Este documento describe los principales riesgos para la salud y seguridad de los profesores en el aula. Identifica factores de riesgo como problemas eléctricos, caídas, ruido, condiciones de iluminación y ventilación, carga de trabajo excesiva, y estrés. También ofrece recomendaciones para prevenir estos riesgos y proteger la salud y seguridad de los profesores.
1. El desarrollo de la actividad docente en las aulas implica, lejos de lo que la mayoría de
personas piensa, tiene una serie de riesgos para la seguridad y la salud de los profesores,
que éstos deben conocer.
Los principales factores de riesgos a los que un docente está sometido en el aula son:
Riesgos eléctricos.
• Caídas al mismo nivel.
• Orden y limpieza.
• Riesgos derivados del medio ambiente.
• Ruido.
• Condiciones termohigrométricas.
• Iluminación.
• Ventilación.
• Riesgos derivados de la carga de trabajo.
• Problemas de voz.
• Problemas musculoesqueléticos.
• Estrés.
• Sindrome Burnout.
RIESGOS ELÉCTRICOS.
Aunque tanto las instalaciones eléctricas como los diferentes aparatos que se utilizan como
elementos de soporte en la impartición de las clases (retroproyectores, ordenadores portátiles,
proyectores de diapositivas...) están dotadas con dispositivos de seguridad, es importante tener
en cuenta algunas normas preventivas generales , para evitar aquellos riesgos eléctricos que se
producen con más frecuencia. Así:
Antes de utilizar un equipo deberemos de verificar que se encuentre en perfecto estado
para ser utilizado.
Comprobar antes de utilizar un equipo el estado del enchufe al que se va a conectar.
Si hemos de emplear alargadores, es importante comprobar que éstos tienen el mismo
número de contactos de conexión que el aparato a utilizar.
2. Para desconectar un equipo de la corriente, siempre deberemos de estirar de la clavija y
nunca del cable.
Siempre debemos de operar con los mandos previstos por el fabricante o instalador. No
se pueden alterar nunca los dispositivos de seguridad, ya que su función de protección
quedaría anulada.
Nunca debemos realizar trabajos en instalaciones eléctricas de ningún tipo si no
tenemos la formación y autorización para ello.
No se debe utilizar ningún equipo ni instalación eléctrica cuando esté mojada, ni si
nosotros estamos mojados o en presencia de agua y humedad. Los equipos eléctricos
tienen que situarse en lugares secos y nunca deberán mojarse.
En caso de avería, la primera medida a adoptar es desconectar la corriente e informar al
técnico o al departamento de mantenimiento.
CAIDAS AL MISMO NIVEL.
Otra de las causas que originan accidentes en las aulas son las caídas al nivel del suelo, debido
al mal estado del lugar de trabajo o a una incorrecta disposición del mobiliario. Sin
embargo, éstas se pueden evitar si se siguen estas sencillas recomendaciones:
El suelo de los pasillos y zonas de paso debe estar limpio y libre de cualquier obstáculo
como carpetas, bolsos, libros, maletas...
Cuando apreciemos irregularidades en el suelo o esté resbaladizo, hemos de avisar
inmediatamente al responsable de mantenimiento.
Si existen pequeños desniveles en los pasillos, se deben instalar rampas para evitar
tropiezos y caídas.
Utilizar ropa y calzado adecuado al tipo de trabajo que realizamos y mantenerlo en buen
estado.
Iluminar adecuadamente las zonas de trabajo y de paso.
ORDEN Y LIMPIEZA.
Mantener el lugar de trabajo ordenado y limpio es un principio básico de seguridad, ya que el
desorden y la falta de limpieza es el causante de muchos de los golpes y caídas que se producen
diariamente en nuestro lugar de trabajo.
Para ello:
• Retiraremos los elementos innecesarios.
• Ordenaremos y tendremos los materiales siempre clasificados en armarios y/o estanterías.
• Las clases se limpiarán todos los días (fuera de las horas de clase).
• No se utilizarán en la limpieza productos abrasivos.
• Implicación de los alumnos en el mantenimiento de su clase.
3. RIESGOS DERIVADOS DEL MEDIO AMBIENTE.
Los riesgos relacionados con el medio ambiente de trabajo son aquellos que tienen que ver con
la posibilidad de sufrir alguna alteración de la salud por la exposición a contaminantes
ambientales. En este caso, hacen referencia al microclima de trabajo que se crea en las aulas.
En el ámbito de la docencia, estos contaminantes están relacionados con el ruido ambiental,
las condiciones termohigrométricas (temperatura, humedad, presión atmosférica...), la
iluminación , la ventilación y climatización del las aulas.
RUIDO.
Podemos definir el ruido como aquella sensación sonora, desagradable o no, que puede lesionar
el órgano auditivo o producir trastornos fisiológicos.
Los niveles de ruido en las aulas, estudiadas por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en
el Trabajo lleva a la conclusión que dichos niveles no son superiores a los límites mínimos
legales para adoptar medidas preventivas como posibles causantes de sordera profesional
(aunque hay que señalar el importante nivel medio al que están sometidos los trabajadores de
Enseñanza Infantil que no exceden los límites permitidos al no estar trabajando más de 5 horas
al día con los alumnos).
Sin embargo tanto el ruido en la clase como el ruido ambiental que se produce fuera del aula
pueden provocar molestias e interferencias que impiden la concentración del profesor y la
atención de los alumnos.
Mención especial debería tener la acústica de las aulas. En muchos casos los materiales
utilizados en la construcción provocan reverberaciones en las aulas, dificultando la comprensión
del profesor por parte del alumnado. Por contra en los gimnasios, salas de usos múltiples,
salones de actos, etc. la acústica es deficiente, lo que requiere un mayor esfuerzo por parte del
alumno para atender y por lo tanto mayor grado de distracción en la mayoría.
CONDICIONES TERMOHIGROMÉTRICAS.
Las condiciones termo higrométricas se refieren a las condiciones específicas de temperatura,
humedad, ventilación y presión atmosférica del ambiente, que, mal reguladas, pueden dar
lugar a un riesgo térmico.
Se considera riesgo térmico cuando la temperatura interna del cuerpo aumenta o disminuye 1
grado centígrado (+/- 10) respecto a la temperatura media del cuerpo (37ºC). En este sentido, el
estrés térmico es un estado de malestar físico provocado por una exposición excesiva al frío o al
calor.
La temperatura óptima del aula dependerá de la actividad que se desarrolle en ella.
4. Actividad docente: 20-22º.
Actividad práctica: 18-20º.
El grado higrométrico considerado ideal para no producir molestias por humedad ni por
sequedad oscila entre el 35 % y el 45 % de humedad. Sin embargo la humedad relativa oscila
entre el 30 y el 70%.
En las aulas el problema en cuanto al grado higrométrico suele venir por tener un valor inferior.
A esto influye poderosamente la utilización de calefacciones. En el caso de gimnasios y
espacios abiertos los problemas surgen por exceso de humedad.
La velocidad del aire debe estar comprendida entre 0,25 m/s y 0,5 m/s dependiendo que lo
trabajos se realicen en ambientes no calurosos o calurosos.
ILUMINACIÓN.
Si es posible, la iluminación debe ser natural. Las ventanas no deben estar situadas frente al
profesor y los alumnos sino en los laterales del aula para evitar reflejos y deslumbramientos.
La intensidad de la luz variará en función de las actividades que se deban desarrollar.
La iluminación artificial tiene que ser suave.
Actividad docente
La intensidad de la luz debería ser de unos 500 lux.
La iluminación del espacio donde se va a
desarrollar la actividad práctica debe ser más
intensa, ya que el alumno tiene que visualizar
Actividad correctamente el objeto sobre el que se va a
práctica trabajar.
La intensidad de la luz debe ser de 700 a 1000 lux.
VENTILACIÓN.
La ventilación es uno de los factores termo higrométricos importantes a tener en cuenta en la
evaluación de los agentes físicos que pueden comportar un riesgo en el entorno laboral.
La renovación periódica del aire en el aula ayuda a mantener un ambiente más limpio y
contribuye a incrementar el confort y bienestar durante el desarrollo de la actividad docente.
Las principales medidas e indicaciones que contempla la normativa en cuanto a la ventilación en
el lugar de trabajo son:
La ventilación en el lugar de trabajo puede ser natural o forzada mecánicamente (por ejemplo,
mediante ventiladores), aunque, siempre que sea posible, debe optarse por la natural. Tanto en
un caso como en otro, la renovación total del aire del local debe efectuarse seis veces por hora,
5. como mínimo, para trabajos sedentarios y, diez veces por hora cuando se trate de trabajos que
requieren esfuerzo físico.
La circulación del aire en locales cerrados no debe ocasionar corrientes molestas para las
personas que se encuentran en el lugar. La velocidad del aire no puede exceder los 15 metros
por minuto, cuando hay una temperatura ambiente normal, ni los 45 metros por minuto en un
ambiente muy caluroso. La distribución de las ventanas debe atender a los siguientes principios:
1. Dado que el aire caliente tiende a elevarse, se evacuará por orificios o aperturas superiores.
2. Las ventanas altas y anchas ventilan mejor que las alargadas y bajas.
3. El flujo de aire debe ir siempre de las zonas limpias a las contaminadas.
4. Se deben evitar zonas de flujo muerto (donde el aire no circula).
RIESGOS DERIVADOS DE LA CARGA DE TRABAJO.
Se denomina carga laboral o carga de trabajo al conjunto de esfuerzos físicos - carga física -
y psíquicos - carga mental - a los que el trabajador se ve sometido a lo largo de la jornada
laboral.
Cuando la carga de trabajo excede la capacidad de resistencia, tanto física como mental, de la
persona pueden producirse alteraciones de la salud que se deben prevenir para conseguir
optimizar el tiempo y ritmo de trabajo.
En el trabajo en el aula, los problemas que genera la carga de trabajo se concretan en problemas
de voz, problemas musculoesqueléticos, derivados de las posturas que se adoptan, y el estrés.
PROBLEMAS DE LA VOZ.
Uno de los principales problemas de salud que sufren los profesores son los problemas en su
aparato fonador, debidos al esfuerzo mantenido de la voz. Estos van desde la afonía hasta la
aparición de nódulos y pólipos en las cuerdas vocales.
Además, la impartición de las clases en aulas con una acústica inadecuada y en la mayoría de
los casos masificadas, así como la inhalación del polvo de la tiza hacen que la aparición de este
tipo de problemas entre el personal docente sea frecuente.
Para prevenir los problemas de la voz es importante que los profesores reciban una formación
específica sobre la fisiología de la voz , la impostación y las medidas de higiene que deben
adoptar, para utilizar de la mejor manera posible su aparato fonador.
La voz es el principal instrumento con el que contamos para desarrollar una comunicación oral.
Existen una serie de consejos generales a seguir para no desgastar en demasía nuestro aparato
fonador y conseguir una correcta-dicción.
• No forzar la intensidad de la voz. En ocasiones, por ejemplo, en ambientes muy ruidosos
hablamos más fuerte sin darnos apenas cuenta. La consecuencia de ello es la irritación de la
6. mucosidad que recubre los pliegues bucales y la fatiga de los músculos de la laringe. Se produce
así una cierta pérdida de la calidad de la voz y, en muchas ocasiones, afonía.
. Respirar correctamente. Una mala respiración también contribuye a disminuir la calidad de
la voz. La respiración debe producirse en los lugares habituales de nuestro discurso (pausas
naturales). Para comprobar si usamos una respiración correcta, podemos experimentar leyendo
un texto a velocidad normal sin respirar durante 15 segundos. Si ello no es posible, la técnica de
respiración que usamos es deficiente.
• Evitar el tabaco, ya que el humo produce una irritación inmediata de las mucosas. Además, a
medio plazo, estas mucosas se erosionan y pueden derivar en un endurecimiento de la piel que
recubre la laringe.
• No exponerse a factores irritantes de las cuerdas vocales como el alcohol, ambientes secos
y calientes, cambios bruscos de temperatura.
La agresión continuada de nuestra laringe con hábitos inadecuados al uso de la voz desencadena
un proceso de deterioro de los pliegues bucales. Este deterioro comienza con la irritación,
continua con la aparición de nódulos (inflamación puntual) y desembocan en la aparición de
pólipos que frecuentemente necesitan intervención quirúrgica para su extirpación.
PROBLEMAS MUSCULOESQUELÉTICOS.
La exposición de los contenidos en el aula se realiza, generalmente, de pie. Esta postura obliga
al profesor a desplazarse, flexionar el tronco, girar el cuerpo o permanecer en una misma
posición durante un espacio prolongado de tiempo, que provoca fatiga y dolores musculares.
Para prevenir este tipo de problemas es importante que sigamos las siguientes recomendaciones:
Se deben evitar, siempre que sea posible, movimientos bruscos y forzados del cuerpo.
Si debemos permanecer de pie durante un periodo prolongado de tiempo, es importante
mantener un pie en alto apoyándolo sobre un reposapiés y alternar un pie tras otro, para
reducir la tensión muscular necesaria para mantener el equilibrio.
El cuerpo tiene que estar erguido en todo momento para prevenir deformaciones de la
columna.
Es aconsejable cambiar de posición con frecuencia para evitar la fatiga.
DISTRÉS.
La interrelación existente entre las demandas del trabajo como profesor y las características del
propio individuo está produciendo una serie de trastornos psicosomáticos que se agrupan dentro
del término genérico de estrés.
El estrés es una respuesta inespecífica del organismo ante un estímulo específico. El estrés es
siempre una respuesta de carácter fisiológico, ante un agente estresor bien sea externo o interno.
7. Esta respuesta supone una segregación de hormonas que producirán cambios en diversas partes
del organismo.
El principal síntoma que siente la persona que lo sufre es que está viviendo una situación que le
supera, que no puede controlar y que le va a impedir realizar su trabajo correctamente.
Podemos definir el Distrés como el Estrés negativo
Causas: Las características propias de las tareas que realiza el profesor, las cuales exigen
entrega, implicación, contacto con los demás, junto con el deterioro de su imagen social, la falta
de motivación de los alumnos, el excesivo número de estudiantes por clase... son las que están
produciendo estrés laboral entre el personal docente.
Este tipo de alteración puede manifestarse de diferentes formas: depresión, síndrome del
profesional quemado o burn-out . Sin embargo, es ésta última la que está adquiriendo más
importancia en el sector de la enseñanza.
Los principales síntomas del síndrome del profesional quemado se producen a través de
manifestaciones psicosomáticas en el profesor que afectan a su ámbito:
Personal: pérdida de al autoestima y de ideales.
Familiar: incremento de los conflictos familiares y deseo de estar solo.
Profesional: cambio de actitud hacia los demás, tendencia a tratar los problemas y no a
las personas.
Cómo prevenirlo.
La prevención del estrés debe abordarse desde el estudio de todas las condiciones de trabajo, de
las exigencias del mismo sobre la persona y de los recursos del individuo para dar respuesta a
tales demandas.
A continuación, se indican una serie de estrategias que van a facilitar a los profesores afrontar
las situaciones de estrés y disminuir sus efectos sobre su persona. Estas técnicas se pueden
clasificar en:
Generales. Éstas persiguen dotar a las personas con una serie de recursos personales
genéricos como estar en un buen estado de forma físico, llevar una dieta adecuada,
aprender a distraerse... que les van a permitir afrontar de la mejor manera posibles
situaciones de estrés.
Cognitivas, cuya finalidad es modificar la interpretación errónea o negativa de una
situación por otra interpretación más positiva.
Fisiológicas. Buscan cambiar las respuestas fisiológicas que una situación de estrés
produce en las personas. Destacamos las técnicas de relajación física, de control de
respiración y de relajación mental.
Conductuales, que intentan facilitarnos una serie de habilidades para afrontar el
problema, como el entrenamiento asertivo, que desarrolla la autoestima, el
entrenamiento en habilidades sociales, que ayuda a comportarse con seguridad, o la
técnica de resolución de problemas.
8. Para saber aplicar correctamente la mayoría de éstas técnicas, es necesario la ayuda de un
profesional de la psicología que es el que va a determinar cuál es la adecuada o adecuadas ante
una situación concreta.
SÍNDROME DE BURNOUT.
El síndrome de “burnout” es una fase avanzada de estrés laboral que puede llegar a desarrollar
una incapacidad total para volver a trabajar.
El trabajador se da cuenta de que algo no funciona en su trabajo, al docente le invade un
sentimiento de fracaso y sufre síntomas ansiosos y depresivos, incluso llega a creer que tiene
problemas físicos.
Con el paso del tiempo y por sí mismo el problema no se soluciona. El desarrollo de este
síndrome es cíclico. Después de una baja laboral, el afectado suele incorporarse a su puesto de
trabajo porque tiene ganas de empezar de nuevo, sin embargo la situación y los problemas son
los mismos, nada ha cambiado, volviendo a aparecer de nuevo el síndrome.
Causas.
Dos factores influyen de forma decisiva en la aparición del síndrome; las características del
propio puesto de trabajo y la personalidad del trabajador. Todas las personas son diferentes
y ninguna reacciona igual ante las mismas situaciones.
La vida privada del trabajador también influye en el desarrollo del síndrome. Si alguien tiene
problemas en el trabajo y en la vida privada de forma simultánea, y el balance entre ambos no es
bueno, existe una predisposición al “burnout”.
Las personas más vulnerables son las que tienen un alto grado de autoexigencia con baja
tolerancia al fracaso, buscan la perfección absoluta, necesitan controlarlo todo en todo
momento, desarrollan el sentimiento de indispensabilidad laboral y son muy ambiciosos.
Todo esto se acentúa si el trabajador reúne alguna o varias de estas características:
• Si no tiene una preparación adecuada. En caso de que las expectativas.
respecto a su trabajo sean muy altas.
• Si tiene dificultades para pedir ayuda a los compañeros.
• Cuando no comparte las ideas del grupo de trabajo o la empresa.
• Ante los sentimientos de miedo o culpa cuando no ha cumplido algo que debería haber hecho.
• Siempre que con su pareja o familia no sea capaz de compartir las
preocupaciones o miedos que le acarrea su vida laboral.
• Al no descansar lo suficiente cuando está cansado.
• Ante el deseo de querer cambiar de trabajo y no encontrar otro.
Cómo prevenirlo.
9. No existe una estrategia simple y universal para prevenir o tratar el síndrome del “burnout”. La
combinación de varias técnicas hace posible que los riesgos disminuyan y que el diagnóstico sea
más rápido. Para evitar caer en este estado psicológico se utilizan técnicas de afrontamiento del
estrés, de resolución de conflictos, de autocontrol y psicoterapia.
Como medidas preventivas de índole personal se recomienda realizar actividades extra laborales
(deporte, cine, lectura, etc.) e intensificar las relaciones personales, familiares y sociales. En
caso de dudar de que se necesite ayuda profesional conviene solicitarla. Es la única manera de
evitar la cronificación.
Conviene recordar que la mejor manera de evitar este síndrome es cuidando el ambiente de
trabajo. Un buen ambiente de trabajo, así como el trabajo en equipo evita cualquier problema.
CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS LABORAL Y SÍNDROME BURNOUT.
• EN EL INDIVIDUO.
Disminución del rendimiento.
Disminución en la toma de decisiones.
Incremento de la accidentabílidad.
Rotación.
Absentismo.
Abuso del alcohol, drogas, fármacos...
• LABORALES.
Incremento de tasa de absentismo.
Incremento índice de accidentes.
Disminución de la productividad.
Mayor rotación.
Deterioro del clima y salud organizacional.
Deterioro de la imagen corporativa.
Aumento de la conflictividad.
Deterioro de la comunicación.
10. • PSICOLÓGICAS.
Insomnio.
Pérdida de apetito.
Depresión.
Adicciones.
Relaciones personales.
Calidad de vida.
Inseguridad.
Ansiedad.
• SOMÁTICAS.
Trastornos digestivos.
Trastornos respiratorios.
Trastornos cardiovasculares.
Trastornos musculoesqueléticos.
Otra gran parte de las molestias de la espalda están producidas por problemas
mecánicos degenerativos leves, como la artrosis. Estos dolores también pueden estar
causados por enfermedades del sistema nervioso, por traumatismos (como fracturas o
esguinces) o por procesos metabólicos y de descalcificación. Igualmente, pueden
estar en su origen las enfermedades inflamatorias de las articulaciones de la columna.
La voz constituye el instrumento de trabajo y de comunicación imprescindible del
profesorado. El uso continuado y su abuso obligado suponen un riesgo laboral
importante. Así, la afonía se convierte en una dolencia frecuente entre un profesorado
obligado a elevar continuamente la voz por encima del murmullo (o griterío de las
aulas). La agresión a la laringe desemboca, muy a menudo, en lesiones como los
nódulos o los pólipos, que pueden precisar de intervención quirúrgica y reeducación de
la voz para llegar a la recuperación del paciente.
Para combatir el estrés y no dar pié a la espiral del efecto “burnout”, los profesores han
de superar un grave hándicap: "...vencer su propia emoción negativa relacionada con
la impotencia de la solución deseada...", es decir, vencer su propio desánimo y
desesperanza.
11. 1. FACTORES DE RIESGO DEL AMBIENTE DE TRABAJO O MICROCLIMA
LABORAL
Estas condiciones o ambientes de trabajo se destacan por estar presentes
generalmente en todos los ambientes donde nos encontramos Su exceso o defecto
pueden generar alteraciones en la salud:
Temperaturas extremas de calor o frío en las aulas de clase, sala de Profesores e
instalaciones administrativas provocan molestia, cansancio, fatiga en el caso de
las temperaturas altas.
Niveles de luz natural: Las ventanas deben estar en los espacios laterales,
evitando que tanto el profesor como los alumnos tengan las ventanas en frente de
sí. Si esta llega a ser inadecuada en el transcurso de las actividades, se
presentara una incomodidad y esfuerzo físico, provocando incidentes como
cansancio visual.
Aireación natural deficiente: Ahogamiento y malestar en el lugar de trabajo,
surgiendo enfermedades respiratorias (alergias), por ejemplo en un salón de
clase a temperatura alta, con una gran cantidad de alumnos podrían ocurrir
desmayos.
Humedad relativa y lluvias, produce la aparición de virus y bacterias, como la
gripe. Se debe utilizar medios de calefacción que provocan un descenso en el
nivel de la humedad.
Electricidad atmosférica, es un alto riesgo para el Docente de Educación Física
dado el caso que se encuentre en plena clase y se desprenda un rayo, este
puede atentar contra la vida e integridad física tanto del Profesor como de algún
Estudiante.
12. FACTORES DE RIESGO PARA LA COMUNIDAD EDUCATIVA
Riesgos generales en las instalaciones de una institución educativa
• En el 61% de los Colegios no existe aparatos contra incendios
• En el 51% no tienen salidas de emergencia
• En el 67% las puertas no abren hacia fuera
• En el 76% tienen en malas condiciones los techos
• En el 70% los baños se encuentran en malas condiciones de
higiene
• En el 59% las instalaciones eléctricas son inseguras
• En el 75% de las paredes se observan rajaduras.
2. FACTORES DE RIESGO DEL AMBIENTE DE TRABAJO O
MICROCLIMA LABORAL
Estas condiciones o ambientes de trabajo se destacan por estar presentes
generalmente en todos los ambientes donde nos encontramos Su exceso o
defecto pueden generar alteraciones en la salud:
Temperaturas extremas de calor o frío en las aulas de clase, sala de
Profesores e instalaciones administrativas provocan molestia, cansancio,
13. fatiga en el caso de las temperaturas altas.
Niveles de luz natural: Las ventanas deben estar en los espacios laterales,
evitando que tanto el profesor como los alumnos tengan las ventanas en
frente de sí. Si esta llega a ser inadecuada en el transcurso de las
actividades, se presentara una incomodidad y esfuerzo físico, provocando
incidentes como cansancio visual.
Aireación natural deficiente: Ahogamiento y malestar en el lugar de
trabajo, surgiendo enfermedades respiratorias (alergias), por ejemplo en
un salón de clase a temperatura alta, con una gran cantidad de alumnos
podrían ocurrir desmayos.
Humedad relativa y lluvias, produce la aparición de virus y bacterias, como
la gripe. Se debe utilizar medios de calefacción que provocan un descenso
en el nivel de la humedad.
Electricidad atmosférica, es un alto riesgo para el Docente de Educación
Física dado el caso que se encuentre en plena clase y se desprenda un
rayo, este puede atentar contra la vida e integridad física tanto del Profesor
como de algún Estudiante.
3. CONTAMINANTES DEL AMBIENTE
3.1 Tipo físico: Son todos los fenómenos de naturaleza física no mecánicos
que se presentan durante el trabajo y que pueden causar enfermedades y
lesiones orgánicas a los trabajadores.
En un Colegio es lógico que existan ruidos débiles, producto de la propia
practica, aunque se deben anular los generados gratuitamente por los
14. alumnos, que producen dolor de cabeza y estrés por estos altos niveles de
ruido.
La manipulación de los diferentes aparatos eléctricos por parte de algún
integrante de la Institución Educativa como elementos de soporte en sus
actividades normales, en el caso de los Docentes en la impartición de
clases como los retroproyectores, portátiles, proyectores de diapositivas,
etc., se debe verificar previamente para que no existan cortos ni
explosiones de algún aparato, se debe retirar el enchufe de la clavija no
del cable que puede transmitir la corriente provocando lesiones físicas
como quemaduras al trabajador.
2.2 Tipo Químico: Son todas las sustancias o materiales que según su
estado, naturaleza, condiciones físico - químicas y presentación pueden
causar alteración del ambiente, -enfermedades o lesiones a los trabajadores.
En un Colegio se presenta esta clase de riesgos debido a:
Desconocimiento de las características de peligrosidad de las
sustancias:
empleo de métodos y procedimientos intrínsecamente peligrosos,
malos hábitos de trabajo,
empleo de material de laboratorio inadecuado o de mala calidad,
instalaciones defectuosas,
diseño no ergonómico,
falta de espacio,
contaminación ambiental.
Tipos de efectos tóxicos provocados por sustancias químicas
Tiempo
que tarda
Parte del
Propiedad en
organismo Efecto Ejemplo
toxica aparecer
afectada
la
afección
15. Irritante o Cualquiera, De unos Inflamación, Amoniaco,
corrosiva pero minutos a quemaduras y acido sulfúrico,
normalmente varios ampollas de la zona oxido de
los ojos, los días expuesta. Con nitrógeno,
pulmones y la frecuencia se cura tras sosa caustica.
piel una exposición aguda.
La exposición crónica
puede provocar daños
permanentes.
Fibrogena Normalmente Años Pérdida gradual Polvo de
los pulmones acumulada de la bauxita,
función de los amianto,
pulmones que provoca bagazo
discapacidad y muerte
si hay una exposición
crónica.
Alérgica Cualquiera, De días a En los pulmones
Diisocianato
pero años puede provocar
de tolueno
frecuentemente enfermedades
(DIT),
los pulmones y crónicas similares al
endurecedores
la piel. asma e incapacidad
por aminas
permanente. En la piel
para resinas
puede producir
epóxido.
dermatitis profesional.
Dermatatica Según la piel. De días a Sarpullidos con
años. inflamación y Ácidos muy
descamación de la ionizados,
piel. Puede proceder álcalis,
de una exposición detergentes,
crónica a productos tetra cloruro
irritantes, agentes de carbono,
alergenicos, solventes tricloroetileno.
o detergentes.
Cancerígena Cualquier De 10 a Cáncer en el órgano o 2-naftilamina,
órgano, pero 40 años. el tejido afectado. A algunos
frecuentemente largo plazo, puede alquitranes y
la piel, los provocar muerte aceites,
pulmones y la prematura. bencidina,
ves vesícula. amianto.
Venenosa Cualquier De pocos Muerte de células de Tetra cloruro
órgano, pero minutos a órganos vitales con de carbono,
frecuentemente muchos imposibilidad del mercurio,
el hígado, el años. órgano de desempegar cadmio,
cerebro y los importantes funciones monóxido de
16. riñones. biológicas. Puede carbono,
ocasionar la muerte. cianuro de
hidrogeno.
Asfixiante Pulmones Minutos Los gases sustituyen Acetileno,
el contenido normal de dióxido de
oxígeno del aire. carbono
Sólido
Los sólidos son las formas del producto qumicos que es menos probable
que ocasionen envenenamiento químico, aunque algunos sólidos
químicos pueden provocar envenenamiento si tocan la piel o pasan a los
alimentos cuando se ingieren. Es importante la higiene personal para no
ingerir sólidos químicos.
Los productos químicos en forma solida puede desprender vapores
tóxicos que se pueden inhalar, y los sólidos pueden ser inflamables y
explosivos, además de corrosivos para la piel.
B. Polvos
Los polvos son pequeñas partículas de sólidos.
Se puede estar expuesto en el lugar de trabajo a polvo procedente de
sustancias que normalmente existen en forma de polvo (por ejemplo,
sacas de cemento) o de procedimientos de trabajo que desprenden
polvo (por ejemplo, la manipulación de fibra de vidrio puede producir
polvo toxico).
El principal peligro de los polvos peligrosos es que se pueden respirar
(inhalarlos) y penetrar en los pulmones. Cuando se respiran, las
partículas de polvo mayores quedan atrapadas normalmente por los
pelos y el mucus y luego el organismo las elimina. Ahora bien, las
partículas más pequeñas son más peligrosas porque pueden penetrar
profundamente en los pulmones y tener efectos dañinos, o bien ser
absorbidas en la corriente sanguínea y pasar a partes del organismo
donde pueden ocasionar datos. También pueden lesionar los ojos.
Puede ser difícil ver el polvo; a menudo, no se puede ver una nube de
partículas de polvo salvo con una iluminación especial.
En determinadas condiciones, los polvos pueden explotar, por ejemplo,
en silos de cereales o en harineras.
17. Hay que aplicar medidas eficaces de control para mantener el polvo en
el lugar de trabajo a niveles "seguros".
Líquidos
Muchas sustancias peligrosas, por ejemplo los ácidos y los solventes,
son líquidos cuando están a temperatura normal.
Muchos productos químicos líquidos desprenden vapores que se
pueden inhalar y ser sumamente tóxicos, según la sustancia de que se
trate.
La piel puede absorber las sustancias químicas liquidas. Algunos
productos químicos líquidos pueden dañar inmediatamente la piel
(además, pueden ser o no absorbidos en la corriente sanguínea). Otros
líquidos pasan directamente a través de la piel a la corriente sanguínea,
por la que pueden trasladarse a distintas partes del organismo y tener
efectos dañinos.
Hay que aplicar medidas eficaces de control a los productos químicos
líquidos para eliminar o disminuir la posibilidad de inhalación, exposición
de la piel y daños en los ojos.
Las
humedades y
los vapores
son a
menudo
invisibles.
D. Vapores
18. Los vapores son gotitas de líquido suspendidas en el aire.
Muchas sustancias químicas liquidas se evaporan a temperatura
ambiente, lo que significa que forman un vapor y permanecen en el aire.
Los vapores de algunos productos químicos pueden irritar los ojos y la
piel.
La inhalación de determinados vapores químicos tóxicos puede tener
distintas consecuencias graves en la salud.
Los vapores pueden ser inflamables o explosivos. Para evitar incendios
o explosiones, es importante mantener las sustancias químicas que se
evaporan alejadas de las chispas, las fuentes de ignición o de otras
sustancias químicas incompatibles con ellas.
Hay que aplicar controles para evitar la exposición de los trabajadores a
vapores desprendidos por liquidas, sólidos u otras formas químicas.
E. Gases
Algunas sustancias químicas están en forma de gas cuando se hallan a
temperatura normal. Otras, en forma líquida o sólida, se convierten en
gases cuando se calientan.
Es fácil detectar algunos gases por su color o por su olor, pero hay otros
gases que no se pueden ver ni oler en absoluto y que solo se pueden
detectar con un equipo especial.
Los gases se pueden inhalar.
Algunos gases producen inmediatamente efectos irritantes. Los efectos
en la salud de otros gases pueden advertirse únicamente cuando la
salud ya está gravemente dañada.
Los gases pueden ser inflamables o explosivos. Se debe actuar con
gran cautela cuando se trabaja en un lugar en el que hay gases
inflamables o explosivos.
Los trabajadores deben estar protegidos de los posibles efectos dañinos
de los gases químicos mediante medidas eficaces de control en el lugar
de trabajo.
3.2 . Riesgos biológicos:
Enfermedades por agentes biológicos producidos por:
19. Virus y bacterias en el ambiente del aula.
Organismos macroscópicos como ácaros (piojos), artrópodos
(garrapatas).
Personas enfermas o portadores sanos.
Basuras.
Vectores como zancudos del paludismo, dengue, Leishmaniosis (Si la
Institución se encuentra ubicada en una región de clima caliente).
Animales venenosos como serpientes, alacranes.
Vegetales tóxicos o irritantes.
Enfermedades psíquicas y nerviosas: estrés y efecto “burnout”.
El estrés, la ansiedad y la depresión ocupan los primeros puestos en la lista
enfermedades que causan baja laboral entre los docentes.
La profesora Coral Oliver, psicóloga del Centro de Salud Pública de la
Universidad Autónoma de Madrid, opina: "Cierta dosis de estrés no es mala;
incluso puede ser un factor estimulante de la actividad profesional". De este
modo, el estrés, en cantidades y condiciones adecuadas, puede considerarse
como algo necesario para tener una vida satisfactoria. Ahora bien, un exceso
de estrés, puede ser perjudicial o, incluso, biológicamente nefasto para la
salud.
En el ámbito de los docentes, se habla mucho del estrés y del efecto “burnout”
(también llamado «síndrome de estar quemado «síndrome de la quemazón»,
«síndrome del estrés laboral asistencial», «síndrome del desgaste
profesional»), usándose indistintamente estos términos y, a veces, incluso
confundiéndolos. Aunque fuertemente relacionados entre sí en cuanto a su
significado, no es lo mismo estar estresado que estar "quemado".
El concepto de “Burnout” fue acuñado por Freudenberger en 1974. Con
posterioridad Maslach y Pines (1977) lo dieron a conocer y, desde entonces,
dicho término se utiliza para referirse al desgaste profesional que sufren los
trabajadores de los servicios humanos (educación, salud, administración
pública, etc.), debido a unas condiciones de trabajo que tienen fuertes
demandas sociales.
El estrés, puede surgir cuando un individuo está sometido a fuertes demandas
conductuales que le resultan difícil llevar a cabo. La respuesta del organismo al
estrés se produce de manera inmediata, el organismo se activa y vuelve a
equilibrarse una vez superada la situación, pero se va desgastando si se repite
20. con excesiva frecuencia. Sin embargo, el efecto “burnout” se origina cuando los
profesionales sobrepasan su capacidad de reacción de una forma adaptativa.
Su consecuencia inmediata se presenta en síntomas de agotamiento, fatiga,
desgaste psicológico, con severas pérdidas de energía que causan un
descenso de cantidad y calidad de rendimiento, en definitiva, una sensación de
no poder transmitir más de sí mismo a los demás, que deriva en frustración,
fracaso y actitudes negativas no sólo ante el trabajo sino también ante la vida y
hacia otras personas.
Después de la gripe el segundo proceso más numeroso ha sido la depresión.
En su opinión, "los docentes, generalmente, no saben desconectar y evadirse
de los conflictos laborales en su vida de ocio y en su relación con amigos y
familiares".
Síntomas, causas y consecuencias.
El profesional de la enseñanza percibe y padece esta situación a través de los
propios síntomas de estrés, que la mayoría de las veces sí son semejantes a
los de “burnout”, y ambos desembocan en un absentismo intermitente e,
incluso, en enfermedades laborales. Enfermedad que puede venir acompañada
de fuerte irritabilidad, insomnio, vómitos, inestabilidad emocional, arritmias
cardiacas, tensión nerviosa, preocupaciones excesivas, falta de energías...
Por otra parte, son varias las causas que originan el estrés entre los docentes
y, de paso, abren el camino sin retorno hacia el efecto “burnout”. Los doctores
Maslach y J. Jackson destacan:
- La falta y premura de tiempo para terminar el trabajo relacionado con las
clases (preparación de las mismas, corrección de exámenes, programación de
actividades, etc.),
- Las altas ratios que padecen las clases
- La falta de disciplina por parte de los alumnos, con reiteradas faltas de
respeto hacia los profesores.
- La mala organización que padecen algunos centros.
- La excesiva burocracia a la que se ven sometidos los docentes por parte de la
Administración.
- Las respuestas y soluciones ineficaces dadas en el entorno educativo.
- El excesivo número de horas lectivas que soportan algunos profesionales a lo
largo de la jornada escolar.
- La falta de apoyo.
21. - La baja consideración social que actualmente la profesión de la enseñanza.
El estrés y el efecto “burnout” inciden, especialmente, en aquellos profesionales
que mantienen un contacto directo y permanente con las personas que son
beneficiarias del propio trabajo, en concreto docentes, personal sanitario,
servicios sociales... Las consecuencias del desgaste profesional de los
docentes constituyen las manifestaciones clínicas que nos ocupan.
- Consecuencias psicosomáticas: fatiga, dolores de cabeza, trastornos del
sueño, trastornos gastrointestinales, hipertensión, dolores musculares y
desórdenes menstruales.
- Manifestaciones emocionales: el profesor Jesús de la Gándara destaca "...el
distanciamiento afectivo, la impaciencia y la irritabilidad, los recelos de llegar a
convertirse en una persona poco estimada y que pueden degenerar en
desconfianza y actitudes defensivas".
- Consecuencias conductuales: absentismo laboral, aumento de la conducta
violenta y de los comportamientos de alto riesgo (juegos de azar peligrosos,
conductas suicidas, abuso de fármacos y alcohol), conflictos familiares y
matrimoniales.
- La actitud defensiva se manifiesta en la incapacidad de estos individuos para
aceptar sus sentimientos. La negación de sus emociones es un mecanismo con
el que el sujeto trata de defenderse contra una realidad que le es
desagradable.
En general, de acuerdo con Maslach se acepta que las dimensiones que
contribuyen a delimitar dicho síndrome son:
- El cansancio emocional (CE): Se caracteriza por la pérdida progresiva de
energía, el desgaste, el agotamiento, la fatiga, etc.
- La despersonalización (DP): Se deriva del "tedioso e insistente contacto diario
con la fuente del conflicto, unido al esfuerzo desarrollado para vencerlo, sin
recibir recompensa alguna. Todo esto desarrolla un sentimiento de
distanciamiento o despersonalización con respecto a los alumnos por el que
poco les importa ya que aprendan o no, que estén interesados o no".
Se manifiesta por irritabilidad, actitudes negativas y respuestas frías e
impersonales hacia las personas, en este caso, hacia compañeros,
alumnado…
- La falta de realización personal (RP): con respuestas negativas hacia sí
mismo y el trabajo. En el ambiente laboral, cuando la Administración, el equipo
directivo, la Inspección, etc. no favorecen el necesario ajuste entre los docentes
y los objetivos a conseguir, aparecen aspectos tales como falta de energías,
22. descenso en el interés por los alumnos, percepción de éstos como frustrantes y
desmotivados, alto absentismo y deseo de abandonar la profesión. Como
consecuencia de este proceso se produce un descenso de la calidad de la
enseñanza, que no es más que la expresión de una pérdida de ilusiones. Este
panorama difícilmente puede remitir por sí sólo si no se introducen cambios en
el contexto laboral.
Prevención frente a estas situaciones.
Como bien dice el proverbio popular: “ Más vale prevenir que curar”.
Para combatir el estrés y no dar pié a la espiral del efecto “burnout”, los
profesores han de superar un grave hándicap: "...vencer su propia emoción
negativa relacionada con la impotencia de la solución deseada...", es decir,
vencer su propio desánimo y desesperanza.
Algunos especialistas en esta materia sostienen, como medidas efectivas para
vencer el estrés, controlar y conocer las emociones y los sentimientos propios,
así como desarrollar una actitud de preocupación despegada (dedicación sin
absorción total).
Otras medidas que señalan son:
- Realzar y fortalecer la consideración social de los compañeros y colegas de
profesión para no sentirse aislado, así como la valoración positiva de los
superiores, tales como inspectores, directores, etc.
- Realizar ejercicio físico adecuado y posible ya que, además de la mejora del
riego sanguíneo, un cuerpo saludable resiste mejor el estrés.
Sería conveniente trabajar:
- Desde la Prevención, estableciendo un plan preventivo y eficaz, realizando
reconocimientos médicos periódicos, bien por detección sintomática de
cualquier anomalía, o bien, cuando los solicite el personal docente.
- Considerando enfermedades profesionales el estrés y el “burn-out”,
estableciendo para su curación tratamientos adecuados por médicos
especialistas e introduciendo unidades de medicina paliativa en hospitales.
En algunos países de la UE, como Francia, llevan años introduciendo estos
métodos y tratando este problema con la consideración que se merece. Los
resultados son altamente satisfactorios entre los profesores.
En este sentido, considerando el estrés y el “burnout” como enfermedades
profesionales, la Administración educativa debería regular los puestos de
23. trabajo no docentes para que puedan ser ocupados por estos profesionales
cuando así lo recomiende la inspección médica.
Finalmente, y si la situación así lo demandase, sería conveniente la regulación
de un procedimiento por vía urgente de jubilación por incapacidad, no sólo
debido a estas enfermedades sino por otra causa cualquiera.
El experto José Manuel Esteve Zaragoza, catedrático de la Universidad de
Málaga, ha insistido constantemente en la necesidad de establecer fuertes
medidas preventivas para atajar el problema. De hecho, él mismo ha
desarrollado en su universidad un Programa de inoculación de estrés, con el
que se prepara a los futuros docentes para hacer frente a las situaciones
conflictivas que habrá de encontrarse a lo largo de su vida profesional y que
son potenciales detonantes de enfermedades mentales.
Enfermedades de la voz.
Las enfermedades otorrinolaringológicas son la tercera causa de las bajas
laborales de los profesionales de la educación.
La voz constituye el instrumento de trabajo y de comunicación imprescindible
del profesorado. El uso continuado y su abuso obligado suponen un riesgo
laboral importante. Así, la afonía se convierte en una dolencia frecuente entre
un profesorado obligado a elevar continuamente la voz por encima del
murmullo (o griterío de las aulas). La agresión a la laringe desemboca, muy a
menudo, en lesiones como los nódulos o los pólipos, que pueden precisar de
intervención quirúrgica y reeducación de la voz para llegar a la recuperación del
paciente.
Los facultativos señalan que para frenar el deterioro del aparato foniátrico es
necesario recibir una adecuada formación sobre el uso y proyección de la voz,
prescindir del tabaco y bebidas alcohólicas, beber agua con frecuencia y
procurar establecer un grado de temperatura y humedad ambiental adecuados,
no forzar la voz... Siendo todo esto cierto, tales consideraciones soslayan el
carácter de riesgo laboral que tienen estas enfermedades para los docentes.
Se insiste en que estas dolencias sean incluidas en el catálogo de
enfermedades profesionales ya que sólo de esa forma puede ser reparado el
daño que el trabajo provoca en la salud, pero también se puede posibilitar una
verdadera labor preventiva mediante:
- Cuidado de la acústica en las nuevas construcciones.
- Control de temperatura y humedad de las aulas.
- Formación del personal en el uso y cuidado de la voz.
24. - Proporcionar micrófonos a aquellos docentes que presentan síntomas de
enfermedad, etc.
Enfermedades óseo-musculares.
Algunos neurólogos y traumatólogos hablan ya de la "enfermedad de la
civilización". El dolor de espalda se convierte en el problema que más
prevalece en las sociedades industrializadas.
Todos sabemos que la columna vertebral es el eje central del cuerpo humano.
Los profesionales de la enseñanza también estamos sujetos a estas leyes de la
columna vertebral y bajo sus efectos engrosamos las estadísticas
anteriormente mencionadas. No es cierto, aunque contradiga la opinión
popular, que las lumbalgias o lumbagos se produzcan por grandes esfuerzos.
Según el Doctor Hernán Silván, la mayoría de ellos "...son producidos a
consecuencia de defectuosas actitudes posturales o esfuerzos mínimos en
mala posición para la columna o raquis...".
Otra gran parte de las molestias de la espalda están producidas por problemas
mecánicos degenerativos leves, como la artrosis. Estos dolores también
pueden estar causados por enfermedades del sistema nervioso, por
traumatismos (como fracturas o esguinces) o por procesos metabólicos y de
descalcificación. Igualmente, pueden estar en su origen las enfermedades
inflamatorias de las articulaciones de la columna.
No menos importantes es la exposición permanente y diaria que sufren los
docentes al tener que realizar esfuerzos psíquicos mantenidos, que
desembocan en estados de ansiedad y estrés y en trastornos psicosomáticos,
que conllevan a la contracción permanente de la musculatura, y cuya
consecuencia es la degeneración y deformación progresiva de las zonas
cervical y lumbar.
En definitiva, teniendo en cuenta la definición más conocida de la salud
establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS): "La salud es el
estado completo de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia
de enfermedades". Esto implica no sólo verse libre de dolores o enfermedades
sino también la libertad de desarrollar y mantener las capacidades funcionales
físicas, psíquicas y sociales.
La docencia tiene aspectos propios de riesgos para la salud que la identifican
como una profesión exigente por la responsabilidad y dedicación que exige,
sobre todo los concernientes a las relaciones interpersonales que se
establecen entre los distintos grupos de referencia que interactúan en un centro
docente como el alumnado, padres y compañeros de trabajo.
La mejor estrategia en la mejora de la salud laboral de los docentes es a través
de la Prevención de Riesgos Laborales. La prevención significa anticiparse y
25. actuar antes de que se produzcan unas consecuencias negativas con el fin de
impedirlo o para evitar sus efectos.
Es de vital importancia efectuar una evaluación de riesgos como primer paso
de la actividad preventiva, que debería basarse en aquellos aspectos generales
que han mostrado una estrecha relación con el estado de salud del
profesorado, adaptarlos a la realidad de los docentes y añadir algunas
dimensiones específicas como las exigencias derivadas del trato con alumnos
desmotivados, indisciplinados o grupos de gran diversidad
4. FACTORES DE RIESGO PRODUCTORES DE INSALUBRIDAD
LOCATIVA Y AMBIENTAL DEFICIENTES
Son aquellos factores de riesgo que se caracterizan por ser fuente de
molestias o de posibles enfermedades para el trabajador debido al deficiente
servicio, falta o estado inadecuado de sanidad locativa y ambiental deficientes.
Desechos y olores desagradables
Acumulación de basuras
Productos perecederos o en mal estado
Falta o mal estado de servicios sanitarios
Alcantarillado faltante o en mal estado
Lavatorios deteriorados y desaseados
Elementos de aseo, inexistentes o inapropiados
Ropa de trabajo deteriorada o sucia
Comedores faltantes o antihigiénicos
Vestuario, faltantes o antihigiénicos
Suministro de agua desprotegido
4. FACTORES DE RIESGO PRODUCTORES DE SOBRECARGA FÍSICA
Son todos aquellos factores de riesgo que causan en el trabajador importante
fatiga muscular y además desencadenan o agravan patologías osteo
26. musculares, los cuales se caracterizan por no cumplir con las normas de la
ergonomía o por presentar situaciones de orden psicosocial.
Fatiga postural: Debido a la necesidad de pasar periodos prolongados en la
misma postura (de pie) obliga al profesor a desplazarse, flexionar el tronco,
girar el cuerpo o permanecer en una misma posición durante un espacio
prolongado de tiempo, provocándose deformaciones en la columna,
lumbalgias, se presenta tensión muscular, es recomendable cambiar de
posición continuamente para evitar la fatiga, los trabajadores del Área
Administrativa pasan horas sentados frente al computador, produciendo
dolores de espalda, etc.
http://www.sire.gov.co/portal/page/portal/sire/componentes/formaci
onComunidad/Documentos/dpae3/ccuatro_13.html
http://actrav.itcilo.org/osh_es/m%F3dulos/kemi/chemicaa.htm
http://www.prevenciondocente.com/riesgosaula.htm
http://www.eumed.net/rev/ced/02/cam6.htm