2.
La llegada de miles de personajes atraídos por las noticias de
prosperidad y riqueza. Debido a los traficantes de esclavos, una
parte importante de estos inmigrantes venían de la costa
atlántica de África occidental, que se clasificaban por castas:
congos, mandingas, caravelíes, mondongos, mozambiques,
terranovos, minas y angolas. Aproximadamente 10, 000
habitantes de Lima se organizaron de tal manera que
construyeron sus toscas cabañas o callejones divididos en aviva,
es decir el bantú o el kimbundo, cantaban canciones antiguas
de sus tierras natales ya que provenían del África Occidental.
También se ocupaban de sus enfermos y se preocupaban de
que todos tuvieran un entierro decente, mediante pequeñas
cuotas de cofrades. De acuerdo a Jean Pierre Tardieu los
esclavos angolas eran el grupo más numeroso entre los esclavos
negros, sin embargo no eran muy valorados, es decir estaban
entre los esclavos más baratos, pues por lo general se les
consideraba pusilánimes, enfermizos y poco propensos a la
cristianización.
3.
aproximadamente en 1670, Antonio de
León (Raúl Banchero le llama Andrés de
León, mientras Rubén Vargas Ugarte,
Antonio de León), un vecino prominente de
la Parroquia de San Sebastián que padecía
de terribles dolores debido a una
metástasis en el cerebro, fue comunicado
por una esclava sobre el Cristo moreno y
sus milagros. Este al no encontrar solución
en médicos y curanderos, acudió a la
imagen, quien lo alivio de sus males.
4.
La Hermandad del Señor de los Milagros de
Nazarenas es una asociación religiosa
integrada por alrededor de 5000 miembros
divididos en veinte cuadrillas, dos grupos
(cantoras y sahumadores) y hermanos y
honorarios. Está dirigida por un mayordomo
general nombrado por el arzobispo de
Lima. La Hermandad se encarga de
difundir la fiesta y la procesión de nuestro
Señor, ellos son los que llevan sobre sus
hombros la imagen del Señor de los
Milagros por las principales calles de Lima.
5.
Cabe reseñar que el Cabildo de Lima, dada su
protección constante contra los diversos temblores y
terremotos, y al haber quedado inalterado por estos
movimientos, y previa gestión de Sebastián de Antuñano,
sor Josefa de la Providencia y del Padre Alonso Messía
S.J., se declaró el 21 de septiembre de 1715 al Cristo de
los Milagros como «Patrono jurado por la cuidad de los
reyes contra los temblores que azotan la tierra», y desde
aquel momento quedó oficializado su culto entre los
vecinos de Lima, quienes lo tenían ya como su devoción
predilecta. A partir de ese momento fue llamado como se
le conoce actualmente El Señor de los Milagros de
Nazarenas. En 1937, el alcalde de Lima Luis Gallo Porras,
hizo entrega del Escudo de la ciudad, el cual fue
colocado en el vértice superior de las andas del Señor.