Este documento describe el proceso de creación de una obra fotográfica titulada "Cordero de Dios". Consiste en una composición digital que representa el cordero de Dios mediante la fotografía de dos mitades de cordero colgadas en una pared de carnicería junto a cruces, peces y panes híbridos creados digitalmente. El objetivo es representar literalmente la asociación bíblica de Jesucristo con un cordero de forma descarnada y desacralizada.
2. 1. Con la intención de representar literalmente la asociación
bíblica de Jesucristo con un cordero, se hace uso de una
fotografía propia de mitades de corderos colgados en una
carnicería.
2. Se inicia el trabajo mejorando el enfoque, recortando las dos
piezas seleccionadas y moderando el contorno. Luego se in-
dependizan ambos pedazos para darles diferentes tratamien-
tos de brillo, contraste, intensidad de color y saturación. Final-
mente, se modifica algo el tamaño y la posición del lechazo
derecho.
3. 3. y 4. A la foto original tomada de la pared de una casa se le aplica brillo y contraste. A un detalle de una copia de esta pared se
le administra buena cantidad de luz (imagen del medio) y en ella se recortan los reflejos de luz de una soleada cortina de una
ventana proyectados en la pared de la carnicería (imagen 1.), añadiendo otros reflejos. Los reflejos así elaborados se sitúan en
la pared modificada.
4. 5. y 6. Para crear la cruz, se pinta con un tono marrón sobre la pared en una capa independiente, se fusiona con la pared, se re-
corta y se acoplan las dos capas. Después, se superpone una copia y se le da gran cantidad de brillo. Encima se coloca otra
copia, sin brillo, para que aparezcan las luces en el palo central de la cruz. Para concluir esta fase, se toma la barra y los gan-
chos de la imagen 1, se recortan, se independizan y se les aplica enfoque, brillo y algo de tono azul, mejorando algunas zonas
efectuando clonaciones.
5. 7. El bodegón del pie de la cruz se
compone sobre una toma original
de una fuente.
8. Se actúa mejorando el enfoque de
la imagen y se recorta, suavizan-
do a continuación el borde. Luego,
se modifica la perspectiva a con-
veniencia. Por último, se aplica
contraste, intensidad cromática y
luminosidad.
6. 9. Se aborda la creación de híbridos
de pez y pan con estas fotos pro-
pias de una lubina y de un bollo de
pan.
10. Para ello, se aumenta el enfoque
a ambas imágenes y se recortan,
suavizando los bordes. Se les da
brillo y contraste e intensidad cro-
mática solo a la lubina. Se ajusta
el pan sobre el pez, y se eliminan
algunas zonas que permitan ver-
le, graduando la intensidad de
borrado. Se acoplan ambas figu-
ras y se remata la operación aña-
diendo algo de brillo y luz.
7. 11. Se continúa la composición del bodegón
con estas fotografías de otra lubina y de
otro bollo de pan.
12. Se procede de modo similar a como se
hizo en la figura 10, pero en este caso se
gira 180º la posición del bollo de pan y se
practican clonaciones en algunas zonas.
8. 13. Se ultima la elaboración de esta naturaleza muerta
con una fotografía de una vieja y otra de un bollo
de pan.
14. Se procede de igual manera que como se ha hecho
en las imágenes 10 y 12, sólo que en esta ocasión
se modifica la posición de la cola de la vieja y se
abre, y se trabaja con dos copias del bollo: una su-
perior en la que se eliminan algunas zonas y otra
inferior con la opacidad reducida.
Composición del bodegón finalizado.
9. 15. Para concluir, se organizan en capas sobre la pared con la
cruz los distintos componentes modificados, se ajustan sus
tamaños y se aplican las sombras pertinentes a cada uno
de ellos.
10. TÍTULO: “Cordero de Dios”. (“Agnus Dei”).
MEDIDAS: Variables.
FECHA DE CONCLUSIÓN. Febrero 2012.
FOTOGRAFÍAS EMPLEADAS: Nueve fotografías propias capta-
das de: una pared de una casa, un cordero seccionado, tres pa-
nes, tres peces y una bandeja.
TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales.
COMENTARIO:
Esta construcción fotográfica conecta explícitamente con
otra de Julio de 2007 denominada “Escenificación carnal”. En
ella aparecen también dos mitades de cordero en un montaje
escenográfico, que sugiere un espacio de teatralización religio-
so, haciendo una clara alusión al ámbito religioso-eclesiástico
cristiano (particularmente a la imaginería instalada en capillas,
retablos y pedestales y a la liturgia) y colocando en el mismo
plano el dramatismo religioso y su antítesis lo carnal tabuizado.
“Cordero de Dios”, o Agnus Dei, hace imagen la metáfora
literaria cristiana referida a Jesucristo como víctima ofrecida por
Dios, para limpiar los pecados de los hombres con su crucifixión,
según se relata en textos bíblicos, en semejanza con el cordero
que era sacrificado y consumido por los judíos en la conmemo-
ración de la Pascua. En la tradición cristiana la representación
del cordero de Dios ha seguido siempre unas características fi-
jas; se trata de un cordero completo que suscita compasión y
ternura, con la cabeza aureada, a veces herido o degollado, que
agarra con la pata derecha delantera un estandarte coronado
por una cruz y que permanece normalmente de pie. En mi inter-
pretación del mito cristiano se rompen esos esquemas inamovi-
bles, con una actitud irreverente, como en “Escenificación car-
nal”, y se presenta a Cristo de forma descarnada, es decir, de
manera estricta como es presentado en pasajes evangélicos e,
incluso, en pretendidas profecías recogidas en el Antiguo Testa-
mento (como cordero) y crudamente abierto en canal, cortado
en dos mitades, después de haber sido sacrificado en un mata-
dero, cual templo judío.
Este cordero de Dios está colgado en la pared de una carni-
cería, a la manera vulgar, preparado para ser adquirido y consu-
mido, del mismo modo que se encuentran las hostias (otra metá-
fora del cuerpo de Cristo, que etimológicamente significa precisa-
mente víctima de sacrificio) en el copón, listas para ser tomadas,
una vez consagradas o convertidas en el cuerpo de Cristo, y pre-
sentadas con la letanía “Cordero de Dios que quitas el pecado
del mundo...” La cruz no es material, surge de la propia pared,
como si fuera una especie de teofanía, o una fantasía, incluso
una alucinación, en parangón con los “misterios” religiosos a los
que alude. Esa pared, evidentemente, no reúne las mínimas con-
diciones higiénicas que en la actualidad se exigen a las carnicerí-
as de países desarrollados para presentar sus productos, siendo
propia de épocas y lugares subdesarrollados; es decir, de ancla-
jes en el pasado, como es propio de la tradición y, en este caso,
de la tradición cristiana.
Los híbridos de pan y pez representan el mito de la multipli-
cación de los panes y los peces y, a su vez, el cuerpo de Cristo,
con lo que se asimilan al cordero; pero también, como éste,
constituyen alimentos para el ser humano, quedando unificados
los planos divino y humano, puesto que lo divino no deja de ser
un producto humano.
El cordero de la obra hace una alusión implícita a la estructu-
ra vertical de la iglesia cristiana, ya que el colectivo de su base
es llamado rebaño y las cúspides pastores, que suelen ejercer
de perros guardianes y que, en ocasiones, se convierten en lo-
bos para su propio rebaño. Inherentes a esa estructura antide-
mocrática son las actitudes de sumisión, asunción acrítica de los
denominados dogmas y de las normas, indefensión, ignorancia...
por parte de los corderos del rebaño, y los talantes contrarios de
sometimiento, imposición de verdades absolutas y reglas, abuso
de poder y acoso, disimulado o no, conocimiento arrogante... de
los conductores del impersonal rebaño.