1. LA VIOLENCIA SIMBÓLICA
Contra la Mujer
Luis M. Pérez M.
DDHH-2015-Grupo 1: Metropolitano
Profesora: Norma López
Caracas, Abril de 2015
2. Se puede erradicar
La VIOLENCIA?
Erradicar la violencia es, pura y llanamente, una exigencia ética, una
cuestión a la que sólo es posible enfrentarse con una
pregunta: ¿cuales son sus condiciones de posibilidad?¿Qué es preciso
hacer para que sea eliminada? Cualquier otro enfoque no es sino
seguir dando vueltas a la pelota amarilla de la hipocresía.
Desde este punto de vista, la primera afirmación necesaria es que no
existe una distinción sustancial entre la violencia, en general, y la
violencia contra las mujeres y las niñas. No se va a erradicar la segunda
si persiste la Primera. Y ello por una razón evidente: en cualquier
situación presidida por la razón del más fuerte, los más débiles son las
primeras víctimas, y las más numerosas.
3. En un artículo de hace un par de años, el sociólogo francés Pierre
BOURDIEU escribía: «la dominación masculina, que hace de la mujer un
objeto simbólico, cuyo ser es un ser-percibido, tiene el efecto de colocar a las
mujeres es un estado permanente de inseguridad corporal o, mejor dicho, de
alienación simbólica. Dotadas de un ser que es una apariencia, están
tácitamente conminadas a manifestar una especie de disponibilidad (sexuada
y, eventualmente, sexual) con respecto a los hombres.
4. Este es, efectivamente, el convenio tácito sobre el que se funda la
violencia sexual, genital o afectiva contra las mujeres; las mujeres,
alienadas de sí mismas, son sobre todo cuerpo, soporte físico de
agresiones. Pero, si queremos evitar también esta forma de
violencia, habremos de esclarecer primero todas aquellas otras que
la preceden y que deben gozar, en una escala de valores desde un
punto de vista más equilibrada, de una mayor atención.
5. Artículo 14.-(Definición)
La violencia contra las mujeres a que se refiere la presente Ley, comprende
todo acto sexista que tenga o pueda tener como resultado un daño o
sufrimiento físico, sexual, psicológico, emocional, laboral,
económico o patrimonial; la coacción o la privación arbitraria de
la libertad, así como la amenaza de ejecutar tales actos, tanto si se
producen en el ámbito público como en el privado.
6. Artículo 15.-(Formas de violencia)
Se consideran formas de violencia de género en contra de las mujeres, las
siguientes:
17. Violencia simbólica: Son mensajes, valores, iconos, signos que
transmiten y reproducen relaciones de dominación, desigualdad y
discriminación en las relaciones sociales que se establecen entre las
personas y naturalizan la subordinación de la mujer en la sociedad.
7. Quizá por ello no sea el ámbito penal el más necesitado de reformas en este
momento. Decía al principio que erradicar la violencia contra las mujeres es
una exigencia ética. Pero, ¿de qué ética? Creo, sinceramente, que se trata en
primer lugar de reivindicar la ética de la libertad personal, de la libertad de
conciencia, de la capacidad de autocontrol y autoestima. Individuos fuertes,
libres e iguales tienden a resolver sus conflictos mediante el diálogo y el
consenso, no mediante la violencia.
8. En segundo lugar, la ética del cuidado, que ha conferido sentido a la vida de
tantas mujeres y, aún hoy, a la de tantas personas de buena voluntad. La
compasión, la atención a las necesidades de los demás, no son
necesariamente muestra de debilidad, de incapacidad de oponerse a la
violencia. Como señala Robert WURTHNOW, ¨cuidar a los otros es
frecuentemente ayudarnos a nosotros mismos¨.
9. La ayuda al prójimo es una metáfora de nuestra identidad individual. Aquel que
es capaz de dar se percibe a sí mismo como un individuo enérgico y
equilibrado, capaz de soportar la desgracia de los otros. La ética del
voluntariado parece la propia de la sociedad moderna, con raíces en la
tradición utilitarista (BENTHAM) y el optimismo antropológico (Rousseau) y
con un gramo de cinismo e individualismo derivados de la contemplación de
un mundo excesivamente difícil de cambiar. Una ética que nos aleja de la
moral militante del compromiso, pero que quizá sea adecuada para una época
en la que tantas armas, tantas luchas, tantas agresiones, tantos dogmas y
tantas certezas es preciso desterrar.
10. GRACIAS POR SU ATENCION
NO A LA VIOLENCIA CONTRA LAS
MUJERES