Los niños de cuatro años se ponen en parejas para realizar una sesión de psicomotricidad que incluye cambiar de posturas, trabajar el tono muscular, coordinación general y motricidad gruesa mientras colaboran con sus compañeros. Las actividades incluyen llevarse el uno al otro, arrastrarse, hacer la carretilla, bailar juntos, decirse que se quieren y relajarse al final de la sesión.