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Posada del silencio nº 84, curso vi

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VÍDEO DE HOY:
Pueblo de Dios: Horqueta, misión marista
Los hermanos maristas llegaron a Horqueta, Paraguay, hace 45 años. ...
sueños de vida digna hechos realidad por 98 mujeres a las que la guerra se lo había arrebatado todo. En
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Queremos demostrar que organizadas sí se puede y que organizadas es más difícil desintegrarnos
Luvis Cárdenas
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  1. 1. VÍDEO DE HOY: Pueblo de Dios: Horqueta, misión marista Los hermanos maristas llegaron a Horqueta, Paraguay, hace 45 años. Y allí continúan con varias obras educativas. La ong SED ayuda con becas a sus estudiantes y al desarrollo de otros proyectos sociales en la ciudad. Entre ellos, un centro abierto para niños que estudian y trabajan y un comedor de barrio creado por un grupo de madres. La 'Ciudad de las Mujeres' Un grupo de desplazadas construyeron con sus propias manos una ciudadela en la que tratan de rehacer sus vidas duramente golpeadas por el conflicto armado colombiano. Desde allí exigen verdad, justicia y reparación Javier Sulé Ortega Cartagena de Indias 5 MAY 2015 - 11:05 CEST Eidanis, Paula y Ana Luz hicieron realidad el sueño de tener de nuevo una vivienda digna. / JAVIER SULÉ Muy cerca de la turística Cartagena de Indias, la urbanización La Bonanza, en el municipio de Turbaco, parece estar en medio de la nada y apenas llama la atención. Dentro, sin embargo, están parte de los
  2. 2. sueños de vida digna hechos realidad por 98 mujeres a las que la guerra se lo había arrebatado todo. En ese lugar, ellas mismas construyeron un conjunto de casi 100 casas que ocupan sólo dos manzanas del total del conjunto urbano, pero que bautizaron con el nombre de la Ciudad de las Mujeres. Detrás de cada vecina de este lugar hay una historia desgarradora, un proyecto de vida truncado cuando el conflicto armado entró en sus vidas y les indicó el camino de salida. Son habitantes del Chocó, de Antioquia, de Bolívar, de La Guajira y de muchos otros lugares de Colombia afectados por la guerra que tuvieron que abandonar sus pueblos y veredas huyendo de las amenazas y las balas. Lo dejaron todo. Lo perdieron todo. Y llegaron a Cartagena, una ciudad amable con el turista, pero hostil para la gente que busca refugio en sus barrios marginales. De la noche a la mañana y sin saber por qué se habían convertido en desplazadas. Es el caso de Paula Castro que vivía en el Urabá antioqueño con sus hijos pequeños y trabajaba como empacadora en la compañía bananera. ―Mi vida estaba organizada. Todo iba bien hasta que los grupos paramilitares empezaron a dejarse ver en la región. Llegaron los muertos, las matanzas. Uno de esos paramilitares, El Mono Pecoso, se fijo en mi. Me dijo que a él ninguna mujer se le resistía. Tuve que malvender la casa e irme‖, recuerda. También es el caso de Ana Luz Ortega que dejó su hogar en la región de Córdoba. ―Teníamos nuestros cultivos, nuestros animales, lo suficiente para vivir. Los paramilitares empezaron a cumplir sus amenazas; mataban y arrojaban a los hombres al río, se llevaban los cerdos, las vacas y los caballos. Siempre había habido enfrentamientos entre la guerrilla y el ejército pero cuando entraron los paramilitares eso fue ya un exterminio y decidimos salir del pueblo. Yo tenía seis niños y fue muy duro para mi llegar a un lugar que no conocíamos‖, explica. Yo me sentiría reparada cuando sepa por qué y quienes me desplazaron Eidanis Lamadrid A Eidanis Lamadrid le tocó igualmente abandonar la finca de la vereda donde vivía en los Montes de María, en la región de Bolívar. ―Vivíamos asediados por la guerrilla. Si llegaban no podías decirles que se fueran y eso las autoridades lo tomaban como que colaborábamos con ellos. La situación se hizo insostenible y los combates eran cada vez mas intensos. Es difícil dejar lo que se ha construido durante tantos años, pero cuando lo hicimos lo único que uno proyecta y le importa es la vida de los hijos‖, señala la que es hoy una de las lideresas del proyecto de la Ciudad de las Mujeres. Como las de Paula, Ana Luz y Eidanis, en la Ciudad de las Mujeres hay 95 historias más que hablan de violencia sexual, de asesinatos y desapariciones de sus seres queridos y de todas las violaciones a los derechos humanos posibles. Salvo alguna excepción, la mayoría de las 98 son migradas que acabaron viviendo en condiciones infrahumanas en los barrios más pobres de Cartagena, en ranchos en los que había que salvar el colchón cada vez que llovía y vender cualquier cosa para tener algo que llevar a la boca de los hijos. Un calle de la Ciudad de las Mujeres. / JAVIER SULE Su vida cambió cuando conocieron a la abogada feminista Patricia Guerrero, directora de la organización La Liga de Mujeres Desplazadas, que solía visitar los barrios invisibles de Cartagena empeñada en organizar a las víctimas de desplazamiento y violencia sexual. ―La doctora Patricia nos rescató realmente. Nos hizo ver que la guerra y el Estado nos había vulnerado nuestros derechos y que esos derechos debíamos recuperarlos y hacerlos valer. Gracias a ella además podemos contar lo que nos pasó y hemos tenido una atención psicosocial‖, dice agradecida Eidanis en nombre de todas. Capacitación y manos a la obra Integradas ya en a Liga de Mujeres Desplazadas, se fueron reuniendo y fortaleciendo. En semejantes condiciones decidieron que su mayor prioridad era tener una vivienda digna. El proyecto de la "ciudad" empezó a gestarse. Buscando lugares que fuesen aptos para vivir pusieron el ojo en una urbanización que se iba a construir a las afueras de Cartagena. Consiguieron el dinero para comprar el terreno gracias a la cooperación estadounidense y hablaron con el constructor para poner las condiciones: invertirían allí a cambio de que las contratase como mano de obra no cualificada y así ellas mismas pudieran hacer sus viviendas. También fabricarían los ladrillos para las casas que debía comprar el empresario. De esta forma aportarían en trabajo y material el valor de la vivienda.
  3. 3. Queremos demostrar que organizadas sí se puede y que organizadas es más difícil desintegrarnos Luvis Cárdenas Todas se pusieron manos a la obra capacitándose primero en diferentes tareas de albañilería y construcción. Aprendieron a nivelar terrenos, a construir ladrillos, a mezclar cemento. Y ya cuando empezaron a construir, unas hicieron el trazado, otras cavaron la tierra, otras levantaron paredes y otras hicieron las calles y las jardineras. Estuvieron tres mes trabajando. El resultado, 98 viviendas de 78 metros cuadrados cada una con dos habitaciones, sala, cocina, baño y un patio. ―Fue una experiencia muy bonita. Quizá muchos hombres pensaron que no teníamos la capacidad para hacerlo, pero demostramos que sí y ahí está nuestra ciudad‖, dice Ana Luz orgullosa. La idea de vivir juntas había sido antes muy meditada. ―Éramos mujeres que procedíamos de diferentes partes del país, con diferentes culturas. Aquí hay mujeres afrodescendientes, mestizas e indígenas. De alguna manera, la 'Ciudad de las Mujeres' representaba un reasentamiento poblacional. Hicimos normas de convivencia sobre cómo queríamos vivir. El sueño era tener un lugar donde todas pudiéramos estar tranquilas, trabajando y resistiendo‖, dice Luvis Cárdenas, otra lidereza de la ciudadela. Nuevas amenazas La Ciudad de las Mujeres es un proyecto de la Liga de Mujeres Desplazadas, pero materializarlo no fue fácil. El reasentamiento en Turbaco coincidió con una época de inseguridad creciente en la zona, con presencia de grupos armados que trataron de desestabilizarlo. Volvieron a sufrir amenazas, hostigamientos y vieron como asesinaban al vigilante que cuidaba los materiales, marido de una de las beneficiarias. Gladys Huertas es la madre comunitaria encargada del jardín de infancia donde las mujeres llevan a sus niños y niñas pequeños. / JAVIER SULÉ En este tiempo que llevan ya en el barrio tampoco han dejado de vivir en tensión y prevenidas. Los grupos paramilitares han inundado de panfletos amenazantes las calles, han intentando imponer su propio control territorial con normas que decían a los vecinos a qué hora debían acostarse y las han tratado de extorsionar con el cobro de impuestos. Hace menos de un año un sospechoso incendio les destruyó el centro multifuncional donde tenían la panadería, el comedor comunitario y el jardín infantil para los más pequeños. No se amedrantaron ni se sometieron y volvieron además a reconstruir el centro comunal. Con todo, lo más difícil, reconocen, ha sido la sostenibilidad económica. Los proyectos productivos no acabaron de funcionar. Ellas lo han intentado todo para generar ingresos por cuenta propia, pero por diferentes circunstancias han fracasado, salvo el caso de algunos pequeños negocios. Saber la verdad Concluido el proyecto de vivienda, siguen igualmente inmersas en su lucha por la justicia, la verdad y la reparación como víctimas del conflicto armado. Para Eidanis queda mucho por hacer. ―Hay compañeras que todavía no tienen una vivienda digna, nuestros casos de denuncia por desplazamiento forzado, por violencia sexual o por crímenes a nuestros familiares siguen en la impunidad. Yo me sentiría reparada integralmente cuando sepa por qué me desplazaron, quiénes me desplazaron, quiénes asesinaron a los familiares de mi esposo y por qué lo hicieron. También cuando tenga a mis hijos con una educación garantizada, tengamos buenos servicios de salud y una vida estable aquí‖, remarca. La Ciudad de las Mujeres es en definitiva como una pequeña Colombia en miniatura que refleja lo peor y lo mejor de este país. Lo peor, las consecuencias de un conflicto armado que se cebó con la población civil y que ha generado casi siete millones de víctimas, de los que unos seis millones serían desplazados. Lo mejor, los procesos de lucha, dignidad y resistencia generados contra la guerra, encarnados en muchos casos por mujeres. ―Queremos demostrar que organizadas sí se puede y que organizadas es más difícil desintegrarnos. Es un ejemplo de lo que somos capaces de hacer en este país por la construcción de una paz verdadera. Las mujeres de La Liga somos un paradigma de empoderamiento y trabajo en equipo, un testimonio de la importancia que tiene el trabajo con mujeres para garantizar la restauración de los derechos de la inmensa población desplazada en Colombia‖, concluye Luvis Cárdenas.
  4. 4. 214 mujeres y niñas liberadas de Boko Haram están embarazadas “Me convirtieron en un objeto sexual”, denuncia una de las víctimas rescatadas  Nigeria libera a 293 mujeres y niñas secuestradas por Boko Haram  “Boko Haram degolló a mi padre delante de mí” José Naranjo Dakar 4 MAY 2015 - 20:10 CEST Lami Musa, una de las víctimas rescatadas con su bebé. / S. Alamba (AP) | REUTERS-LIVE! Al menos 214 mujeres y niñas, de entre el millar de rehenes que han sido rescatados de las manos de Boko Haram en el noreste de Nigeria en los últimos días, están embarazadas, según ha asegurado a los medios de comunicación el doctor Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del Fondo de Población de Naciones Unidas. ―Algunas están visiblemente embarazadas y otras han dado positivo en las pruebas‖, añadió el alto funcionario, quien también reveló que la mayoría de ellas requieren de atención médica y psicológica urgente y especializada pues han estado sometidas a un enorme estrés. ―Me convirtieron en un objeto sexual. Hacían turnos para acostarse conmigo. Ahora estoy embarazada y no sé quién es el padre‖. Asabe Aliyu, de 23 años, es una de estas mujeres y contaba así al periódico nigeriano Daily Times cómo había sido su cautiverio de seis meses. Violadas, casadas a la fuerza, obligadas a combatir, sus maridos o padres asesinados delante de ellas. Sus relatos, que van llegando a cuentagotas, reflejan toda la violencia ejercida contra ellas por el grupo terrorista más sanguinario de África. Estas mujeres y niños, liberadas la pasada semana en tres operaciones militares en el bosque de Sambisa, estado de Borno, y este domingo en un último rescate en el municipio de Madagali, se encuentran en la actualidad en distintos campos de desplazados de la región noreste, la mayoría en Yola (Adamawa), a donde llegaron este fin de semana tras varios días de viaje en camionetas habilitadas por el Ejército. Asabe Umaru relató a la prensa: ―Cada día moría alguna de nosotras y sólo esperábamos que llegara nuestro turno. No nos permitían movernos ni un centímetro, incluso para ir al servicio nos acompañaban‖. Por su parte, Cecilia Abel dijo que le "daban harina de maíz por las tardes para comer. Muchos de los capturados murieron en el bosque de Sambisa‖. El propio rescate tampoco fue fácil. Las mujeres se refugiaron bajo los árboles cuando los soldados nigerianos llegaron, pero los terroristas trataron de obligarlas a acompañarles en su huida. ―Cuando nos negamos, empezaron a apedrearnos. Pegué a mi bebé contra mi estómago para protegerlo y me encogí. Algunas murieron por las piedras‖, aseguró Lami Musa, de 27 años. Musa también reveló que algunas de ellas tuvieron que asistir a cómo los miembros de Boko Haram asesinaban a sus maridos o padres delante de ellas. ―Secuestraron a toda mi familia y mataron a mi marido en el bosque de Kilkasa cuando yo estaba embarazada de cuatro meses. Luego, en el bosque de Sambisa, dormíamos al raso. Me dijeron que cuando alumbrara al bebé me casarían con uno de sus comandantes. Pasaban días sin que nos dieran comida ni agua, hasta que hace tres días, la noche antes de ser liberada, di a luz a la niña‖, explicó a la BBC. Un reciente informe de Amnistía Internacional reveló que unas 2.000 mujeres y niñas han sido secuestradas por Boko Haram en el útimo año, usadas por los terroristas como esclavas sexuales, cocineras, obligadas a casarse con los combatientes o bien vendidas para matrimonios forzosos. Incluso algunas de ellas fueron forzadas a combatir. Aún no hay noticias de las 219 niñas escolares de Chibok que fueron secuestradas en abril de 2014. Naciones Unidas y el Gobierno nigeriano, que ya ha abierto un nuevo campo para acoger a las mujeres y niños recientemente liberados, están trabajando ya en un programa específico para ―ayudarlas a superar el trauma psicosocial que han vivido antes de reintegrarlas de nuevo en la sociedad‖, dijo Osotimehin.
  5. 5. ―Algunas de estas mujeres han estado sometidas a un enorme estrés y han sufrido mucho. Tenemos que trabajar con ellas una a una. Muestran muchos signos de estar traumatizadas‖. ¿Será Bruselas, por una vez, capaz de escuchar? EL MONÓLOGO EUROPEO, de Aminata Traoré (Extracto) ¿A quién pertenecen los recursos mineros (oro, platino, hierro, bauxita, coltán, níquel, estaño, plomo, manganeso, plata…), energéticos (petróleo, gas natural, uranio…), agrícolas (café, cacao, algodón…), forestales, pesqueros y otros de los que la economía mundializada tiene cruelmente necesidad? Pertenecen a esos hijos que vienen a morir a las puertas de Europa. Una solidaridad de combate se impone entre los pueblos del mundo y, en este caso, entre los de África y Europa. LA INFERNAL CONTABILIDAD MACABRA ¡Basta! ¡Basta de maniobras de diversión! Son, eran, serán centenas, miles, centenas de miles en partir para no volver nunca. Y como de costumbre, tras el tiempo de la emoción y de la indignación vendrá el del olvido y la indiferencia. Son, eran, serán todos olvidados porque unas políticas económicas excluyentes y asesinas continuarán provocando paro y pobreza en masa, conflictos armados y calentamiento climático. A lo largo de los últimos veinte años, casi 30.000 personas han muerto a las puertas de Europa, 3.500 en 2014. Desde comienzos de enero de este año 2015 que Europa ha proclamado «año del desarrollo», se estima en 1.700 el número de muertos, con seguridad más pues esta contabilidad macabra es aventurada. ¡UNA CUMBRE MÁS! Y ESTA VEZ, ¿ENTRE SÍ? De una cumbre a otra, los dirigentes occidentales y africanos han avalado la idea según la cual el desarrollo cubrirá las necesidades del continente y, por lo tanto, las de los candidatos a la emigración. Así fue con ocasión de las conferencias euro-africanas de Rabat (julio 2006), Trípoli (noviembre 2006), Uagadugú (mayo 2008), París (noviembre 2008)… Esta vez, los europeos debaten entre ellos. En la urgencia, han decidido reunirse en Bruselas para soluciones de emergencia. Cada Estado balbucea, tira balones fuera y pasa palabra a su vecino. Se trata, se subcontrata, se confina, se externaliza, se proyecta un archipiélago de campos de retención lejos de las miradas, de los derechos, incluso si se hace sin convicción… ¡NO! LOS TRAFICANTES NO SON LOS PRIMEROS CULPABLES El joven tunecino de 27 años y sus dos camaradas que han sido arrestados deben, indiscutiblemente, responder por sus crímenes. Pero los traficantes no constituyen sino el último eslabón de una larga cadena de responsables. Además, en el pasado, los mismos emigrantes fueron tratados como «terroristas». Más que los emigrantes y sus itinerarios, las redes, la situación de los países de origen y de tránsito, es la naturaleza de Europa la que está en cuestión. Además de las relaciones de dominación que sostiene con África, a quien impone su modelo de desarrollo, se atrinchera, se transforma en fortaleza pero también en cárcel. La cuestión no es solamente saber si hace lo suficiente y cómo se implica para salvar vidas humanas en el Mediterráneo. Sino ¿qué hace y que hará en origen en los países de los que son naturales los candidatos a partir? Y ¿por qué las soluciones previamente tomadas en diferentes cumbres no han impedido esta catástrofe? La Europa fortaleza, cuyos expertos militares han participado en la elaboración del «concepto estratégico», ha igualmente erigido en el interior de sus fronteras/murallas centros de retención administrativa en cuyo interior pisotea, a la vez, el derecho internacional de asilo y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre de 1948, que estipula «el derecho de toda persona a dejar libremente cualquier país, incluido el suyo». Sí, oímos hablar de corredores humanitarios, de normas de seguridad, del Frontex, de la vigilancia en las fronteras, de la presencia militar e imaginamos también a los cocodrilos que frecuentan emboscados esas aguas, vagamente soñolientos o vigilantes, dispuestos a castigar, a emerger, a cerrar la trampa de sus mandíbulas sobre la carne tierna de los sueños, a devolver al soñador imprudente a su orilla, vivo o muerto. Sí, oímos hablar de duplicación de los medios de Tritón, de ampliación de su radio de acción, de inspección de los barcos a lo largo de las costas libias y de intervención en el «origen» en Libia. NEGACIÓN DE LA REALIDAD Mucho antes que Grecia, Portugal y otros países europeos hoy confrontados al paro, la precariedad y el miedo al futuro, nosotros hemos sufrido, desde la década de los 80, la medicina de caballo del ajuste estructural. La casi totalidad de los emigrantes en dificultad no habrían asumido el riesgo de partir si las políticas económicas puestas en práctica fuesen creadoras de empleo. Las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) son profundamente destructoras.
  6. 6. En las regiones en conflicto, la inseguridad entorpece cualquier actividad económica. Agricultores, ganaderos, pescadores, comerciantes, artesanos no pueden ocuparse de sus tareas. Los emigrantes proceden de todos estos oficios. Los Acuerdos de Colaboración Económica (APE, en sus siglas en francés) impuestos a los Estados africanos no contribuyen a mejorar esta situación. Como tampoco el TAFTA (TTIP: Tratado Trasatlántico de Libre Comercio) –que se traducirá también en la supresión de las barreras tarifarias y aduaneras entre los Estados Unidos de América y Europa– es ventajoso para los pueblos de Europa. A la vista de esta realidad, una solidaridad de combate se impone entre los pueblos del mundo y, en este caso, entre los de África y Europa. ¡SON NUESTROS HIJOS! La gran cantidad de mujeres, a veces con sus hijos, a bordo de embarcaciones que se hunden en el Mediterráneo, rara vez es mencionada y destacada. ¿Por qué? Porque contrariamente a las violencias domésticas, sexuales y sexistas cuya instrumentalización permite justificar la injerencia, la violencia inaudita del sistema capitalista y depredador es ocultada. Pero, en el drama de la emigración, las mujeres están omnipresentes en tanto que madres, esposas y emigrantes. Cada emigrante engullido por el Mediterráneo o por el desierto es uno de nuestros hijos. Los gritos de los que hoy perecen en el fondo de las calas se añaden a los que se han hundido en el vientre del Atlántico en los tiempos malditos de la trata, inscritos tanto en nuestra carne como en nuestra memoria. En tanto que madres, sobre la escena del mundo globalizado, vemos desplegarse el destino de nuestros hijos convertidos en parados, emigrantes «clandestinos», narcotraficantes, rebeldes y, actualmente, yihadistas. No bajamos los brazos. Desde los acontecimientos de Ceuta y Melilla, hemos, por nuestra parte, alertado e intentado encontrar alternativas a esas partidas de la desesperación, así como una vida digna para aquellos que nos son devueltos con la muerte de los otros en su alma atormentada. Pero ¿cómo retenerlos en el contexto económico descrito? Desde Thiaroye en Senegal, las madres y las viudas de los emigrantes desaparecidos en el mar, con la valiente Yayi Bayam Diouf a la cabeza, han venido a vernos a Bamako, en Malí. Después, con las madres y las viudas de los emigrantes malienses desaparecidos en las mismas condiciones, nosotras hemos ido a su vez a Thiaroye donde, al borde de la mar glotona que devora a nuestros hijos, nos hemos recogido. Hemos rezado por aquellos que ya no están y por los supervivientes, más bien los muertos-vivientes, que nos son devueltos. Porque somos esas madres inquietas y pensantes, porque nuestros hijos están en peligro, porque nuestro mundo vacila, asustado pero ciego y sordo a su dolor, permanecemos vigilantes y rechazamos que ellos sean sacrificados sobre el altar del mercado rey. SON SUS RIQUEZAS ¿A quién pertenecen los recursos mineros (oro, platino, hierro, bauxita, coltán, níquel, estaño, plomo, manganeso, plata…), energéticos (petróleo, gas natural, uranio…), agrícolas (café, cacao, algodón…), forestales, pesqueros y otros de los que la economía mundializada tiene cruelmente necesidad? Pertenecen a esos hijos que vienen a morir a las puertas de Europa. Para nuestra desgracia, la seguridad energética de la que depende el crecimiento, la competitividad y el empleo en Francia y en Europa está, en parte, ligada al acceso a las fuentes de petróleo, de uranio, de gas así como a las vías para su transporte. Los países de origen de los emigrantes indeseables y desechables, del Sahel y del Magreb, que rebosan de estas riquezas, se convierten en campos de batalla. Francia y Europa deben reconocer que todos somos perdedores. Por todas partes los ojos se abren. ¿París cree realmente defender el rango y la imagen de Francia en el mundo instrumentalizando el Consejo de seguridad y violando sus resoluciones tal y como ha hecho en Libia? ¿Defiende de forma duradera los intereses de las empresas francesas cuando los pozos de petróleo y las minas de uranio y otros recursos estratégicos se convierten en polvorines? ¿Defiende a los franceses y a su libertad de circulación cuando las zonas declaradas de riesgo, cuyo número no cesa de aumentar, les son prohibidas? Acabaremos todos confinados. LA CONVERGENCIA DE LAS LUCHAS: EL ÁFRICA Y LA EUROPA DE LOS PUEBLOS Bruselas se declara conmocionada. Tiene una ocasión histórica de decir la verdad sobre el conjunto de causas de esta tragedia y hacer así justicia a los pueblos expoliados y humillados de África. Ciertamente es pedirle demasiado. Pero debe hacerlo, no solamente por respeto a las vidas que se propone salvar sino también por sus propios pueblos de los que una buena parte sospecha que ha debido sucederle a África lo mismo que le sucede en este momento a Grecia, España e Italia. No concebimos cómo un modelo económico que no resuelve la papeleta a los pueblos de Europa podría sacar a África del atolladero. Son los lobbys (algodoneros, petroleros, mineros, del armamento y otros) quienes deciden la política exterior de las potencias occidentales. Tanto el incremento de los flujos migratorios hacia Europa como la rebelión en el norte de Malí y la yihad son consecuencias del fracaso lamentable del desarrollo económico de África en el marco de la mundialización capitalista;
  7. 7. consecuencias que Europa no tiene la voluntad ni el buen juicio de ver ni de comprender a través de todos esos cuerpos errantes o sin vida ante sus puertas. Hay que terminar definitivamente con las relaciones totalmente desequilibradas y esencialmente orientadas hacia los intereses de Europa, de las finanzas y del comercio. A riesgo de ver nuestro mundo zozobrar. El naufragio sería entonces global. Otra colaboración franco-maliense y euro-africana se impone sobre la base de un auténtico diálogo. Aminata Dramane Traoré Nathalie M‘Dela-Mounier (Bamako, 22 de abril de 2015) (Traducción de Juan Montero y Antonio Lozano) El cristiano sabe soportar las tribulaciones con confianza, dijo el Papa 2015-05-05 Radio Vaticana (RV).- Tribulaciones, entrega y paz. Son las tres palabras en torno a las cuales el Papa Francisco desarrolló su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. El Santo Padre subrayó que el cristiano no tiene una ―actitud sadomasoquista‖ frente a las dificultades, sino que se encomienda al Señor con confianza y esperanza. San Pablo es perseguido, pero a pesar de las diversas tribulaciones, permanece firme en la fe y anima a los hermanos a esperar en el Señor. Inspirándose en un pasaje de los Hechos de los Apóstoles, de la Primera Lectura, el Papa Francisco se detuvo a considerar tres puntos: tribulaciones, entrega y paz. Y recordó que para entrar en el Reino de Dios es necesario ―pasar momentos oscuros, momentos difíciles‖. El cristiano soporta las tribulaciones con valentía Sin embargo, advirtió el Papa, ésta ―no es una actitud sadomasoquista‖, sino que es ―la lucha cristiana‖ contra el príncipe de este mundo que trata de separarnos ―de la Palabra de Jesús, de la fe, de la esperanza‖. Y puso de manifiesto que ―soportar las tribulaciones‖ es una frase que el Apóstol Pablo usa mucho: ―‗Soportar‘: es más que tener paciencia, es llevar sobre los hombros, llevar el peso de las tribulaciones. Y también la vida del cristiano tiene momentos así. Pero Jesús nos dice: ‗Tengan coraje en aquel momento. Yo he vencido, también ustedes serán vencedores‘. Esta primera palabra nos ilumina para ir adelante en los momentos más difíciles de la vida, aquellos momentos que también nos hacen sufrir‖. Y después de haber dado este consejo, prosiguió diciendo el Papa, Pablo ―organiza aquella Iglesia‖, ―reza por los presbíteros, impone las manos y los encomienda al Señor‖. Encomendarse al Señor en los momentos difíciles La segunda palabra: ―entregarse‖. ―Un cristiano – dijo Francisco – puede llevar adelante las tribulaciones y también las persecuciones encomendándose al Señor‖. Sólo Él – reafirmó – ―es capaz de darnos la fuerza, darnos la perseverancia en la fe, darnos la esperanza‖: ―Encomendar al Señor algo, entregar al Señor este momento difícil, encomendarme yo mismo al Señor encomendar al Señor a nuestros fieles, nosotros los sacerdotes, los obispos; encomendar nuestras familias, nuestros amigos al Señor y decirle: ‗Cuida de estos, son los tuyos‘. Es una oración que no siempre hacemos, la oración de encomendar: ‗Señor te encomiendo esto, llévalo Tú adelante‘, es una bella oración cristiana. Es la actitud de la confianza en el poder del Señor, también en la ternura del Señor que es Padre‖. Cuando una persona ―hace esta oración‖, desde el corazón – añadió el Papa Bergoglio – entonces siente que está encomendada al Señor, se siente segura: ―Él no defrauda jamás‖. La tribulación – fue la reflexión del Papa – nos hace sufrir, pero ―el hecho de encomendarnos al Señor te da esperanza y de aquí surge la tercera palabra: la paz‖. La paz del Señor refuerza la fe y la esperanza
  8. 8. Francisco recordó lo que Jesús dice, como ―despedida‖, a sus discípulos: ―Les dejo la paz, les doy mi paz‖. Y puso de manifiesto que ―no se trata de una sencilla tranquilidad‖, sino de una paz que ―va adentro, una paz que te da la fuerza, que refuerza lo que hoy hemos pedido al Señor: nuestra fe y nuestra esperanza‖: ―Tres palabras: tribulaciones, entrega y paz. En la vida debemos ir por caminos de tribulación pero es la ley de la vida. Y en aquellos mementos encomendarse al Señor y Él nos responde con la paz. Este Señor que es Padre nos ama tanto y jamás decepciona. Prosigamos ahora la celebración eucarística con el Señor, pidiendo que refuerce nuestra fe y nuestra esperanza, pidiendo que nos dé confianza para vencer las tribulaciones porque Él ha vencido al mundo, y que nos dé a todos su paz‖. (María Fernanda Bernasconi - RV). Presentación del Jubileo de la Misericordia Ciudad del Vaticano, 5 de mayo 2015 (VIS).- Esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el arzobispo Salvatore Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización y monseñor Graham Bell, han presentado el Jubileo Extraordinario de la Misericordia (8 diciembre 2015 – 20 noviembre 2016). ''En la Exhortación apostólica Evangelii gaudium, que es como la carta programática del pontificado del Papa Francisco-dijo el arzobispo- se encuentra una expresión reveladora que ayuda a captar el sentido del Jubileo extraordinario que fue convocado el pasado 11 de abril: ''La Iglesia vive un deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva''. Es a partir de este deseo que es necesario releer la Bula de convocación del Jubileo Misericordiae vultus con la que el Papa Francisco ha comunicado los fines del Año Santo. Como ya es sabido, las dos fechas indicativas serán el 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, en la que tendrá lugar la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro y el 20 de noviembre de 2016, Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo, día en el que concluirá el Año Santo. En medio de estas dos fechas se desarrollará un calendario de celebraciones con varios eventos''. ''Es bueno insistir desde ahora, para evitar malentendidos, que el Jubileo de la Misericordia no es y no quiere ser el Grande Jubileo del Año 2000. Cualquier comparación al respecto carece de sentido porque cada Año santo tiene sus propias peculiaridades y finalidades. El Papa desea que este Jubileo sea vivido tanto en Roma cono en la Iglesias locales; este hecho implica una atención especial a la vida de las Iglesias particulares y a sus exigencias, de manera que las iniciativas propuestas buscan complementar y no sobreponerse a los calendario locales. Además, por primera vez en la historia de los Jubileos se ofrece la posibilidad de abrir la Puerta Santa –Puerta de la Misericordia- también en cada una de las diócesis, especialmente en la Catedral o en otra iglesia significativa, o en un Santuario que revista una especial importancia para los fieles. Del mismo modo, es fácil percibir en la Bula de convocación otras características que lo hacen único. La evocación misma de la misericordia rompe ya los esquemas tradicionales. Además, la historia de los Jubileos se caracteriza por recurrir cada 25 y 50 años. Los dos Jubileos extraordinarios celebrados hasta ahora han respetado la recurrencia del aniversario de la redención realizada por Cristo (1933.1983). Este, en cambio, es un Jubileo temático que toma su fuerza del contenido central de la fe y busca recordarle a la Iglesia la misión prioritaria que tiene de ser signo y testimonio de la misericordia en todos los aspectos de su vida pastoral. Pienso también en la llamada hecha por el Papa Francesco al hebraísmo y al Islam a descubrir en el tema de la misericordia la vía del diálogo y de la superación de las dificultades por todos conocidas. No se puede olvidar, finalmente, que otro aspecto original es dado por los Misioneros de la Misericordia. El Papa Francisco les dará el mandato el Miércoles de Ceniza durante la celebración en San Pedro. Los Misioneros deberán ser sacerdotes pacientes, capaces de comprender los límites de los hombres, pero
  9. 9. listos para difundir, en la predicación y en la confesión, el efluvio bondadoso del buen pastor. No quiero, sin embargo, detenerme en cuestiones de carácter general para poder abordar con mayor amplitud lo concerniente a la organización del Año Santo''. ''Comencemos por el logo que constituye un compendio teológico de la misericordia y del lema que lo acompaña. Con el lema, tomado de Lucas 6,36, Misericordiosos como el Padre se propone vivir la misericordia siguiendo el ejemplo del Padre, que pide no juzgar y no condenar, sino perdonar y amar sin medida. El logo – obra del jesuita Marko I. Rupnik – se presenta como un pequeño compendio teológico de la misericordia. Muestra, en efecto, al Hijo que carga sobre sus hombros al hombre extraviado, recuperando así una imagen muy apreciada en la Iglesia antigua, ya que indicaba el amor de Cristo que lleva a término el misterio de su encarnación con la redención. El dibujo se ha realizado en modo tal de destacar el Buen Pastor que toca en profundidad la carne del hombre, y lo hace con un amor capaz de cambiarle la vida. Además, es inevitable notar un detalle particular: el Buen Pastor con extrema misericordia carga sobre sí la humanidad, pero sus ojos se confunden con los del hombre. Cristo ve con el ojo de Adán y este lo hace con el ojo de Cristo. Así, cada hombre descubre en Cristo, nuevo Adán, la propia humanidad y el futuro que lo espera, contemplando en su mirada el amor del Padre. La escena se coloca dentro la mandorla que es también una figura importante en la iconografía antigua y medieval por cuanto evoca la copresencia de las dos naturaleza, divina y humana, en Cristo. Los tres óvalos concéntricos, de color progresivamente más claro hacia el externo, sugieren el movimiento de Cristo que saca al hombre fuera de la noche del pecado y de la muerte. Por otra parte, la profundidad del color más oscuro sugiere también el carácter inescrutable del amor del Padre que todo lo perdona''. ''El logo ha sido debidamente registrado ante los organismos internacionales competentes para evitar cualquier uso inapropiado y salvaguardar su propiedad. Es obvio que cualquier uso distinto al puramente religioso deberá ser aprobado por el Pontificio Consejo y cualquier abuso en este sentido será denunciado''. ''El Calendario de celebraciones hay que leerlo en una triple perspectiva. Por una parte, hay eventos organizados que contemplan una gran afluencia de fieles. Hemos querido dedicar el primer acontecimiento, del 19 al 21 de enero, a todos los que sirven en los Santuarios y en el campo de las peregrinaciones. Se trata de un signo que queremos dar para hacer comprender que el Año Santo es una verdadera peregrinación y como tal debe ser vivido. Pediremos a los peregrinos hacer un trecho a pie, como preparación para pasar la puerta santa con fe y devoción. Es importante preparar a los que operan en este sector para que vayan más allá de lo meramente turístico; por esto será de gran ayuda que ellos sean los primeros en hacerse peregrinos''. ''Hemos pensado que también es importante congregar los creyentes que viven de manera especial la experiencia de la misericordia. Es por esto que el 3 de abril habrá una celebración para todas aquellas realidades que se identifican con la espiritualidad de la misericordia (movimientos, asociaciones, institutos religiosos). A su vez, todo el mundo caritativo será llamado a unirse el 4 de septiembre. El voluntariado es el signo concreto de quien vive las obras de misericordia en sus diversas expresiones y merece una celebración especial. De la misma manera, se ha pensado al mundo de la espiritualidad mariana que tendrá su jornada el 9 de octubre para celebrar la Madre de la Misericordia. No faltarán eventos dedicados especialmente a los adolescentes que después de la Confirmación son llamados a profesar la fe. Para ellos hemos pensado la fecha del 24 de abril, habida cuenta que la JMJ de Cracovia, los días 26 a 31 de julio, está destinada a los jóvenes y que no siempre es fácil encontrar un espacio para los adolescentes en la pastoral''. ''Otro evento será para los diáconos que por vocación y ministerio están llamados a presidir la caridad en la vida de la comunidad cristiana. Para ellos el Jubileo será el 29 de mayo. En cambio, en el 160° aniversario de la Fiesta del Sagrado Corazón, el 3 de junio, se celebrará el Jubileo de los Sacerdotes. El 25 de septiembre será el Jubileo de los catequistas quienes con su empeño por transmitir la fe sostienen la vida de las comunidades cristianas, especialmente en nuestras parroquias. El 12 de junio dirigiremos la llamada a todos los enfermos y a las
  10. 10. personas diversamente hábiles y a cuantos los ayudan con amor y solicitud. El 6 de noviembre celebraremos el Jubileo para los reclusos, que no sucederá solo en las cárceles, sino que estamos estudiando la posibilidad para que algunos de ellos puedan tener la oportunidad de celebrar su proprio Año Santo con el Papa Francisco en San Pedro''. ''Una segunda perspectiva estará dada por algunos signos que el Papa Francisco realizará en forma simbólica dirigiéndose a algunas ''periferias'' existenciales para testimoniar de persona la cercanía y la atención a los pobres, a los que sufren, a los marginados y a cuantos tienen necesidad de ternura. Estos momentos tendrán un valor simbólico, pero pediremos a los obispos y a los sacerdotes de realizar en sus propias diócesis el mismo signo, en comunión con el Papa, para que a todos pueda llegar una muestra concreta de la misericordia y del cuidado de la Iglesia. Como signo concreto de la caridad del Papa, que perdurará como memoria de este Jubileo, y para expresar la Misericordia con una ayuda concreta y efectiva, se efectuará un gesto especial hacia alguna realidad necesitada en el mundo''. ''Una tercera perspectiva es la dedicación a los muchos peregrinos que vendrán a Roma solos y sin una organización a sus espaldas. Para ellos se alistarán algunas iglesias del centro histórico donde podrán encontrar acogida y vivir momentos de oración y de preparación para atravesar la Puerta Santa con la disposición espiritual más apropiada al evento jubilar. De todas formas, todos los peregrinos que llegarán a Roma tendrán un acceso privilegiado para atravesar la Puerta Santa, cosa que se hace necesaria para permitir que el Jubileo sea vivido de manera religiosa, segura y lejos de cualquier forma de intrusismo que hoy día parece aprovecharse de los millones de personas que viajan a los lugares sagrados de la cristiandad''. ''El sitio web oficial del Jubileo ya ha sido publicado: www.iubilaeummisericordiae.va, accesible también a través de la dirección www.im.va. El sitio estará disponible en siete idiomas: Italiano, inglés, español, portugués, francés, alemán y polaco. Allí se podrá encontrar la información oficial sobre el calendario de los principales eventos públicos, las indicaciones para participar en los eventos con el Santo Padre y toda comunicación oficial relativa al Jubileo. Mediante este instrumento, las Diócesis podrán recibir información y sugerencias pastorales, inscribirse para dar a conocer su intención de peregrinar y compartir las iniciativas diocesanas. El sitio web está enlazado con los diversos social network (Facebook, Twitter, Instagram, Google Plus e Flickr) para facilitar el conocimiento inmediato de las iniciativas del Santo Padre y poder seguir en tiempo real los eventos más importantes. Estamos estudiando también la posibilidad de una aplicación (app) para integrar mejor la información''. Estamos convencidos -concluyó el prelado- que el tema de la Misericordia con el que el Papa ha querido introducir a la Iglesia en el camino jubilar podrá ser un momento de verdadera gracia para todos los cristianos y un renacimiento para proseguir en el camino de la nueva evangelización y de la conversión pastoral que el Papa Francisco nos ha indicado. Como él mismo ha escrito: ''En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: ''Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos.'' Entre los eventos del Año Santo, un Jubileo de los presos en San Pedro
  11. 11. Dentro de una cárcel Mons. Fisichella presentó el calendario de los eventos. «Roma estará a la altura». La próxima semana se llevará a cabo el encuentro con el gobierno italiano. Un millón de copias del Evangelio de Marcos de la Alianza Bíblica Internacional Iacopo Scaramuzzi Ciudad del Vaticano Entre los eventos del Año Santo de la misericordia promulgado por Papa Francisco (del 8 de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016) habrá también un ―Jubileo de los presos‖. La hipótesis que se está estudiando es que algunos prisioneros participen en la ceremonia prevista en la Basílica Vaticana 6 de noviembre de 2016. Mons. Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, presentó un primer calendario de eventos, ilustró algunas cuestiones logísticas y explicó el significado del evento. Reveló además que Papa Francisco le había comunicado la idea del Jubileo (anunciado sorpresivamente por Jorge Mario Bergoglio el pasado 13 de marzo) durante una audiencia del 29 de agosto del año pasado: «El secreto pontificio todavía funciona», indicó el religioso. «Y hay que recordar inmediatamente, para evitar equívocos, que el Jubileo de la Misericordia no es y no pretende ser el gram Jubileo del año 2000», subrayó Fisichella. El Papa, recordó, «desea que este Jubileo sea vivido en Roma y en las Iglesias locales», y «es fácil apreciar en la bula» diferentes características que lo convierten en algo único, desde el «llamado a la misericordia», hasta la naturaleza extraordinaria del Año santo, que no sigue el ritmo tradicional de los jubileos ordinarios (cada 25 o 50 años), misma que los dos Jubileos del pasado, en 1933 y en 1983 respetaron, siguiendo «el aniversario de la redención que llevó a cabo Cristo». El «calendario oficial de los eventos que se llevarán a cabo en Roma» incluye, además de las ceremonias de apertura y clausura, con todo y la apertura y clausura de la Puerta Santa de San Pedro, las citas para la apertura de las Puertas Santas de las otras tres basílicas papales (el 13 de diciembre de 2015 la de San Juan de Letrán, el primero de enero de 201, Jornada Mundial de la Paz, la de Santa María Mayor y el 25, fiesta de la conversión de San Pablo, San Pablo extramuros), la clausura final de las mismas Puertas Santas (el 13 de noviembre de 2016), el envío de los «misioneros de la Misericordia» el 10 de febrero, Miércoles de Ceniza («Deberán ser sacerdotes pacientes, capaces de comprender los límites de los hombres, y listos para expresar el afecto del Buen Pastor en su predicación y en la confesión»), una celebración penitencial en San Pedro, que se llamará «24 horas para el Señor» y será el viernes 4 y el sábado 5 de marzo, y una serie de jubileos por categorías de personas: agentes sanitarios (del 19 al 21 de
  12. 12. enero), religiosos (el 2 de febrero, día de la clausura del Año de la vida consagrada), la Curia romana (el 22 de febrero; «no hemos pensado mínimamente en la reforma de la Curia romana», respondió Fisichella a los periodistas, «pero también la Curia necesita reformarse como toda la Iglesia), «los que se sumen a la espiritualidad de la Divina misericordia (el 3 de abril), chicos y chicas de entre 13 y 16 años (el 24 de abril y diferente del «Jubileo de los jóvenes», que será la JMJde Cracovia del 26 al 31 de julio), diáconos (el 29 de mayo), sacerdotes (el 3 de junio), «agentes y voluntarios de la misericordia» (el 4 de septiembre), catequistas (el 25 de septiembre), el Jubileo mariano (entre el 8 y el 9 de octubre) y, finalmente, el 6 de noviemmbre de 2016 el «Jubileo de los prisioneros en San Pedro»: «Esto no sucederá solo en las cárceles, sino que estamos estudiando la posibilidad para que algunos prisioneros puedan tener la oportunidad de celebrar con Papa Francisco en San Pedro su proprio Año Santo», explicó Fisichella, quien precisó que este «deseo» del Papa todavía se está estudiando. Todo el Año, dijo el religioso al responder a los periodistas, habrá catequesis en el santuario del Santo Espíritu, cerca del Vaticano, sobre la encíclica de Juan Pablo II ―Dives in Misericordia‖ (de 1980). La próxima semana, dijo Fisichella, se llevará a cabo el primer encuentro bilateral oficial con las autoridades italianas. Estarán presentes, además del mismo Fisichella y del subsecretario del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, mons. Graham Bell, el asesor de la Secretaría de Estado, mons. Peter Brian Wells, y, representando a Italia, el subsecretario de la Presidencia del Consejo de Ministros, Claudio De Vincenti, el alcalde de Roma, Ignazio Marino y, en representación de la Región Lacio, el vicepresidente da la junta. Entre los temas que afrontarán estará «la cuestión de la seguridad», respondió el mismo Fisichella. «Roma está acostumbrada a eventos de este tipo, y estará a la altura de su labor: los romanos serán acogedores, tendrán pacientes y entusiasmo. La ciudad logrará dar lo mejor de sí». En cuanto a «todos los peregrinos que llegarán a Roma individualmente y sin una organización», Fisichella indicó que se identificarán algunas Iglesias del centro histórico en la que podrán encontrar acogida, «para consentir que el evento se viva de manera religiosa, con seguridad y al reparo de la intemperie del abusivismo que cada día parece arrollar a millones de personas que llegan a los lugares sacros de la cristiandad». Mons. Fisichella no quiso ofrecer los números relacionados con las previsiones de la llegada de peregrinos y subrayó, por una parte, lo extraordinario de este Jubileo que se llevará a cabo también en las Iglesias locales y, por otra, la popularidad de Papa Francisco. «Se leen en los periódicos cifras como 25 millones de personas durante el año, pero es oportuno ser prudentes», precisó el vicedirector de la Sala de prensa vaticana, el padre Ciro Benedettini. El Papa, reveló Fisichella, le habló por primera vez del Año Santo durante una audiencia privada del 29 de agosto del año pasado. Le dijo: «―¡Cuánto me gustaría un Jubileo de la Misericordia!‖». Fue, explicó el religioso, un «movimiento del espíritu», y nadie habló de la noticia antes de que el Papa hiciera el anuncio oficial, porque «el secreto pontificio todavía funciona». En cuanto al Sínodo ordinario, que se llevará a cabo en octubre, poco antes de que comience el Jubileo, Fisichella explicó que «si la misericordia no pasa por la doctrina, entonces no es la doctrina de la Iglesia». Además de los eventos en Roma, también se están organizando cinco «signos jubilares», que «Papa Francisco cumplirá de manera simbólica dirigiéndose a algunas ―periferias‖ existenciales para ofrecer personalmente testimonio de la cercanía y de la atención por los pobres, por los que sufren, por los marginados y por todos los que necesitan un signo de ternura». A los que, durante la conferencia de prensa de hoy, le hacían notar la ausencia de la obra para «amonestar a los pecadores» en la bula jubilar, Fisichella explicó que se optó por un «lenguaje renovado». Fisichella también presentó el logo del Jubileo de la Misericordia, que fue realizado por el jesuita Marko Ivan Rupnik (el Buen Pastor quel leva sobre los hombros a un hombre perdido), y una serie de iniciativas en Internet (el sitio oficial, la presencia en las redes sociales, la idea de una ―app‖ para teléfonos inteligentes). La revista semanal de los Paulinos ―Credere‖ será la revista oficial del Jubileo y la Alianza Bíblica Internacional distribuirá un millón de copias del Evangelio de Marco. «Todas las conferencias episcopales están involucradas; agradecemos a la Cei (la de Italia, ndr.) post odo su apoyo», dijo Fisichella, que anunció, además, la próxima publicación de una circular a todos los obispos del mundo sobre el Jubileo. Los gestos papales para los que están tras las rejas
  13. 13. (©Ansa) (©Ansa) Wojtila en la cárcel de Regina Coeli La celebración jubilar en la Plaza San Pedro con los presos forma parte de un camino en el que los últimos Pontífices han dado pasos significativos ANDREA TORNIELLI Ciudad del Vaticano «La hipótesis todavía se está estudiando, pero es un deseo del Papa que el Jubileo de la Misericordia sea vivido no solo dentro de las cárceles, sino que haya una representación de detenidos en la Plaza San Pedro. No sé si será factible, pero es un fuerte deseo del Papa poder contar con una representación de detenidos en San Pedro, para darles una palabra de esperanza». Con estas palabras el arzobispo Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización y colaborador del Papa en la organización del Año Santo extraordinario, anunció una iniciativa prevista para el 6 de noviembre de 2016. Una iniciativa que sigue todas las iniciativas que ha emprendido el mismo Francisco y que forma parte de un camino (que comenzó hace tiempo) de particular atención de los Papas por los detenidos de Roma. La presencia de los presos en la Plaza San Pedro en sí misma no será una novedad absoluta, pues una pequeña delegación de detenidos de la cárcel de Padua, que trabajan en la cooperativa Giotto, estaba presente en la audiencia del 7 de marzo con los miembros del movimiento Comunión y Liberación. El mismo Pontífice argentino, además, desde que comenzó su servicio como obispo de Roma, ya celebró dos veces la misa ―In Coena Domini‖ del Jueves Santo dentro de una cárcel. En 2013 fue al insituto para menores de Casal del Marmo y este año fue a la cárcel de Rebibbia. En octubre de 2013, al recibir a los capellanes de las cárceles italianas, Francisco contó de sus conversaciones telefónicas con algunos presos de Buenos Aires, comunicaciones que no se interrumpieron tras su elección como obispo de Roma. Reveló que después de la conversación con uno u otro de sus amigos que se encuentran tras las rejas le viene a la mente una pregunta dolorosa: «¿Por qué él está ahí y yo no?». «Cada vez que llamo a los presos de Buenos Aires, a veces los domingos para una platicada, me pregunto: ¿por qué él y yo no? ¿Cuáles méritos tengo yo más que él para no estar ahí?». «Es bueno preguntarse –añadió– ¿por qué él cayó y yo no? Las debilidades que tenemos son las mismas... Es un misterio que nos acerca a ellos...». Vale la pena recordar que el Papa es el sucesor del apóstol Pedro, que conoció la prisión justamente en Roma , en la Cárcel Mamertino: una tradición muy antigua identificó la celda en la que fue encerrado con Pablo, y, desde el siglo IV, por voluntad de Papa Silvestro, la prisión se convirtió en la Iglesia de ―San Pedro en la cárcel‖. Como ejemplo, se puede citar el caso de Ponciano, décimo octavo obispo de Roma, elegido hacia el año 230. Cinco años después fue deportado a Cerdeña y condenado a trabajos forzados en
  14. 14. una mina. Mucho más cerca de nuestra época, el caso de Pío VI, el único Papa exiliado y muerto en cautiverio de la era moderna: fue hecho prisionero por Napoleón en febrero de 1798 y murió en agosto de ese mismo año en la fortaleza de Valence, pronunciando las palabras «Señor, perdónalos». En cuanto a las visitas de los Papas a las cárceles, hay varias documentadas y que se han convertido en la ocasión para mejorar la condición de vida de los prisioneros. Tanto Inocencio X (en 1650) como Clemente XI (en 1704) se dirigieron sorpresivamente y en secreto a visitar las obras para la construcción de las Cárceles Nuevas de vía Giulia y de San Michele en Porta Portese. Y regresaron una vez acabada su construcción para reunirse con los detenidos y verificar la gestión de las mismas. León XII en 1824 y después en 1827 hizo dos visitas a detenidos: la primera fue en las Cárceles Nuevas de vía Giulia y la segunda a la cárcel para menores de vía del Gonfalone. También Pío IX, el último Papa rey que guió el Estado Pontificio antes de que Roma pasara a formar parte del reino de Italia, hizo una visita pastoral a los detenidos, visitando a los presos políticos en las prisiones ciudadanas de Roma. Después, el 26 de octubre de 1868, fue a visitar a los reclusos del Civitavecchia, que acababa de ser inaugurada. Desde entonces, habría que esperar 90 años para que otro Papa visitara una cárcel. Aunque no hay que olvidar que Pío XII, en la Navidad de 1951, dedicó un radio-mensaje a todos los detenidos del mundo para manifestarles su cercanía: «Nosotros, conscientes de la fragilidad y de la debilidad inconmensurable, que a menudo fatiga mortalmente el ánimo humano, comprendemos el triste drama, que puede haberles sorprendido e involucrado, por un concurso desafortunado de circunstancias, no siempre imputables a su libre voluntad... Y como en el Cielo se hace más fiesta por un pecador que se convierte, así en la tierra el hombre honesto debe inclinarse ante aquel que, caído tal vez en un instante de extravío, sabe después redimirse penosamente y resurgir». La primera visita de un Papa a una cárcel bajo la mirada de las cámaras de video fue la que hizo Juan XXIII el día de San Esteban de 1958. Los dirigentes de Regina Coeli recibieron el aviso una semana antes, pero decidieron no decírselo a los detenidos sino un día antes. «Soy José, su hermano», dijo Papa Roncalli. Los detenidos le ofrecieron un misal encuadernado en cuero blanco, que desde entonces el Papa usó cotidianamente en la celebración de la Misa privada. A los presos que aplaudían llorando, confesó que uni de sus parientes un día había sido arrestado por haber ido de caza en temporada de veda. Este pasaje no fue incluido en la edición del día siguiente de ―L‘Osservatore Romano‖. Después de haber impartido la bendición, Juan XXIII pidió poder visitar las secciones de la cárcel. No estaba previsto. Particularmente conmovedor fue el encuentro con un homicida que lo estaba esperando arrodillado, con los ojos llenos de lágrimas y que no osaba levantar la mirada. El joven detenido no lograba hablar, solo sollozaba. Roncalli se le acercó y le dio a entender que no comprendía. El detenido le preguntó: «¿Eso que dijo también vale para mí, que he pecado tanto? ¿Puede haber perdón incluso para mí?». Juan XXIII, conmovido, no dijo nada y lo abrazó. Pablo VI visitó la cárcel de Regina Coeli, que se encuentra cerca del Vaticano, el 9 de abril de 1964. «Diría que un solo pecado pueden cometer aquí –afirmó–: la desesperación. Quiten de su alma esta cadena, esta verdadera prisión, y dejen que su corazón, por el contrario, se dilate y vuelva a encontrar (incluso en la presente constricción que les quita la libertad física, exterior) los motivos de la esperanza... Es la voz de Cirsto, precisamente, la que invita a ser buenos, a volver a empezar, a retomar la vida, a resurgir». Pablo VI compuso una oración para que los detenidos pudieran recitarla, en la que se afirma: «Señor, Tú te dejaste matar de esa manera para salvar a Tus asesinos, para salvarnos a nosotros, hombres pecadores: ¿tambiénpara salvarme? Si es así, Señor, es signo de que se puede ser bueno de corazón incluso cuando pesa sobre los hombros una condena del tribunal de los hombres». A partir de ese año, el Papa enviaría todas las Navidades un regalo para cada uno de los detenidos de la cárcel de Regina Coeli y de Rebbibbia: una confección de dulces y un signo religioso con sus felicitaciones. Juan Pablo II, después del atentado contra su vida perpetrado por Alí Agca el 13 de mayo de 1981 en la Plaza San Pedro, entró a la cárcel de Rebibbia el 27 de diciembre de 1983 para encontrarse, a solas y en su celda, con él. Los dos se sentaron en unas sillas que estaban cerca de la cama, uno frente al otro. Wojtyla, por un momento, posó su mano sobre la rodilla de Alí Agca. Después, ambos inclinaron la cabeza y comenzaron a hablar en voz baja. Agca, a quien el Papa había perdonado al día siguiente del atentado, hablaba más. Wojtyla se inclinó hasta que sus cabezas casi se rozaron. Al salir de la celda, el Pontífice dijo: «Habl‘e con él como se habla con un hermano, al que he perdonado y que goza de mi confianza; lo que nos dijimos es un secreto entre nosotros». Aunque después se hubiera sabido que el atentador turco le hubiera dicho, entre otras cosas, que no lograba creer que no lo hubiera matado.
  15. 15. En 2000, año del gran Jubileo, Juan Pablo II, enfermo y anciano, visitó la cárcel de Regina Coeli. Poco antes de la visita, cien detenidos fueron transferidos a otra cárcel para dar una buena imagen. Wojtyla celebró la misa en el ―panóptico‖ de Regina Coeli, donde habían sido las celebraciones de sus predecesores. El Papa, que llevaba paramentos confeccionados por los mismos detenidos, celebró sobre un altar de olivo (tallado por uno de los agentes penitenciarios, y recibió un crucifijo de yeso que habían hecho unos detenidos albaneses. En aquella ocasión, dos detenidos estaban vestidos de blanco y servían en la misa papal como monaguillos. Uno de ellos, Gianfranco Cottarelli, de 44 años, sostenía el pastoral en forma de cruz del Papa. Él, que había sido uno de los protagonistas para las cámaras de todo el mundo, fue encontrado pocos días después muerto en su celda, después de haber ingerido un ―cocktail‖ de droga y psicofármacos. Benedicto XVI también visitó dos cárceles: el 18 de marzo de 2007 fue al instituto para menores de Casal del Marmo y celebró la Misa. El 18 de diciembre de 2011 visitó el nuevo complejo de Rebibbia y dialogó con los detenidos: fue uno de los eventos más significativos y conmovedores del Pontificado ratzingeriano. En esa ocasión Papa Benedicto XVI criticó las malas condiciones en las que viven los detenidos y añadió: «Hay que pensar que cada uno puede caer, pero Dios quiere que todos lleguen a él; hay que reconocer la propia fragilidad, salir adelante con dignidad y encontrar de cualquier manera alegría en la vida. Reconozcamos que incluso los pasos oscuros tienen un sentido y nos ayudan a volvernos más nosotros mismos e hijos de Dios. El Señor los ayudará y nosotros estamos cerca de ustedes». Para concluir, no hay que olvidar la tradición de las actividades de apostolado en las cárceles por parte de algunos altos exponentes de la Curia romana. Tal y como solían hacer los Secretarios de Estado Domenico Tardini y Agostino Casaroli. Nueva edición revisada y ampliada Un libro reeditado, revisado y ampliado. El rostro humano de Dios. De la revolución de Jesús a la divinidad de Jesús, de José Ignacio González Faus vio la luz en 2007 con el sello Sal Terrae. Ocho años han pasado, tiempo que su propio autor ha dejado pasar, para reposar sus propuestas y estampar en la nueva edición las revisiones y consideraciones de 2015. La obra de antes y de ahora se adentra en dos inquietudes esenciales del creyente: la fe en la divinidad de Jesús y los orígenes de la fe cristiana. La obra no intenta resolverlas sino esclarecer, iluminar y responder a la acusación de que "el cristianismo occidental ha recaído en el gnosticismo o en una salvación por el conocimiento, que da todo el poder a los «sabios», cuando lo que pide la salvación de Jesús es la total conversión del corazón, la cual es algo previo (o al menos concomitante), y no un precepto derivado del conocimiento previo de Dios". Así lo describe el autor en su prólogo, una carta escrita a José Antonio Marina. Este libro intenta abrir caminos para resituar la fe en su divinidad. "Llamar a Jesús simplemente «Dios» se presta a infinitos malentendidos que impiden conocer la revelación de Dios y evaporan la humanidad real de Jesús. El rostro es la mejor revelación de cualquier intimidad personal, y esto puede aplicarse también a la relación entre Jesús y Dios". Contextualizada así la fe en Jesucristo, el autor intenta ver lo que esto puede suponer para el sentido de la vida de cada uno y lo que podría significar tanto en la actual cultura posmoderna y como para la convivencia entre las religiones. Descubrir a Merton El 31 enero de 2015 se cumplió el centenario del nacimiento del religioso trapense Thomas Merton (1915-1968) y el sello editorial Sal Terrae, del Grupo de Comunicación Loyola, quiso recordar su obra, su esencia, su compromiso y su vida interior con la publicación del libro El Palacio del Vacío de Thomas Merton: despertar al verdadero yo, escrito por James Finley, discípulo suyo durante su vida
  16. 16. monástica. Publicado por primera vez en 1978, el libro desarrolla la intensa espiritualidad de su maestro: «Esta puerta es la entrada al Palacio del Vacío. Es la puerta de Dios. Es nuestro mismo yo, el yo verdadero llamado por Dios a una unión perfecta con Él. Y cruzamos secretamente esta puerta al responder a la llamada de salvación: “Ven conmigo al Palacio del Vacío donde la miríada de cosas son una”». Esta semana el suplemento Alfa y Omega ha dedicado una reseña a este libro por elq que se descubre el misticismo de Merton: «Decir que he sido creado a imagen de Dios es decir que el amor es la razón de mi existencia, ya que Dios es amor. El amor es mi verdadera identidad». Merton dedicó su existencia a encontrar el “yo verdadero, que es uno con Dios” y a descubrir esas manifestaciones que transmiten lo que “Dios incesantemente nos está comunicando”. En la introducción de la obra de Finley, escrita por el experto en su figura, Fernando Beltrán Llavador, se desarrolla su biografía interior, su proceso religioso que años después de su muerte fue recogida en unos 40 libros suyos en prosa, 11 en poesía, cerca de 500 artículos. Su prosa emerge de un fructífero voto de silencio: “La paradoja de Merton, y la del solitario solidario, consiste en que al retirarse del mundo, redescubre el corazón del mundo‖, reconoce Beltrán. En estas contradicciones habitó Merton, un monje cisterciense que se encaminó más que a la soledad, hacia un ―monacato universal‖. Su compromiso con la sociedad de su tiempo queda patente en sus escritos. Desde su recinto claustral supo romper barreras temporales, geográficas y disciplinares y hoy su reconocimiento procede tanto del ecumenismo, como del diálogo interreligioso y del encuentro de la fe con la ciencia, la cultura y el humanismo. Desde una profunda experiencia de la trascendencia apuntó los problemas sociales -leyes laborales injustas, distribución desigual de vivienda y alimentos, conflictos raciales, dificultades económicas en el tercer mundo, tensión e incomunicación entre las naciones más poderosas, materialismo y consumismo desorbitados, brutalidades, abusos y asimetrías en el ejercicio del poder, la carrera armamentista, el deterioro medioambiental-. Y ante ellos propuso soluciones: humanización de la sociedad, incluida la transformación de los espacios colectivos, la restauración de la verdadera comunicación humana más allá de la uniformización y superficialidad de los medios de difusión de masas; derivada de la anterior, el fomento de un auténtico diálogo de culturas, así como una apertura ecuménica tanto más necesaria cuanto más aguda se hace la crisis de estructuras y mayor alcance tiene la situación de diáspora del cristianismo. Y finalmente, la extensión de la paz mediante el ejercicio de una auténtica no-violencia. Thomas Merton despertó a la propia naturaleza esencial. Su júbilo fue acompañado de un deseo sincero de compartir ese descubrimiento con los otros. A raíz de este despertar, ya no otros, sino nos/otros, «nuestros otros», miembros de un mismo Cuerpo: «No hay manera de hacer ver a los humanos que todos ellos deambulan por el mundo brillando como un sol...; cuando estoy solo, ellos no son “ellos” sino mi propio yo... Es como si, de pronto, me hubiera percatado de la secreta belleza y la profundidad de sus corazones…: el corazón mismo de su realidad, la persona que cada cual es a los ojos de Dios. ¡Si pudieran verse a sí mismos tal como realmente son! ¡Si pudiéramos
  17. 17. vernos siempre así unos a otros! No habría entonces más guerra, ni más odio, ni más crueldad, ni más codicia». El papel actual de las religiones en la paz mundial Un extenso estudio alemán revisa la actuación de las tradiciones religiosas en esta dirección en los últimos años A lo largo de varios años, en ‚Tendencias21 de las Religiones„ se ha comentado los esfuerzos de las tradiciones religiosas en pro de un trabajo por la paz mundial. Pese a que muchos autores relacionan las religiones con la violencia y el fanatismo, existe también (sobre todo en la actualidad) un gran interés por parte de las tradiciones religiosas por un trabajo serio por la paz mundial. Un extenso estudio alemán titulado ‚Religionen und Weltfrieden„ (‚Las religiones y la paz mundial‟) ha sido ampliamente comentado y publicado en la revista ‚Actualidad Bibliográfica„ (Centro Borja, Sant Cugat del Vallés). Ofrecemos una versión del contenido de este texto para nuestros lectores. Por Josep Boada. inShare1 La revista digital Tendencias21, en su sección de Religiones, ha reflejado en diversas ocasiones la hipótesis de que las tradiciones religiosas, respetada la diversidad y el pluralismo propios de cada una, tiene sentido en el siglo XXI. Frente a posturas filosóficamente respetables que consideran que las religiones generan actitudes fundamentalistas, fanáticas y violentas, postulamos que la defensa pacífica de las víctimas, de los derechos humanos, de la paz y de la integridad de la creación, forma parte de los proyectos de muchas de las grandes tradiciones religiosas. Dentro de esta cosmovisión –que puede ser discutida- debemos situar los contenidos del denso volumen en alemán Mokrosch, Reinhold–Held , Thomas-Czada, Roland (Eds.), Religionen und Weltfrieden. Friedens und Konfliktlösungspotenziale von Religionsgemeinschaften. [Edit.: Kohlhammer, Stuttgart 2013, pp. 350].
  18. 18. En las páginas de Actualidad Bibliográfica de filosofía y teología. Selecciones de libros. Estudios, libros, notas (julio-diciembre 2014) se inserta un amplio comentario a los contenidos de este libro que aquí ofrecemos a los lectores de Tendencias21 de las Religiones. Actualidad Bibliográfica es una publicación del Instituto de Teología Fundamental radicado en el Centro Borja de la Compañía de Jesús en Sant Cugat del Vallés. Ofrece periódicamente una extensa información sobre la bibliografía internacional en temas teológicos, filosóficos y sociales, relacionada con la extensa biblioteca especializada en estos temas radicada en este Centro de Investigación, reflexión y enseñanza. La aportación de las religiones a la paz mundial El tema que trata la presente obra Religionen und Weltfrieden. Friedens- und Konfliktlösungspotenziale von Religionsgemeinschaften no puede ser más importante para nuestro tiempo. Se trata de la postura, los proyectos y las acciones que llevan a cabo las Religiones respecto a la paz mundial, así como del potencial de las comunidades religiosas para solucionar los diversos conflictos que finalmente acaban en violencias y en guerras. La obra reúne las ponencias presentadas en un Simposio internacional organizado por la Fundación Alemana para la investigación de la paz, la Asociación para la Investigación de la religión y los conflictos, y también por el Consejo Científico de las conversaciones de paz de la ciudad de Osnabrück. Las tres instituciones, conjuntamente, organizaron el Simposio que tuvo lugar en octubre de 2010 en dicha ciudad alemana. El tema a estudiar era ―Religiones y paz mundial. El potencial de las comunidades religiosas para solucionar conflictos y fomentar la paz.‖ Las ponencias ofrecen una visión tanto de los discursos teológicos y científico-religiosos sobre el tema, como también algunos análisis de conflictos de carácter religioso, aduciendo y analizando algunos ejemplos concretos de hechos que han evolucionado hacia la paz. El volumen no se dirige únicamente a los especialistas, tiene también en cuenta a un público más amplio sensibilizado por este importante tema. De entrada hay que reconocer que las religiones encierran un gran potencial de paz, que constituye uno de sus valores fundamentales, lo cual se deduce tanto de sus fuentes primarias -la mayoría hacen referencia a una revelación trascendente-, como también de su misma historia. Religiones y violencia Es innegable, sin embargo, la existencia de otra cara, ya no tan positiva: las religiones a su vez han sido también, en diversos momentos de su historia, ocasión de graves disturbios violentos. En la obra se mencionan los varios movimientos fundamentalistas, los conflictos sociales motivados por causas ético- religiosas y, como caso reciente, el más grave y más contrario al verdadero espíritu religioso de la paz, el terrorismo transnacional, principalmente de origen islámico, lo más contrario al espíritu religioso
  19. 19. universal. El actual renacimiento religioso, un hecho impensable para no pocos que estaban convencidos que la secularización acabaría con el fenómeno religioso, suscita la cuestión de si no sería posible encontrar una base común a todas las religiones, una base de valores universales, fundados en las revelaciones de cada una de ellas, valores que servirían para fomentar activamente la paz, la justicia y la tolerancia en la manera de abordar las dificultades y problemas de nuestro tiempo, sobre todo aquellas que desembocan en la violencia. El mensaje de paz de las tradiciones religiosas Los escritos sagrados de las grandes religiones, así como sus seculares tradiciones, contienen mensajes de paz y de concordia, que constituyen una importante aportación para la convivencia pacífica entre los hombres, los pueblos y las diversas civilizaciones y culturas. En concreto, señalan los editores en la Introducción los siguientes elementos de carácter esencialmente religioso: la condición de creatura, procedente de Dios, de todos los seres humanos; la prohibición total de la muerte arbitraria de un hombre y el mandamiento supremo del respeto absoluto de toda vida humana, sea de la condición que sea, de todo lo cual se deduce la norma suprema que debe regir toda vida humana: ―la cultura de la no violencia‖. Además, toda religión cree en una unión de todos los hombres, fundada en la realidad de un ser supremo, de lo cual se sigue la convicción de la existencia de una fraternidad universal, es decir, de ―una cultura de la pacifica fraternidad que abraza a todos los hombres ‖, sean de la cultura y condición que sean. Además, desde el punto de vista ético, encontramos en todos los escritos de las grandes religiones la llamada ―regla de oro‖, que nos manda ―tratar a los demás como queremos que nos traten ellos a nosotros mismos‖, principio en el que se puede fundamentar sólidamente una ―cultura de la paz‖. Religiones y ética Sin olvidar que en los escritos sagrados de las cinco grandes religiones universales, se pide a sus adeptos que sigan en conciencia el camino de la veracidad, de la justicia, la solidaridad y de la tolerancia, todas ellas actitudes fundamentales y básicas de toda cultura de la paz. Por otra parte, una cultura fundada en estos principios, señalan los editores, posee una gran capacidad de diálogo, que va más allá de los límites de cada comunidad religiosa concreta, capacidad que tiene también no poca importancia en relación a establecer la paz en situaciones conflictivas que pueden desembocar en la violencia. Conviene tener en cuenta que a esta ética, fundada en lo religioso, se opone radicalmente la violencia practicada, a veces, en nombre de una supuesta religión. Se refieren los autores sobre todo a los diversos fundamentalismos de carácter religioso que lamentablemente encontramos, en grados diversos, en algunas religiones, aunque es verdad que no llegan a la violencia extrema, fanatismos, sin embargo, que dividen al mundo en buenos y malos, como si a estos últimos fuera, de alguna manera, lícito aplicarles algún grado de violencia. En algunos casos, ello supone una creciente ideologización de lo religioso con imágenes del ―enemigo‖, así como procesos políticos que se van radicalizando y que rozan la violencia. Los fanáticos religiosos encuentran aquí el terreno abonado y buscan su salvación en la constitución de regímenes teocráticos
  20. 20. absolutistas. El ejemplo actual más patente lo tenemos en los grupos islámicos radicales, de carácter transnacional, que llegan a la increíble aberración de concebir la violencia casi como si fuera un precepto religioso que hay que cumplir. La paz en las cinco religiones La obra tiene en cuenta, en sus análisis sobre la paz, a las cinco grandes religiones mundiales: hinduismo, budismo, judaísmo, cristianismo e islam, clasificadas según su origen histórico. Se divide en cinco capítulos. Después de la introducción, el capítulo segundo trata de ―la religión como fuerza de paz. Desafíos a inicios del siglo XXI‖. Por lo general cada capítulo contiene dos artículos que abordan el tema. En este, el primer estudio es de Hans Küng , muy comprometido en todas estas cuestiones relacionadas con la paz. En su artículo, formula la cuestión de ―si existe una visión común de la paz en el mundo‖, a la que responde afirmativamente mostrando que las religiones son una importante fuerza impulsora de una cultura de la paz. Alude a numerosas iniciativas, en las cuales actores, motivados religiosamente, se comprometieron en diversos conflictos violentos, buscando y promoviendo una solución pacifica, alcanzando en no pocos casos notables éxitos. Hans Küng contempla, en su capítulo, muchas posibilidades acerca de cómo las religiones se pueden implicar y comprometer activamente por la paz. Concluye su excelente estudio con unas llamadas que merecen tenerse muy en cuenta: la primera a la ciencia, que ha de seguir ocupándose con el potencial conflictivo de la religiones, pero todavía más con el potencial, a veces descuidado, de la paz; la segunda, se dirige a la política, que debería tener muy en cuenta y favorecer a los promotores de paz en las religiones e incluirlos a tiempo en los procesos de paz; la tercera, se refiere a los medios de comunicación, que han de informar críticamente acerca de las religiones y ejercitar la libertad de prensa con plena responsabilidad; la cuarta y última llamada se dirige directamente a las comunidades religiosas, que han de ser conscientes del valor de su enorme potencial de paz y usar todos los recursos, competencias y relaciones, colocando el tema de la paz como elemento de la máxima importancia en su agenda. Y concluye Küng afirmando que ―su visión de la paz en el mundo se fundamenta en una triple inquebrantable esperanza: toda religión, a causa de su riqueza espiritual y ética, posee un potencial de futuro de enorme fuerza; todas las religiones en mutua comprensión y colaboración pueden alcanzar una comunidad mayor; todas las religiones mundiales conjuntamente pueden llevar a cabo una aportación irrenunciable en la construcción de un mundo más pacífico y más justo‖. La religión ¿es una potencia mundial? El otro artículo relativo a este tema es de Claus Leggewie, profesor de Ciencias políticas, que se pregunta ―si la religión se puede considerar una potencia mundial‖. Describe, partiendo de la paz westfaliana del siglo XVII en la que se dividieron definitivamente las confesiones católica y protestante, el desarrollo de una sociedad postwestfaliana. Esboza, desde este trasfondo, perspectivas para ordenar la relación armónica entre el estado, la sociedad y las religiones en la actualidad, subrayando la necesidad de la cooperación y del equilibrio en la manera de enfrentarse buscando soluciones pacíficas a los campos conflictivos, evitando todo género de violencia. El capitulo siguiente estudia cómo conciben la paz y la violencia las cinco grandes religiones mencionadas. A cada una se le dedican dos estudios. Se inicia con el hinduismo. Joseph Prabhu, profesor de Filosofía y Religión en la California State University, desarrolla el tema de la paz y la violencia en el hinduismo. Sitúa el ejemplo y la acción de Mahatma Gandhi en el centro de su estudio, cuyas ideas son prototípicas de las diversas corrientes dentro del hinduismo, y su acción y pensamiento tuvo una gran influencia en la ética hinduista hasta el siglo XXI. La ética de la paz de Gandhi no se basa, según el autor, en ninguna verdad objetiva, sino en una subjetiva y relativa, y justamente por eso es enormemente efectiva. Concluye su estudio afirmando que ha intentado resumir cuál sea el trasfondo teorético en el que se basa la filosofía de la paz de Gandhi. Considera lamentable y causa de preocupación el hecho de que a esta filosofía en la India, en los años posteriores a la independencia, se le concediera solo una importancia
  21. 21. relativa. Las tensiones permanentes entre hindúes y no hindúes en la India actual son características de una variante del hinduismo, que no tiene nada en común con el hinduismo defendido y practicado por Gandhi. Adelheid Herrmann-Pfandt, profesora de Ciencias de la Religión en la Universidad de Marburgo, especialista en historia de la religión india y del Tibet, completa la aportación anterior constatando cuál sea el grado alcanzado de convivencia pacífica entre las diversas religiones de la India. Titula su estudio: ―Paz y violencia en el hinduismo, bajo la especial consideración de las relaciones hinduistas y musulmanas‖. Considera los actuales conflictos entre hindús y musulmanes, así como los excesos violentos del movimiento Hindutva frente a otras religiones, instrumentalizaciones del hinduismo de carácter político. El budismo y la paz Pasamos al budismo y a su postura frente a la paz y la violencia. El primer artículo de Peter Harvey, profesor emérito de estudios budistas en la Universidad de Sunderland, analiza los caminos budistas para la solución de los conflictos con la total renuncia a la violencia. Destaca sobre todo el autodominio individual del budista, que representa un presupuesto esencial para la posibilidad de la renuncia a la violencia y para conseguir la reconciliación pacífica en cualquier conflicto. Como ejemplos significativos del potencial de paz del budismo menciona, como elementos representativos, el movimiento budista de paz llamado Sarvodaya Shramadana de Sri Lanka y el movimiento Thich Nhat Hanh del Vietnam. El siguiente estudio de Michael Zimmermann, profesor de Budismo indio en la Universidad de Hamburgo, se pregunta por la capacidad efectiva del pensamiento budista para fomentar la paz y contempla una tensa relación entre la espiritualidad de la paz de carácter individual y su transmisión a las organizaciones sociales. Considera que tienen un papel decisivo las personalidades carismáticas en la resolución de los conflictos y en los procesos de paz; especialmente en el clero budista hay un elevado potencial para alcanzar soluciones pacificas en los conflictos. Afirma que sería muy de desear que se llevara a cabo un intenso diálogo con representantes del budismo y otros estudiosos investigadores de la paz para que se suscitaran nuevos impulsos respecto a la religión budista como una de las tradiciones religiosas más importantes del mundo en lo que respecta a la afirmación y consolidación de la paz. El judaísmo y la paz Entramos seguidamente en el Judaísmo. También aquí dos estudios nos muestran la importancia de la paz en la religión judía. Ben Mollov , docente de Ciencias políticas y alta dirección de conflictos en la Universidad Bar-Ilan de Tel Aviv, muestra claramente que las experiencias históricas de supervivencia del judaísmo son determinantes de la relación de violencia y paz hasta el presente. En la búsqueda de tradiciones acerca del pensamiento judío de la paz, encontramos muchos elementos, tanto en la tradición rabínica como también en la historia política de las ideas, influenciadas por el elemento religioso. Como ejemplo de una posible influencia en este sentido, cita a los pensadores Daniel J. Elazar, Martin Buber y Hans J. Morgenthau, los cuales, en virtud de su concepción personalista, del ―Encuentro con el otro‖, pudieron impulsar una efectiva ética judía de la paz. El otro artículo dedicado al judaísmo es del rabino Jonathan Magonet, que reúne y analiza los textos más importantes de la Tora, en los que se convoca a una acción violenta o a una componenda pacifica. Su pensamiento se sitúa en la tradición rabínica y ofrece algunas propuestas de cómo estos textos pueden ser interpretados de acuerdo con la sensibilidad de nuestro tiempo. Actividades religiosas alrededor del mundo. «Religion collage updated» de Kalki. Realizada a partir de imagines de L. F. García, Nicor, Tevaprapas Makklay, Schoch, Laughlin Elkind, Mycelium Steve Evans, Taz. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.
  22. 22. El cristianismo y la paz Entramos ya en el cristianismo. Scott Appleby, profesor de historia, trata de la gran importancia de la ética neotestamentaria de la paz en el cristianismo. Había publicado ya anteriormente la obra, La ambivalencia de lo sagrado, la cual ofrecía una investigación muy válida que preparaba el camino para comprender la enorme importancia del cristianismo como factor de paz en el mundo. En el actual estudio discute la relación de las exigencias neotestamentarias respecto a la libertad de la violencia en relación con la teoría y praxis cristiana de la guerra justa. Aboga por una agenda de la institución cristiana de la paz sin la ―guerra justa‖. El otro estudio es de Wolfgang Lienemann, profesor emérito de Ética en la Facultad Teológica de la Universidad de Berna. Titula su trabajo: ―Fundamentos de la ética cristiana de la paz según los ejemplos de violencia y paz en la historia del cristianismo‖. Confronta las formas tradicionales de la legitimación cristiana de la violencia con los diversos campos relacionados con el compromiso cristiano a favor de la paz. Desarrolla, fundado en la Carta de la ONU, una ética cristiana propia de la paz que tiene en cuenta la libertad religiosa y la libertad de la violencia, así como el pluralismo religioso. Religión islámica y paz De la religión islámica se ofrecen igualmente dos aportaciones. Ayse S. Kadayifci-Orellana, profesora de investigación de la paz y los conflictos en la School of International Service de la American University de Washington, presenta cómo concibe la paz y la violencia el Islam y propone al final una interpretación acomodada a las exigencias de nuestro tiempo. Udo Steinbach , profesor emérito de Ciencia islámica, presenta las causas de la ideologización y politización del Islam, que serían a su vez la razón principal de los procesos que desembocan en la radicalización islámica de nuestro tiempo. Política, derecho y religión Los artículos del cuarto capítulo, cuyo título es: ―Política, derecho y religión‖, están dedicados a estudiar las condiciones sociales y jurídicas que se requieren para hacer posible que las religiones puedan ejercer su papel de fomentadoras de la paz en nuestro mundo tan convulsionado. Marcan al mismo tiempo importantes campos de actuación para realizar un trabajo a favor de la paz motivado religiosamente. Así, el derecho religioso constituye un importante marco de referencia que en modo alguno podemos dejar de lado, como lo muestra el competente estudio de Gerhard Robbers , profesor de Derecho público, Derecho eclesiástico y Filosofía del derecho en la Universidad de Tréveris, que trata de ―Pacificación, leyes constitucionales religiosas‖. Muestra no solo la concepción de una comunidad estatal, sino que el derecho religioso actúa por su parte en la sociedad y realiza una aportación al mantenimiento de la paz. El siguiente estudio de Michael Droege , profesor de Derecho público en la Universidad de Heidelberg, subraya que la garantía fundamental y jurídica de la libertad religiosa no hace necesariamente obligatorio una separación del Estado de su fundamentación religiosa. Es necesaria, sin embargo, una mutua relación pacifica entre religión y estado, evitando aquellos conflictos que a la larga cuestionan la paz. Subraya la necesidad de someter el derecho religioso a procesos de inculturación para acomodarse a las nuevas situaciones de las sociedades modernas, como lo demuestra el ejemplo del Islam. Religiones y derechos humanos Dos estudios están dedicados al tema de los derechos humanos. Javaid Rehman, profesor de Derecho islámico y Derecho internacional, desarrolla el tema ―Religiones, paz y derechos humanos‖. Muestra que las religiones en general y el Islam en particular tienen a veces no pocas dificultades en reconocer la validez de los derechos humanos, tal como los conciben y defienden las sociedades modernas. Así, por ejemplo, la fundamentación religiosa de la violencia o de la pena de muerte se apoyan en estrechas, a veces también abusivas interpretaciones de textos del Corán, que tendrían que explicarse a partir de circunstancias históricas que ahora ya resultan inaceptables y, en este sentido, exigirían cambios en la legislación que no puede considerarse absolutamente válida, prescindiendo de aquellas circunstancias históricas particulares que entonces la justificaban.
  23. 23. Heiner Bielefeldt, representante oficial de la ONU para la libertad religiosa, subraya la gran importancia de la libertad religiosa en relación al derecho de autodeterminación en cuestiones religiosas y de cosmovisiones ideológicas del mundo. Mientras este derecho se ha impuesto y se respeta en Europa, en otras muchas regiones del mundo se contempla como una amenaza y en este sentido resulta difícil su aceptación práctica, lo cual conduce no pocas veces a movimientos violentos. Afirma que no sólo se oponen a este derecho de la libertad religiosa los tradicionalistas. También a partir de ―posiciones liberales‖ se muestran considerables reservas al respecto. Profilaxis de la instrumentación En el siguiente capítulo dedicado a lo que denominan metafóricamente como ―la profilaxis de la instrumentalización‖, encontramos dos estudios sobre este tema: qué medidas habría que tomar para orientar las religiones hacia la paz sin que sean utilizadas políticamente. Shanta Premawardhana, director del programa ―Diálogo interreligioso y colaboración interreligiosa‖ del Consejo Ecuménico de las Iglesias, hace referencia a una larga tradición histórica de servirse de la religión ideológicamente y de acuerdo con sus propios intereses, y ello a favor de las reivindicaciones de poder religioso y político de determinadas elites. Una posibilidad de impedir este abuso en el futuro lo ve el autor en el hecho de que la amplia masa de los creyentes, especialmente las clases sociales más bajas, se implique en estos procesos de diálogo. Por su parte, Andreas Hasenclever, profesor de Investigación de la paz y Política internacional en la universidad de Tubinga, titula su estudio: ―Guerra en la tierra y paz en el cielo: reflexiones acerca de la profilaxis de la instrumentalización de las religiones‖. Se pregunta cómo las religiones pueden evitar efectivamente una instrumentalización política, que con frecuencia es causa de tensiones y de situaciones violentas y enormemente conflictivas. Es verdad que conflictos violentos siguen una lógica secular, sin embargo, existe en muchos casos una dimensión conflictiva religiosa, sobre todo allí donde la religión condiciona fuertemente la vida social cotidiana de una gran mayoría de ciudadanos. No es raro que las elites políticas cedan en situaciones conflictivas a la tentación de apropiarse, poniéndolas a su servicio político, posiciones y valores claramente religiosos, que quedan distorsionados y falseados a causa de su instrumentalización política. Considera que es también necesario adquirir un conocimiento de la complejidad de la tradición histórico-religiosa para poder oponerse, dado el caso, a interpretaciones simplificadoras o distorsionadoras de los escritos sagrados de la religión correspondiente. Las tradiciones religiosas a la búsqueda de la reconciliación El último tema de este capítulo se dedica a la reconciliación, también con dos estudios. Otro ámbito importante de las tareas pertenecientes a los trabajos de implantación de la paz consiste en la elaboración de las experiencias violentas y de la reconciliación en las fases posteriores al conflicto. Daniel Philpott, profesor de Ciencias Políticas e Investigación de la paz en la Universidad Notre Dame en Indiana, trata de la ―Reconciliación como servicio divino‖. Contempla, en los esfuerzos políticos internacionales que buscan una consolidación de la paz, un amplio campo de actividad religiosa para elaborar pasadas experiencias de violencia y aportar la reconciliación en las sociedades postbélicas, que siguen sufriendo las amargas consecuencias de la pasada contienda. Aquí la efectividad de lo religioso podría ser muy considerable y de notable eficacia. El estudio de Hans G. Kippenberg profesor de Ciencias de las Religiones comparadas de la Universidad de Bremen, lleva por título: ―En el punto de intersección de las comunidades religiosas y las misiones internacionales de paz‖. Muestra que la reconciliación religiosa y la justicia deberían completarse con un concepto de paz democrática. El trabajo de la paz se hace dificultoso allí donde los conflictos políticos están recargados con lenguaje religioso. Señala como caso ejemplar del conflicto en el Oriente próximo. Al final esperanza El último capítulo que cierra la esta magnífica obra Religionen und Weltfrieden. Friedens- und
  24. 24. Konfliktlösungspotenziale von Religionsgemeinschaften está dedicado a mostrar casos concretos en los que se restableció, con más o menos éxito, la paz. Se indican los actores que intervinieron, los métodos llevados a cabo, las experiencias realizadas y sus resultados finales. En total, se exponen seis casos. El primero lo expone Mustafa Y. Ali, Secretario general del Consejo africano de los dirigentes religiosos. Ofrece una visión general de los conflictos violentos por motivos políticos y religiosos y los acuerdos de paz realizados en muchas regiones de África. Constata una latente difusión de los extremismos religiosos en África, reforzados por la autoridad religiosa, cuya causa no está en la lucha entre las culturas y las religiones, sino en las disputas políticas por el poder en las cuales se abusa del papel de la religión. El segundo trabajo es de Cesare Zucconi, secretario general de la Fundación católico-romana Sant‗ Egidio, en el que describe el trabajo práctico a favor de la paz que se lleva a cabo en su conocida organización, la cual organiza fórums de diálogo entre las diversas religiones, así como entre creyentes e incrédulos. Es realmente importante la labor que están realizando en muchos lugares del planeta con resultados muy aceptables. A.T. Ariyaratne, cofundador y director del movimiento Sarvodaya Shramadana de Sri Lanka, describe las fases de los 30 años de conflictos violentos que han tenido lugar en este país. Su movimiento utilizó los valores religiosos para ofrecer una ayuda a la transformación de la conciencia y de las estructuras políticas de poder, que se habían mostrado incapaces de alcanzar y afianzar la paz. Susan Hayward del Institute for Peace de los Estados Unidos, destaca en su estudio que la dinámica de los conflictos conduce con frecuencia a un cambio en la identidad de los grupos, que desencadenan una alienación psicológica y en consecuencia una partición o división de la sociedad, para cuya reparación no duda que puede ayudar el potencial religioso aplicado a reinstaurar la paz. Se fija en concreto en el caso de Irak. El siguiente estudio de Mauricio García Durán, director del Center for Investigation de Colombia, habla de la reinstauración de la paz por medio del desarrollo. Tiene en cuenta el caso de Colombia. En el centro de sus reflexiones están los programas de la Iglesia católica de Colombia que se esfuerza en diversos sectores sociales y con diversos métodos de reducir los procedimientos violentos por medio de la ayuda humanitaria y la construcción de una red de ayudas sociales. El último trabajo es de Ivo Markovic, profesor de Teología práctica en la Facultad franciscana de Sarajevo. Lleva por título: ―Edificar la paz por medio de la Religión‖. Muestra la estrecha dependencia entre identidad religiosa y nacional en los Estados de la antigua Yugoslavia, una de las causas de la escalada violenta en la guerra de los Balcanes en los años 1990. Conclusión En fin, como habrá podido apreciar el lector, se trata de una obra magnífica que muestra, desde diversos puntos de vista y llevados de la mano por competentes conocedores del tema tratado, la enorme importancia de la religión en todo lo relacionado con la paz en el mundo. Las religiones han sido en muchas ocasiones, a lo largo de la historia y en la actualidad, incuestionable causa de conflicto y violencia. Sin embargo, esta violencia de dimana de la esencia de las cosmovisiones religiosas que están siempre esencialmente referidas a la fraternidad, la solidaridady la paz. En este sentido, la contribución de las religiones a la paz, el olvido de una violencia ancestral, y su entrada en convergencia con la búsqueda universal de la paz, supone una conversión de las religiones a su verdadera esencia y la denuncia de las hermenéuticas fundamentalistas que llevaron, llevan y podrían seguir llevando a la violencia. Josep Boada Cots es profesor en el Instituto de Teología Fundamental de Sant Cugat y director de la revista Actualidad Bibliográfica. Colaborador de la Cátedra Ciencia, Tecnología y Religión. Pasión del dios que quiso ser hombre
  25. 25. Carlos Javier González Serrano 4 mayo, 2015 Leer a Rafael Argullol es siempre un placer. Sin duda, este profesor barcelonés se ha convertido — tras una larga trayectoria como escritor (en la que ha desplegado con éxito y maestría los géneros narrativo, poético y ensayístico)— en todo un clásico contemporáneo. Después de la muy reciente publicación de Maldita perfección. Escritos sobre el sacrificio y la belleza, Argullol acomete en su último libro la difícil tarea de abordar los postreros momentos de la vida de uno de los personajes más estudiados y tratados por historiadores, teólogos, literatos, artistas y pensadores: Cristo. El título causa ya curiosidad, si no inquietud: Pasión del dios que quiso ser hombre. En un mundo tecnificado, presidido por los intereses del mercado y dominado por las garras del capitalismo, pareciera mentira que alguien poderoso deseara desprenderse de las cualidades que le hacen ser tal para transformarse, sin más, en un hombre. En nada más que un hombre. El espíritu de nuestro tiempo quizá impida comprender la funesta hondura que encierra este título. Pero por otro lado, la forma perifrástica en pasado, ―quiso ser‖, nos remite a un tiempo personal en el que se resume, con fundamental profundidad, la grandilocuencia y despotismo con la que lo ya ocurrido, lo pretérito, forma costra y nos observa jactancioso. Y es que si por algo se caracteriza esta obra de Argullol es por su magnífico uso del tiempo como mecanismo que convierte al ser humano, y en particular a Jesucristo—tomado ahora como personaje estrictamente histórico—, en una mole transida de memoria, en un cuerpo repleto de recuerdos, casi en un máquina cuya condena es la de recordar y —con suerte— ser recordada. En las páginas centrales de la obra, Argullol confiesa que: … la intimidad que pronto dejé de tener con el cristianismo la continué teniendo con Cristo. El personaje me fascinaba, por más que fuera escurridizo para toda interpretación. Su mayor poder residía, creo, en ese oscuro amor que se enroscaba alrededor de tanto tormento. Esto era, al mismo tiempo, excesivamente inquietante. Se ha hablado de que en este libro Argullol pretende hacer pasar a Cristo por un personaje de tragedia clásica, como si de un nuevo Sísifo se tratara. Aunque a mi juicio cabe otra interpretación, más conveniente al tono de la obra. Llama la atención que desde el comienzo el autor aluda a la condición del protagonista como la propia de un “monstruo”, aunque hay que entender bien tal expresión. Con extremada delicadeza hermenéutica y fino olfato poético, Argullol detecta en el corazón de Cristo el conflicto de quien, asomado a la propia vida, observa con perplejidad su doble condición: la de un ser libre atado, a la vez, a las más severas leyes de la causalidad. Con esta obra, Argullol apunta, pues, no meramente a la condición trágica de Jesucristo (por lo demás, patente sin necesidad de estudio erudito alguno), sino a la propia conciencia de finitud, que se manifiesta en la figura de Cristo de manera paradigmática. Y es que, escribe el autor, La Pasión de Cristo encierra un drama único. En ninguna otra historia legada por la mitología o la literatura un héroe sabe de antemano con tanta nitidez el dolor al que va a ser sometido y al que voluntariamente se somete. Cristo ha escrito en su espíritu todos los capítulos que le llevan a la muerte antes de vivirlos en su propio cuerpo. Esta monstruosa belleza es inexplicable. El meditabundo Cristo en el desierto que imaginó Kramskoy He aquí lo monstruoso, el componente inexplicablemente atractivo que contiene la figura de Jesucristo (y no tan sólo trágico, entendido el calificativo en el sentido más puramente clásico). Cristo es un hombre que, quiera o no, incluso transido por el espíritu de la divinidad (es más, siendo él mismo Dios), no logra sustraerse de las más rígidas leyes de la vida más insultantemente biológica (bios). Y más aún: en su existencia queda reflejado, con singular hondura, el drama de lo nunca (conscientemente) acontecido, pero siempre presente y pensado, la muerte.

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