Este documento discute los efectos negativos del exceso de tiempo frente a pantallas en los niños, como la obesidad, problemas de atención e imaginación, y la dificultad para diferenciar la realidad de la ficción. También menciona que los productores gastan grandes sumas en marketing dirigido a niños y que los videojuegos violentos pueden influir en la conducta. Finalmente, ofrece algunas alternativas para los padres como establecer reglas sobre el uso de pantallas, seleccionar el contenido, facilitar otras actividades y en