LIBRO DEL PROFETA JONÁS
Este libro es diferente de los demás
libros proféticos porque cuenta la
historia del profeta y no enfatiza sus
profecías. Es más, su mensaje al pueblo
de Nínive se sintetiza en sólo un
versículo (3:4). Jonás es una
narración histórica. Jesús lo
menciona también como ilustración de
su muerte y resurrección (Mt. 12:38–
42).
Aunque colocado en el canon entre los
libros proféticos, Jonás se distingue de
ellos en que su mensaje contiene sólo la
breve profecía a Nínive; la historia es su
mensaje. Esa historia tiene que ver con
uno de los más profundos conceptos
teológicos que aparece en el A.T. Dios
ama a todos los pueblos y desea
derramar sobre ellos su perdón y
misericordia.
Continuación
Jonás fue divinamente
comisionado para ir a Nínive.
Sin embargo, él resentía
amargamente el hecho de que Dios
amara y cuidara de la gente mala.
El libro no enseña que Dios ama a
los malos porque son malos, sino
más bien porque son humanos.
Se enfatiza la manera
como Jonás intentó
resistir la misión que Dios
le dio, que era predicar
una advertencia al pueblo
de Nínive, una gran ciudad
en la antigua Asiria.
AUTOR: Jonás hijo de Amitai,
natural de Galilea. El libro no
proporciona datos sobre su autor.
Jonás mismo puede haberlo
escrito, pero en ninguna parte del
libro usa la primera persona.
Su nombre significa: Paloma.
Fecha: Alrededor del 760 a.C.
MARCO HISTÓRICO:
Jonás precedió a Amós y
profetizó bajo Jeroboam II, el
rey más poderoso de Israel (793–
753 a.C.; 2 Re. 14:23–25). Asiria era
el gran enemigo de Israel, y
conquistó a Israel en 722 a.C. El
arrepentimiento de Nínive no debe
haber durado mucho, pues fue
destruida en 612 a.C.
CARACTERÍSTICAS
PARTICULARES: Algunos
lectores de la Biblia insisten en
interpretar este libro como una
alegoría o una parábola. Sin
embargo, esos enfoques pasan
por alto la propia interpretación
literal de Jesús acerca de Jonás.
Este libro tiene un notable valor
simbólico, recogido por el NT en las
palabras de Jesús acerca de la “señal
de Jonás”. Al pedirle algunos
escribas y fariseos que hiciera una
señal milagrosa, Jesús, relacionando
su propia muerte con la historia del
profeta, les responde que ya no
habrá otra señal que la de Jonás.
Hablando de su muerte y
resurrección, Jesús declaró:
“Porque como estuvo Jonás en
el vientre del gran pez tres días y
tres noches, así estará el Hijo del
Hombre en el corazón de la
tierra tres días y tres noches”
(Mt 12:40; Lc 11:29–32).
BOSQUEJO:
I. Jonás huye de Jehová (1:1–
17)
II.Oración de Jonás (2:1 – 10)
III.Nínive se arrepiente (3:1–
10)
IV.El enojo de Jonás (4:1–11)
I. JONÁS HUYE DE JEHOVÁ (1: 1-17)
1:1-3 La mención de Amitai, el
padre de Jonás, es la única noticia
que el libro de Jonás facilita para la
identificación personal del profeta.
Dios ordena a Jonás ir a
Nínive, la capital de Asiria, a
predicarles que se arrepintieran y
dejaran de hacer el mal, porque si
no se arrepienten los va a destruir.
Para eludir el encargo de ir a
predicar a Nínive, capital de
Asiria, Jonás se embarca en
Jope rumbo a Tarsis situada
en una región del
Mediterráneo,
probablemente en el sur de
España.
Dios le dijo a Jonás que fuera a
Nínive, como ochocientos kilómetros
al noreste de Israel, a advertirles del
inminente castigo y a declarar que
podían alcanzar misericordia y
perdón si se arrepentían.
Jonás no habla mucho de la maldad
de Nínive, pero el profeta Nahúm
nos ofrece mayor información
Continuación
•Dice Nahum que Nínive había
caído en pecados como:
▫Pensar cosas malas contra Dios
(Nah. 1:9)
▫Explotar al desvalido (Nah. 2:12)
▫Ser cruel en la guerra (Nah, 2:12,
13)
▫Adorar ídolos, prostitución y
brujería (Nah. 3:4).
La razón por la que Jonás no
quería ir a Nínive es porque
Nínive era un gran enemigo de su
pueblo, Israel, y Jonás prefería ver a
Nínive destruido; sabía que si se
arrepentían, los perdonaría y no
destruiría a Nínive. Como un
israelita nacionalista, quería que los
asirios fueran dañados, no ayudados.
1:4-7 En el viaje se formó una tormenta,
y la razón resultó ser la desobediencia de
Jonás, poniendo en peligro la vida de la
tripulación del barco. Mientras la
tormenta rugía, Jonás dormía bajo
cubierta. Aunque estaba huyendo de
Dios, la conciencia no le molestaba. Los
tripulantes echaron suerte para
descubrir al culpable. Les dio resultado,
pero solo porque Dios intervino para que
Jonás supiera que no podía huir de él.
1:8-12 Jonás sabía que había
desobedecido y que la tormenta era
por culpa suya, pero no dijo nada hasta
que los marineros echaron suerte y la
suerte cayó sobre él (1:7). Entonces
estuvo dispuesto a perder la vida para
salvar a los marineros, aunque no había
querido hacer lo mismo por la gente de
Nínive. Jonás odiaba tanto a los asirios
que había perdido toda perspectiva.
1:13-16 Al tratar de salvarle la vida
a Jonás, aquellos marineros
paganos demostraron tener más
compasión que Jonás, porque este
no quería anunciar a los ninivitas el
castigo que Dios iba a imponerles.
Les pidió que lo tiraran al mar, y el
mar se aquietará; y así ocurrió, lo
tiraron al mar, y el mar se aquietó
en su furia.
Continuación
Jonás desobedeció a
Dios. En su huida, se detuvo
y se sometió a Dios. Entonces
la tripulación de la nave
adoró a Dios porque vieron
que la tormenta se aquietó.
1:17 Jehová tenía todo preparado:
Indica que Dios estaba en el control de la
situación. El gran pez hizo simplemente
lo que se le dijo que hiciera. Se trata de
un milagro cuyos detalles no se revelan.
No sabemos si el pez fue especialmente
creado o si era una ballena modificada;
tampoco sabemos cómo pudo Jonás
respirar en su vientre durante 72 horas.
Dios decidió que permaneciera allí tres
días y tres noches.
II. LA ORACIÓN DE JONÁS (2:1 – 10)
Esta es una oración de agradecimiento, no una
petición de liberación. Jonás simplemente
estaba agradecido de no haberse ahogado. Fue
librado de una forma espectacular y lo
sobrecogía pensar que había escapado de la
muerte. Aun dentro del pez, Dios escuchó la
oración de Jonás.
• En la oración que hizo Jonás en el vientre del
pez grande, se arrepintió, y lo que más le
dolía, era el no poder volver a contemplar
el santo templo de Dios; y después de su
oración es cuando Dios lo salvó.
Fue necesario un milagro de liberación para que
Jonás hiciera lo que Dios le había mandado.
Como profeta, Jonás estaba obligado a
obedecer la voz de Dios, pero había
tratado de eludir sus responsabilidades.
• Estos tres días en el vientre del pez son símbolo
de los tres días que Jesús estaría muerto, como
nos cuenta el mismo Jesús en Mt. 12:40 y
Lc.12:29. Esta es la única señal que le será dada
a esa generación de que Jesús es el Mesías
esperado.
• A los tres días, el pez grande vomitó a Jonás en
una playa, por orden de Dios.
NÍNIVE SE ARREPIENTE (3: 1-10)
3:1-4 En el tercer capítulo, Dios le volvió a dar la
orden de ir a Nínive. Jonás debía predicar solo lo
que Dios le decía. Era un mensaje de condenación
contra una de las ciudades más poderosas del mundo.
Jonás fue, predicó el arrepentimiento, diciéndoles que
si no lo hacían, Nínive sería destruida en 40
días.
Nínive que tenía de 50 a 100 kilómetros de diámetro.
Era una ciudad grande en extremo, a la que había que
dedicar tres días para recorrerla.
La labor profética de Jonás en este libro, se limita a un
versículo (3:4), donde anuncia y repite escuetamente
que Nínive será destruida, sin exponer doctrina, ni
formular siquiera un llamado a la conversión
3:5-10 El pueblo pagano de Nínive creyó el
mensaje de Jonás y se arrepintió. Se
vistieron de cilicio y ayunaron el rey, los
príncipes y todo el pueblo... ¡y hasta a los
animales no se les dio nada de comer!
Dios no destruyó a Nínive, porque se
arrepintieron de su mal camino. Dios
correspondió con misericordia y canceló el
castigo. El Señor había dicho que cualquier
nación contra la que hubiera dictado castigo
escaparía del mismo si se arrepentía (Jer.
18:7-8). Dios perdonó a Nínive, como había
perdonado a Jonás.
EL ENOJO DE JONÁS (4:1–11)
4:1 ¿Por qué se enojó tanto Jonás
cuando Dios perdonó a Nínive?
Los judíos de la época de Jonás no
querían compartir el mensaje de Dios
con las naciones gentiles, Jonás
pensaba que Dios no podía salvar a una
nación pagana tan perversa. Jonás se
enojó contra Dios, porque ¡perdonó a
Nínive!
•4:2-4 Jonás reveló por qué
no había querido ir a Nínive
(1:3). No quería perdón para los
ninivitas: los quería destruidos.
No entendía que el Dios de Israel
era también el Dios del mundo
entero. Y aquí Jonás le pide a
Dios que le quite la vida.
• Los eventos en 4:5–11 ocurrieron
durante los “cuarenta” días entre el
primer día de la visita del profeta y el
reconocimiento de Jonás, al fin de ese
período, de que Nínive había sido
librada (1-4). Dios trató tiernamente a
Jonás como lo había hecho con Nínive
e Israel, y como lo hace con nosotros.
Dios pudo haber destruido a Jonás por
su ira desafiante, pero optó por
enseñarle una lección.
Continuación
Jonás salió de la ciudad
probablemente el tercer día de
su visita, y construyó un refugio
en las llanuras desérticas y abiertas
al oriente. Se metió deprimido en
una enramada.
•Probablemente él esperaba ver una
gran exhibición de fuego y azufre.
Dado que Mesopotamia en general no
tiene árboles, Dios hizo crecer una
calabacera, probablemente una planta
que crece rápidamente y posee amplias
hojas parecidas a la de la palma, llamada
ricino que creció al lado y por encima del
refugio de Jonás, de modo que él tuvo
sombra, y que le protegía muy bien contra
el sol; pero al día siguiente Dios la secó, y
otra vez Jonás se enojó contra Dios, porque
el sol le quemaba mucho.
Jonás se enojó porque la calabacera
se secó, pero no se hubiera enojado por lo
que le hubiera sucedido a Nínive. Y las dos
veces le pidió la muerte.
• Dios lo desafía a considerar lo que valen los
ninivitas. “Que no saben discernir
entre su mano derecha y su mano
izquierda”: Este es un modismo que
indica que los ninivitas, aun cuando no son
moralmente inocentes, están indefensos y
perplejos, sin saber cómo escapar del juicio
divino. Sin un profeta, seguirían atrapados
en su maldad.
Dios salvó a los marineros cuando
imploraron misericordia. Dios salvó a
Jonás cuando oró dentro del pez. Dios
salvó a los ninivitas cuanto aceptaron
el mensaje de Jonás. Dios contesta la
oración de los que lo invocan.
Este libro nos enseña que no es
posible huir de la presencia de
Dios. La desobediencia resulta muy
costosa.
LECCIONES DERIVADAS DE
JONÀS
1.Aprendemos la infinita
misericordia de Dios
hacia todos los
pecadores.
2. Aprendemos que No
podemos escondernos de
la presencia de Dios (Sal.
139:5-12).
3. Jonás pensaba que huyendo a Tarsis a
unos 3,600 kms de Israel, “huiría de la
presencia de Jehová”, sin embargo se
encontró con El en el fondo del mar, en el
vientre del gran pez (Jon.2:5-9).
4. Aprendemos que Dios trabaja con sus
siervos para moldear su carácter a la
semejante de nuestro Señor.
5. Omnipresencia; actitud para predicar; la
misericordia de Dios; el testimonio de
Jonás al escribir.
EN ESTE LIBRO ENCONTRAMOS 4
LECCIONES ESPIRITUALES MUY
IMPORTANTES PARA NUESTRAS VIDAS
1. El peligro de escapar del deber. a cada uno de
nosotros, Dios nos ha dado una encomienda,
muchos hemos dado oídos sordos al mandato de
Dios y como Jonás nos hemos subido al barco
hacia Tarsis, olvidándonos que la huída tiene sus
consecuencias. No hay lugar donde escondernos
que el no nos vea. David dijo en el salmo 139.
2. La tentación hacía el patriotismo egoísta y el
fanatismo religioso. Dios nos ha enviado a
pregonar el mensaje a todas las naciones, pueblos
y lenguas.
CONTINUACIÓN
3. El empleo divino de hombres imperfectos
como canales de la verdad. Dios se valió de un
hombre imperfecto y hasta desobediente para
llevar este mensaje.
4. Lo vasto de la misericordia de dios. Dios está
dispuesto a salvar. Nosotros solo debemos
pregonar su mensaje. El resto lo hace el.