3. La historia de los gatos se define sobre
toda la percepción que el hombre tiene del
pequeño felino se cree que la
domesticación de los gatos comenzó
entre el 7500 y el 7000 A.C la visión
Que el hombre tiene del gato diferente
mente totalmente de una época a otra
yendo desde el antiguo Egipto cuando
llegaban hasta la edad media cuando los
quemaban en la hoguera hasta nuestros
días
4. El gato o gato doméstico (Felis silvestris catus) y coloquialmente llamado
minino,1 micho,2 mizo3 o miz;4 es una subespecie de mamífero carnívoro de
la familia Felidae. El gato está en convivencia cercana al ser humano desde
hace unos 9500 años,5 periodo superior al estimado anteriormente, que
oscilaba entre 3500 y 8000 años.
En las lenguas romances los nombres actuales más generalizados derivan
del latín vulgar catus, palabra que aludía especialmente a los gatos salvajes
en contraposición a los gatos domésticos que, en latín, eran llamados felis.
Hay docenas de razas, algunas sin pelo o incluso sin cola, como resultado de
mutaciones genéticas, y existen en una amplia variedad de colores. Son
depredadores por naturaleza, siendo sus posibles presas más de cien
especies diferentes de animales para alimentarse. Son capaces de asimilar
algunos conceptos, y ciertos ejemplares han sido entrenados para manipular
mecanismos simple.
5. Como animal de compañía, es una de las mascotas más populares en todo el
mundo. Debido a que su domesticación es relativamente reciente, pueden vivir
en ambientes silvestres formando pequeñas colonias relacionándose con otros
gatos monteses y los seres humanos no controlan el suministro de alimentos o la
cría. La asociación del gato con los humanos lo condujo a figurar
prominentemente en la mitología y en leyendas de diferentes culturas,
incluyendo a las civilizaciones egipcia, japonesa, china y escandinava.
Se observa un efecto relativamente modesto de la domesticación en el genoma
del gato basado en su reciente divergencia con los gatos monteses, la mezcla
continua entre gatos domésticos y monteses y las escasas diferencias
morfológicas, siendo excepciones, las diferencias de comportamiento de los
gatos monteses en relación con la docilidad, la gracilidad y la pigmentación. El
efecto de la domesticación del gato parece ser modesto en comparación con
otros mamíferos,
6. Existen varias formas para denominar a un grupo de animales. Son comunes los
sustantivos colectivos: jauría (perros), piara (cerdos), bandada (aves) o cardumen
(peces). Sin embargo, no existe una forma específica para denominar a un grupo de
gatos en la nomenclatura zoológica del idioma castellano. Por defecto, se utiliza la
palabra colonia de gatos.14 Un fenómeno similar se presenta con la denominación
de su cría, específicamente en el período de inmadurez. En general, a la cría se la
denomina cachorro de gato o gatito.15 En el argot de las exposiciones felinas, suele
denominarse pet a los cachorros más jóvenes que aún no han alcanzado la edad de
por lo menos 6 meses para entrar a competir. En estos eventos también se habla de
gatos neutros y gatos enteros, refiriéndose específicamente a su condición
reproductiva, en donde a los primeros se les ha extirpado las gónadas respectivas y
no podrán engendrar crías, mientras que los gatos enteros si podrán reproducirse.
Aquel cuyos ancestros se encuentran registrados formalmente es calificado como
pedigrí. En términos estrictos, un purasangre es aquel que posee ancestros de la
misma raza, mientras que en el caso de un pedigrí es esencial la existencia de un
registro genealógico de sus ancestros, que pueden ser de distintas razas.
7. Etológicamente, los gatos ven a los humanos como a un sustituto de sus madres,
viviendo una especie de prolongación durante su madurez de la época en la que son
cachorros.19
Al contrario de lo que se suele suponer, en estado salvaje el gato es un animal muy
social, que llega a establecer colonias más o menos jerarquizadas. Es un animal
cazador y los machos marcan el territorio orinando.
Pueden sufrir enfermedades psicológicas tales como el estrés. Al igual que un
humano estresado, tenderá a desarrollar un comportamiento neurótico.
Su vejez no es gradual, como la humana, sino abrupta[cita requerida]. Dura
aproximadamente un año y desemboca en la muerte. Un ejemplar viejo desarrolla
cataratas y se vuelve más lento. También pierde el olfato. Generalmente duerme
todo el día, sin desarrollar ninguna otra actividad, muestra de su extremo cansancio
8. El término se aplica a todo gato que ha vuelto a ser salvaje y tiene poco contacto con
humanos. El gato asilvestrado o callejero48 puede ser un gato que ha sido
abandonado, huido de sus amos, perdido por sus dueños, o ser un descendiente de
gatos en esta situación.
Los gatos asilvestrados pueden vivir solos, aunque suelen formar grupos llamados
"colonias". Normalmente las colonias de gatos callejeros se ubican en lugares donde
pueden sobrevivir, sea porque los alimentan o por abundancia de roedores. En las
colonias ya constituidas es muy difícil que entren gatos nuevos, porque los gatos son
animales muy territoriales.
A pesar de que los gatos son animales muy adaptables y en contra de la creencia
popular, su expectativa de vida está reducida en un ambiente hostil. Debido a que los
requerimientos proteínicos del gato son altos, es difícil para las colonias en medios
urbanos satisfacer sus necesidades alimentarias. Los gatos que viven en la calle son
muy susceptibles a enfermedades, atropellos, envenenamientos, etc
9. La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa que puede afectar al gato y es
peligrosa para la mujer embarazada por ser una causa de malformaciones en el feto.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la principal causa de
toxoplasmosis en mujeres embarazadas es la ingesta de carne cruda o poco cocida,
seguida del consumo de verduras sin lavar y el contacto con excrementos de gatos
infectados. El gato adquiere la enfermedad cuando se alimenta de algún pájaro o
ratón infectado. Por lo tanto, la primera conclusión es que el gato implicado en la
transmisión es aquel que tiene posibilidad de cazar ratones, es decir, gatos silvestres
o de granja, y no el gato doméstico, alimentado con pienso o alimentos enlatados. El
animal enfermo excreta los quistes en las heces y el humano se infecta por el
contacto oral con ellas, por no lavarse las manos después de limpiar la caja, por
ejemplo. Esto ya supone de por sí un bajo riesgo de contagio. Además, es improbable
que un gato doméstico se alimente de los animales antes nombrados. Teniendo en
cuenta lo anterior, la mujer embarazada debe evitar el contacto con gatos callejeros,
protegerse con guantes a la hora de limpiar la tierra donde los animales caseros
entierran sus heces y lavarse las manos posteriormente. Siguiendo estas normas, la
posibilidad de contagio se reduce considerablemente. La mujer seropositiva a
toxoplasmosis queda inmunizada de por vida; solamente se considera período de
riesgo los cuatro primeros meses de embarazo de las mujeres seronegativas a la
toxoplasmosis, que son las que tienen posibilidad de infectarse.