2. El valor de la salud
consiste en cuidar el
propio cuerpo y el de
los demás para que
estén sanos. Dos formas
de mantener la salud
son la relajación y el
deporte.
Los cristianos debemos
cuidar nuestro cuerpo y
dar gracias a Jesucristo
por estar sanos.
3. El valor de
evangelizar consiste
en enseñar el
mensaje de Jesús de
los cuatro Evangelios,
principalmente a
quienes no lo
conocen. Todo
cristiano debe
evangelizar en su vida
diaria.
4. El valor de apadrinar
consiste en colaborar
en los gastos de
educación,
mantención, ropa,
etc., de un niño o de
una niña necesitados.
Muchas instituciones
solidarias de la Iglesia
católica facilitan el
apadrinamiento de
niños y niñas en todo
el mundo.
5. El valor de la santidad
consiste en comportarse
como un santo cristiano
en la vida diaria: en la
vida, en el colegio, en
el deporte… Así nos lo
pide Jesús: “Lo mismo
que es santo el que os
llamó, sed santos
también en vuestra
conducta, porque está
escrito: seréis santos,
porque yo soy santo”
6. El valor de la dignidad
humana consiste en
defender el derecho
fundamental e
inviolable que tiene
toda persona a vivir
bien, con respeto y
justicia.
7. El valor de contemplar
consiste en observar en
silencio y con
tranquilidad una obra
de arte religioso, un
paisaje de la Creación…
Contemplar acerca a
Dios y da paz interior.
8. El valor de la
comprensión consiste en
el buen sentimiento y
comportamiento de
entender al otro y
ponerse en su lugar
para ayudarlo en sus
problemas. La
comprensión es un valor
cristiano del “hombre
nuevo” en que se
convierte el cristiano
por la gracia de Dios.
9. La tolerancia es el buen
comportamiento de
respeto y diálogo con
las personas de las
diferentes culturas y
religiones. La persona
tolerante expresa sus
creencias y respeta las
de los demás.
10. El valor de tomar
conciencia consiste en
dedicar tiempo a
escuchar nuestra voz
interior. Tomar
conciencia es darse
cuenta de cómo somos,
qué debemos hacer, qué
nos ocurre, qué es
bueno o qué es malo,
etc.