La Gatera de la Villa nº 51. Revista cultural sobre Madrid..
Teatro griego: Edipo y Lsístrata - Tragedia y comedia
1. Marisol Cruz Valdez Reporte de lectura: Edipo Rey
Mi inexperiencia en la lectura de teatro y por lo tanto de teatro griego, me llevó a leer con
bastante curiosidad las primeras páginas del volumen de los clásicos; un compendio de
algunas obras de Esquilo, Sófocles, Eurípides, Aristófanes y Menandro. Sólo tenía presentes
algunas premisas básicas, aunque quizás limitantes: los diálogos llevan la historia, los
personajes se van dibujando por sus mismas acciones y una experiencia teatral no se vive
completa hasta no verla en escena. Nosotros, lectores actuales no tan fácilmente tenemos
acceso a este tipo de puestas, pero el texto es de donde emana todo.
Cual evangelista con su biblia en mano, traje el pesado libro para todos lados, con el
afán de que en algún momento encontrara paz y tranquilidad para leer y quizás compartirle a
alguien. Muchos fueron los días que pasé el libro de una bolsa a otra, abriéndolo de vez en
cuando. El peso en la mochila y la inscripción en la bitácora y en la cabeza se burlaban de mí
y mi falta de tiempo, paciencia y devoción a los viejos clásicos, a Edipo Rey y a Lisístrata.
La tragedia es una forma dramática cuyos personajes protagónicos se ven enfrentados
de manera misteriosa, invencible e inevitable contra el destino o los dioses. Las tragedias
acaban generalmente en la muerte o en la destrucción física, moral y económica del personaje
principal, quien es sacrificado así a esa fuerza que se le impone, y contra la cual se rebela
con orgullo insolente o hybris. (Gómez, 1997, p. 795)
Tan sólo puedo imaginar que era un acontecimiento significativo ver a todas las
clases sociales reunidas en los festivales o días de celebración para asistir al teatro. Luego de
mis intentos de recordar el escaso bagaje sobre mitos griegos, piscología (por el complejo de
Edipo) y mi corta memoria de las obras que encargaban en secundaria, me entero por una
brevísima búsqueda, que en el fenómeno teatral griego en contraposición al teatro de
Shakespeare, no se trae mucho a cuenta la personalidad del personaje. Son los conflictos
morales y las acciones los que prevalecen en un primer plano
Tiene mucho sentido fijarse en el conflicto central de Edipo, al personaje le suceden
todo tipo de tribulaciones aunado a lo que está por venir, incluso antes de enterarse que es a
él a quien le va a caer la desgracia y la vergüenza de su estirpe. Hay una cantidad de
lamentaciones por la ciudad, por los atenienses, por el honor de los antepasados y por no
2. soportar verse a sí mismo. Edipo es una búsqueda de la identidad, de la verdad de su historia
que lo libera de mentiras pero que lo lleva a un destino escrito por el poder de las divinidades.
Es un escrito impecable, respetuoso, con personajes que utilizan lenguaje elevado, la
tragedia perfecta según Aristóteles, lleno de muchas frases de sabiduría, como “De todas las
calamidades, las que más deben sentirse son las que uno se procura por sí mismo”. Hay varios
momentos cumbre anunciados, contados en una asignación de espacio-tiempo no siempre en
presente. La inexactitud de la temporalidad sirve para dar protagonismo a otros recursos y el
impacto la acción es más importante que el cómo y por qué, tal como se cuenta un sueño. No
siempre es el suceso, ni va ocurriendo en el momento, a veces es cosa del pasado, el diálogo
interno, el pensamiento en voz alta, el monólogo y los grandes discursos por parte de los
coros tienen bastante lugar en toda la historia.
Edipo se preocupa, busca, advierte, injuria, descubre, llora, se castiga, se desgarra y
ciega, se procura un sacrificio que lo absuelve al mismo tiempo que lo destierra. ¿Era la red
de mentiras su mejor protección? O el conocimiento le sobrevino en una nefasta resolución,
es una paradoja que la ceguera le trajera consuelo, aceptación. Para finalizar, un día antes de
entregar el pequeño reporte me encuentro por azar, un comentario de un libro de una poeta
mexicana, Verónica Volkow que hace referencia a esta tragedia y que de alguna manera para
mí tuvo mucho sentido, Edipo y yo nos entendimos:
“Quisiera poder abrazarme en mi totalidad, aceptarme. Hay una gran sabiduría, una curación
en lo trágico. Hay que recibir lo que es sin poner resistencias, no rehusarse. Luego hay un
enorme consuelo, que no sólo es liberación, vaciamiento de lo que ciegamente, como a Edipo
nos habita, sino, también, reencuentro con una dimensión más amplia; asunción de aquello
cuyo primer rostro es el terror, pero que finalmente nos reúne dentro de una dimensión más
amplia. Se gana la propia totalidad en lo trágico. Hay mucho amor en esta aceptación. Ya
puedo recibirme, cobijarme (Payán, 2015)
Referencias
Gómez, M. (1997). Diccionario del teatro. Madrid, Ediciones Akal.
Payán A. (2015) EL TAÑIDO DE LO EXTINTO. La Jornada Semanal [domingo 30 de enero
de 2005]. Revisado el 12 de Octubre de 2015. Disponible en
http://www.jornada.unam.mx/2005/01/30/sem-payan.html
3. Reporte de lectura: Lisístrata
¿Qué hace lo cómico? Al referirnos a esto se apela a una serie de ideas que despiertan el
divertimento y la risa. Esta concepción se circunscribe además, en un sistema de
convenciones muchas veces determinado por la cultura, el tiempo, lugar e incluso tan sólo
por el momento. Entonces, qué es lo que hace que un discurso (en el sentido más amplio de
la palabra) sea cómico, qué mejor ejemplo que una comedia griega como Lisístrata. Lo
cómico, viene del lat. comĭcus, y este del griego κωμικός que significa: alegre representación,
festín, cántico (Diccionario soviético de filosofía, 1965, P. 71). Además, “se caracteriza
porque sus personajes protagonistas se ven enfrentados a las dificultades de la vida cotidiana
y por eso ellos enfrentan las mismas haciendo reír a las personas o a su "público", movidos
por sus propios defectos hacia desenlaces felices donde se hace escarnio de la debilidad
humana”. (Buckham, 1830, P. 17)
La comedia, del lat. comoedĭa, y este del griego antiguo κωμῳδία,1 kōmōidía (RAE)
es subgénero del género dramático, perteneciente a los realistas. En la comedia griega,
representada durante las Dionisias de Atenas se intercambiaban chistes con los miembros del
cortejo y con los propios espectadores. Es una teoría, pero se piensa que es bastante acertada,
pues la palabra griega komoidía, quiere decir "canto de un komos", y deriva del griego
komos, procesión de comparsas que cantaban y bailaban.
Para los atenienses la obra de Lisístrata era lo que se dice una verdadera comedia, fue
hecha para despertar la risa y carcajada de los espectadores. Su autor, Aristófanes, principal
representante del género, es creador de la más antigua comedia de la que se tenga registro.
Lisístrata es una historia que se vale de situaciones chuscas para criticar las constantes
guerras, a las que los hombres debían partir sin remedio, dejando a sus esposas y familias
desatendidas. No fue la única en la que el autor reflejó su animadversión hacia las tensiones
políticas de su tiempo.
En las primeras obras de Aristófanes se suele observar una estructura de 6 elementos:
Prólogo, Parados (entrada del coro), Argón (debate), Parábasis (Marcha hacia adelante),
Epeisodia (episodios) y Éxodos/Córdax (final y danzas). Lisístrata sigue esa estructura, la
historia también puede ser dividida en cinco estadíos: insatisfacción, búsqueda, conflicto,
victoria y celebración.
4. El título, a diferencia de otras comedias en las que el nombre es dado por el coro, es
el nombre del personaje principal de la obra. Lisístrata es la incendiaria de los ánimos de sus
congéneres amigas que después de no pocos argumentos de convencimiento, se ven
envueltas en todo un circo de enfrentamientos entre hombres y mujeres. Una huelga sexual
en protesta a la ausencia de sus esposos, para buscar instaurar la paz.
El humor y la comicidad está en el trato de las mujeres hacia sus amigas, la forma de
expresar situaciones cotidianas llevadas al límite, el lenguaje escatológico y los golpes. Las
mujeres se reconocen lindas entre ellas al chulearse y tocarse con una confianza inverosímil,
reiteradas veces se menciona que son aficionadas a la bebida, a la coquetería sinvergüenza,
y presas débiles ante los placeres de la carne. Se trata con ingenio la manera de influir en sus
maridos, hombres de fuerza que sucumben ante los más primigenios instintos. También
podemos percibir ese tono de burla al referirse a algunos pueblos, a los gentilicios que ocupan
varias veces con intención irónica.
Lo que me ocurrió con la lectura de Lisístrata es que de nuevo sentí, como en Edipo,
esa poca preocupación por la ubicación en el tiempo y la secuencia lógica. La edición que
conseguía tenía numerosas notas al pie para poder entender el contexto y muchas páginas de
otras opciones de traducción. Me ocupé de leer todas las aclaraciones, por lo tanto el ritmo
de la lectura no fue fluido. Algunas partes incluso no estaban traducidas porque para sorpresa,
la broma estaba en lo intraducible. A veces el humor de las frases era muy notorio, pero no
hay nada más aburrido que en estos casos te expliquen el chiste. Otras veces, las referencias
no eran tan obvias y aunque se describa por qué era gracioso para el público, no implicaba
que lo fuese para mí en particular, hija de mi época.
Lejos de lo divertido o no que pueda ser esta pieza, Lisístrata deja un legado, a lo
largo del tiempo ha sido múltiples veces representada, adaptada y analizada. Llevada al cine,
al cómic, la música, incluso como símbolo o emblema de causas sociales, ni qué decir de su
influencia a otras tantas obras artísticas. Se ha interpretado de acuerdo a la época de diferentes
maneras, desde su estreno como un juguete teatral; asimismo un ejemplo de la transgresión
a las costumbres, al machismo. Vista como modelo de feminismo, de libertad de pensamiento
y por supuesto, una crítica política y de la sociedad que es capaz de reír de sí misma.
5. Referencias
Buckham, P. (1830)The Theatre of the Greeks: Or, The History, Literature, and Criticism of
the Grecian Drama: with an Original Treatise on the Principal Tragic and Comic Metres.
Revisado el 14 de octubre de 2015. Disponible en:
https://books.google.es/books?id=IjAZAAAAYAAJ&printsec=frontcover&dq=The+Theatr
e+of+the+Greeks&hl=en#v=onepage&q=comedy&f=false
Diccionario de la Real Academia Española de la lengua (RAE)
Brieva y Salvatierra, F. (1974) Teatro Griego. Madrid: E.D.A.F.