2. “Las Vírgenes” es un Proyecto de Graduación de la
Licenciatura en Actuación del Departamento de Artes
Dramáticas del IUNA.
3. Las Vírgenes es el resultado de un proceso de investigación entre un coreógrafo y un
grupo de actores. El cruce de dos maneras, en mi opinión muy diferentes, de concebir
el movimiento y percibir el cuerpo. El desafío fue, desde el principio, crear una obra
de movimiento (danza, danza-teatro, teatro físico, no importa el rótulo) encarnada
por actores. Una obra cuyo eje central es la poética del movimiento. La palabra no es
imprescindible, porque el cuerpo revela el misterio, o al menos, lo sugiere. Son 20
jóvenes actores, llenos de furia y deseo. Cada cuerpo diferente al otro, arrastrando su
historia particular, y casi todos libres de las marcas que deja el entrenamiento en la
danza. El trabajo sobre el cuerpo presupone disciplina, entrenamiento, repetición y
dolor. Es, en cierto modo, un viaje iniciático. Vírgenes fuimos todos y todas, pero la
inocencia ya se perdió. Aquí están ellos.
Pablo Rotemberg
7. Pablo Rotemberg es coreógrafo, músico y actor. Egresó del Conservatorio Nacional
de Música y de la Universidad del Cine (FUC). Realizó estudios de danza y teatro
con reconocidos maestros en Argentina, Bélgica, Francia y Estados Unidos. Sus
obras participaron en diversos festivales nacionales e internacionales. Recibió becas
y subsidios del Fondo Nacional de las Artes, de la Fundación Antorchas, del
American Dance Festival, del Instituto Prodanza y del Instituto Nacional del Teatro.
Obras recientes: Todos o Ninguno (Fondo Nacional de las Artes, 2012); Las vírgenes
(Proyecto de Graduación del Departamento de Artes Dramáticas del IUNA (2012);
La idea fija, (dos Premios Trinidad Guevara: rubros Coreografía e Iluminación, y
nominada en el rubro Dirección; cuatro Destacados de los Premios Teatros del
Mundo en los rubros Coreografía, Dirección, Iluminación y Música Original); La
casa del diablo y La noche más negra (ambas creadas para el Ballet Contemporáneo
del Teatro Gral. San Martín, 2008 y 2012); Joan Crawford (creación para el Ballet
Argentino, 2010); Nada te turbe, nada te espante (2009); Bajo la luna de Egipto
(2007); Sudeste (Centro Experimental del Teatro Colón, 2006); El Lobo (2006). Por
su trabajo como actor en Souvenir de Stephen Temperley (dirección, Ricky Pashkus)
recibió el Premio María Guerrero "Categoría Estímulo", y fue nominado a los
Premios ACE y Clarín como Actor Revelación en 2009. En junio de 2013 estrenará
un nuevo trabajo con producción del Centro Cultural Gral. San Martín.
8. PH Samuel Sahlieh
“Miráme. Cuidáme. Guardáme. Metéme en un estuche, una cajita, un
portalápices, algo pequeño pero importante para vos. Quiero revelar tu
cuerpo delante de todos porque es un cuerpo hermoso. Cuando los
animales juegan y parece que se pelean: eso me gusta. ¿Qué pasa si te
lastimo de verdad, si te arranco un brazo, una parte del brazo, o
solamente un dedo?
¿Eso se puede hacer? Escénicamente, quiero decir.”
10. http://www.lanacion.com.ar/1532193-viaje-al-inconsciente-juvenil
Danza
Viaje al inconsciente juvenil
Por Moira Soto | Para LA NACION
Nuestra opinión: muy buena.
Pablo Rotemberg culmina con mucha altura un año particularmente productivo entre reposiciones y estrenos, con un espectáculo shockeante
en el que traza una suerte de resumen de su obra creativa, de sus hallazgos en la danza contemporánea tal como él la entiende. Y lo hace con
veinte alumnos del Iuna de la carrera de actuación del Departamento de Artes Dramáticas que dirige Sandra Torlucci, quien convocó a este
artista junto a otros directores (Luciano Suardi, Marcelo Subiotto, Omar Fantini) para presentar una obra dentro del marco de Proyectos
Espectaculares de Teatro.
Es así como, mientras bajaba la magnífica performance Todos o ninguno con la que Rotemberg intervino audazmente una sala de la Casa de la
Cultura y que protagonizaron con gran lucimiento Ayelén Clavin, Carla Di Grazia y Leonardo Gatto, se estrena esta explosión de energía juvenil
que es Las vírgenes , una obra donde el coreógrafo y director asume el rol de docente y a la vez de transmisor de un legado propio. Porque
aunque Rotemberg es un hombre joven ya dispone de un cuerpo de obra con una fuerte y rica impronta personal, siempre quebrando límites,
expandiendo fronteras, apelando a todas las artes con tanta versación como desprejuicio. Si en Todos o ningunosiguió investigando con el
choque de los cuerpos, el desnudo naturalizado, situaciones básicas saturadas al extremo de lo tolerable, en Las vírgenes el reto fue trabajar
con jóvenes intérpretes no entrenados en danza para armar algo cercano a una obra teatral que incluyera la actuación, el texto literario, la
música y desde luego, el baile.
El proceso de ensayos empezó en mayo pasado, el director les planteó su propuesta a los alumnos, y algunos se bajaron. Pero las quince
chicas y los cinco chicos que se quedaron se prendieron a pleno y vale reconocerles el coraje, la pasión, el compromiso que irradian en
escena. Para ellos sin duda se trata de una experiencia iniciática transformadora que les ha de servir en el futuro profesional.
Como casi siempre, Rotemberg se mueve entre el sueño, el ensueño, la pesadilla más aterradora pero sublimada por la sugestión poética de
las imágenes y esas músicas siempre infaliblemente elegidas: aquí vamos de una cantata de Bach a la "Danza de las Furias", del Don Juan de
Glück, deThis Love Affair de Rufus Wainright a Una calle me separa de Néstor en bloque , sin olvidar el tema "Ideale" de Paolo Tosti.
La palabra pronunciada aparece una y otra vez mediante textos relativos al amor, el desamor, el deseo, el rechazo, el ruego, la soledad. "La
angustia es como una madre muy exigente. Mi cualidad es el sufrimiento, pero no te estoy pidiendo nada", dice una de las voces femeninas
que van marcando una cierta narrativa. El grito -primario, adolescente, desesperado se escucha aislado, grupal, brotando de esos cuerpos
pletóricos de energía, bellos aun en sus imperfecciones.
En suma, un trepidante viaje a regiones del inconsciente juvenil que incluye homenajes a films de terror serie B, tan propios de la cultura de
esta edad. Un viaje del que no se sale del todo indemne porque Pablo Rotemberg invita siempre a navegar por aguas inciertas y peligrosas.
11. http://www.alternativateatral.com/nota573-desasosiego-porque-llego-godot-y-no-habia-nadie-excepto-las-virgenes-i-mongoli
Sábado, 08 de Diciembre de 2012
Desasosiego porque Llegó Godot y no había nadie, excepto
Las Vírgenes, ¡I Mongoli!
Por Mónica Berman
El Teatrito, de la calle French, o algún lugar de la sede Venezuela, son testigos de algo mucho más extenso que los ensayos. Atrás, una larga
serie de años “fatigando” materias, finales, diversidad de estéticas, compañeros, sueños y unas cuántas cosas más. Habrá que empezar
diciendo que las propuestas escénicas tienen, en general, un nivel que supera ampliamente muchas de las que son visitadas y revisitadas por
el público y la crítica en los casi infinitos teatros de la ciudad de Buenos Aires. Y ya se sabe, es bastante probable que continúen su temporada
en otros sitios o que reiteren su calidad en alguna de las sedes del IUNA Dramáticas. Pero nacen aquí.
Para el Proyecto Espectacular de Graduación de la Licenciatura en Actuación, institucionalmente se proponen directores. Como sucede con las
cátedras en general, los alumnos eligen por horario o por interés o por azar. Pero hay un detalle: eligen primero los de mayor mérito. Algunos
deciden esperar porque no logran anotarse con quien desean, otros se bajan del proyecto porque descubren que no era lo que esperaban,
otros son los que conforman el elenco (los elencos) y, a juzgar por el número, parecen ser mayoría.
Los directores también se encuentran con un panorama particular: de pronto, están al frente de un grupo que puede ser bastante numeroso,
que tiene características, tanto físicas como de las otras, inapelables, con diversos grados de compromiso y con un número de varones y
mujeres producto de las circunstancias. ¿Cuántos directores pueden manejar esta situación? Salvo los especialísimos directores de teatro
comunitario, los demás no están, a priori, entrenados en estas lides.
Como si fuera poco, no hay que olvidar que este conjunto de alumnos-actores se recibe con la propuesta escénica, con lo que tiene de
emotiva y significativa esta cuestión. A esto hay que sumarle todo lo que constituye cualquier puesta en escena: dramaturgia, vestuario,
iluminación, en fin. Y en el marco de la institución, el intento es aprovechar los recursos humanos de los que se forman también en estos
ámbitos.
Concluido el prolegómeno, puede pasarse a las obras. Cada una es diferente y mi hipótesis es que cada obra propone un tipo de escritura
diferente. ¿Cómo escribir del mismo modo si cada una postula un universo particular? Así como se entra en el mundo de cada una, las
palabras que las mencionan se acomodan a sus formas…
Continua…
12. http://www.alternativateatral.com/nota573-desasosiego-porque-llego-godot-y-no-habia-nadie-excepto-las-virgenes-i-mongoli
…Las Vírgenes Dirigida por Pablo Rotemberg.
“PRINCIPIO DE NO REDUNDANCIA entre sistemas (…) no puede decirse la misma cosa mediante la palabra y la música, que son sistemas de
fundamento diferente. (…). Esto equivale a decir que dos sistemas semióticos de diferente tipo no pueden ser mutuamente convertibles”.
Emile Benveniste, Semiología de la Lengua.
Esta cita, que puede parecer extraña para entrar a una propuesta escénica, busca fundamentar la imposibilidad de dar cuenta de lo que
sucede en el escenario a través de la palabra. Y aunque en sentido estricto esto sucede en toda ocasión, la búsqueda de Las
Vírgenes exacerba este principio, lo lleva hasta el límite. Esta vez no será el contraste entre la música y la palabra, como dice el lingüista, sino
entre los cuerpos en un espacio, la música, algunas palabras, ciertos elementos que parecen transformarse “de espacio en objetos” por su
interacción con ellos.
En un principio la (casi) quietud y los cuerpos multiplicados reinan en el espacio, un espacio que deviene acotado por la distribución y el
número de quienes lo habitan. Es probable que el inicio se inscriba desde aquí para subrayar lo que vendrá.
Quien conozca la búsqueda previa de Pablo Rotemberg no se sorprenderá de la línea que propone: una continuidad y una profundización en
relación con La idea fija. Son esos cuerpos expuestos, empujados, violentos y violentados al unísono, pero también son pura energía,
potencia, belleza en el extremo de todo lo posible.
Sorprende el trabajo que logran estos intérpretes: Florencia Baldi, Juan Jose Barocelli, María Canale, Eugenio Colusi, Martina
Cordara, Marce, Agustina Gielis, Paulina Lita, Natasha Luna, Agustin Maradei, Dalma Maradona, Sofía Martínez, Eliana Murgia, Pamela Orozco
Donoso, Maria Eva Poumé Garrido, Melina Rodríguez, Dalila Rubinstein, Florencia Solari Larrarte, Wenceslao Tejerina, Sebastian Villacorta se
desempeñan con un nivel de exigencia que a priori cualquier espectador supondría imposible. La obra impacta, sacude, parece esperar en la
lectura lo que propone en producción. Si esos cuerpos impactan contra una pared o contra una tarima, la fuerza de ese impacto ¿apuesta? a
repercutir en el espectador. (Si lo logra o no, es imposible saberlo. La circulación del sentido no es lineal. Verón dixit).
Coreografías de cuerpos que parecen renegar de ser tales en su postura, en su desplazamiento, es su posibilidad de generar impulso. Un
laboratorio de lo posible, la experimentación puesta en evidencia. Cómo caer, cómo levantarse, cómo convertir en sostén ciertas zonas,
cambiar el eje, transformar el centro, hacer de la periferia un núcleo.
Pero hay más. Volvamos, si se me permite, a Benveniste: “Dos sistemas pueden tener un mismo signo en común sin que resulte sinonimia ni
redundancia (…). El rojo del sistema de señales de tránsito no tiene nada en común con el rojo de la bandera tricolor (…). No hay signo
transistemático”. Y aunque pueda discutirse semióticamente, que sirva como argumento la siguiente analogía.
Puede observarse desde el lugar de expectación cierto relato, podrían describirse algunas acciones. Por ejemplo: los intérpretes arrastrar a
una muchacha violentamente por el piso. Y la acción puede ser reconocida, atendida como signo, por decirlo de algún modo. Sin embargo, no
es posible sacar el signo del sistema al que pertenece. Aislarlo es eludir su valor significante.
Algo equivalente sucede con la utilización del aparato vocal. Desde allí surgen tanto la palabra como los gritos guturales. Podría decirse que la
fuente de donde proviene el sonido articulado e inarticulado coincide, pero la coincidencia de la fuente no construye ninguna otra
coincidencia. De algún modo, así como los actores prueban destreza física, también lo hacen con la vocal.
Eso sí: si alguien desea permanecer indiferente, se le puede avisar que no es el espectador interpelado por esta propuesta, que no está
destinada, por otra parte, a producir empatía pero que es capaz de mostrar lo que puede un conjunto de artistas cuando elige transitar un
camino, desafiante y difícil, en común.
13. http://www.martinwullich.com/2012/12/las-virgenes-al-limite/
LAS VÍRGENES, al limite
Tremendo trabajo de Pablo Rotemberg con la participación de estudiantes del IUNA.
Por Martin Wullich
Nomás llegar, Pablo Rotemberg me previene: “mirá que es una muestra nada más”… como para no observar desde un punto de vista muy
crítico lo que sus alumnos han logrado durante el año. Parecía un chiste. Si tal cual está, este espectáculo coreográfico y teatral de alto
impacto se exhibiera en cualquier sala comercial, generaría halagos por doquier debidos a la impecable puesta en escena –aprovechando
el mínimo espacio de la salita del IUNA-, la iluminación y escenografía que emplean creativamente los escasos recursos de los que
dispone la institución, el vestuario –o la decisión de no usarlo- de notable uniformidad y, claro está, la idea pergeñada cuyo espíritu y
filosofía parece ir mucho más allá de lo que una muestra de alumnos se propone. Acá hay un elenco que trabaja en equipo y con mucha
energía. Se nota en todos los detalles, pero particularmente en la entrega apasionada de cada uno. Por eso fue interesante entrar unos
minutos antes y observar el trabajo previo de concentración, el compañerismo en los relajantes masajes, la insistencia en la elongación y
el precalentamiento, la búsqueda interna, hasta el momento de no retorno cuando anuncian: “ya damos sala” y antes de recibir al
público, el grupo hace una ronda junto a su maestro, en un ejercicio casi ritual, de encuentro de la fuerza necesaria para dar todo de si
mismos.
Es tan visible la marcación precisa como la libertad que –dentro del marco elegido- Rotemberg les brinda, instándolos a ser creadores
ellos mismos. Hay quienes deciden mostrarlo todo, desnudándose literalmente desde su interior hacia lo visible. Hay quienes no tienen
fronteras y conmocionan con sus miradas, con sus lágrimas, y también con su violencia. He aquí uno de los puntos de conflicto y que
probablemente sea el mayor disparador de discusiones, esa violencia exacerbada que presentan en persecuciones, violaciones, castigos,
masturbaciones y auténtica rotura de elementos arrojados con imparable fuerza catártica. Es en este punto donde el espectador sensible,
que se deja llevar por la estética corporal y coreográfica, puede verse brutalmente impactado ante la catarata que parece ahogarlo sin
posibilidades de respiro. El crescendo hacia la explosiva visión está apoyado por truculentas máscaras, apabullante sonido y la sensación
de que no hay teatro sino realidad pura, aquella que quizás espera en la calle contigua y que probablemente nadie quiera ver, ni
experimentar.
Desde los silentes movimientos iniciales, nada hace prever que se desatará la furia sin prolegómenos, musicalizada justamente con la
danza creada por Christoph Willibald Gluck para su ballet Don Juan y que el elenco todo expresará con alaridos intensos y avivada
sexualidad. Este es sólo uno de los tantos sellos de Rotemberg, el hallazgo de la música que se incorpora como si hubiera sido creadaad
hoc, pasando de lo más clásico a lo electrónico, melódico o bailantero. El afecto o su falta, el dolor, la muerte, el miedo, la belleza, el
tiempo, la felicidad, la perfección, las metas y otros temas inherentes a la vida y al ser humano están presentes y golpean, emocionan o
nos invitan a una reflexión. Algo es muy cierto, no se sale como se entró. Eso es lo que el arte -de cualquier disciplina- debería generar.
14. “Es cierto que esto no tiene fin, que cualquier cosa se pega con la
anterior y con la siguiente. Me gustaría mirar hacia mi cama y ver en
ella a un actor de renombre o un albañil. Está tirado, en calzoncillos,
apenas cubierto por la sábana, y me aguarda. Le digo esto: Mi cualidad
es el sufrimiento, pero no te estoy pidiendo nada.”
PH Samuel Sahlieh
15. video de la obra en:
https://vimeo.com/60652549
contraseña: virgenes2013
16. PH Samuel Sahlieh
“Hay cosas simples que me arruinan el día. A veces creo que lo mejor
sería clavarme algo. Mi abuela dijo: Si te callaras, podríamos respirar.
Yo salí corriendo. A veces me siento muerta, podrida (como si nunca
hubiera nacido, como si nunca terminara de ahogarme). Por suerte di la
vuelta y él no me vio. Me voy. Cuando se me tiró encima, me apretó las
piernas. Enseguida vuelvo, dijo. No me acuerdo. Digo: si me quedé
esperando, o me fui corriendo.”