La Constitución boliviana de 1938 estableció el Régimen Social, protegiendo el trabajo y el capital como factores de producción y regulando beneficios para los trabajadores como el seguro obligatorio, la jornada laboral máxima, el salario mínimo y las vacaciones pagadas. También garantizó la libre asociación sindical y el derecho a huelga de acuerdo a la ley. Durante el gobierno del Coronel Germán Busch se promulgó el Código del Trabajo para implementar estas protecciones.