Fases y pasos ilustrados y documentados que he seguido para la creación de la escultura "Pirámide triangular", perteneciente al proyecto de exposición “Es-cultura”. Ver vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=XzNrGn0y28o&feature=youtu.be
Ver otras construcciones: http://luisjferreira.es/1-obra-plastica-exposiciones/1-proceso-de-realizacion-de-una-escultura-en-relieve/
2. 2. Esta escultura, a diferencia de otras, cuenta con un plan constructivo inicial ce-
rrado en cuanto a su diseño (se trata de una pirámide de base triangular -de tipo
equilátero-, cuyas caras -triángulos isósceles- se propagan por el espacio siguiendo
la secuencia: b = 1 / c1 = 1 + 1 / c2 = 2 + 1 / c3 = 3 + 1); es decir, ejecutaré fielmente
lo que tengo previsto. En ella emplearé como materiales de construcción exclusiva-
mente barras de tubo cuadrado de aluminio de 1 x 1 cm.
1. La idea creativa surge de
la manipulación de piezas
imanadas de un juego de
construcciones, que mate-
rializaré con algunas modifi-
caciones ya previstas.
3. 4.1. Sirviéndome de la plan-
tilla nº 2, corto listones con
las medidas y ángulos preci-
sos para los mencionados
moldes. Marco conveniente-
mente cada pieza cortada
para facilitar el montaje.
3. Esta ejecución requiere
la realización de unas planti-
llas muy precisas para ga-
rantizar el mejor acabado
posible de la escultura. Pre-
paro una (la nº 1) que servi-
rá de referencia para el
montaje de los lados de los
triángulos, y otra (la nº 2)
que emplearé para la elabo-
ración de los moldes que me
permitan cortarlos con preci-
sión.
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1 2
4. 5.1. Una vez resueltos los
preliminares, abordo la eje-
cución de la escultura. Co-
mienzo la tarea cortando
lados de los triángulos.
4.2. Los tres moldes quedan
así montados, con la sepa-
ración justa entre las piezas
de cada uno para que pase
el disco de la amoladora.
En ellos cortaré con la máxi-
ma exactitud los tres tipos
de lados que compondrán
las dos clases de triángulos
que conformarán la pirámide
(isósceles para las caras -
moldes 1 y 2- y equilátero
para la base -molde 3-).
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5. 5.2. Después de pulidos los
cortes, tomo los tres lados
de un triángulo isósceles y
los del equilátero y los aco-
plo sobre la plantilla de refe-
rencia 1 (ver imagen 3.) para
comprobar su ajuste y deter-
minar si los moldes creados
son adecuados.
5.3. Comprobado el ajuste
de los triángulos formados, y
con ello la validez de los
moldes, pego los lados de
cada triángulo ayudándome
de unas maderitas, que in-
troduzco en su interior por
los extremos a unir, y pega-
mento rápido. El polígono
isósceles será el prototípico
para crear otros ocho igua-
les.
1 2
6. 5.4. La actividad de cortado de los lados de los nueve triángulos isósceles queda
concluida de acuerdo con el plan inicial, que suponía utilizar 1 triángulo equilátero
para la base de la pirámide y 9 isósceles para las caras (ver texto de imagen 2.). He
simultaneado dicha ocupación con la del montaje de los polígonos regulares.
5.5. Finalizado ya el ensam-
blaje de todos ellos, agrupo
provisionalmente los triángu-
los isósceles en grupos de
2, 3 y 4 superponiéndolos, y
monto la pirámide para com-
probar el ajuste de las caras
entre sí, sobre la plantilla de
la base, y determinar su ido-
neidad.
7. 5.6. Efectuada la comprobación con éxito, agrupo ahora los triángulos isósceles de-
finitivamente pegándolos con resina de poliéster y apretándolos con cinta adhesiva
hasta su secado.
5.7. Seguidamente, realizo los remates pertinentes empleando una masilla elabora-
da con resina de poliéster y polvos de talco, y eliminando los excedentes una vez
seca con lija, lima o cúter.
8. 5.8.2. Luego, invierto la posición anterior volcando el conjunto, levanto los triángu-
los para conformar la pirámide y aplico pegamento rápido en las aristas interiores
que van juntas de dos de los grupos (los del fondo), manteniéndolos unidos con cin-
ta adhesiva de papel al otro (al delantero).
5.8.1. Para abordar el de-
licado pegado por las aris-
tas interiores de los gru-
pos de triángulos isósce-
les entre sí y con la base,
pego con cinta adhesiva
de papel -a modo de bisa-
gras- los primeros a ésta
última convenientemente;
lo hago sobre una superfi-
cie de cristal para garanti-
zar el mejor acople posi-
ble.
9. 5.8.3. Una vez eliminadas
las cintas adhesivas, recorro
las aristas de los grupos que
quedan por pegar con pega-
mento rápido y los pego.
Posteriormente, aplico pega-
mento sobre las aristas inte-
riores superiores de la base
y monto sobre ella la pirámi-
de anteriormente construida,
quedando así cerrado el tra-
bajo propiamente escultóri-
co.
6.1. Por último, abordo la tarea de pintura. Comienzo limpiando la escultura con un
estropajo impregnado de acetona para eliminar restos de pegamento y la grasilla
del aluminio; a continuación, doy dos manos de esmalte dorado.
10. 6.2. Después de aplicar una
mano de cera líquida por zo-
nas, que actúa a modo de
pátina, la “Pirámide triangu-
lar” queda así rematada y
concluida.
FICHA TÉCNICA
TÍTULO:
“Pirámide triangular”.
MEDIDAS:
26 x 21 x 36,5 cm.
FECHA DE CONCLUSIÓN:
Diciembre de 2018.
MATERIALES:
Tubo cuadrado de aluminio, esmalte dorado y cera líquida.
INSTRUMENTOS:
Lápiz, goma, rotuladores, cartulina y regla para realizar plantillas, listones para
fabricar tres moldes, metro, sargentos, herramientas eléctricas (taladro, amoladora
y sierra caladora), lija, puntas, martillo, lima, destornillador, cúter, sierra, pegamento
rápido, cinta adhesiva de papel, poliéster, polvos de talco, recipientes, espátulas,
acetona y pinceles.
TÉCNICA:
Construcción realizada con varillas de aluminio y esmalte patinado.
11. COMENTARIO:
“Pirámide triangular” no es un poliedro de tres caras y base triangulares común.
Efectivamente es una pirámide que sobre una base en forma de triángulo equilátero
levanta sus correspondientes tres planos triangulares isósceles; pero tiene la parti-
cularidad de que las caras se propagan en el espacio en una progresión matemáti-
ca, de manera que una cara está compuesta por 2 triángulos superpuestos, otra
por 3 y la otra por 4, todos ellos minuciosamente iguales, que se sustentan sobre
una base formada por 1 triángulo diferente. Esta peculiaridad, que se apoya en un
diseño matemático de repeticiones y que obedece a una progresión aritmética cuya
razón es 1 (el nº de triángulos dispuestos en la base, siendo la secuencia: b = 1 / c1
= 1 + 1 / c2 = 2 + 1 / c3 = 3 + 1), está materializada con otras repeticiones previas de
varillas como material constructivo de distintas dimensiones: los laterales iguales,
más grandes, de los triángulos isósceles de las caras de la pirámide (2 x 2 = 4 en
una, 3 x 2 = 6 en otra y 4 x 2 = 8 en la otra) y sus correspondientes bases, más pe-
queñas (2 x 1= 2 en una, 3 x 1 = 3 en otra y 4 x 1 = 4 en la otra), iguales de tamaño
que las varillas de la base de la pirámide pero con distinto angulaje (3 x 1 = 3).
Este plan de diseño descrito lo tenía concebido y decidido a priori, por lo que
era previo al inicio de la ejecución, como es propio de una arquitectura proyectada;
por consiguiente, “Pirámide triangular” responde fielmente a un esquema constructi-
vo cerrado, de modo que en su materialización he ido realizando en cada momento
lo que tenía previsto y determinado, y con el material concreto que ya había desti-
nado a este proyecto, procedimiento que no es el habitual en mi trabajo. Únicamen-
te mantenía abierto en dicho plan el material de pintura y la técnica que emplearía.
Sin embargo, no todo en dicho hermético plan ha sido pura racionalidad, puesto
que se da la circunstancia de que en su origen hubo claros intervinientes de impul-
sividad y azarosidad. Realmente el estímulo, y con él la idea de la construcción,
vino de Nora, mi nieta de tres años, que jugando juntos con una arquitectura de pie-
zas magnéticas apiló de forma resuelta, casi impulsiva, triángulos isósceles en tres
grupos y luego los levantó conformando una especie de pirámide carente de base;
posteriormente, ese encuentro azaroso que experimenté me condujo a poner en
juego las facultades mentales y, sin soporte material -de forma abstracta-, planificar
esta escultura.
Probablemente el vocablo pirámide nos evoque las emblemáticas construccio-
nes egipcias destinadas al enterramiento de los faraones, arquitecturas que alber-
gan espacios practicables completamente ciegos al exterior; sin embargo, este in-
formal poliedro, en buena medida desmaterializado, no tienen ningún afán repre-
sentativo. Está pensado como un tetraedro expansivo en personal consonancia con
el constructivismo geométrico, vía plástica abierta a mediados de la década de
1910 por V. TATLIN y A. RÓDCHENHKO (construían sus esculturas con elementos
que insinuaban dinamismo sin reproducir la realidad perceptible), y conecta con el
concepto de desocupación y expansión desarrollado 40 años más tarde por J.
OTEIZA (entendía el espacio como apertura articulada en la que interrelacionaban
los vacíos y las masas).
Aunque la escultura está ideada tomando el triángulo equilátero por base, admi-
te colocarse apoyándose sobre cualquiera de los isósceles, modificándose conse-
cuentemente a voluntad su presencia.