El Romanticismo surgió a finales del siglo XVIII en Alemania y el Reino Unido como una reacción contra la Ilustración y el Clasicismo, dando prioridad a los sentimientos sobre la razón. Se caracteriza por valorar la libertad, la búsqueda constante, el yo individual, el genio creador, lo diferente frente a lo común, y la creatividad sobre la imitación.