Tesis que presenté para obtener el Grado de Maestría en Planeación y Políticas Metropolitanas en la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
Acción Colectiva y Control Social en la Gestión Urbana de El Contadero, Cuajimalpa
1.
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA-UNIDAD AZCAPOTZALCO
DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES
MAESTRÍA EN PLANEACIÓN Y POLÍTICAS METROPOLITANAS
Acción Colectiva y Control Social en la Gestión Urbana
de El Contadero, Cuajimalpa.
TESIS
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE
Maestría en Planeación y Políticas Metropolitanas
PRESENTA
Margarita María Martínez Fisher
Directora de Tesis:
Dra. María Cristina Sánchez-Mejorada
Fernández-Landero
Lectores:
Dra. María Soledad Cruz Rodríguez
Dr. Emilio Duhau López
México, D.F. Diciembre, 2011.
2. Acción Colectiva y Control Social en la Gestión Urbana de
El Contadero, Cuajimalpa
Margarita María Martínez Fisher
Palabras Clave
Expansión Urbana
Fragmentación Urbana
Contadero
Cuajimalpa
Identidad
Pertenencia Socioterritorial
Apropiación simbólica
Resumen
Esta investigación gira en torno a la acción colectiva como un proceso social que
influye en la gestión y las políticas urbanas en el marco de la expansión urbana
poniente de la Ciudad de México. En primera instancia se discute el debate teórico
en torno a la Acción Colectiva desde los enfoques racional-utilitarista de Mancur
Olson y el Paradigma de la Identidad. Se incluyen como categorías analíticas la
pertenencia socioterritorial y la apropiación simbólica en la visión de Gilberto
Giménez. Posteriormente se profundiza en el proceso de expansión urbana
poniente, su evolución histórica y los procesos de segregación y fragmentación
urbanas como marco de referencia para entender el contexto regional del caso de
estudio. A partir de lo anterior se relata detalladamente la evolución de la disputa
por el poder político y el conflicto por la tierra en la historia de Cuajimalpa y
Contadero, sus orígenes remotos, enfatizando en la manera como el cambio en el
uso de la tierra ha impactado en el proceso de urbanización de la zona. Además
realizo una descripción de aspectos generales de El Contadero (Orígenes,
configuración, tipos de poblamiento) y profundizo en el análisis de las identidades
de la zona, residencial, popular y tradicional. En un último capítulo se relatan las
acciones que han llevado a cabo los actores sociales de Contadero para defender
el territorio en conflictos como la defensa de los Bosques del Cedral y el Ocotal, el
conflicto contra la UAM y en especial el caso del Proyecto de Programa
Delegacional de Desarrollo Urbano de Cuajimalpa que se ha mantenido pendiente
de autorización por parte del Gobierno de la Ciudad debido al rechazo social que
implicó en un momento dado. Como principales resultados de la investigación se
presentan testimonios de actores de la zona e información documental de interés,
todo ello nos permite entender a la valoración de los recursos naturales y su
defensa, como el elemento que posibilitan la articulación de la acción colectiva en
la zona a pesar del conflicto social inherente y las diferencias de origen,
motivación e identidad que los actores sostienen entre sí.
2
3. DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS
Este trabajo está dedicado en primer lugar a los vecinos de Contadero: Guillermo e Isabel de la
Mora, Clara Reséndiz, Francisco del Olmo, Gerardo Ugalde, Francisco de Souza, el Arq. José
Oseguera y otros más que no tuve la oportunidad de entrevistar como Héctor Frappé, Jorge López
Kurto, Lupina Loperena, Fernando Meléndez, y los señores Muciño y Bobadilla, por que son un
vivo testimonio de que participar en la comunidad rinde frutos valiosos y de que la democracia es
más que un mero trámite electoral. Gracias a todos y cada uno de ellos por abrirme la puerta de su
hogar y por compartirme su conocimiento y su amor incondicional a Contadero.
También agradezco a Carlos Orvañanos Rea, Jefe Delegacional de Cuajimalpa por haberme dado
la oportunidad de trabajar en su proyecto y por que gracias a él pude ser parte de la invaluable
historia comunitaria y social de ese territorio que se construye con el amor de sus habitantes.
Mi reconocimiento y agradecimiento a la Doctora Cristina Sánchez Mejorada como mi asesora para
esta investigación por que su pasión y su experiencia me formaron y motivaron en todo momento.
Al Arquitecto Jorge Gamboa de Buen y al Lic. Carlos Gordillo por la documentación y
conocimientos técnico/jurídicos que me hicieron el favor de compartir para concluir esta
investigación.
A mis amigas y compañeras de la Maestría, Laura Hernández, Paulina Gamallo y Adriana Urbina,
que han sido un apoyo en todos los sentidos. Mis amigas entrañables para toda la vida.
A Arne aus den Ruthen por que desde el día uno que empecé mi carrera profesional y académica
creyó e impulsó mis proyectos.
A Benjamín Zermeño por ayudar siempre y ser el mejor de mis amigos.
A mi amiga Liliana Rojero que es un ejemplo intelectual y político para mí.
A mi familia que me ha respaldado en todas las aventuras: Mis papás Mario y Bertha por su
ejemplo y amor incondicional. Mis hermanos Mario, y su esposa Maribel, y Lupita por ser las
personas que más admiro intelectual y moralmente. A Karla y Pablo Puig por prestarme su casa de
Cocoyoc para escaparme a trabajar.
A Jorge, mi esposo, “a quien conozco de antes del ayer”, que ha sufrido todos los desvelos y
aventuras de esta investigación con paciencia y comprensión. A él le dedico “Todas las mañanas
que viví, todas las calles en dónde me escondí…”. A mi hijo Lucas. “Mi voz cantante… mi destino
errante…mis marcas en la piel.”
...todo al fin se sucedió,
sólo que el tiempo no los esperó
la melancolía de morir en este mundo
y de vivir sin una estúpida razón.
Todos giran y giran
todos bajo el sol
se proyecta la vida
Mariposa Tecknicolor
-Fito Páez-
3
4. ÍNDICE
Introducción………………………………………………………………………..……..6
Capítulo 1: Debate teórico en torno a la Acción Colectiva…………………...18
Enfoques teóricos estructurales…………………………………………….....20
La Visión de Mancur Olson en la Lógica de la Acción Colectiva…………...25
El Paradigma de la Identidad de Melucci……………………………..……....28
El concepto de Control Social……………………………………………..…...34
Identidad colectiva y pertenencia socio territorial en la visión de Gilberto
Giménez…………………………………………………………….…………....37
Capítulo 2: El proceso de expansión urbana poniente y su impacto en la
Delegación Cuajimalpa………………………………………….…….47
Historia de la Urbanización Poniente del Distrito Federal……………...…...47
Segregación espacial en la Ciudad de México………………………….……62
La División Social del espacio: Territorios heterogéneos y fragmentados
como resultado del proceso de urbanización…………………………………66
La Delegación Cuajimalpa un Territorio Rico en Recursos Naturales.........68
Las etapas de urbanización de la Delegación Cuajimalpa en el Contexto de
la Urbanización Poniente……………………………………………………….72
Elementos configuradores de la urbanización en Cuajimalpa……………...74
Perspectiva histórica del poder político en Cuajimalpa…………….……..…97
Capítulo 3: La disputa por el poder político y el conflicto por la tierra en la historia
de Cuajimalpa y Contadero……………………………….100
Orígenes remotos: Época prehispánica, colonial y el Movimiento de
Independencia……………………………………………………………….....102
Cuajimalpa en la Revolución……………………………………………........108
Disputa territorial en Contadero y sus alrededores a partir de la Reforma
Agraria……………………………………………………………..……………109
El cambio en el uso de la tierra y su impacto en el proceso de urbanización:
El declive de actividades agrícolas y la veda en la explotación
forestal………………………………...……………………………………...…137
4
5. Capítulo 4: Contadero: Territorio fragmentado, grupos de población y configuración
de las identidades…………………………………..140
Orígenes históricos de El Contadero………………………………………...141
Configuración territorial……………………………………………………..…150
El poblamiento de Contadero: Un territorio fragmentado…...……………..151
Diferencias y coincidencias en los actores entrevistados: Origen, nivel
socioeconómico y simpatía partidista………………………………………..153
La identidad de la zona residencial: La búsqueda por defender el modo de
vida………………………………………………………………………………155
Identidades populares: La lucha por una mejor calidad de vida desde la
precariedad……………………………………………………………………..156
Identidad y pertenencia territorial: Forma de vida, tradiciones y
costumbres……………………………………………………………………...159
Visión respecto a otros actores de Contadero y externos…………………163
Capítulo 5: La protección de los recursos naturales de Contadero como eje
articulador de la gestión urbana de resistencia al desarrollo
urbano…………………………………………………………………………………..169
Historia de la Resistencia: La Acción Colectiva en Contadero desde la
perspectiva de los actores locales……………………………………………170
La forma en la que los actores sociales se han organizado como un
contrapeso real a la administración urbana: El caso del Proyecto de
Programa Delegacional de Desarrollo Urbano de Cuajimalpa…………....185
La articulación de la gestión urbana en el Comité Ciudadano de
Contadero……………………………………………………………………….187
Conclusiones…………………………………………………………………………..194
Fuentes………………………………..………………………………………………..206
Anexos…………………………………………………………………………………..223
5
6. Introducción
En julio de 2010, el Gobierno del Distrito Federal publicó la nueva Ley de Desarrollo
Urbano que fue aprobada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal en el mes de
abril del mismo año. Los periódicos principales publicaron diversas notas en las que
ciudadanos y representantes vecinales criticaron esta legislación e incluso, convocaron a
movilizaciones para protestar por su expedición. La discusión respecto a cómo normar o
regular el proceso urbano está presente en la opinión pública y es tema de interés para el
futuro desarrollo de la Ciudad.
El debate respecto al proceso de urbanización involucra diversos aspectos, el político y
social, por que norma o limita jurídicamente el uso de la propiedad privada, y el
económico por que asigna (incrementa o devalúa) valores a la misma. Los vecinos de
zonas medias y residenciales de la Ciudad de México expresaron su rechazo a la nueva
Ley por que consideraron que ignora la participación vecinal para decidir sobre su
entorno.1 Según los vecinos que protestaron, “hay preocupación por zonas de carácter
patrimonial y las áreas verdes o de conservación, también hay dudas respecto a si el
desarrollo urbano que se promueve en la Ciudad de México considera un equipamiento
suficiente para garantizar el abasto de agua y otros servicios a nuevas viviendas”.
En el centro de la discusión respecto al desarrollo urbano está la relación del Gobierno y
la Sociedad, por que las decisiones gubernamentales (normativas o administrativas) son
en parte producto de la interacción y presión de grupos sociales al Gobierno. El proceso
por el cual se forman las decisiones en materia urbana por parte de las autoridades es
compartido con la sociedad en la medida que ésta, a través de actores sociales, grupos
de presión, asociaciones, comités vecinales o ciudadanos, movimientos urbanos, etc.,
incide en los procesos de decisión pública. En este sentido es importante identificar los
aspectos en los que hay coincidencias o divergencias, la correlación de fuerzas y los
mecanismos que utilizan ambas partes en su actuación.
Los ciudadanos participan por diversos motivos y buscan objetivos distintos, la gestión
urbana está relacionada de manera muy importante con la sociedad, las formas en las
que se organizan los ciudadanos, sus demandas, sus intereses y la lógica de sus
relaciones con el gobierno y lo político. Durante años el proceso de definiciones para los
cambios de uso del suelo en la Ciudad había sido más o menos restrictivo al desarrollo
inmobiliario, complejo para la toma de decisiones gubernamentales y con tendencia a
mantener el status quo.
Hoy el planteamiento normativo respecto al cambio de uso del suelo es distinto, hay ya
una posibilidad de transformar, incentivar y dirigir el proceso de urbanización por parte del
Gobierno del Distrito Federal con menor participación de otras instancias, específicamente
la Asamblea Legislativa y los órganos de representación ciudadana.
Frente a esta situación, los ciudadanos que tradicionalmente han participado en el
proceso urbano, reclaman un espacio de decisión para influir en la toma de decisiones
gubernamentales respecto del desarrollo urbano por que esto afecta sus condiciones y
calidad de vida. ¿Cómo se involucrarán hoy los ciudadanos de diversos espacios del
Distrito Federal en el proceso urbano? Esta es una cuestión vigente en la Ciudad también
por que en octubre de 2010, la nueva Ley de Participación Ciudadana del Distrito Federal,
1
Critican la ley urbana. Periódico Reforma, Sección Ciudad, 17 de julio de 2010.
6
7. posibilitó la elección de una nueva figura de representación vecinal: los Comités
Ciudadanos. Para el desarrollo de la Ciudad y también en términos políticos estas nuevas
realidades normativas tienen implicaciones en cuanto a los mecanismos de consenso y
concertación del Gobierno y los ciudadanos.
Lo urbano no es producto de una acción deliberada o planeada únicamente desde el
gobierno, es resultado de la interacción de la sociedad y el Gobierno. No podemos obviar
el hecho de que en la Ciudad existen lógicas tradicionales e históricas de gestión, miles
de ciudadanos y organizaciones vecinales han participado durante muchos años para
defender su modo de vida y mejorar las condiciones de su entorno. La Ciudad es producto
de la gestión de sus habitantes, de la interacción ciudadana en el ámbito público. Lo que
sucederá en el futuro sin duda estará influenciado por la forma en la que la población se
involucra para enfrentar o promover las decisiones del gobierno.
En este contexto, la investigación que presento gira en torno a la gestión urbana de los
pobladores de Contadero en la Delegación Cuajimalpa, un territorio que hoy en día es
considerado como estratégico para el desarrollo inmobiliario en la Ciudad de México,
además, Cuajimalpa es una Delegación de la periferia poniente del Distrito Federal que
limita con el Estado de México y que ha vivido en los últimos años un importante proceso
de fragmentación territorial frente a la expansión de la urbanización del poniente de la
Ciudad de México.
Desde este punto de vista, y por el desarrollo del proceso de urbanización en la zona, en
Contadero es posible verificar 2 tipos de fragmentación, la que genera el límite del Suelo
urbano con el Suelo de Conservación, una fragmentación territorial urbano-rural y una
fragmentación de tipo social, que deriva de diversos tipos de poblamiento y habitantes de
niveles socioeconómicos distintos que habitan el territorio.
El Contadero ha mantenido una lógica de gestión y organización social específica a partir
de su particular evolución histórica. Esta investigación explora la historia del territorio y los
orígenes de la configuración del poblamiento, cómo ha ido creciendo, sus conquistas y
reivindicaciones a lo largo de los años, los representantes y liderazgos sociales que han
organizado las demandas ciudadanas y la forma en la que han interactuado con el
Gobierno para lograr objetivos comunes desde el punto de vista de la representación
social.
En los distintos territorios que conforman El Contadero, ubicamos lógicas de gestión
encontradas e intereses divergentes. La zona residencial mantiene una situación de
necesidades básicas prácticamente resueltas, sus expectativas van encaminadas a
buscar un determinado nivel de vida, esto significa no cambiar las condiciones actuales
del entorno (privilegiadas respecto a su cercanía con importantes recursos naturales) y la
defensa de cierta exclusividad habitacional. Los pobladores tradicionales y de las zonas
populares buscan mejores condiciones de vida, la posibilidad de satisfacer necesidades
básicas como la seguridad y condiciones dignas de equipamiento público o la
regularización de la propiedad. También existe una apropiación y visión de los recursos
naturales diferenciada, por lo que profundizaré en las diversas representaciones
cognoscitivas y simbólicas respecto de la forma de apropiación del entorno.
En su historia, han existido coincidencias, pero con lógicas y motivaciones diferentes. En
este sentido es de interés conocer los objetivos de la gestión, los mecanismos de
interlocución al interior de la sociedad y con el Gobierno , específicamente respecto al
7
8. proceso urbano de planeación y aplicación de la normatividad en la materia respecto de
autorizaciones y control del uso de suelo.
Punto de Partida
Entendemos a la Gestión Urbana como el Conjunto de decisiones y procesos políticos,
económicos y sociales a través de los cuales se gestionan al mismo tiempo las demandas
sociales urbanas y las respuestas técnicas y administrativas a estas mismas demandas
sociales, por parte del aparato del Estado. (Coulomb, 1993)
En el centro de la discusión respecto al proceso urbano está la forma en la que la
sociedad se organiza y la forma en la que interactúa frente a la Administración Urbana,
que entendemos como las Acciones técnico - burocráticas - financieras a través de las
cuales el gobierno de la Ciudad organiza y administra los distintos elementos de la
estructura urbana (usos de suelo, vivienda, equipamientos, vialidad y transporte, etc.) y de
la vida colectiva de las ciudades (seguridad, acceso a los bienes de uso público,
constitución y defensa jurídica de los espacios privados, etc.) (Coulomb, 1993)
La gestión urbana está inscrita en un tipo de sistema político y en una forma de relación
Gobierno-Sociedad. Además es posible identificar diversos contextos y formas de la
Gestión: De expansión urbana, de consolidación, densificación y deterioro y de cambio de
uso de suelo.
La gestión urbana designa los procesos políticos que se desarrollan en relación a la
administración urbana, es decir a la acción estatal sobre el proceso de urbanización.
Estos procesos políticos tienen una fuerte inscripción territorial, “Lo urbano, pero se
inscriben a su vez dentro de un sistema político global y formas específicas de
estructuración del Estado” (Lungo, 1991 en Coulomb, 1993)
Es posible entender la evolución territorial de las colonias, barrios, zonas residenciales y
Pueblos de la Ciudad desde el punto de vista de la forma en la que se han organizado sus
pobladores, la estructura de la propiedad de la tierra, la organización de demandas al
gobierno para la prestación de servicios públicos, la construcción de infraestructura social
- ya sea provista por el Gobierno o con procesos de autogestión – y su capacidad de
influir en el proceso de definición de los usos del suelo permitidos en la normatividad
urbana, en específico, la normatividad que se genera con los Programas de Desarrollo
Urbano Delegacionales y en algunos casos parciales.
La gestión es diferenciada según las zonas y tipos de actores sociales. Hay procesos
sociales que es importante identificar y analizar en cada realidad, en específico el papel
que juega la historia del territorio, como referente, la estructura de la propiedad de la
tierra, los niveles socioeconómicos y los procesos de construcción de la identidad, como
la pertenencia socioterritorial, el apego y la apropiación simbólica de los espacios.
Los procesos sociales de la Delegación Cuajimalpa son predominantemente procesos de
resistencia a la expansión urbana, las personas se organizan para defender el territorio
que habitan frente a decisiones del Gobierno, ya sean normativas (legislación) o bien
administrativas (permisos, licencias de construcción, etc.)
En un primer momento, la gestión urbana estuvo enfocada a garantizar condiciones de
vida (servicios, equipamiento, entre otros) en el territorio y actualmente la gestión de los
8
9. habitantes de la Delegación es de defensa frente al proceso de urbanización en el que
se encuentra inmersa por la expansión urbana poniente del Distrito Federal.
La gestión de los habitantes de la zona se ha constituido en un mecanismo de Control
Social entendido como “una forma de participación ciudadana a través de la cual la
ciudadanía, individualmente o a través de iniciativas de grupo o colectivas, ejerce una
función crítica sobre el comportamiento de los agentes públicos, estatales y no estatales,
con el propósito de incrementar la responsabilidad y la integridad en el manejo de los
asuntos públicos” (Velázquez, 2003), en el caso de estudio específicamente frente a la
normatividad urbana.
En el territorio existen actores sociales que son las unidades reales de acción de la
sociedad: Tomadores y ejecutores de decisiones que inciden en la realidad local. Son
parte de la base social, son definidos por ella, pero actúan como individuos o colectivos
que además están condicionados a lo cultural, étnico-cultural, político y territorial.
Llamamos actores locales a los sujetos (individuales o colectivos) cuyo comportamiento
se determina en función de una lógica local y/o su comportamiento determina los
procesos locales. Al mismo tiempo existen actores locales que además de su capacidad
de influir en el ámbito local tienen relación con otro tipo de esferas no locales de
decisiones. (Pirez, 1995)
En este sentido será de gran relevancia profundizar en actores como el Comité Vecinal de
Contadero (1998-2010), el recién electo Comité Ciudadano de Contadero (2010) y la
Asociación Civil Procontadero. Existen además otros actores con influencia en la zona, los
dueños de la tierra, los desarrolladores inmobiliarios y actores políticos, representantes de
partidos políticos o gubernamentales.
El Contexto de la Gestión Urbana
Las tensiones que genera el proceso de urbanización y la forma en la que se involucra la
acción del Gobierno con la sociedad están presentes hoy en el Poniente de la Ciudad en
donde existe una gran presión para extender el desarrollo inmobiliario de carácter
residencial hacia la zona que hasta la fecha se ha mantenido por sus características
naturales.
El proceso de revisión del Programa, vigente desde 1997, inició en el año 2002 y no ha
sido posible su aprobación a la fecha, prácticamente 9 años después. En junio de 2010,
en un Período extraordinario de Sesiones de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal,
los diputados de todos los partidos políticos de la Ciudad decidieron por unanimidad
regresar el proyecto presentado en 2008 por parte del Jefe de Gobierno, a la SEDUVI con
observaciones para su modificación.
Este proceso de discusión del desarrollo urbano está inmerso en procesos políticos y
existen diversos actores sociales que han participado activamente en el mismo. El día que
se aprobó el dictamen correspondiente en la Comisión de Desarrollo e Infraestructura
Urbana, el Diputado José Rendón Oberhausser (del distrito XXI de Cuajimalpa por parte
del PAN) estuvo acompañado en una rueda de prensa del Arq. José Oceguera, miembro
de la Asociación Civil Procontadero, organización que ha cobrado gran relevancia en
acciones de resistencia en contra de la urbanización de áreas de valor ambiental en la
zona.
9
10. La organización de los habitantes de Cuajimalpa, y en especial de Contadero, ha logrado
influir en las decisiones gubernamentales, la discusión sobre el futuro y la forma del
desarrollo urbano en esta zona con importantes recursos naturales en el Poniente de la
Ciudad de México está ligado a la forma de pensar de sus habitantes y la manera en la
que han gestionado y construido su entorno y condiciones de vida.
Cuajimalpa está inmersa en el proceso de urbanización del Poniente que se ha ido
extendiendo desde el centro para generar viviendas a sectores medios y de altos recursos
(Polanco, Lomas de Chapultepec, Bosques de las Lomas en el Distrito Federal y
Tecamachalco, La Herradura, Interlomas en el Estado de México). Ahora también
Cuajimalpa ha sido fuertemente impactada en términos poblacionales con el desarrollo de
Santa Fe a partir de 1980. Es posible verificar la manera en la que se ha ido desarrollando
la Ciudad en términos urbanos en la periferia, en donde había un poblamiento tradicional
y rural y en donde hasta la fecha el 70% del territorio es Suelo de Conservación. El
resultado del proceso de urbanización en Cuajimalpa es un territorio heterogéneo, con
diversos tipos de poblamiento: Rural, popular, pueblos, zonas residenciales y nuevos
conjuntos urbanos cerrados para población de alto poder adquisitivo. En zonas
específicas de la Delegación encontramos territorios fragmentados en donde conviven
poblaciones de tipo tradicional, con pobladores de tipo popular y zonas residenciales de
relativamente reciente creación. Este es el caso de El Contadero, una colonia cercana a la
Cabecera Delegacional en donde encontramos de manera continua los 3 tipos de
poblamiento.
La forma en la que Cuajimalpa y la Ciudad enfrentarán la necesidad de extender la
urbanización de tipo residencial hacia el Poniente es un tema que está por definirse.
¿Cómo será compatible la necesidad de suelo urbano para este tipo de viviendas si
existen importantes recursos naturales que son protegidos por la Ley y además son
valorados y defendidos por los pobladores de la zona? Hasta hoy, la zona de bosques y
barrancas en el límite del Suelo de Conservación, se mantiene como tal a pesar de
enormes presiones para su urbanización, por eso es importante conocer los mecanismos
y lógicas de gestión de Cuajimalpa por que el proceso de urbanización del Poniente
depende en gran medida de la forma en la que se resuelva la normatividad que regirá la
urbanización del territorio en el futuro inmediato.
En Cuajimalpa han operado mecanismos de control social frente a la acción
gubernamental, los ciudadanos se han organizado de diversas formas para defender su
territorio y esto tiene efectos en la urbanización del Distrito Federal.
En esta zona es posible verificar cómo se enfrentan lógicas y visiones distintas respecto al
uso y aprovechamiento del suelo y sus recursos. Por un lado la visión de propietarios de
terrenos, que quieren el mayor provecho de sus tierras, pobladores originarios o
tradicionales que buscan condiciones de vida para sus hijos y sus familias, por el otro, la
visión de nuevos pobladores que han llegado desde los años 40 a la zona buscando un
nivel de vida cercano a la naturaleza y alejado de los problemas de la Ciudad, que valora
la exclusividad por ser un tipo de urbanización residencial. Los intereses, motivaciones y
valoraciones son diversos y contradictorios, en este momento es relevante entender estas
motivaciones y lógicas para sentar las bases de un entendimiento entre diversas visiones.
Cuajimalpa ha vivido los últimos 12 años una alternancia política que no se verifica en
otras delegaciones de la Ciudad. En el año 2000 gana el PAN con Francisco de Souza
Mayo, en 2003 gana el PRD con Ignacio Ruíz López y en 2006 es electo Remedios
10
11. Ledesma García también por parte del PRD. En 2009 el PAN recupera la Jefatura
Delegacional con Carlos Orvañanos Rea. Este proceso de alternancia está ligado de
manera importante con el proceso de urbanización de Cuajimalpa y sus principales
actores. En este sentido es importante conocer el origen y estructura de la propiedad de la
tierra, los principales actores sociales y económicos de la zona, la forma en la que han
interactuado con el poder político, las alianzas sociales y políticas a nivel local y central y
de qué manera participan de los partidos políticos.
El contexto de la gestión urbana en Cuajimalpa es de expansión pues en esta
Delegación existe territorio no habitado, aún cuando la mayor parte de este territorio está
determinado como Suelo de Conservación o tiene todavía usos de suelo restrictivos al
desarrollo urbano habitacional. Aquí es importante revisar las decisiones y procesos
políticos, económicos y sociales, ¿Cómo actúan los dueños de la tierra? ¿Los
desarrolladores inmobiliarios? ¿Los vecinos originarios y que han llegado a vivir en la
zona? ¿De qué manera se relacionan entre sí? ¿Qué alianzas han configurado? ¿Cómo
influyen en la toma de decisiones? ¿Qué respuestas da el Gobierno hoy al proceso de
urbanización expansiva en Cuajimalpa? ¿Qué conflictos se están presentando?
El territorio, los actores y los procesos sociales
El territorio tiene características dadas (naturales) y formas de propiedad (social o
privada). En él se generan actividades productivas de los asentamientos humanos. En el
territorio se verifican procesos sociales, que llevan a cabo actores con demandas
específicas y ejecutan diversas acciones de gestión con el gobierno. En Cuajimalpa
vemos un territorio rico en recursos forestales y con importantes accidentes geográficos
(montañas y barrancas). En esta investigación revisaré la forma en la que se lleva a cabo
la apropiación del territorio y el proceso de urbanización.
Existen dos posturas teóricas respecto del territorio, una visión que ubica al territorio como
un contenedor de fenómenos sociales o como un espacio que tiene una extensión precisa
y delimitable, y por el otro lado una visión que ubica al territorio como resultado de
procesos sociales y políticos, de la forma en la que se conducen los actores, según sus
recursos en ese territorio, de la forma en la que se relacionan los actores entre sí al
interior del espacio y al exterior.
Para entender la fragmentación del territorio, identificamos en el espacio los tipos de
poblamiento diferenciado y ubicamos a los actores que ahí participan y sus temas de
interés.
Como tipos de poblamiento encontramos espacios para vivienda residencial, en donde
existen viviendas unifamiliares en calles abiertas pero también las denominadas privadas,
como fraccionamientos cerrados, y condominios horizontales, así como casas de tipo
campirano y clubes hípicos. También encontramos un poblamiento tradicional alrededor
de la Parroquia. Una extensión de tipo popular y una urbanización popular de tipo irregular
en la zona del Ocote, sobre el derecho de vía del Tranvía.
Los actores identificados según el tipo de poblamiento en la zona de Contadero:
11
12. 1. El Comité Organizador de la Fiesta de la Purísima Concepción, relacionado con
las labores propias de la Iglesia.
2. La Fundación de Damas de Contadero Pro-Ayuda del Hospital Materno Infantil de
Cuajimalpa I.A.P.; fundada en 1996 por familias de la zona residencial: Gloria Ruíz
Moreno, Blanca Calvo Rangel, María Eugenia Garduño Moralejo, María Teresa
Vargas Quintana, Angelina P. Rangel, Graciela Pérez de Pérez, Frida Hamui
Ojeda, María de Jesús, Sánchez Hoyos, Luisa María del Carmen Fernández del
Castillo, Josefina Montes de Manero2.
3. El Comité Vecinal Contadero, que fue electo en 1999 y que coordinó la Sra. Clara
Reséndiz García, actualmente integrante de la Asociación de Vecinos Unidos en
Defensa de los Bosques de Cuajimalpa. El Comité Vecinal estuvo integrado
principalmente por habitantes de la zona popular de la Colonia.
4. Un actor social de gran relevancia es la Asociación Civil Procontadero.
Actualmente el Presidente es el Sr. Guillermo de la Mora, como Secretaria funge
Lupina Loperena y como Tesorero José Oceguera.
5. Jaime Schlitter Alba, del CIUCC y que ha participado en ProContadero, también ha
sido candidato del PVEM en elecciones anteriores y ha sido funcionario
delegacional en el área de Recursos Naturales. Actualmente tiene un periódico en
línea llamado Noticuajimalpa.
6. Familias originarias como las del Señor Héctor Frappé y Emilio Carballo.
7. Grandes propietarios de tierra, nativos de la zona, las Familia Muciño, Vázquez,
Bobadilla, Serrano y de la Rosa.
8. Vecinos o dueños de la tierra que habitan en grandes residencias y representan
importantes grupos empresariales: Daniel Servitje (Grupo Bimbo) y Emilio
Azcárraga Jean (Televisa). Especial mención merece Carlos Slim, dueño de Grupo
Carso quien es propietario de importantes terrenos aledaños a la zona a partir de
la adquisición de la Fábrica de Papel Loreto y Peña Pobre.
9. Los desarrolladores inmobiliarios que poseen territorios de la zona para construir
vivienda ya sea residencial o de tipo medio, en este caso un actor relevante es la
inmobiliaria que construye el Hípico La Sierra en la Barranca de Contadero, o el
empresario Augusto Flores, dueño del desarrollo inmobiliario Stampa Residencial
que se ubica en la Carretera Libre a Toluca.
Existen diversas formas de representación, unas formales y otras de carácter autónomo,
es decir, unas son propiciadas por el esquema legal o institucional definido (Consejos
Ciudadanos, Comités Vecinales, etc.) y otras que son autónomas, definidas por la
sociedad (Agrupaciones vecinales, civiles, de colonos y residentes), existen
contradicciones y tensiones en las formas diversas de representación social y la lógica de
gestión urbana: Comités vecinales, asociaciones civiles, organizaciones populares,
organizaciones basadas en tradiciones (Cívicas, Juntas Patrióticas, organización de
Festividades y Asuntos Religiosos, etc.)
Ahora bien, si un proceso deseable en términos de política pública o de visión del
Gobierno es que exista una urbanización sustentable o equilibrada, respetuosa de los
recursos naturales y en donde haya una buena organización de las viviendas y los
espacios públicos, es necesario considerar los procesos sociales que se dan en ese
territorio por parte de sus actores. Por eso las preguntas de investigación a las que busco
responder son las siguientes:
2
Con información de la Junta de Asistencia Privada del Distrito Federal http://www.jap.org.mx/diriap/index.php?iap=0558
12
13. ¿Qué es y que implica la acción colectiva?
¿Cuáles son los procesos de gestión que se presentan en Contadero, cuál es su origen y
evolución histórica?
¿Cuáles son y cómo interactúan diversas lógicas de gestión en territorios heterogéneos?
¿Cómo se lleva a cabo la gestión de territorios fragmentados?
¿Cuáles son los elementos que articulan o confrontan a las organizaciones de la zona
tradicional y residencial en Contadero?
¿Cuáles son los intereses, demandas, estrategias, tácticas y mecanismos de gestión de
los pobladores de cada una de las zonas que integran El Contadero?
¿Qué tipo de arreglos políticos se dan a partir de la gestión comunitaria y social?
¿De qué manera la gestión de los habitantes de El Contadero se ha convertido de manera
efectiva en un mecanismo de control social frente a las decisiones del Gobierno?
¿Cómo y a partir de que elementos se ha configurado el territorio de la Delegación y en
particular el Contadero?
¿Cómo se relacionan las formas de acción comunitaria o colectiva con los mecanismos
institucionales de Participación Ciudadana?
Objetivos generales.
Identificar las lógicas de gestión y acción colectiva de diversos actores en torno a la
defensa del territorio y los recursos naturales frente al proceso de desarrollo urbano en
Cuajimalpa.
Me interesa profundizar en el análisis de la acción colectiva como gestión urbana en un
territorio fragmentado como lo es el Contadero en donde coexiste un tipo de poblamiento
tradicional-rural, popular y una zona residencial.
Objetivos particulares.
1. Reconocer la manera en la que la forma de propiedad de la tierra y su evolución
histórica influye en el comportamiento de diversos actores sociales frente al
proceso de desarrollo urbano.
2. Identificar y caracterizar el proceso de construcción de identidad individual y
colectiva de diversos actores sociales en un territorio fragmentado para entender
el papel que juegan en la gestión urbana.
3. Analizar la forma en la que actúan diversos actores sociales en El Contadero para
defender el territorio que habitan y los recursos naturales frente al modelo de
desarrollo Urbano Dominante en el Poniente de la Ciudad de México y en la
Delegación Cuajimalpa.
13
14. 4. Identificar y analizar el proceso por el cual las organizaciones vecinales de
Contadero se han constituido en un mecanismo de control social frente al
Gobierno de la Ciudad y la Delegación Cuajimalpa.
Partimos de la premisa de que en un territorio socialmente fragmentado existen diversas
lógicas de gestión urbana para la defensa del territorio que a veces se articulan y a veces
de confrontan. Desde esta afirmación, la hipótesis de investigación se ha planteado de la
siguiente forma:
El elemento articulador de la acción colectiva en el territorio fragmentado tiene como
origen una percepción de los actores involucrados de apropiación colectiva o
individualizada de bienes públicos, en este caso los recursos naturales. Existe un proceso
de configuración de la identidad a partir del arraigo a un territorio por el valor que tienen
los recursos naturales. La confrontación en cambio está determinada por intereses
particulares relacionados con disputas por la propiedad de la tierra y por diversos
orígenes socioeconómicos de los actores que participan en la zona.
Los organizaciones sociales del Contadero se han constituido en un mecanismo de
control social autónomo para defender el territorio y los recursos naturales frente al
proceso de desarrollo urbano en Cuajimalpa.
Diseño de la investigación
La investigación se realiza a partir de un recuento histórico de la evolución del
territorio y la población, en general en Cuajimalpa y en específico en El Contadero
con la finalidad de conocer la lógica de gestión de sus habitantes. La idea es identificar las
formas de organización social y comunitaria, los actores principales que realizan la
gestión, las causas que se han reivindicado a lo largo de la historia y la forma en la que
se han relacionado con el Gobierno defender el territorio.
Estructura
En el primer capítulo se expone un marco teórico para definir conceptos y determinar
categorías.
Se delimita el hecho social a analizar, la Acción Colectiva y se revisan posturas teóricas
que buscan explicar su configuración: Los Enfoques teóricos estructurales como el
Marxismo y el Funcionalismo, así como el Paradigma de la Identidad.
Para explicar la Acción Colectiva, se exponen de manera detallada los supuestos teóricos
principales en la visión de Mancur Olson respecto a la Lógica de la Acción Colectiva
explicando la Teoría de la Decisión Racional y su visión respecto al problema de la Acción
colectiva.
Posteriormente, y en contraposición con la postura de Olson, se exponen los supuestos
teóricos principales del Paradigma de la Identidad de Melucci, la postura constructivista, el
escenario de la acción social, la importancia de las Redes de reclutamiento y se explica
desde su punto de vista las motivaciones y la racionalidad de la Acción colectiva.
Posteriormente, se introduce el marco conceptual de las categorías de investigación: El
concepto de identidad, la Identidad colectiva y pertenencia socioterritorial en la visión
14
15. antropológica de Gilberto Giménez, detallando variables como la Pertenencia Social, las
Identidades colectivas y el binomio Territorio e Identidad.
Especial mención merece conceptualmente la relación de la Acción Colectiva y el
Territorio, enfatizando la importancia de la historicidad para los actores sociales.
En el segundo capítulo, se detalla el proceso de expansión urbana poniente y su impacto
en la Delegación Cuajimalpa.
Inicio con un breve relato de la historia de la Urbanización Poniente del Distrito Federal,
señalando aspectos principales del Porfiriato, la Revolución Mexicana, las etapas de la
urbanización del Siglo XX en la Ciudad de México.
Planteo el modelo de segregación espacial en la Ciudad de México y la División Social del
espacio, considerando como resultado la configuración de territorios heterogéneos y
fragmentados.
Posteriormente, se relata el proceso de urbanización de la Delegación Cuajimalpa en el
contexto de la urbanización del Poniente: La importancia de los Recursos Naturales, los
elementos configuradores de la urbanización en Cuajimalpa y aspectos demográficos
principales.
Finalmente se plantea la perspectiva histórica del poder político en Cuajimalpa.
En el tercer capítulo, relato la disputa por el poder político y el conflicto por la tierra en la
historia de Cuajimalpa y Contadero para reconocer la manera en la que la forma de
propiedad de la tierra y su evolución influye en el comportamiento de diversos actores
sociales frente al proceso de desarrollo urbano.
Se busca analizar la forma en la que actúan diversos actores sociales en El Contadero
para defender el territorio que habitan y los recursos naturales frente al modelo de
desarrollo Urbano Dominante en el Poniente de la Ciudad de México y en la Delegación
Cuajimalpa.
En este objetivo la categoría de análisis es la propiedad de la Tierra y como indicadores
se establecen el tamaño y la evolución de cada una de las formas de propiedad en el
territorio.
Se exponen los orígenes remotos: Época prehispánica, colonial y el Movimiento de
Independencia. Posteriormente se hace una breve referencia a la época de la Reforma, la
Intervención y el periodo de la Revolución Mexicana.
Se expone con información del Archivo General Agrario la disputa territorial en Contadero
y sus alrededores a partir de la Reforma Agraria, sus antecedentes remotos y el proceso
de solicitud de tierras de Contadero.
Con información del Diario Oficial de la Federación doy cuenta de la evolución del
conflicto por la tierra a partir de la segunda mitad del siglo XX, la disputa territorial frente a
las obras de infraestructura de la ciudad en expansión y la lucha por la regularización de
la tierra.
15
16. Finalmente se relata el impacto que ha tenido el declive de las actividades agrícolas y la
veda en la explotación forestal en el proceso de urbanización.
En el cuarto capítulo se plantean los orígenes históricos de Contadero, sus tradiciones,
costumbres y la estructura de la propiedad de la tierra. Para entender la evolución de la
estructura territorial presento de forma breve la influencia de Alberto Lenz , dueño de la
Fábrica de Papel Loreto y Peña Pobre en la zona.
Posteriormente, se describe a Contadero como una urbanización fragmentada ubicada en
una zona de valor ambiental y recursos naturales significativos, los tipos de poblamiento,
los actores sociales y elementos configuradores de las distintas identidades individuales y
colectivas que cohabitan en la zona.
Posteriormente se relata su representación de la identidad y la pertenencia territorial a
través de su caracterización de forma de vida, visión e involucramiento en las tradiciones
y costumbres del Pueblo de Contadero.
Se describe la interpretación respecto de la historia y conflictos por la propiedad de la
tierra en Contadero, su visión respecto a otros actores de Contadero o externos y su
postura respecto de los actores en el proceso de gestión urbana: Los desarrolladores y el
Gobierno.
En el quinto capítulo se establecen los elementos que me permiten afirmar que la
protección de los recursos naturales de Contadero es el eje articulador de la gestión
urbana de resistencia al desarrollo urbano.
Estableciendo lo anterior, se relata la historia de la resistencia desde la perspectiva de los
actores sociales en hechos y lugares específicos: El Cedral, El Ocotal, el conflicto por la
construcción de un Plantel de la UAM-Cuajimalpa en 2005, el Hípico La Sierra, el debate
por la aprobación del nuevo Programa Delegacional de Desarrollo Urbano, el conflicto con
la CFE y actualmente la problemática por el desarrollo inmobiliario Stampa Residencial.
En específico, se detalla la articulación del Comité Ciudadano de Contadero a partir de las
elecciones realizadas en el año 2010.
Metodología
Para lograr los objetivos de la investigación, recurrí a 5 elementos y fuentes principales:
Revisión de Bibliografía (Publicaciones, tesis, artículos en revistas especializadas,
etc.):
- Integración del Marco Teórico para establecer el estado de la cuestión;
- Revisión de ordenamientos jurídicos en materia de Desarrollo Urbano y
Participación Ciudadana;
- Identificar hechos históricos relevantes en la evolución de la región y la Delegación
Cuajimalpa.
Revisión de Fuentes Hemerográficas:
- Evolución de la gestión en el contexto histórico de la Ciudad y el país.
16
17. - Hechos y actores relevantes.
- Causas que se han reivindicado, luchas de los pobladores de la zona, conflictos
sociales y políticos.
Documental:
- Archivo General Agrario para localizar documentos, conflictos de tierras,
documentos oficiales de autorizaciones, permisos, solicitudes, etc.
- Diario Oficial de la Federación para establecer las acciones del Gobierno, decretos
y avisos relacionados con la zona.
- Análisis de documentos normativos: Planes y Programas de Desarrollo Urbano.
- Oficios de diversas autoridades.
Análisis sociodemográfico y territorial
- Revisión de tendencias sociodemográficas con datos de Conteos y Censos del
INEGI.
- Análisis de planos por tipo de poblamiento.
Investigación de campo:
- Aplicación de la técnica de Observación participante en reuniones de los actores
sociales con diversas instancias de gobierno.
- Recorrido con líderes de la zona para reconstrucción histórica de la gestión
territorial.
- Entrevistas a profundidad con actores sociales y representantes de las zona para
reconstruir los hechos más relevantes:
17
18. 1. Debate Teórico en torno a la Acción Colectiva
Este primer capítulo aborda desde diversas perspectivas conceptuales a la Acción
Colectiva y tiene por objetivo establecer conceptos y categorías para entender los
elementos que articulan o confrontan a las organizaciones de la zona tradicional y
residencial en Contadero, así como la manera en la que esta acción constituye un
mecanismo de control social frente a las decisiones del Gobierno en materia de Políticas
Urbanas3.
A lo largo de la historia se han planteado diversas respuestas al problema de la acción
colectiva, por lo que en la primera parte del capítulo presentaré las posturas de dos
principales expositores de los paradigmas que explican cada enfoque, por parte del
funcionalismo, el racional-utilitarista, Mancur Olson y por parte del paradigma de la
Identidad, el constructivista Alberto Melucci. Ambos explican la Acción Colectiva desde
puntos de vista divergentes pero en mi perspectiva, complementarios.
En mi hipótesis de investigación sostengo que las organizaciones sociales de Contadero
se han constituido en un mecanismo de control social autónomo para defender el territorio
y los recursos naturales frente al proceso de desarrollo urbano en Cuajimalpa. Para ello
explicaré brevemente el concepto Control Social, como un resultado de la acción
colectiva.
Para una mejor comprensión del objeto de estudio, profundizo en categorías que me
ayudarán a explicar y entender las representaciones que relatan diversos actores de
Contadero respecto de sus acciones para defender el territorio que habitan, la forma en la
que se ven a sí mismos y a otros, al gobierno y a las políticas urbanas, desde el punto de
vista de la conformación de la identidad individual y la identidad colectiva a en el binomio
identidad-territorio que propone Gilberto Giménez con el concepto de Pertenencia Socio-
territorial, enfatizando en una relación específica que generan los actores sociales
respecto del territorio: La apropiación simbólica del territorio.
El hecho social a analizar: La Acción Colectiva
La acción de sujetos o actores sociales es un hecho verificable en la realidad. Veamos la
importancia de su análisis.
Para Weber (1964:5), por acción debe entenderse una conducta humana (bien consiste
en un hacer externo o interno, ya en un omitir o permitir) siempre que el sujeto o los
sujetos de la acción enlacen en ella un sentido subjetivo. La “acción social” por tanto es
una acción en donde el sentido mentado por su sujeto o sujetos está referido a la
conducta de otros, orientándose por ésta en su desarrollo.
Desde un punto de vista sociológico, es de relevancia estudiar la racionalidad de la acción
y la que es imputable a los sujetos de esta acción social, de tal manera que en la
3
Entendemos a las Políticas Urbanas (Urban Policies) como las acciones (planes, programas, etc.) que institucionalmente
el Estado, a través de sus instancias gubernamentales y de acuerdo a sus facultades, realiza para cumplir con un objetivo
público determinado.
18
19. investigación sociológica, se busca de manera empírica conectar causalmente las
conductas de los actores con los fines que persiguen y la forma en la que buscan
conseguirlos.
Los motivos y formas de la acción social no son evidentes para quienes las observan, es
necesario entonces profundizar en la lógica de la acción y su finalidad o sentido.
En la sociedad compleja hay diversas lógicas de acción de actores sociales distintos, de
tal manera que se busca profundizar en ellas para desentrañar la forma en la que se
entrecruzan las lógicas diversas de los actores y construyen la acción colectiva.
Para iniciar es importante una distinción conceptual en tres tipos de fenómenos colectivos
que suelen ser utilizados de manera indistinta o como sinónimos:
El comportamiento colectivo: Todas aquellas acciones espontáneas y aisladas que
canalizan la respuesta de diferentes grupos sociales en torno a determinados hechos. El
comportamiento colectivo es tan sólo la confluencia de acciones individuales en un
espacio y tiempo específico en donde no existe ningún proceso de identidad colectiva, por
ejemplo, los disturbios, las protestas violentas o las respuestas de pánico.
La acción colectiva: Frente al comportamiento colectivo, encontramos la acción colectiva
que es más que una simple confluencia de sujetos, en ella hay una dinámica de
identificación en torno a un proyecto social que da sentido a las expectativas colectivas e
individuales.
El movimiento social: Es una modalidad de acción colectiva, no obstante es necesario
subrayar que no toda acción colectiva es un movimiento social. El movimiento social
cuestiona y busca transformar los fundamentos esenciales del orden social, su
convocatoria es más amplia. (Revilla Blanco, 1994 en Kuri Pineda, 2008)
Para el pensamiento sociológico y la teoría política, la acción colectiva es un problema
central. Las causas de su construcción, sus circunstancias y condicionamientos, el papel
que desempeña en la dinámica de cambio social y en el sistema político son algunos de
los problemas que se abordan desde dos principales modelos explicativos:
1. Los Enfoques teóricos estructurales y funcionalistas, y
2. Los Enfoques teóricos relacionados con el Paradigma de la Identidad.
En el primer enfoque se subraya el papel que las diversas estructuras o instituciones
tienen en la generación de la movilización colectiva, en contraposición con otras
interpretaciones del segundo enfoque, en el cual la orientación es a resaltar el sentido
que para los actores tiene la acción por ellos emprendida.
En un primer enfoque, el estructuralista, encontramos por un lado al marxismo y por el
otro, al funcionalismo, dentro del cual se inscriben la visión racionalista de Mancur Olson
y las Teorías de la Movilización de recursos. El segundo enfoque está inscrito en la
sociología accionalista en donde son principales expositores Alain Touraine y Alberto
Melucci.
19
20. Para Douglas North (1975), un destacado historiador económico del enfoque neoclásico,
cuando hay un enfrentamiento entre autoridades y grupos sociales, es esperable que el
triunfo corresponda a la autoridad por su capacidad para la acción colectiva, hay una
ventaja de cooperación en este sentido. Para este autor hay un diferencial entre la
capacidad de acción colectiva del Estado y el de la sociedad, en donde la capacidad de
acción colectiva en la sociedad es menor por que hay un fenómeno de no cooperación o
una tendencia de los individuos para traicionar la confianza del otro mientras que simulan
que cooperan. A este marco teórico nos referiremos al explicar la teoría de la Acción
Colectiva de Mancur Olson.
Según este enfoque, se supone que la acción colectiva o la cooperación humana es
improbable por que genera bienes o beneficios de carácter público o común, es decir, el
producto de la acción no tiene posibilidad de exclusión, entendiendo esto como la
factibilidad técnica de impedir que las personas se apropien de un bien o servicio una vez
que este se produce y la rivalidad en el consumo entendida como la cualidad por la cual el
consumo de un bien concreto por parte de una persona impide que cualquier otra haga
uso de él al mismo tiempo. (Olson, 1965)
La teoría neoclásica de la acción colectiva ayuda a entender el problema de la
cooperación pero tiene como límite la posibilidad de explicar por qué y cómo se llega a
generar confianza entre las personas. La confianza no es propiamente una decisión
individual calculada, sino una genuina experiencia social (Luhmann en Corona, 2007).
Hay según Jean Cohen, otro paradigma de explicación a la acción colectiva, el paradigma
orientado hacia la identidad que ha intentado vincular los cambios y transformaciones que
han acontecido en las sociedades contemporáneas o complejas, con el problema de la
identidad en la acción colectiva. Toda esta vertiente de análisis, de Touraine a Melucci,
tiene como denominador común una fuerte crítica al orden sobre el que se sustenta la
sociedad contemporánea.
Alberto Melucci expresa la limitación principal de las explicaciones neoclásicas de la
acción colectiva por que…adolecen de la capacidad de explicar los fenómenos de la
sociedad contemporánea, la cual es una sociedad compleja en la que los movimientos
sociales desplazan sus objetivos de lo político hacia las necesidades de autorrealización
de los sectores en la vida cotidiana…(Melucci, 1996)
Los movimientos sociales hoy en día convocan a individuos y no a sujetos de determinada
clase social, ni miembros de sindicatos, ni adherentes a tal partido, se han desvirtuado los
contenedores externos de la movilización y se han cambiado las coordenadas de
encuentro entre movimiento, demanda e individuo (Martínez, 2006), toda esta vertiente de
discusión respecto de la acción social parte de la visión de que la sociedad hoy es
compleja y en ella se presentan formas de diferenciación simbólica y social.
Enfoques Teóricos Estructurales: Marxismo y Funcionalismo.
El movimiento obrero fue el referente empírico por excelencia al consolidarse el
capitalismo en las sociedades occidentales. Es por ello que Tarrow se refiere a Marx y
Engels como los primeros teóricos de los movimientos sociales, pues lograron observar
que “el problema de la acción colectiva estaba enraizado en la estructura social” (1997:
36). Según Marx, las contradicciones de clase, plenamente desarrolladas, darían la pauta
para que el proletario se involucrara en la acción colectiva de tipo revolucionario. El guión
20
21. de la lucha de clases se pasa de largo ante dos cuestiones fundamentales, pues en
primer lugar nunca se explica el por qué un individuo toma parte en la acción colectiva, y
en segundo, tampoco se sabe bien a bien cómo es posible la articulación interna de los
movimientos y la consecuente maduración de la protesta en un movimiento de clase. “La
dificultad teórica del marxismo clásico (la transición de la condición de clase a la
conciencia de clase) todavía existe y no se puede resolver sin tomar en consideración
cómo se forma y mantiene un actor colectivo” (Melucci, 2002: 36).
Problemas sociológicos como la conformación, la organización y la articulación de la
acción colectiva pasaron de largo en la explicación emanada del marxismo clásico. El
modelo se agota cuando sostiene que las causas de la movilización se localizan sólo en la
forma en que se estructura la sociedad capitalista, es decir, la conformación del actor
colectivo debe ser la respuesta a las contradicciones de clase.
Por otro lado, en Norteamérica, la amplia y difundida tradición funcionalista originó otro
tipo de lectura sobre los fenómenos colectiva. La naturaleza de la acción colectiva no está
ubicada en el conflicto que surge de las contradicciones sociales, sino que es una
respuesta de naturaleza psicosocial a los desequilibrios y desajustes de lo que para los
funcionalistas es el sistema social.
Sin duda las teorías que recibieron mayor atención y crítica hasta los años sesenta fueron
la teoría de la sociedad de masas y la teoría del comportamiento colectivo.
El enfoque del comportamiento colectivo (que se trabaja desde la tradición del estructural
funcionalismo y tiene como principal referente los estudios de Neil Smelser) es uno de los
primeros intentos por sistematizar el análisis de la acción colectiva. El comportamiento
colectivo es, en estos términos, un producto de situaciones no estructuradas, de crisis o
de tensión, que reflejan una disfunción en los procesos de institucionalización de la vida
social (Melucci, 2002; Smelser, 1996; Tavera, 2000). El carácter sintomático de todo
comportamiento colectivo (ya sean estallidos colectivos de pánico o acciones más
articuladas en torno a cambios en normas y valores) pone en primer plano las “tensiones”
que acontecen en la estructura social, esto quiere decir que el origen del comportamiento
colectivo se encuentra ahí donde “algo no está funcionando de manera fluida a través de
las instituciones” y posibilita la agregación y cooperación de individuos en torno a
eficiencias o injusticias sociales. Esta agregación y cooperación en el colectivo está
cimentada en creencias generalizadas de carácter místico o épico, que dejan ver un fuerte
ideal de restablecimiento del orden y de lo que se pretende sea el correcto funcionamiento
de la sociedad. Las llamadas “creencias generalizadas” fungen entonces como
mecanismo de definición del “nosotros” del grupo, al mismo tiempo que permiten esbozar
el programa alternativo que guíe la movilización.
Para Melucci (1994), las respuestas estructurales al problema de la acción colectiva son
poco convincentes a la hora de definir al actor que supone todo movimiento social: Para el
Marxismo, la acción colectiva aparece en una forma de actor sin acción, ya que el actor
está previamente diseñado a partir de las condiciones sociales que los hombres parecen
tener en común; y para las teorías del comportamiento colectivo, la acción colectiva
aparece en forma de acción sin actor, es decir, son acciones que se conforman a partir de
una suma accidental de acontecimientos individuales, son irracionales y se caracterizan
por ser reactivas a las crisis del sistema.
21
22. Las amplias movilizaciones de finales de la década de los sesenta dieron la puntilla a los
enfoques tradicionales y empujaron hacia una nueva teorización sobre el análisis de la
acción colectiva.
El desplazamiento de la teoría se dio en dos grandes direcciones: La que siguió la
vertiente angloamericana con el llamado paradigma de la movilización de recursos, y la
que tomó el análisis europeo que se denominó como paradigma orientado hacia la
identidad (Cohen, 1988).
En Norteamérica, el enfoque de la movilización de recursos surge como respuesta al
agotamiento que demostraban las teorías del comportamiento colectivo para dar cuenta
de las novedosas y variadas formas de manifestación social que estaban sucediendo en
las décadas de los sesenta-setentas, pero muy significativamente por el auge y la
influencia de la elección racional que animó la obra La lógica de la acción colectiva del
economista Mancur Olson. En ella fue donde encontraron respuesta al endeble supuesto
de que los actores colectivos estaban guiados por actitudes irracionales y no normadas,
es decir, por la preeminencia de creencias y sentimientos; siendo que, por el contrario,
rasgos distintivos de los movimientos sociales, como la organización y las estrategias,
respondían a un tipo de actor racional.
Esta teoría parte del interés de sus fundadores por rechazar preceptos analíticos que se
centraban en explicar la irrupción colectiva a partir de factores psicológicos. El nuevo
objetivo de este enfoque estadounidense se orientó a encontrar, en una vasta evidencia
empírica, los patrones, los componentes estructurales de toda acción colectiva con la
cuestión ¿Qué condiciona el triunfo o fracaso de un actor colectivo o bien de un
movimiento social?
Más allá de los debates que se han generado en torno a los axiomas que guían la teoría
de la elección racional (debido al privilegio de la utilidad y del individualismo a partir del
cual se estudian los fenómenos colectivos), las diversas líneas de investigación que giran
en torno a la movilización de recursos, aún con las críticas y precisiones planteadas han
asimilado el principio de la elección racional como eje articulador de su teoría.
Es decir, el tipo de racionalidad estratégica e instrumental que es imputada a los actores
participantes en la acción colectiva está en el centro de las categorías que utiliza la teoría
de la movilización de recursos para dar cuenta de ella.
La formación y el éxito (consecución de fines) de una acción colectiva depende en un
primer momento de la disposición y el control de recursos para la movilización. Los
recursos, en tanto, son de naturaleza diversa, pues involucra tanto bienes materiales o
tangibles como el dinero con el que se cuenta, los locales a disposición, etc.; como bienes
intangibles o no materiales que se expresan en las habilidades y destrezas organizativas
de carácter especializado (o no), del que hacen uso las organizaciones para asegurarse
de un “capital” que redunde en la satisfacción de las demandas.
Ahora bien, la movilización requiere de una necesaria gestión y regulación de los recursos
para ser eficaz, lo cual señala una profesionalización del entramado organizativo, o sea,
una necesaria división de las tareas que implican la movilización.
Las diferentes corrientes que se inscriben dentro del paradigma de la movilización de
recursos no dejan de sobreestimar el carácter racional estratégico instrumental de los
22
23. actores, y subestimar los procesos que actúan en el nivel menos visible de la acción
colectiva, es decir aquellos procesos referentes a la subjetividad, a la construcción de
identidades colectivas y al necesario despliegue de solidaridades para que la acción
colectiva suceda.
De hecho, las respuestas ensayadas al problema del free rider son poco satisfactorias si
se mantienen en el mismo nivel de acción estratégica; pero en cambio, “si uno ve la
solidaridad y la identidad como metas de la formación de grupos, aparte de otras metas,
es que se puede entender que, respecto de esas metas, la acción colectiva no tiene
costos” (Pizzorno citado por Cohen, 1988: 21).
Frente a la visión de la movilización de recursos, en Europa se gestó otro tipo de
acercamiento a los fenómenos colectivos. Al constatarse la expresividad y singularidad
mostradas por los movimientos sociales contemporáneos, el estudio de la acción colectiva
orientada hacia la identidad señalaba el vínculo entre este tipo de fenómenos colectivos y
el cambio social que suponía la implantación de un tipo de sociedad “postindustrial”.
Esto llevó a reconsiderar la pertinencia de seguir utilizando los modelos convencionales
para estudiar los fenómenos colectivos (en especial el marxismo o neomarxismo), pero
sobre todo derivó en un debate profundo entre los dos paradigmas prevalecientes que
estudiaban las movilizaciones. Justamente, el “paradigma puro de la identidad” (Cohen)
se instaura en el análisis de la acción colectiva como un certero cuestionamiento al
modelo de la acción estratégico-instrumental cultivado en Norteamérica. Para autores
como Pizzorno, el problema de la participación individual en la acción colectiva no se
resuelve a partir de los cálculos de costo y beneficio, pues el modelo de la elección
racional presupone aquello que debe demostrarse, esto es, “la identidad del actor que
calcula el interés”, pues cualquier cálculo de costos presentes y beneficios futuros precisa
de un criterio evaluativo que sustente la elección, es decir, la identidad. La identidad
colectiva antecede entonces al cálculo racional, y es precisamente su formación la que
involucra a los individuos en un “mercado que acepte (reconozca) su propia moneda”
(1994: 136).
Las movilizaciones sociales de la actualidad tienen características relevantes y
distinguibles, como su heterogeneidad, la trascendencia a las estructuras de clase, la no
pertenencia a ideologías fijas, el desplazamiento hacia temas de naturaleza cultural y
simbólica, entre otras. (Gusfield, et. al., 1994: 6-8; Laraña, 1999; Melucci, 1991; Offe,
1993).
Para entender mejor las diferencias entre ambos paradigmas explicativos que desarrollaré
a continuación, veamos el siguiente cuadro:
23
24. Cuadro 1: Perspectivas de la Acción Colectiva en Olson y Melucci
Paradigma Racional de Mancur Paradigma de la Identidad de Melucci
Olson
Perspectiva individual El individuo tiene una identidad y La identidad se construye. Cada individuo
preferencias dadas o fijas, cuenta con tiene una racionalidad distinta. El individuo
información perfecta. Estructura está configurando su identidad, existen
preferencias considerando la identidades diversas y una estructuración de
maximización, de la utilidad, es decir preferencias diversas, obtener mayor
obtener mayores beneficios que beneficio que costo tiene diverso significado
costos para lograr un fin. para cada uno
Causa, origen y/o motivación El individuo toma una decisión basada
Proceso de individualización, mayor
en la elección racional: Participa si
complejidad de significados y estructuras
obtiene más beneficios que costos. La
cognitivas. El individuo está buscando
acción es un medio para lograr un fin.
identidad, identificación, significado o
sentido. La acción en conjunto le da la
posibilidad de una identidad colectiva. La
acción es un fin en si misma.
Contexto (Histórico, temporal o El contexto independiente del tiempo Existe un sistema de relaciones sociales. El
espacial) y el espacio: Mercado de bienes contexto es lo más importante y es
públicos complejo. Determina recursos, limitaciones
y oportunidades. Es el campo que posibilita
o limita la acción.
Restricción Interna: El egoísmo natural del ser Externa: El propio campo de acción: Los
humano. El free rider: No hay un recursos, las limitaciones y oportunidades.
incentivo para actuar en conjunto por Hay un campo de posibilidades y límites
que la inversión en costos individuales existente por que toda acción está inscrita
será mayor a los beneficios, en en un sistema de relaciones sociales.
específico en cuanto a bienes
públicos (por su naturaleza no
excluyentes)
Constitución o conformación Cuando varios individuos obtienen Sistema de acción multipolar: Complejo
más beneficios que costos al actuar entramado de relaciones que se articula en
juntos. torno a tres vectores en especial: los
medios, los fines y las relaciones con el
ambiente.
La solidaridad y la identidad colectiva
son aspectos cruciales en la formación de
un actor colectivo, pues éstas son la
plataforma que sustenta la acción. Las
solidaridades
desplegadas en un movimiento social están
referidas primariamente a aquel sentido de
pertenencia y de identificación que actúa
al nivel de la identidad de los individuos.
Articulación La constitución de la acción colectiva La articulación siempre es compleja,
es improbable, es más bien una depende de la capacidad para autodefinirse
excepción y sucede cuando hay en su entorno y frente a otros actores, parte
incentivos selectivos o reglas y de una interacción subjetiva. Redes de
normas que cambian la estructura de reclutamiento (Redes preexistentes del
incentivos, ya sea el prestigio o la sistema de relaciones sociales) ayudan a
coacción reducir costos de inversión individual en la
acción colectiva, la red genera una
mediación entre el individuo y la estructura
social. La articulación se da por negociación
entre visiones diversas
Conflicto Cuando unos integrantes del grupo Es constante, el grupo es heterogéneo y no
obtienen más beneficio que otros que monolítico, se asume como parte esencial
aportan lo mismo. Cuando el grupo va de la acción colectiva
creciendo y el aporte individual se
vuelve costoso en términos de los
beneficios que serán grupales.
Efectos Éxito si se reconoce al actor colectivo Cuestiona legitimidad y consenso del
con influencia política o con capacidad régimen democrático. Genera Intercambio
para obtener más recursos político: Legitimidad de la autoridad vs.
representación del interés del actor social
24
25. La visión de Mancur Olson en la Lógica de la Acción Colectiva
A partir de los años 60 inicia una importante tendencia para explicar el comportamiento
humano desde el punto de vista de la teoría económica, una obra muy importante dentro
del campo de la Ciencia Política es la Teoría Económica de la Democracia de Anthony
Downs (1957) que planeta modelos de comportamiento social o político que se apoyan en
la teoría microeconómica o en el análisis económico.
El supuesto fundamental de esta visión es que hay individuos aislados con determinadas
preferencias y recursos, así como una capacidad para tomar decisiones que optimizan su
utilidad o beneficio suponiendo que hay información perfecta.
En el caso del comportamiento político se supone que al votar un individuo elige entre
opciones electorales con un cálculo racional de lo que puede obtener de las diversas
opciones.
Esta teoría ha tenido importantes aportaciones para explicar el comportamiento social,
suponiendo que en una sociedad determinada las personas tienden a comportarse no de
una forma completamente arbitraria, ni de una forma simplemente movida por el
sentimiento, sino que tienden a desarrollar estrategias de maximización de sus intereses,
estrategias para conseguir satisfacer sus intereses de la mejor manera en función de los
recursos con los que cuenta. Esta aplicación del análisis económico a la acción social es
lo que se llama teoría de la decisión o de la elección racional.
En principio vemos a la teoría desde una racionalidad paramétrica, el individuo decidiendo
solo frente al mercado, sin embargo otra variante tiene que ver con la racionalidad
estratégica, mejor conocida como la teoría de juegos. Hay un conjunto de individuos
dentro de unas reglas del juego valorando costos y beneficios y anticipando las decisiones
de los demás.
Considerando lo anterior es de interés explicar la existencia y acción de un colectivo, qué
pasa cuando cierto número de personas actúan en conjunto. La teoría de la decisión
racional supone una diferencia importante con otras tradiciones teóricas que parten de la
visión de clase o colectivos supraindividuales. Para la teoría racionalista no existen
colectivos a priori, que varios individuos actúen conjuntamente en función de un mismo
objetivo no es un dato, sino un hecho que exige explicación.
No se trata de individuos que comparten intereses o identidades que actúan
automáticamente para lograr objetivos y satisfacer intereses, se debe buscar la
explicación de por qué, cuando o en qué condiciones los individuos se unen para actuar
en conjunto para lograr ciertos intereses.
En este sentido se parte de la premisa de que los individuos no tendrían incentivo alguno
para actuar en conjunto por que su esfuerzo individual sería superior al beneficio que
pueden obtener de la acción colectiva.
Para Mancur Olson (1965) los costos de la acción colectiva siempre son individuales.
Aparece entonces el individuo gorrón (free rider), que prefiere no participar por que el
esfuerzo es superior a la ganancia o a la expectativa de ganancia. Para una parte de los
individuos que comparten intereses comunes es racional no participar beneficiándose de
25
26. la acción colectiva por que el beneficio esperado es público o general y se benefician
todos incluso quienes no se movilizan.
Mancur Olson en la Teoría de la Acción Colectiva parte del supuesto de que lo normal en
un colectivo que comparte intereses es que exista una fuerte tendencia al fenómeno del
free rider, a esperar a que otros realicen el esfuerzo. Entonces la cuestión es, que si esto
es así, racionalmente hablando, ¿En qué condiciones puede esperarse que exista acción
colectiva?
Se piensa entonces que la acción colectiva es una excepción pero existe, es un fenómeno
socialmente observable y es necesario entender qué condiciones o rasgos pueden
explicar su existencia.
Olson busca especificar las condiciones en las que los individuos llegan racionalmente a
la acción colectiva, partiendo de intereses selectivos o privados. La acción colectiva es un
subproducto de incentivos selectivos.
El dilema del prisionero aporta una fecunda hipótesis explicativa de por qué, en las
circunstancias de su actuar independiente – acción grupal – entre cooperar y no cooperar
con el otro, los seres humanos desarrollan fuertes tendencias a ahorrarse los costos de la
cooperación, en el entendido egoísta racional de que con independencia de si participan o
no del esfuerzo y de los costos de la acción, una vez generados los beneficios, éstos
estarán al alcance de todos, razón que torna comprensible la hipótesis general de que la
acción colectiva no es un resultado necesario de la interacción humana, sino un
desenlace improbable, es decir, que igual puede darse que no darse. (Corona, 2007)
Es aquí en donde la reflexión respecto a cómo se configura la acción colectiva en la
gestión urbana cobra relevancia, ¿Qué motiva a las personas que habitan un territorio
determinado a conformar grupos de protesta? ¿Qué incentivos existen? ¿Qué buscan y
cómo lo obtienen? ¿Qué los mantiene unidos? ¿Qué elementos les provocan conflicto y
dividen?.
Para Olson no todos los individuos tienen los mismos incentivos para participar
colectivamente entonces ¿Qué incentivos selectivos o diferenciados podemos identificar
en una acción colectiva?
Esta teoría clásica de Olson supone que los individuos poseen una identidad definida y
una jerarquía de preferencias claras para tomar decisiones que maximicen el logro de
objetivos, sin embargo según Ludolfo Paramio (2000), esto no siempre es así, es posible
suponer que las persona en la acción colectiva busquen una definición de su propia
identidad, una recompensa esperada por individuos que se integran en acción colectiva
es precisamente la identidad, la participación misma construye preferencias y define
identidades por que no todas las personas tienen claros sus fines. Este es un límite de la
teoría de Olson según Alejandro Pizzorno (1986), el problema de la identidad individual.
Las personas viven en ciudades con medios sociales y económicos determinados, sus
preferencias y estrategias, sus fines y motivaciones son distintos, las preferencias no
están predeterminadas por que no tienen una identidad construida o claramente definida,
muchas personas participan en acciones colectivas por que buscan identidad colectiva
(Paramio, 2000).
26
27. Puntualicemos los supuestos que plantea Mancur Olson para fundamentar su postura y la
forma en la que explica la acción colectiva:
1. No hay una predisposición natural a la movilización o acción colectiva:
“…a menos que el número de miembros del grupo sea muy pequeño, o que haya
coacción o algún otro mecanismo especial para hacer que las personas actúen por
su interés común, las personas racionales y egoístas no actuarán para lograr sus
intereses comunes o de grupo…” (Olson, 1992: 12)
2. El análisis de la acción colectiva se plantea en un escenario supuesto en donde
existe perfecta competencia y perfecto consenso, ese es el campo en el que el
individuo racional tomará decisiones;
3. El individuo tiene un interés personal que se identifica con el interés del grupo, en
este interés personal el individuo buscará una función de utilidad mayor (beneficio
superior a costo), la finalidad de una organización por lo tanto será proteger los
intereses de sus miembros o un interés determinado como común.
4. Para Olson es fundamental el problema de los pequeños y grandes grupos, según
él, a mayor tamaño del grupo es más difícil que se configure la acción colectiva.
“…mientras más grande sea el grupo más pequeña será la fracción del beneficio
total que una persona que trabaja por el interés del grupo recibe…” (1992:57)
5. De forma natural las personas racionales no actúan para lograr intereses comunes
o de grupo, a menos que existan incentivos selectivos o coacción externa. Para
Olson la causa de una acción colectiva son los incentivos selectivos o la coacción,
esto significa estímulos externos generados por un arreglo institucional que
cambia la estructura de costos y beneficios dada.
“…sólo un incentivo por separado y selectivo estimulará a la persona racional que
forma parte de un grupo latente a actuar en forma orientada hacia el grupo. En
tales circunstancias, la acción de grupo sólo se puede lograr mediante un incentivo
que influya no indiscriminadamente, como el bien colectivo, sobre el grupo en
conjunto, sino selectivamente sobre las personas que lo constituyen. El incentivo
debe ser selectivo de manera que quienes no se han unido a la organización que
trabaja por los intereses del grupo o contribuye en alguna otra forma a la
satisfacción de esos intereses, pueden ser tratados en forma diferente de cómo se
trata a los que sí lo hacen…” (1992:61)
Vemos cómo el funcionalismo está presente en este planteamiento, es una estructura
externa (normativa, formal o informal) la que genera la acción, no el significado
personal. Un ejemplo es el pago de los individuos para contribuir al bien público, el
impuesto es un incentivo externo, una coacción.
6. Un incentivo por separado (o selectivo) es el que estimula a la persona a actuar
por el grupo, por ejemplo, obtener prestigio, respeto, amistado o posición social. El
autor considera que este tipo de incentivos (posición social, aceptación social…)
son bienes individuales y sólo funcionan en los grupos más pequeños, en donde
los miembros pueden tener contacto cara a cara (1992:71)
27
28. 7. Mancur Olson reconoce que la función costo-beneficio es diferenciada para cada
miembro del grupo.
8. En una decisión de la persona respecto de su participación con el grupo hay
resultados cercanos a la optimalidad y resultados subóptimos, una persona podría
estar de acuerdo en un resultado subóptimo si hay un arreglo institucional que le
beneficie o por un incentivo selectivo.
Para Olson la causa o motivo de la acción colectiva es externa al individuo, puede ser una
estructura institucional o normativa que cambia las funciones de utilidad maximizando
beneficios versus los costos del involucramiento.
El contexto para Olson no está relacionado con la historicidad del territorio, no se da un
peso específico a elementos culturales o simbólicos, el contexto es un supuesto mercado
de perfecta competencia.
En Olson el significado de la acción está relacionado con la utilidad, para una persona es
útil o no participar en la acción según logre un fin. En términos de la constitución o
conformación de la acción colectiva es fundamental para Olson la determinación de
intereses individuales y su correspondencia con intereses comunes, sin embargo la
articulación-conflictividad de la acción está relacionada con la capacidad de unos
individuos de obtener mas beneficios que costos que otros individuos que invierten lo
mismo y en los incentivos selectivos, según él los “grandes” van a obtener más beneficio
que los “pequeños”. Hay acción colectiva si el incentivo o la coacción, como norma formal
o informal, es correcto, pero esto se verifica con mayor intensidad en los grupos
pequeños.
El paradigma de la identidad de Melucci
A la luz de las nuevas formas de acción colectiva se ha generando el llamado paradigma
de la identidad como una línea de investigación. La acción colectiva se entiende como
una articulación compleja que no es abordada a partir de su unidad empírica, sino como
un constructor social no definido por “contenedores externos”, y que más bien depende
por completo o al menos en gran medida de preferencias y elecciones individuales
(Melucci, 2001).
Hay un cambio en la visión de la naturaleza de la acción colectiva y de la sociedad de la
que emerge en dos vías:
a) La situación de las sociedades va acentuando más la percepción de un entorno
marcado por una complejidad social creciente;
b) El problema de la identidad que concibe a los individuos problematizados en sus
marcos cognitivos y estructuras subjetivas que les presenta su identidad no como
un dato, sino precisamente, como un problema, como una tarea a resolver
(Martínez, 2006).
Hay una pluralización de ámbitos de experiencia y de circuitos de comunicación que
vuelve extremadamente precaria la formación de un sistema único de atribución de
significados que valga y otorgue coherencia al conjunto y la diversidad de actividades y
experiencias que despliega el individuo. “La diferenciación entonces, indica el hecho que
28
29. la experiencia social se coloca en ámbitos en los cuales los mismos modelos de acción no
pueden ser transferidos de un contexto a otro sin sufrir modificaciones” (Melucci, 2000)
Con la reciente disposición de recursos sociales individualizantes (Melucci, 2001) así
como la desarticulación de los procesos socializadores de núcleos sociales fijos únicos y
estables, los individuos hoy en día están en la posibilidad (y necesidad) de construir su
identidad.
Según Ulrich Beck, la individualización como tendencia de la modernidad se entiende en
dos sentidos:
a) El primero se refiere a un creciente proceso de desvinculación de los individuos de
los órdenes sociales tradicionales,
b) El segundo es lo que se puede denominar la “socialización individualizada” y que
va en el sentido de una “revinculación” (siguiendo los conceptos de Giddens) a
“nuevas formas de vida de la sociedad industrial en sustitución de las antiguas, en
las que los individuos deben producir, representar y combinar por sí mismos sus
propias biografías” (Beck, 1997:28)
Podemos ver dos vías de carácter teórico para acceder al tema de la identidad, una de
ellas se refiere al vínculo individuos-sociedad (o actor-estructura, etc.) y la segunda se
hace explícita dentro de la teoría de los movimientos sociales, al cobrar importancia la
definición de los actores colectivos tanto en términos de la acción racional, como en
términos de identidad.
Para Melucci, los movimientos y acciones colectivas no son entidades monolíticas ni
homogéneas, son en esta perspectiva construcciones colectivas donde coexisten
diferentes visiones sobre el sentido de la movilización, las distintas formas de
organización y de lucha, diversas ópticas sobre las tácticas a seguir, los posibles aliados,
etc.
Las acciones colectivas y los movimientos sociales son un espacio en donde cohabitan
diversos elementos vinculados a las orientaciones, los significados y las relaciones
sociales. La investigación sociológica, como lo asegura Alberto Melucci, debe plantearse
estudiar la supuesta unidad empírica de esta modalidad para así des-componer los varios
rasgos que la conforman.
La pluralidad constitutiva y subyacente a los movimientos sociales implica concebirlos a
partir de complejas interrelaciones, discusiones y negociaciones que los actores llevan a
cabo no sólo cuando inician la constitución del mismo sino durante todo el conflicto. Es
necesario según Melucci explicar la formación de la acción colectiva y la manera en que
se mantiene a lo largo del tiempo. Los movimientos sociales son el resultado del conjunto
de recursos, limitaciones y oportunidades, hecho que nos refiere a conceptualizar a un
movimiento colectivo como un producto y no un simple punto de partida en un escenario
determinado de confrontación política (Kuri, 2009)
Melucci afirma que existen diversos procesos de construcción de sentido, de disenso y
negociación interna que forman parte de la vida cotidiana de los movimientos sociales y
que, por evidentes razones, pasan desapercibidos. James Scott en Los dominados y el
arte de la resistencia (2004) afirma que hay un discurso público que se erige a partir de
las manifestaciones explícitas realizadas tanto por los detentores del poder como los
29
30. subordinados y un discurso oculto que comprende diferentes expresiones que realizan los
dominantes y los subalternos sin que el adversario esté presente.
Respecto al escenario de la acción social, Melucci plantea que la movilización está
inscrita en un sistema de relaciones sociales que opera en un campo de oportunidades
y restricciones para la acción. La acción colectiva no es el simple resultado de actores que
se organizan sino que es una construcción determinada en gran medida por los recursos
disponibles, las posibilidades de acción y los obstáculos y limitaciones a enfrentar.
“Los individuos actuando conjuntamente construyen su acción mediante inversiones
organizadas; esto es que definen en términos cognoscitivos, afectivos y relacionales el
campo de posibilidades y límites que perciben, mientras que, al mismo tiempo, activan
sus relaciones de modo de darle sentido al estar juntos y los fines que persiguen”
(Melucci, 1991)
El carácter creativo de los individuos participantes de la acción colectiva cobra forma a
partir de la capacidad que tienen para autodefinirse, así como para hacerlo con su entorno
social, la relación con otros actores, la disponibilidad de recursos, las oportunidades y
restricciones de acción, etc. Esta definición no es lineal, sino que es producto de la misma
interacción subjetiva, en la que puede haber diferentes orientaciones, estas pueden ser de
tres tipos:
1. Las relacionadas con los fines de la acción.
2. Aquellas que tengan que ver con los medios de la movilización, o sea, con las
posibilidades y limitantes de la misma.
3. Las concernientes al ambiente en el que se desarrolla la acción colectiva.
(Melucci, 1994)
Melucci piensa que la acción colectiva es fruto de una compleja dinámica donde su
edificación está anclada en un contexto social y cultural en el que la solidaridad, la
construcción de sentido y la identidad son factores clave. Este paradigma pregunta ¿Qué
factores provocan que los individuos asuman un compromiso colectivo? ¿Qué factores
propician la constitución de un movimiento social?
Para Melucci la construcción de categorías analíticas que funjan como elementos de
mediación entre el actor y las estructuras sociales pueden representar una salida
explicativa, para él dicha salida la constituyen las redes sociales, que son espacios de
intermediación en donde los individuos interactúan y negocian. Según Klandermans, autor
que rescata Melucci, la importancia de las redes sociales radica en:
1. El potencial de movilización, el cual se refiere a los sectores sociales que en virtud
de sus condiciones de vida pueden mantener una postura favorable hacia ciertas
luchas sociales o hacia ciertos temas.
2. Las redes de reclutamiento, cuya parte medular reside en que ningún movimiento
surge “de la nada”, todos los actores forman parte de un entramado de relaciones
sociales, de forma tal que el participar en una movilización “reduce los costos de
inversión individual en la acción colectiva”.
3. La motivación para la participación, que tiene que ver con las razones por las
cuales los actores sociales se involucran en una movilización social. Dichas
30