LA ESCUCHA ACTIVA
La escucha activa supone escuchar y entender la
comunicación desde el punto de vista del que
habla. La escucha activa alude no sólo a la
habilidad de escuchar lo que la persona está
expresando directamente. También engloba la
capacidad de saber leer los sentimientos o
pensamientos que subyacen a lo que está diciendo.
La escucha activa es una intensa aplicación de
nuestros sentidos y de nuestra mente para lograr la
mayor correspondencia sensible entre lo que nos
quieren decir y lo que nosotros entendemos".
Alcanzar ese sintonía entre emisor y receptor es
importante porque "lo verdadero no es lo que digo
yo, sino lo que entiende el otro”.
PAUTAS PARA MEJORAR LA
ESCUCHA ACTIVA:
Entre los elementos que facilitan la escucha
activa, resaltan tres:
•Disposición psicológica. Prepararse
interiormente para escuchar y observar al otro
(identificar el contenido de lo que dice, sus
objetivos y sentimientos).
•Expresar que le escuchas con
comunicación verbal y no verbal (contacto
visual, gestos, inclinación del cuerpo, etc.).
•Desarrollar la empatía o capacidad de
ponerse en el lugar de la otra persona.
Para desarrollar la escucha activa, es importante evitar
ciertas conductas como:
La distracción. La curva de la atención se inicia en un
punto muy alto, disminuye a medida que el mensaje
continúa y vuelve a ascender hacia el final del mensaje.
La interrupción. No interrumpir al entrevistado.
El prejuicio. Cuando escuchemos, debemos hacer un
esfuerzo especial por rehusar ideas preconcebidas y juicios
anticipados.
Evitar el "síndrome del experto". Tener las respuestas al
problema de la otra persona, antes incluso de que haya
contado la mitad. Escuchar es ofrecer ayuda, no aportar
soluciones prematuras.
PROCESO DE LA ESCUCHA
ACTIVA:
Preparación: En la preparación nos
predispondremos mental y físicamente
para prestar la atención necesaria durante
la entrevista. Presentar una actitud
positiva hacia la escucha.
Posición y mirada: A lo largo de la
entrevista presentaremos una posición
adelantada, avanzando el cuerpo desde la
cintura y miraremos fijamente a los ojos
de quien nos habla.
Reforzar al interlocutor: Hacerle notar
que estamos escuchándoles siempre.
Observar el lenguaje no verbal:
Durante el proceso de escucha activa
observaremos su lenguaje no verbal, es
decir, sus gestos corporales, sus
expresiones faciales y sus características
de la voz, tales como el tono, la
intensidad y el ritmo.
Obtener las ideas principales:
Detectaremos las palabras clave que
sustentan el mensaje de nuestro
interlocutor.
Retroalimentación: mediante la
retroalimentación transmitiremos a
nuestro interlocutor el resumen del
mensaje que hemos escuchado,
demostrándole que hemos interpretado
correctamente su mensaje.
BENEFÍCIOS DE LA ESCUCHA
ACTIVA:
• Creamos un clima positivo para la
comunicación, logrando que ésta sea más
efectiva.
• Captamos el sentido exacto del
mensaje del emisor, reduciendo los
malentendidos.
• Obtenemos información relevante
sobre nuestro interlocutor.
• Aprendemos de las experiencias de
nuestros interlocutores.
• Prestando atención y demostrando
interés por nuestro interlocutor.
Algunos trucos y recursos que se utilizan en la escucha
activa son:
Resume lo que se ha dicho, parafrasea. No resumas
todo sino lo que más te llama la atención. Esto ayuda
a que la otra parte amplíe información.
Muestra tu total acuerdo con lo que dice. La persona
se sentirá a gusto contigo y conocerá tu nivel de
empatía.
Usa fórmulas de reconocimiento, como que te
gustaría saber más y otras.
Refleja el estado emocional. Indícale que le
entiendes, que sabes cómo se siente o algo similar.
Valida lo que dice aunque no estés de acuerdo en la
totalidad.
Intenta mostrar lo que pienses pero indicando que es
tu opinión, siempre con el máximo respeto.
Utiliza la comunicación no verbal.
Tema:
“LA ESCUCHA ACTIVA ME AYUDA A
COMPRENDER A LOS DEMÁS”
Responsable:
Estuardo Alejandro Lizarazo Grados
Fecha: Miércoles 23 de Abril del 2014
Hora: 8:30 AM
Lugar: Hospital de Especialidades
Básicas la Noria