Las competencias docentes son capacidades integradas por conocimientos, habilidades, actitudes y valores que debe tener un maestro para realizar tareas y funciones efectivamente. Estas incluyen buscar alternativas para lograr resultados exitosos en la relación con los estudiantes, conocer a los estudiantes y sus familias para generar confianza, y crear un ambiente de aprendizaje que permita a los estudiantes tomar iniciativa en su propio aprendizaje.
2. COMPETENCIAS
DOCENTES
Son aquellas capacidades
integradas por un
conjunto de conocimientos,
habilidades, actitudes y
valores que debe tener un
maestro y que le permiten la
realización de determinadas
tareas y funciones.
3.
4. Buscar
alternativas que
lleven a la
obtención de
exitosos
resultados en la
relación
educativa, social
y afectiva que
quiere construir
con sus
estudiantes.
5. Tener
conocimiento de
sus estudiantes
y de sus
familias, ya que
esto genera
confianza en
ellos y hace que
el proceso de
enseñanza sea
más agradable y
efectivo.
6. Crear un
ambiente de
aprendizaje que
facilite el
descubrimiento
por
parte de los
estudiantes y que
lo puedan
expresar en sus
propias
palabras, es
decir, llevarlos a
tomar la
iniciativa en su
propio
aprendizaje.
7. Dar a sus
estudiantes un
sentimiento de
seguridad y
pertenencia.
Fomentar las
competencias en los
estudiantes (habilidades,
autoconcepto, función
social).
Estar a la vanguardia
de la Tecnología y
capacitarse
continuamente.
8. Ser creativo en la enseñanza a
través de actividades lúdicas
dentro y fuera del salón de clase
para hacer más atractivo el
aprendizaje.
9. Valorar el esfuerzo y
el rendimiento, exaltar
lo bien hecho, una
mirada, una muestra
de afecto, son todos
elementos
positivos, agradables
dentro del proceso de
comunicación en el
aula; ya que el clima
emocional que existe
en el salón de clase es
decisivo para el éxito
del proceso de
enseñanza-
aprendizaje, y un
ambiente lleno de
afecto ayuda a
aprender.
10. Tener Competencias
Comunicativas
Mostrar interés en lo que se dice.
Manejar adecuadamente las pausas al expresarse.
Articular con claridad y precisión.
Usar un vocabulario variado y sin muletillas.
Usar un tono firme, pero simpático.
Adaptarse al auditorio.
Hablar con el volumen adecuado para que todos escuchen.
Desarrollar el tema de forma ordenada.
Asumir actitudes positivas.
Resultar ágil y fluido en la expresión.
Mostrarse natural y accesible.
Dominar los códigos no verbales: gestos, mirada,
postura, soportes visuales.