3. Lo coloca en la cocina donde él y su familia van recogiendo el aceite usado
4. Una vez lleno, el alumno deposita el recipiente en un contenedor específico, instalado en la escuela, recibiendo uno nuevo.
5. Trabajadores con discapacidad intelectual de AFANIAS se encargan de reponer los recipientes y de trasportarlos a una planta donde se realiza el proceso de vaciado
6. El aceite es enviado a grandes plantas, donde se trata y se convierte en biocombustible apto para cualquier motor diesel.
7. El personal de AFANIAS limpia los “clakis” para que puedan ser reutilizados.
8. Y de esta forma tan sencilla, ayudaremos a limpiar un poquito nuestro entorno, y colaboraremos en proyectos de potabilización en países en vías de desarrollo.