del orden y las
organizaciones civiles del país, asuman
una actitud firme respecto al problema
y contribuyan desde sus respectivas
posiciones a evitar su crecimiento. 2.2
ELABORACIÓN PRODUCCIÓN DE
DROGAS COCAÍNICAS Tradicionalmente
la cocaína era producida en pozas
artesanales construidas con palo y
plástico. Hoy en día, el narcotráfico ha
estimulado la construcción de piscinas
de material noble facilitando que
algunos productores «alquilen» estas
pozas para la transformación de la
cocaína. Es importante señalar que
actualmente se ha detectado el
procesamiento de clorhidrato de
cocaína en las zonas de cultivo de
coca; muchas veces a cargo de los
propios cultivadores, estableciendo
una diferencia con años anteriores
cuando la droga mas procesada era la
pasta básica de cocaína. Este cambio
probablemente tiene su origen en la
mayor rentabilidad que se puede
alcanzar con la comercialización del
clorhidrato en el mercado local, a
pesar que los precios son mucho
menores a diferencia de la década
pasada. La cantidad de drogas
cocaínicas elaboradas a partir de la
cantidad de hoja de coca producida en
el Perú tampoco puede calcularse con
facilidad debido a factores tales como:
Las variaciones en el grado de
concentración del alcaloide
17. pág. 16
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
cocaína en la hoja de coca
procedente de las diversas
zonas de cultivo.
La acción del hongo fusarium,
que ha ocasionado
importantes reducciones en el
rendimiento por hectárea en
diversas regiones del país.
Las drogas cocaínicas suelen
comercializarse en diversas
fases de procesamiento e
inclusive con severas
adulteraciones, siendo muy
difícil alcanzar estimados
uniformes. Las grandes
organizaciones
internacionales, generalmente
con una fachada legal
obtenían grandes ingresos en
base al procesamiento y
exportación de droga a los
países consumidores. Se
llegaron a establecer grandes
mafias que mantenían su
hegemonía en base a su poder
económico, la capacidad de
corromper funcionarios y el
uso de la violencia. Estos
grupos conocidos como
‘firmas’ continúan
manteniendo trato directo con
las organizaciones de
narcotraficantes de Colombia,
México y otras importantes
del mundo; por ello
administran los recursos
necesarios (laboratorios,
vehículos de transporte, etc.)
y una amplia red de contactos
con traficantes mayoristas y
recolectores. Su objetivo es
transformar la hoja de coca
en pasta base y en cocaína
para luego ser trasladarla a
los centros de consumo,
multiplicando enormemente
sus ganancias. Algunos
cálculos hechos por Cedro
señalan que si la totalidad de
la producción de hoja de coca
de las zonas de producción se
hubiese destinado a la
producción de drogas, en el
año 2004 el Perú habría tenido
una producción equivalente a
399 TM de PBC o 120 TM de
clorhidrato de cocaína, cuyo
precios en zonas de
producción fueron de US$ 354
el kilo de PBC y de US$ 1000
el kilo de Cocaína. Estos
cálculos fueron hechos
considerando que para la
producción de 1 kilo de PBC se
requiere en promedio 120
kilos de hoja de coca,
mientras que para un kilo de
cocaína se necesita 400 kilos
de hoja).
Estimado de la producción de PBC y
Cocaína 2000 – 2004
AÑ
OS
CULT
IVOS
(HAS
)
PRODU
CCION
™ 1 /
PRODU
CCION
POTEN
CIAL
PBC ™
1/
REPROD
UCCION
POTENC
IAL DE
COCAIN
A ™1/
20
00
31.
700
50.403 420 126
20
01
32.
100
49.755 415 124
20
02
34.
700
49.968 416 125
20
03
29.
250
40.658 339 102
20
04
27.
500
47.850 399 120
Cuadro elaborado por Cedro a envase
de información proporcionado por
18. pág. 17
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
Crime and Narcotias Center(CNC-
2055)
1/ ESTIMACION CEDRO
Alcohol
En lo que se refiere a la prevalencia de
año del consumo de alcohol según
género, en la Tabla 2 se observa que la
diferencia entre varones (20.6 %) y
mujeres (18.7 %) ha llegado a ser
mínima; así, por cada 10 varones, hay
9 mujeres que beben alcohol.
También se determinó que 12 de cada
100 estudiantes (11.6%) que no habían
probado alcohol un año antes de la
encuesta, se iniciaron en la ingesta de
alcohol en los últimos 12 meses. Es
preocupante haber encontrado que
alrededor de 511,753 escolares podrían
estar experimentando daños en su
salud mental y física y un alto riesgo
psicosocial como consecuencia del uso
reciente y actual de alcohol y tabaco,
dependiendo de sus características de
empleo. El riesgo sería mayor entre los
que consumen alcohol (53.8%). El
entorno familiar, que incluye a padres
y hermanos, 19.4%, y otros familiares
(primos, tíos, etc.), 17.1%, es el
principal ambiente de inicio del
consumo de bebidas alcohólicas, 36.5
%, seguido de los amigos del barrio,
24.3%, y los compañeros de estudio,
23.8%. En lo que respecta a la tasa de
incidencia anual de alcohol, el estudio
determinó que cada año más de 230
000 escolares se inician en el consumo
de bebidas alcohólicas. La misma
investigación exploró en los escolares
el patrón de consumo problemá- tico
de alcohol. Para los efectos, se aplicó
la escala Crafft a los usuarios recientes
de bebidas alcohólicas, siendo los
indicadores de detección el riesgo
psicosocial, la percepción negativa del
modo en que se consume alcohol,
incapacidad para controlar el consumo
y la pérdida de la capacidad de
memoria.
Marihuana La marihuana, es la droga
ilegal con uno de los más altos índices
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
2000 2001 2002 2003 2004
Título del gráfico
CULTIVOS produccion pro. Poten repro.pot. Co
19. pág. 18
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
de consumo en el mundo con un ritmo
de crecimiento sostenido, a lo que se
agrega una preocupante disminución
en la edad de inicio. Esto último tal
vez sea lo más riesgoso desde la
perspectiva de la salud pública si
consideramos que cuanto más precoz
sea el inicio en la adolescencia
temprana, más perjudiciales serán los
efectos respecto a un inicio tardío. En
el Perú, los patrones de las
prevalencias de vida, año y mes del
consumo de la marihuana siguen
encabezando las estadísticas del
consumo de las drogas ilícitas. Esta
tendencia viene acompañada por una
mayor cantidad de peticiones de
consejería y tratamiento en los
establecimientos de salud. Los
profesionales de la salud a los que se
dirige esta demanda se encuentran
ante un número creciente de púberes,
adolescentes y jóvenes que
comunican.
En el año 2013, el Programa Antidrogas
Ilícitas en la Comunidad Andina, CAN
(2013) realizó el segundo estudio sobre
consumo de sustancias en los
estudiantes universitarios del país. Los
datos fueron obtenidos entre mayo y
diciembre de 2012. Hubo un total de
5993 participantes de ambos sexos y
de diferentes carreras: 2977 varones y
3016 mujeres, que representan a un
universo de 207,000 estudiantes
universitarios de 12 centros
seleccionados.
ALGUNOS
COMENTARIOS SOBRE
EL CONSUMO DE
ALCOHOL Y
MARIHUANA EN
POBLACIÓN ESCOLAR Y
UNIVERSITARIA
Si bien existe evidencia
epidemiológica respecto a la reducción
del consumo de alcohol y marihuana
en la población adolescente escolar
(DEVIDA, 2009; 2011; 2013), son
preocupantes varios aspectos del
consumo de drogas en esta población.
El aspecto más importante tiene que
ver con el promedio de la edad de
iniciación del consumo de alcohol: 13
años; habiéndose encontrando
estadísticamente que la edad de inicio
más baja desciende hasta 8 años. Del
mismo modo, la edad de iniciación del
consumo de la marihuana se ubica en
el mismo periodo adolescente, 14.3
años; y el consumo se habría duplicado
en ciudades como Cusco y Tacna. Otro
aspecto a considerar es la
determinación que el uso de drogas en
la población escolar tiende a
concentrarse y crecer en las ciudades
ubicadas en las rutas de salida de las
drogas cocaínicas, donde las
prevalencias de consumo siempre
tuvieron tasas poco significativas. Aun
si ha disminuido el consumo de
20. pág. 19
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
sustancias como el alcohol y la
marihuana, la percepción del riesgo de
consumo no ha incrementado,
encontrándose más bien una reducción
de la conciencia de riesgo, lo cual
hace más vulnerable al consumo a
ciertas poblaciones de adolescentes y
jóvenes. En lo que se refiere al
consumo de alcohol en población
universitaria, el estudio de la CAN
(2013) advierte que el 10.8%, es decir
1 de cada 9 estudiantes que declaran
haber consumido alcohol en el último
año, presentan indicadores
compatibles con la dependencia
alcohólica, destacando los varones
universitarios, 14.5%, respecto de las
mujeres, 6.6%, tasa que confirma que
el abuso de alcohol y otras drogas ha
dejado de ser “exclusividad” de los
varones. La edad promedio de inicio
del consumo de alcohol es 16 años, con
la diferencia de 1 año entre varones y
mujeres, 15.7 y 16.6 años,
respectivamente. Al comparar los
estudios en universitarios de la CAN
publicados en 2009 y 2013, respecto a
las tendencia del consumo de alcohol,
observamos un incremento de la
prevalencia de año de 69.93% a
71.70%, destacando el incremento de 5
puntos porcentuales en los varones,
72.8%, en 2009 y 77.9%, en 2012. 19
Abuso de drogas en adolescentes y
jóvenes y vulnerabilidad familiar En
cuanto a las comparaciones del
consumo riesgoso de alcohol sobre la
base del consumo del último año, se
obtuvieron diferencias
estadísticamente significativas entre
los años 2009 (20.9%) y 2012 (25.5%),
registrándose también variaciones no
significativas del consumo riesgoso de
alcohol en las mujeres universitarias
del 2009 (15.9%) y el 2012 (18%). En
esta misma línea de análisis
comparativo, se determinó que el
porcentaje de universitarios con signos
de dependencia alcohólica se ha
incrementado significativamente de
8.3 % en 2009 a 10.8 % en 2012,
llegando a la conclusión de que el
abuso de bebidas alcohólicas en esta
población se ha convertido en un
problema sanitario de honda
preocupación dado que estos
indicadores tienen un impacto en el
rendimiento y la deserción académica.
Sobre la base de los mismos estudios
de la CAN (2009 y 2013), al examinar
las tendencias de consumo de la
marihuana se aprecia un aumento
moderado de 3.3% en 2009 a 4.3% en
2012. Ello obedecería según el estudio
al incremento significativo del
consumo en varones, 3.7%, 2009 y 6%,
2012, mientras que en las mujeres se
observa un consumo estable, con cifras
inferiores a 3%. Finalmente, de los
encuestados en 2012 que declararon
haber consumido marihuana alguna vez
en el último año, 28.8 % podrían ser
considerados entre los que abusan o
presentan indicadores compatibles con
la dependencia cannábica,
permaneciendo la mayor proporción en
la última condición clínica. La tasa
más alta de abuso o dependencia la
obtienen los varones, 30.3%, mientras
que las mujeres alcanzan el 25.5%,
confirmándose la presencia cada vez
más visible de las mujeres en cuanto al
abuso y dependencia a sustancias.
CONSECUENCIAS NEUROPSICOLÓGICAS
DEL USO Y ABUSO DE ALCOHOL Y
MARIHUANA EN POBLACIÓN
ADOLESCENTE Y JÓVENES :A
continuación presentamos algunas
investigaciones llevadas a cabo en los
últimos años sobre el impacto
neuropsicológico del alcohol y la
marihuana en poblaciones
adolescentes y jóvenes. Alcohol
McQueeny et al. (2009) desarrollaron
una investigación comparativa sobre la
21. pág. 20
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
materia blanca cerebral entre
adolescentes (n=14) que presentaban
binge drinking o consumo intensivo de
alcohol (sin historial de dependencia
de alcohol) y un grupo control (n=14)
similares en edad, genero, CI verbal,
etnicidad y estatus socioeconómico. El
estudio muestra diferencias en la
calidad de la materia blanca en los
adolescentes con antecedentes de
binge drinking1 , donde se destacan las
áreas extensas de la materia blanca en
riesgo. Esto a su vez compromete las
redes neuronales que subyacen a las
habilidades cognitivas más complejas
involucradas en el aprendizaje, la
memoria y algunas ejecuciones finas.
Estos resultados aclaran el impacto
neurobiológico del consumo episódico
excesivo de alcohol en la adolescencia.
1. Binge drinking (BD). Para la National
Institute on Alcohol Abuse and
Alcoholism (NIAAA) la definición debe
integrar las variables cantidad y
frecuencia, así como considerar las
consecuencias negativas asociadas al
abuso de alcohol (problemas con
autoridades, la policía, interferencia
en el rendimiento académico o el
ámbito laboral, agresiones sexuales,
riñas o peleas). a. En función de la
cantidad. Wechsler et al. (1994) y
Wechsler et al. (1995), a partir de la
investigación de la Harvard School of
Public Health College Alcohol Study,
establecieron la importancia de las
diferencias sexuales en el consumo de
alcohol en universitarios.
Determinaron que el concepto BD
comprende el consumo de 5 o más
bebidas alcohólicas en varones y 4 o
más en mujeres, en una sola ocasión,
al menos una vez en las últimas dos
semanas. b. En función a la
frecuencia. Aun considerando lo
complejo que es establecer este
indicador, la referencia de la
investigación en universitarios de
Wechsler et al. (1994) está vigente, en
él se establecen cuatro grupos en
función de la frecuencia de consumo:
(i) Abstinentes, que no han consumido
alcohol en el último año; (ii) No BD,
que han consumido alcohol en el
último año pero no intensamente
(5+/4+) en las dos últimas semanas;
(iii) BD ocasionales, que han
consumido alcohol de forma intensiva
(5+/4+) 1 o más veces en las dos
últimas semanas; y (iv) BD frecuentes,
que han consumido alcohol de forma
intensiva (5+/4+) 3 o más veces en las
dos últimas semanas.23 Abuso de
drogas en adolescentes y jóvenes y
vulnerabilidad familiar Gráfico 1.
Consecuencias del abuso de alcohol
sobre la materia blanca en
adolescentes bebedores excesivos
(binge drinking) El Gráfico 1 ilustra la
resonancia magnética cerebral de un
adolescente. Los puntos de color rojo
muestran las zonas de materia blanca
22. pág. 21
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
donde se observaron las diferencias
entre los adolescentes que no
consumían alcohol y los que sí lo
hacían. Podemos observar que las
zonas alteradas se presentan en varias
áreas del cerebro adolescente; para
una correcta lectura del gráfico se
informa que cada imagen es como una
rebanada del cerebro, el mismo que
comienza desde la base. Se concluye
que hay evidencia de alteraciones en
los cerebros de los adolescentes aun
cuando no presentan criterios clínicos
compatibles con el alcoholismo.
Imágenes del cerebro obtenidas por
Resonancia M. Los puntos rojos
muestran las zonas de la materia
blanca donde se observaron las
diferencias entre los adolescentes que
no consumían alcohol y los que si lo
hacían. Las zonas alteradas están
presentes en varias áreas del cerebro.
Es conveniente saber que cada una es
como una rebanada del cerebro, que
comienza desde la base (imagen de la
esquina superior izquierda) y termina
en la parte más alta (imagen de la
esquina inferior derecha), siguiendo la
secuencia entre las filas de izquierda a
derecha. Se encontraron alteraciones
en los cerebros de estos adolescentes,
aún cuando no eran alcohólicos, y
tampoco bebían todos los días
Alcohol y otras drogas Hanson et al.
(2011) llevaron a cabo una
investigación longitudinal en 213
jóvenes que
recibieron
tratamiento por
abuso o dependencia
al alcohol y otras
drogas. La
investigación se
desarrolló a lo largo
de 10 años, donde se
examinaron los
patrones de
funcionamiento
neuropsicológico de los participantes.
En los resultados se encontró una
asociación entre déficit en aprendizaje
y memoria verbal, memoria viso
espacial, atención verbal y memoria
de trabajo y patrones de uso de
alcohol y otras drogas de inicio en la
adolescencia media. Además, se
encontró que el uso exclusivo y abusivo
23. pág. 22
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
de alcohol estuvo asociado con déficit
en la memoria de corto plazo.
Finalmente también se encontró que
las personas que detuvieron su
consumo y recibieron tratamiento
durante los 10 años que duró el
estudio, lograron recuperar sus
funciones cognitivas afectadas. El
equipo de Lisdahl et al. (2013) revisó
los estudios sobre el impacto del uso
de alcohol y marihuana en
adolescentes, confirmando que el
inicio en el binge drinking y el uso de
marihuana tienen un impacto negativo
en la cognición, la estructura y
funcionamiento del cerebro en
adolescentes y adultos jóvenes sanos,
además que el inicio temprano (antes
de los 18 años) está asociado con
mayores déficits neurocognitivos. Estos
datos sugieren que las intervenciones
deben enfatizar el retraso en el inicio
del uso de alcohol y otras drogas con el
fin de prevenir la aparición de daño
neurológico de largo plazo y asegurar
el funcionamiento óptimo en la salud y
el funcionamiento cognitivo de la
población joven. Marihuana Batalla et
al. (2013) desarrollaron un estudio de
metaanálisis en más de 100
investigaciones que utilizaron
imágenes cerebrales para explorar los
efectos del uso de la marihuana en la
estructura y funcionamiento del
cerebro. Hubo 43 de esas
investigaciones cumplieron con los
criterios de inclusión y fueron
revisados a profundidad. A pesar de la
heterogeneidad de los estudios
revisados, lograron identificar algunos
resultados consistentes. Se determinó
que el uso de marihuana estuvo
relacionado con la alteración de
capacidades cognitivas, que esas
alteraciones podrían aparecer poco
después de iniciar el uso de marihuana
y que estaban relacionadas con el
género. La revisión sugiere que el uso
crónico de marihuana alteraría el
funcionamiento y la estructura del
cerebro. 26 Abuso de drogas en
adolescentes y jóvenes y
vulnerabilidad familiar Meier et al.
(2012) llevaron a cabo una
investigación longitudinal con 1037
individuos seguidos desde su
nacimiento y luego evaluados en
distintos momentos de sus vidas hasta
los 38 años. Los resultados sugieren
que el consumo recurrente de
marihuana estuvo asociado a déficits
neuropsicológicos generalizados en
diversos ámbitos del funcionamiento, y
se encontraron mayores déficits en
usuarios más persistentes. Los
hallazgos de esta investigación
lograron desligar condiciones
premórbidas y un menor nivel de
instrucción sobre el consumo de
cannabis que puedan explicar los
déficits cognoscitivos y ejecutivos,
encontrando asociaciones directas
24. pág. 23
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
entre el uso de marihuana y dichos
déficits. Además, lograron establecer
que las condiciones neuropsicológicas
observadas en los usuarios de cannabis
no se revirtieron después de
descontinuar su uso durante un año.
INVESTIGACIONES CLÍNICAS
NACIONALES EN POBLACIÓN
ADOLESCENTE Y JÓVENES QUE ABUSAN
DE ALCOHOL Y MARIHUANA En el
ámbito peruano existe la preocupación
por el incremento de nuevos
consumidores púberes y adolescentes
de las principales sustancias de abuso
como el alcohol y la marihuana; sin
embargo, no se dispone de suficiente
información al respecto. La
información que se tiene sobre esta
población especial es sobre todo
epidemiológica, evidenciando un
déficit significativo de estudios
cualitativos y de perfiles actuales de
adolescentes y jóvenes consumidores.
Rojas (2005) trabajó con una muestra
clínica de 502 adolescentes
consumidores de drogas, con edades
que fluctuaban entre 12 y 20 años,
atendidos en el Servicio Lugar de
Escucha - CEDRO. En los resultados se
encontró que la presión del grupo de
pares o amigos es un factor gravitante
en la iniciación del consumo de alcohol
y otras sustancias. Por otro lado, la
marihuana es una droga de entrada en
la mitad de la población, y el 45% tuvo
como motivo de consulta el consumo
de esta sustancia. También se registró
un 0.9% de casos que admitieron
haberse iniciado en las drogas a través
del éxtasis. Las edades promedio del
primer consumo para el tabaco y el
alcohol fueron 9.3 años y 10.2 años,
respectivamente. Finalmente, el 67.3%
de los adolescentes proceden de
familias estructuradas o intactas, con
4 a 5 miembros. Desde el 2010 se han
comunicado algunos reportes clínicos
sobre el abuso de alcohol (binge
drinkers) en adolescentes y jóvenes
(Rojas, Otiniano y Zereceda, 2012).
Para los efectos se desarrolló una
investigación exploratoria y de análisis
cualitativo en 436 personas (33
preadolescentes de 12 a 15 años; 182
adolescentes de 16 a 20 años; y 221
jóvenes de 21 a 25 años) atendidos por
abuso de alcohol entre los años 2006 y
2011. El objetivo del estudio fue
determinar las variaciones de la
intensidad del consumo de alcohol en
función de los grupos de estudio. En
los resultados se encontró que en
todos los grupos de edad estudiados,
los consumidores suelen acudir a
consulta acompañados de sus padres
en contraposición con lo que se
encuentra en otros estudios en
adultos, donde la participación de la
familia suele ser poco significativa. Al
considerar variables como frecuencia y
ocupación, se determinó que en los
cuatro grupos evaluados se-29 Abuso
25. pág. 24
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
de drogas en adolescentes y jóvenes y
vulnerabilidad familiar gún ocupación,
el consumo intenso de alcohol se da
dos veces por semana. Por otro lado,
en el análisis de correlación de
Spearman se encuentra que tanto
varones como mujeres beben alcohol
intensamente dos veces por semana
(binge drinkers), encontrándose un
subgrupo de consumidores (34%) con
indicadores clínicos compatibles de
alcoholismo. El hallazgo más revelador
del estudio tiene que ver con la
correlación significativa, aunque
pequeña, respecto a la intensidad de
consumo de alcohol en los grupos;
pues se concluye que en los tres grupos
evaluados existe una frecuencia similar
de consumo de abuso, cuando era de
esperar que los jóvenes tuvieran una
intensidad más elevada. Por otro lado,
Rojas, Otiniano y Zereceda (2011),
sobre la base de una investigación
cualitativa e interpretativa, intentaron
establecer los principales perfiles de
las trayectorias de consumo de
marihuana y hacer un acercamiento a
la hipótesis muy difundida respecto a
que los consumidores de marihuana
suelen abandonar el consumo
alrededor de los 30 años de edad. Para
los efectos trabajaron con una muestra
clínica de 2153 consumidores de
marihuana y trabajaron con análisis de
frecuencias y correlación de
Spearman. En los resultados
encontraron que el consumo de
marihuana estaba caracterizado
mayoritariamente por el consumo
diario e interdiario en los jóvenes y
adolescentes; también se determinó
que si bien los varones consumen
marihuana con más frecuencia que las
mujeres, quedaba visible que el
consumo de marihuana había dejado
de ser “exclusividad” de los varones,
observándose que en el grupo de las
mujeres también se consume en su
mayoría a diario e interdiario. En lo
que se refiere a la hipótesis del
abandono del consumo alrededor de
los 30 años, se encontró que existe una
relación significativa y positiva (r =
.36) entre las dos variables de estudio
(tiempo de consumo y frecuencia).
Esto sugiere que cuánto más tiempo se
mantiene una persona en el consumo
de marihuana, contrariamente a lo
propuesto, la frecuencia no disminuye,
más bien se observa que hay un cierto
incremento de consumo. Hay que
mencionar que la muestra es clínica.
Finalmente, se levantaron algunos
perfiles de las trayectorias de
consumo. La trayectoria que más se
acercó a representar la muestra de
estudio fue aquella que dibuja pautas,
donde a mayor tiempo de consumo se
presenta un incremento moderado en
la intensidad del consumo, más no
abandono; resultados que están en
26. pág. 25
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
consonancia con los del trabajo de
hipótesis.
¿Qué motiva a los
jóvenes a iniciarse en las
drogas?
Hay diferentes factores por los que los
adolescentes se inician en el consumo de
drogas, desde problemas de autoestima hasta
la influencia del entorno.
Muchos casos se dan por un factor de presión
social. A veces, en las reuniones, el joven se
siente obligado por sus compañeros a tomar
alcohol. Hasta hay casos en los que los padres
se proponen enseñar a tomar a sus hijos,
porque a ellos también les enseñó su papá.
Otros factores son el deseo de querer imitar el
comportamiento de los adultos, la curiosidad,
buscar cubrir vacíos y evadir sus problemas.
No hay que olvidar que la adolescencia es una
etapa de inseguridad y falta de autoestima, y
estos son factores que también los motivan a
tomar drogas.
En este contexto, es muy importante el papel
de la familia. El rol de los padres debe ser el
de fortalecer la autoestima de su hijo y
ayudarlo a desarrollar herramientas que le
permitan saber cómo actuar ante una situación
determinada. Eso se logra con mucho diálogo
Los adolescentes y las drogas en el
Perú Los estudios sobre el consumo de
drogas entre población adolescente y
escolar han sido los más desarrollados
y llevados a escala nacional en los
últimos años. Los estudios realizados
(bajo la metodología de encuesta a
hogares) por el Instituto Especializado
de Salud Mental en Lima Metropolitana
(IESM, 2002), en tres ciudades de la
sierra (IESM, 2003) y en tres ciudades
de la selva (IESM, 2004), han ofrecido
importante información sobre el
consumo de drogas entre la población
adolescente peruana (12 a 17 años de
edad). La prevalencia de vida de
drogas ilegales (como marihuana,
pasta básica de cocaína, etc.) fue de
2.6% en Lima Metropolitana, 0.8% en la
sierra y 1.6% en la selva. La droga
ilegal más consumida en las tres
regiones fue la marihuana. También se
observó que la edad de inicio del
consumo de drogas ilegales en las y los
adolescentes fue entre 13 y 14 años de
edad en Lima Metropolitana, entre 11
y 14 años en la sierra; y entre 13 y 14
años de edad en la selva (IESM, 2002).
Los estudios realizados por el
27. pág. 26
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
Ministerio de Educación (MINEDU) y la
Comisión Nacional para el Desarrollo y
Vida sin Drogas (DEVIDA) en los años
2002, 2006 y 2009 señalan que la
mayor prevalencia de vida, de año y de
mes de consumo de drogas entre
escolares de educación secundaria fue
en las drogas legales (tabaco y
alcohol), seguida de las ilegales
(marihuana, PBC, cocaína, éxtasis,
etc.). En el estudio del año 2006, la
prevalencia de año del consumo de
drogas legales fue 45.1%, y, dentro de
estas, la mayor prevalencia anual de
consumo fue de bebidas alcohólicas
(39.9%), en comparación con el
consumo de tabaco (28.5%) (DEVIDA,
2006). En cuanto a las drogas ilegales,
estas presentaron una prevalencia de
año del 4.5%; la droga ilegal con mayor
prevalencia de año de consumo fue la
marihuana (2.8%); las drogas ilegales
de menor prevalencia de año fueron la
pasta básica de cocaína (0.8%) y el
éxtasis (0.6%) (DEVIDA, 2006). El
consumo de cualquier droga ilegal
presentó una prevalencia de año de
3.2% en escolares de segundo año,
4.9% en los de cuarto año y 5.6% en los
de quinto año de secundaria. La droga
ilegal más consumida fue la
marihuana, que siguió una tendencia
ascendente según cada año de estudios
(1.4%, 3.5% y 3.8% respectivamente).
Respecto de los grupos de edad, se
observó que a mayor edad se producía
un mayor consumo de drogas legales e
ilegales. La prevalencia de año del
consumo de drogas legales fue mayor
que las otras, siendo 28.8% entre
menores de 15 años de edad, 53.6%
entre escolares de 15 a 16 años de
edad y 56.8 entre aquellos de 17 o más
años de edad (DEVIDA, 2006). El
consumo de drogas ilegales presentó
una prevalencia de año de 3% entre
escolares menores de 15 años de edad,
5.1% entre los de 15 a 16 años de edad
y 6.3% entre los de 17 o más años de
edad. Para cada droga en particular,
28. pág. 27
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
se observó también esta tendencia
creciente del consumo según se
incrementaba el grupo de edad,
excepto en el caso del éxtasis, donde
la prevalencia del consumo fue muy
similar, es decir, más estable y menos
ascendente (DEVIDA, 2006). La edad
promedio de inicio del consumo de
drogas legales fue de 13.7 años para el
alcohol y 13.6 años de edad para el
tabaco. Para las drogas ilegales, la
edad promedio de inicio del consumo
de los inhalantes fue 13 años de edad,
que fue el menor promedio; mientras
que el mayor promedio lo tuvo la
marihuana, con 14.4 años de edad. Se
encontró que la edad mínima de inicio
de consumo 3.1CARACTERÍSTICAS DE
LA POBLACIÓN ADOLESCENTE
INFRACTORA III 23 para todas las
drogas ha sido de 10 años de edad, a
excepción del consumo de tabaco, en
el que se encontró una edad mínima
de inicio de hasta 8 años de edad
(DEVIDA, 2006). La prevalencia de año
más elevada para drogas legales e
ilegales fue en el distrito del Callao.
Para las drogas legales, las cinco
prevalencias de año más elevadas
fueron encontradas en Callao (57.7%),
Arequipa (52.1%), Lima Metropolitana
(51.2%), y Lima provincias (46.1%).
Para las drogas ilegales, las
prevalencias de año más elevadas
fueron estimadas en Callao (5.9%), y
Lima Metropolitana (5.6%) (DEVIDA,
2006). Los escolares de sexo masculino
mostraron una mayor prevalencia de
año de consumo de drogas legales e
ilegales en comparación con sus pares
escolares de sexo femenino (49.1% vs.
41.2% en el caso de drogas legales y
5.7% vs. 3.4% en el caso de ilegales).
Entre los varones, la prevalencia de
año del consumo de alcohol fue 42.2%
y de tabaco 34.5%, mientras que entre
sus pares mujeres estas prevalencias
fueron 37.8% y 22.7%, respectivamente
(DEVIDA, 2006). En el caso de las
drogas ilegales, también se encontró
29. pág. 28
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
que los escolares de sexo masculino
presentaron una mayor prevalencia de
año para el consumo de drogas frente
a las escolares de sexo femenino,
siendo la droga más consumida la
marihuana (3.8% vs. 1.9%) (DEVIDA,
2006). Los factores asociados al mayor
riesgo de consumo de drogas en los
escolares identificados en estudios
nacionales han sido: la situación
económica, el medio en que se
desarrollan los escolares y la falta de
conocimiento por parte de padres y
profesores sobre el tema de las drogas
(CICAD, 2006). Paniagua, et. al. (2001)
han señalado como factores asociados
al consumo de drogas legales e ilegales
entre escolares, el hecho de vivir en
un entorno consumidor de drogas
cercano (padre, madre o amigos
fumadores o consumidores de alcohol)
y con altos patrones de ocio (mayor
frecuencia de ir a discotecas, pero
menor frecuencia de practicar
deportes o leer) (Lewinsohn, Rohde y
Seeley, 1996). La extra-edad
incrementa hasta en un 15% la
probabilidad de consumir drogas
legales y en un 37% la probabilidad de
usar sustancias ilegales entre la
población escolar. Los estudiantes que
consideran que es poco probable o
imposible que terminen el colegio o
que ingresen a la universidad tienen
cerca de cuatro veces más
probabilidades de usar drogas ilegales
que aquellos que tienen mejores
expectativas de mantenerse y seguir
avanzando en el sistema educativo
(DEVIDA, 2006). Los estudiantes que
registran dos o más años de repitencia
tienen cerca del 50% más
probabilidades de consumir drogas
legales y dos veces más probabilidades
de usar sustancias ilegales que los que
declaran que nunca han repetido
(suspendido) de año (grado) de
estudios. Algo parecido ocurre con los
que reportan inasistencias frecuentes,
aunque en menor proporción (DEVIDA,
30. pág. 29
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
2006). Los escolares hijos de padres
que nunca o casi nunca sabían dónde
estaba su hijo después del colegio
tuvieron cuatro veces más probabilidad
de consumir drogas ilegales, en
comparación con los escolares cuyos
padres siempre o casi siempre sabían
dónde estaba su hijo. Los escolares
cuyos padres no se fijaron en lo que su
hijo veía en la televisión tuvieron tres
veces más probabilidad de consumir
drogas ilegales. Los escolares cuyos
padres no tenían ninguna preocupación
sobre el rendimiento escolar de su
hijo, tuvieron 3.6 veces más
probabilidad de consumir drogas
ilegales (DEVIDA, 2006). Respecto de
algunas variables sobre la dinámica de
las familias, se encontró que si los
padres no comen ningún día junto a su
hijo, la probabilidad de que él
consuma drogas ilegales es 2.3 veces
24 más alta. Finalmente, si los padres
conocían poco a los amigos de su hijo,
el escolar tenía 2.6 veces más
probabilidad de consumir drogas
ilegales. Frente al consumo de drogas
dentro del colegio, los escolares que
respondieron que otros compañeros
consumían drogas tuvieron 2.6 veces
más probabilidad de consumir drogas
ilegales. En cuanto a la percepción del
consumo de drogas en los alrededores
del colegio, los escolares que
declararon que sí se consumía, tenían
2.5 más probabilidad de consumir
drogas ilegales. Si un estudiante ha
visto al menos a un profesor fumar
dentro del colegio, tendría tres veces
más probabilidad de consumir drogas
ilegales; y si ha visto al menos a un
profesor fumar dentro del aula, la
probabilidad de consumo de drogas
ilegales sería de 3.6 veces más alta
(DEVIDA, 2006). En cuanto a las
variables de primer nivel, se observó
que la edad estuvo significativamente
asociada con el consumo de drogas
legales: a mayor edad, mayor
probabilidad de consumo de este tipo
31. pág. 30
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
de drogas. En el caso de las drogas
ilegales no se observó una asociación
significativa con la edad. Los varones
tuvieron 57% y 34% mayor probabilidad
de consumo de drogas legales e
ilegales, respectivamente (DEVIDA,
2006). Pero, en el caso de las drogas
médicas las mujeres presentaron el
doble de probabilidad de consumirlas
que los varones. También se encontró
que a mayor año de estudios mayor
probabilidad de consumo de drogas
legales. Por el contrario, los alumnos
de cuarto y quinto año de secundaria
mostraron 31% y 25% menos
probabilidad de consumo de drogas
ilegales respecto de los de segundo
año de secundaria (DEVIDA, 2006). Los
hijos de padres que no viven juntos y
las buenas relaciones amicales
tuvieron una leve asociación con el
consumo de drogas legales (18% y 25%
más probabilidad respectivamente).
Los escolares con relaciones amicales
malas o muy malas presentaron 46%
mayor probabilidad de consumo de
drogas ilegales y el doble de
probabilidad de consumo de drogas
médicas en comparación con los
escolares que tienen una relación
amical regular (DEVIDA, 2006). Del
mismo modo, la percepción del escolar
sobre el consumo de drogas en el
colegio (por otros escolares y sus
profesores) y alrededores también
estuvo débilmente asociada al
consumo de drogas legales, ilegales y
médicas (DEVIDA, 2006). En cambio, la
actitud favorable del escolar hacia las
drogas ilícitas estuvo fuertemente
asociada al consumo de drogas.
Cuando los escolares declararon
disponer de más dinero mensualmente,
se observó un leve incremento de la
probabilidad de consumo de drogas
legales y médicas (entre 15% y 32%)
(DEVIDA, 2006). Los escolares que
informaron un alto grado de
participación en actos violentos
presentaron 61% más probabilidad de
32. pág. 31
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
consumo de drogas legales, cerca de
tres veces más probabilidad de
consumo de drogas ilegales y el doble
de probabilidad de consumo de drogas
médicas, comparado con los escolares
que refirieron un bajo grado de
participación en actos violentos.
Finalmente, en el modelo jerárquico
multinivel de consumo de drogas
ilegales, se analizó el rol del consumo
de drogas legales por parte del
escolar, observándose que los alumnos
que declararon consumir drogas
legales tuvieron cinco veces más
probabilidad de consumir drogas
ilegales (DEVIDA, 2006).
Los adolescentes y sus conductas
violentas en el Perú La conductas
violentas en adolescentes son
comportamientos que involucran la
agresión intencional tanto física o
verbal hacia los otros (DIRFAPACI,
2004). De acuerdo con el estudio
epidemiológico nacional de DEVIDA
(2006) sobre el consumo de drogas en
población escolar adolescente, en las
escuelas urbanas del Perú, uno de cada
tres escolares reconoce haber iniciado
al menos una vez una pelea con algún
compañero en los últimos doce meses
(Barletta y Morales, 2004a y 2004b).
Uno de cada cuatro reporta que ha
participado al menos una vez en peleas
entre grupos o pandillas en el mismo
periodo de tiempo. La participación al
menos una vez en la vida en agresiones
en grupo contra algún compañero en
los últimos doce meses es reconocida
por uno de cada cinco estudiantes. El
15% de los estudiantes del estudio
reconoció haber participado en algún
acto delictivo dentro del colegio en el
último año (DEVIDA, 2006). Estas
estadísticas resultan preocupantes por
sus fuertes relaciones con la actividad
de pandillas juveniles y el incremento
del número de adolescentes
involucrados en el sistema de Justicia
Penal Juvenil peruano. De acuerdo con
el informe N° 123 de la Defensoría del
Pueblo (2007) sobre la situación de los
adolescentes en conflicto con la Ley
Penal, a octubre del 2007 existían a
nivel nacional 1,349 adolescentes
infractores en edad escolar (entre
varones y mujeres) atendidos por el
Sistema de Reinserción Social del
Adolescente Infractor del Poder
Judicial peruano. De aquel total
poblacional, 889 adolescentes fueron
atendidos bajo la modalidad de
sistema cerrado (65.9% de la población
privada de libertad) en los 9 Centros
Juveniles existentes en el Perú,
mientras que 460 fueron atendidos
33. pág. 32
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
bajo la modalidad de sistema abierto
(34.1% de la población, no privados de
libertad), entre varones y mujeres. El
100% de esta población se encuentra
en edad escolar, o aún no ha
culminado su educación básica
(Morales, 2007). Se sabe que
anualmente el Sistema de Reinserción
Social del Adolescente Infractor del
Poder Judicial, a cargo de su Gerencia
de Centros Juveniles, atiende a un
promedio aproximado de 3,500
adolescentes entre varones y mujeres
(Morales, 2007). Sin embargo, existen
muchos adolescentes que no han sido
identificados por la Justicia Penal
Juvenil, por lo que no se conoce una
cifra real de la verdadera magnitud
(prevalencia) de los adolescentes
infractores peruanos, y, dentro de esta
población, de aquellos que participan
en pandillas (Morales, 2007). Con
respecto al consumo de drogas y sus
relaciones con la violencia juvenil en
las escuelas, los estudiantes que han
participado con mayor frecuencia en
alguna forma de violencia escolar
durante el último año tienen hasta tres
veces más probabilidades de consumir
alguna droga legal y hasta siete veces
más probabilidades de usar alguna
sustancia ilegal, comparados con los
que no registran este tipo de
antecedente (DEVIDA, 2006). Los
problemas frecuentes de disciplina se
encontraron fuertemente asociados al
consumo de drogas legales e ilegales.
Los escolares con esta característica
presentaron, en comparación con los
que nunca han tenido problemas de
disciplina, tres veces más probabilidad
de consumir drogas legales y cerca de
diez veces más probabilidad de
consumir drogas ilegales (DEVIDA,
2006). Los escolares que han
participado tres o más veces en grupos
que molestaron a compañeros que
estaban solos, tuvieron entre tres y
cuatro veces más probabilidad de
consumir drogas legales e ilegales.
Quienes han participado en grupos que
agredieron físicamente a otros
escolares, presentaron entre tres y
cinco veces más probabilidad de
consumir drogas ilegales (DEVIDA,
2006). 3.226 Hubo una fuerte
asociación entre haber participado una
o más veces en grupos que han
comenzado peleas con otros grupos,
teniendo entre tres y siete veces más
probabilidad de consumir drogas
ilegales. También se encontró que
quienes participaron dos o más veces
en grupos que han comenzado peleas
con otros grupos, tuvieron 2.7 veces
más probabilidad de consumir las
drogas legales (DEVIDA, 2006) Los
escolares que habían cometido uno o
más robos en el colegio tuvieron de
dos a siete veces más probabilidad de
consumir drogas ilegales, respecto de
los que no habían cometido ningún
34. pág. 33
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
robo. La actitud de predisposición al
consumo de drogas ilegales, sea por
curiosidad u oportunidad, incrementa
la probabilidad del consumo de drogas
legales e ilegales. Los escolares que
sienten curiosidad por el consumo de
drogas ilegales tuvieron cuatro veces
más probabilidad de consumir drogas
legales, y diez veces más de consumir
drogas ilegales (DEVIDA, 2006).
Los adolescentes infractores y las
drogas en el Perú Los adolescentes
infractores en el Perú son adolescentes
cuyas edades oscilan entre los 14 y 17
años. En la legislación peruana los
adolescentes que cometen delitos
tipificados en el Código Penal no son
llamados adolescentes delincuentes,
sino infractores, ya que sus
transgresiones a la Ley Penal son
consideradas infracciones. El Código de
niños y adolescentes en el Perú
establece en su Capítulo IV del Título
IV la edad de responsabilidad penal
especial, por la cual se les reconoce
capacidad penal y, por tanto,
responsables penalmente ante la Ley.
Cuando los adolescentes cometen una
infracción y son sentenciados a una
condena por parte de un Juzgado con
competencia en el área, estos son
derivados a un centro juvenil en
alguna ciudad del país, según donde
hayan cometido la infracción. Los
centros juveniles integran el Sistema
de Reinserción Social del Adolescente
Infractor del Poder Judicial, cuentan
con un sistema de atención integral
especializado en el tratamiento del
adolescente infractor, el cual
comprende una serie de programas,
métodos, técnicas e instrumentos de
carácter educativo acorde con las
leyes y normas compatibles con los
derechos humanos, en el ámbito
nacional e internacional (Reglas de
Beijing, Directrices de Riyadh y Reglas
para la protección de jóvenes privados
de su libertad, instrumentos
propuestos por las Naciones Unidas).
En este sistema, el adolescente
infractor es visto como una persona en
desarrollo, sujeto de derechos y
responsabilidades, que requiere de
atención especial e individualizada que
permita desarrollar potencialidades,
habilidades, valores y hábitos
adecuados, dentro de un proceso
educativo integral. Dicho proceso se
lleva a cabo a través del medio abierto
y el medio cerrado, según la medida
socioeducativa judicial que
corresponda. El Código de los Niños y
Adolescentes de Perú (Ley 27337),
establece que el internamiento
preventivo de los adolescentes
infractores de la Ley Penal, así como
la medida socioeducativa de
internamiento se cumplen en los
Centros Juveniles del Poder Judicial.
Como se dijo anteriormente, el ingreso
a los Centros Juveniles, así como su
35. pág. 34
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
permanencia en ellos, se establece a
través de una Sentencia Judicial
condenatoria. Este mismo principio
rige para las medidas socioeducativas
no privativas de la libertad. El Sistema
de Reinserción Social del Adolescente
Infractor (SRSAI) del Poder Judicial
peruano posee cuatro (4) principios
que son el fundamento metodológico
de los programas de atención
3.3CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN
ADOLESCENTE INFRACTORA III 27 que
integran el sistema a nivel nacional.
Estos principios son: • La razón :
Cambio de actitud a través del
conocimiento. • La fe : Adquisición de
valores espirituales. • El respeto :
Propiciar una cultura de paz. • El
afecto : Clima de confianza y apoyo
emocional. Los programas educativos
que aplican las medidas
socioeducativas son los siguientes:
Programas Educativos en Medio
Cerrado • Bienvenida : Recepción e
Inducción • Programa I : Acercamiento
y Persuasión • Programa II : Formación
Personal • Programa III : Formación
Laboral Programas Educativos en Medio
Abierto • Programa IV : Residentado
Juvenil • Programa V : Orientación al
Adolescente (SOA): • Libertad Asistida
• Libertad Restringida • Semilibertad •
Prestación de Servicios a la Comunidad
Programas Educativos
1
Tratamiento para adolescentes de la
droga.
Complementarios • Programa de
Atención Intensiva : Adolescentes con
serios problemas de conducta •
Programa Madre María : Adolescentes
madres y/o gestantes e hijos. •
Programa Huellas en la Arena :
Adolescentes externados (en
seguimiento) El programa de
tratamiento1
para adolescentes
infractores con problemas de consumo
de sustancias psicoactivas de régimen
cerrado se inserta al interior del SRSAI,
con los arreglos normativos y
administrativos respectivos. Se trata
de un programa de tratamiento
especializado exclusivamente dirigido
a aquellos adolescentes atendidos por
los programas educativos propios del
SRSAI que presentan problemas de
abuso y dependencia hacia alguna
sustancia psicoactiva. Se justifica toda
vez que, con frecuencia, el
comportamiento criminal y el consumo
de sustancias psicoactivas están
asociados en los resultados de
múltiples investigaciones sobre
delincuencia, crimen y violencia en
general (Morales, 2008a). Algunos
estudios han identificado relaciones de
causalidad, aunque otros han
demostrado que no existe una relación
lineal entre ambos comportamientos.
Los estudios sobre consumo de
sustancias psicoactivas y crimen se han
36. pág. 35
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
concentrado fundamentalmente en
población adulta, especialmente en
centros penitenciarios. Killias y
Ribeaud en 1999 (citado por Morales,
2006a), en un estudio realizado en 12
países de Europa y Estados Unidos,
encontraron una alta relación entre el
consumo de drogas y los delitos contra
la propiedad y el tráfico de drogas,
aunque esto por sí solo no predice la
delincuencia. Por otro lado, en un
estudio realizado por el INEI en 1997,
se identificó que el 92% de los
detenidos por consumo de drogas
fueron jóvenes entre 18 y 24 años de
edad; mientras que el 26% de las
personas que sufrieron agresiones por
motivos no económicos en ese mismo
año, fueron víctimas de pandillas
(Morales, 2006a). De acuerdo con Rosa
Del Olmo (2001, citado por Morales,
2006a), existirían tres hipótesis con
respecto a las relaciones entre el
consumo de drogas y la delincuencia
juvenil:28 1. El consumo de droga
causa violencia juvenil y, por tanto,
delincuencia. 2. La violencia
2
juvenil/delincuencia causa el
consumo de drogas. 3. No existe
relación causal entre ambas conductas
sino que las mismas son resultado de
otros factores comunes. A pesar de la
gran variedad de estudios
desarrollados en este campo, aún no se
disponen de resultados consistentes,
2
Violencia por la reacción de la droga.
comparables o generalizables, debido
a la diversidad de muestras utilizadas y
a los marcos teóricos distintos que han
guiado a las investigaciones. En lo
único en que existe un adecuado
consenso, es en que la relación existe,
pero la naturaleza de la vinculación
permanece inespecífica y en
controversia. Desde la década de los
70, Naciones Unidas distingue dos tipos
de relación entre el uso indebido de
drogas y la delincuencia: 1. Los delitos
cometidos bajo la influencia de drogas
o “relación directa”, y 2. Los delitos
cometidos para obtener drogas o
“relación indirecta” Goldstein (1985,
citado por Morales, 2006a) señalaba
tres formas de establecer la conexión
criminalidad violenta/drogas, a través
de tres modelos, presentados como
prototipos operativos, aunque
lamentablemente no comprobados en
todas las muestras de adolescentes
infractores: a. El modelo
psicofarmacológico que establecía la
relación entre el consumo de drogas y
la conducta delictiva. Incluye aquellos
individuos que pueden volverse
irritables o irracionales, a raíz de la
ingestión de determinadas sustancias,
y en consecuencia manifestar conducta
violenta, especialmente por el
consumo de alcohol, estimulantes,
barbitúricos y PBC. Aquí el autor
incorpora hechos antes ignorados como
37. pág. 36
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
la violación, el maltrato familiar,
homicidios y lesiones en el tránsito
terrestre. Se trata de una criminalidad
inducida. Corresponde al 3.6% de los
consumidores en este estudio. b. El
modelo económico-compulsivo incluía
aquellos consumidores que participan
en criminalidad violenta para costear
su consumo y, por lo tanto, su
motivación principal es conseguir
dinero. Las drogas más relevantes son
la heroína y la cocaína por su alto
costo y los patrones compulsivos de
consumo que generan. Se trata de una
criminalidad funcional. Corresponde al
7.3% de los consumidores en este
estudio. c. El modelo sistémico
explicaba la violencia intrínseca que
tiene el involucrarse con cualquier
sustancia ilegal. Se refiere a los
patrones tradicionales de interacción
dentro de los sistemas y redes del
tráfico y distribución de drogas ilegales
(Inciardi, 1990, citado por Morales,
2006a). Este modelo es el de mayor
violencia. Se trata de una criminalidad
conflictiva, generada por las redes
ilegales que involucran a la industria
del narcotráfico.
Distribución de la población
adolescente infractora De acuerdo con
los datos recolectados por la presente
encuesta, en el Perú la población
adolescente infractora de la Ley Penal
asciende a 1,233 adolescentes
distribuidos en 9 Centros Juveniles y 1
Servicio de Orientación al Adolescente,
ubicados en las ciudades de Lima,
Arequipa, Chiclayo, Cusco, Huancayo,
Piura, Pucallpa y Trujillo. En la Tabla 3
se presenta la distribución de la
población según el género, nivel de
instrucción, medio en el que se
encuentra e institución a la que
pertenece. Los varones representan el
94.8% de la población total
adolescente infractora a nivel
nacional. 3. En esta misma tabla se
puede apreciar que el 71.7% ha
alcanzado el nivel educativo
secundario, la edad promedio de los
adolescentes es de 17 años de edad y,
como se dijo antes, en su mayoría
(94.8%) son hombres. En lo referente a
las medidas socioeducativas, el 85.9%
se encuentra bajo una medida de
internamiento en régimen o medio
cerrado, siendo el Centro Juvenil de
Diagnóstico y Rehabilitación de Lima el
que concentra a la mayoría de
infractores, pues acoge al 40.5% del
total poblacional a nivel nacional.
DISCUSIÓN
38. pág. 37
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
Los estudios sobre el consumo de
drogas en población adolescente
infractora sirven a un doble propósito:
por un lado, estimar la asociación que
existe entre delito y droga en esta
población específica y, por otro,
estimar las demandas y necesidades de
tratamiento y rehabilitación que
surgen de esta población. Los estudios
3
sobre la relación droga-delito
responden a la preocupación por el
aumento de las infracciones en la
población adolescente y la frecuencia
con que se involucra a menores en la
comisión de estas infracciones
asociadas con drogas, incluyendo su
vínculo con las redes de consumo y
tráfico de drogas7 . Encuestas
realizadas por DEVIDA y la PNP dan
cuenta del involucramiento en delitos
de la población joven en riesgo. En la
encuesta de escolares (DEVIDA, 2007),
el porcentaje de estudiantes de
educación secundaria que ha “tenido
problemas con la policía” correspondió
al 5% del total de estudiantes y 8.5%
señaló que “participa o forma parte de
un grupo o pandilla que ha iniciado una
pelea con otro grupo”. Por otro lado,
el 1.4% de la población de 12 a 18 años
(DEVIDA, 2006) manifiesta que ha
tenido problemas con la policía. La
encuesta aplicada en pandilleros de
Lima Metropolitana y el Callao (PNP,
2008) reporta que el 30.8% de estos
3
Estudios sobre la relación de la droga
jóvenes cometió delitos contra el
patrimonio y 23.8% cometió agresiones
(entre leves y graves). 11.6% de los
delitos está relacionado con el
problema de las drogas. Estos
resultados concuerdan con el presente
estudio, en el cual el 34.9% de los
adolescentes han cometido
infracciones “contra el patrimonio” y
28.3% “Contra el cuerpo y la salud-
agresiones físicas con lesiones graves”.
El consumo de drogas ilegales ha sido
evaluado en diversas encuestas en
nuestro medio, y es de este modo que
en la encuesta dirigida a población
escolar (DEVIDA, 2007), que
comprende población entre los 11 y 18
años de edad, presenta una
prevalencia anual de consumo de
drogas ilegales de 3.9%. Por otro lado,
la encuesta de consumo de drogas en
población general (DEVIDA, 2006),
arroja que el 1.6% de la población
entre los 12 y 18 años de edad han
realizado algún consumo de drogas
ilegales en el último año. Estos datos
se encuentran por debajo del consumo
en la población adolescente infractora,
33.5% de los adolescentes que se
encuentran en el SRSAI del Poder
Judicial han consumido alguna
sustancia psicoactiva en el último año,
siendo hasta veinte veces más el
consumo de drogas ilegales que la
población general en este mismo grupo
39. pág. 38
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
de edad. En cuanto al nivel de
instrucción alcanzado, en los jóvenes
de 12 a 18 años de edad de la
población general (DEVIDA, 2006), el
3.6% no estudiaban o no habían
concluido sus estudios escolares,
porcentaje pequeño en relación con el
49.5% presentado por los adolescentes
infractores que manifiestan que se
retiraron del colegio o no han
terminado el mismo. Esta situación es
particularmente preocupante cuando
la literatura especializada sobre este
tema indica que la desescolarización
es un importante factor de riesgo para
la delincuencia juvenil, así como para
el consumo de drogas (Morales,
2006c). Lo anterior estaría influyendo
o actuando como un factor de riesgo
en esta población, en el consumo de
drogas ilegales específicamente, ya
que la prevalencia de consumo anual
en adolescentes de 12 a 18 años de
edad es 6 veces mayor en los
adolescentes excluidos del sistema
educativo (no estudia o no han
concluido el colegio). Esta diferencia
se incrementa en lo población
adolescente infractora, donde la razón
entre el consumo anual de drogas
ilegales de los que se retiraron/no
terminaron el colegio es 26% mayor al
promedio general de la población
adolescente infractora. En otras
palabras, pareciera que dejar la
escuela favorece el consumo de
drogas, aun cuando no dispongamos de
evidencia empírica causal al respecto.
7 OEA-CICAD. Manual general de
procedimientos para coordinadores
nacionales. Estudio de alcohol y drogas
en población adolescente infractora y
manual de aplicación.
C
criminalidad, 30
D
drogas, 32
E
estudiante, 31
M
modelo, 26, 30
P
problemas, 31
40. pág. 39
ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
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ABUSO DE DROGAS EN EL PERU
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