Las camas de maternidad permiten a las mujeres en trabajo de parto adoptar posiciones más naturales para el parto, y en muchos casos permanecer en la misma cama durante todo el trabajo de parto y el postparto. Como resultado, pueden evitarse la incomodidad, el riesgo y el gasto de tiempo asociados con la transferencia de una cama a una camilla y luego a una mesa obstétrica. Estas camas se utilizan frecuentemente en las unidades obstétricas que proporcionan un ambiente similar al del hogar, en el que la paciente puede quedarse durante todo el proceso del parto mientras recibe el tratamiento y los cuidados necesarios. Algunas camas de parto están diseñadas para convertirse en mesas de cirugía o en camillas, en caso de que se requiera la transferencia al quirófano.