1. EL PESCADOR Y LA SIRENA
En unos a arrecifes cercanos a la costa norte de Alemania vivíauna sirena de
extraordinaria belleza que con su vozy el collarde perlas que lucía en su cuerpo
encantaba a los pescadores hasta hacer naufragar sus barcos.
Lo cierto es que comotodos los que se acercaba a ella, morían hundidos en sus
embarcaciones nadie sabía acerca de su existencia y desconocían el por qué de aquellos
hundimientos.
Solo un hombre, un viejopescador había logrado percatarse de la causa de ese misterio, y
día tras día espiaba a la sirena, en un intento de conocer sus rutinas y sus poderes.
pescador-y-la-siernaUn día, cuando el anciano sentía que la muerte lo atrapaba, llamó a su
único hijo y le comentó acercade su descubrimiento y los terribles poderes de los que era
portadora la sirena. De tal forma,le hizo prometer al chicoque tras su muerte alertaría a
todos los pescadores y, sin contarles de la sirena, evitaría que los pescadores se acercaran
a los arrecifes.
Aterrado por lo relatado por su padre y en post de cumplir su promesa, el joven
prudentemente dijo al resto de los pescadores que no fuesen a pescar a esa zona. Nunca
explicó exactamente el por qué, pero lo cierto fue que tras el avisa, las naves se alejaron de
esos arrecifes y los naufragios dejaron de suceder.
Sin embargo, el joven temía que alguien pasara del aviso o no lo conociera. Poreso, lo que
debía era atacar el problema desde la raíz y para ello debía encontrar a la sirena y
terminar con la fuente de sus poderes.
Después de varios días espiando los arrecifes donde merodeaba la sirena, en un intento de
atraparla, se dio cuenta que aquella criatura era muy escurridiza pues nunca la veía.
En una ocasión, cuando yacasi se daba por vencido, vioun libro abierto sobre unas rocas y
lo tomó. En realidad no sabía leer y como era de esperar no podía comprender lo que allí
había escrito, por lo que pretendía dejarlo tirado allí. De repente alguien le gritó:
2. -¡Déjalo ahí, ese libro es mío! ¡Déjalo o te acordarás de mí!
Era la sirena que de manera desenfrenada se acercaba a él. Eljoven pescador se dio cuenta
de que lo contenido en aquel libro era de gran importancia para la sirena, tal vezeran sus
hechizos.
Corrió para ponerse a salvo;se alejó de las costas pues por tierra la sirena no podía
seguirlo. A sus espaldas escuchaba cualquier tipo de ofrecimientos:
-¡Te daré todas las perlas que quieras!-gritaba la sirena.
Ya en calma, el pescador trató de descifrar el contenido mágico pero no era capaz de
comprender nada; debía buscar a alguien que supiera leer y quisiera ayudarlo.
En todos los alrededores solo una chicasabía leer. Se dirigió a la isla donde vivía;era un
pueblo pequeño por lo que la encontró con facilidad. La chica lo reconocióde inmediato;
sabía de sus anuncios acerca de los peligros que se albergaban en los arrecifes.
El joven,deslumbrado por su belleza, le contó lo sucedido y la chica aceptó ayudarlo. Sin
embargo, las palabras estaban escritas en un dialecto extraño y precisaba de tiempo para
descifrarlo.
De tal forma, ambos acordaron reunirse cuando ella conociera la información. La señal del
encuentro sería una fogata; una vezque vera las llamas el jovendebía cruzar el mar para
verla.
Esta operación se repitió varias veces, lo cual fueadvertido por la sirena quien descubrió
que el pescador estaba prendado por la chica. Decidióque la manera de vengarse era a
través de ella.
Una noche, empleando uno de los hechizos que recordaba, cubrió la isla donde vivíala
muchacha de una niebla que impedía que el pescador viese las llamas prendidas por la
joven.
3. Asombrada por tanta neblina, la lectorase acercóa las aguas en un intento de divisar la
embarcación del muchacho.Resultó que en ese momento, la sirena la atrapó, tomó el libro
y la asesinó con la fuerza de su mirada.
Cuando desapareció la niebla, el muchacho vioel fuego y asustado acudió a donde la chica.
Al llegar la encontrómuerta en la arena; la abrazó y lloró sin parar esa noche.
Según cuentan, al otro día, los pescadores encontraron a los dos jóvenes abrazados
convertidos en roca. Las lágrimas del chico enamorado se habían convertidoen perlas,
hermosas como las de la sirena.