Aunque la Biblia es principalmente un libro
religioso e histórico, es exacta cuando habla de
temas de ciencia o medicina.
Eso es lo que esperaríamos de un
libro que viene de Dios.
En una época la mayoría
de la gente creía que la
Tierra era plana.
Y descansaba sobre una
tortuga gigante. Aristóteles
creía que la Tierra estaba
apoyada en algo.
Hace tres mil quinientos años, la Biblia
ya decía que la Tierra es ‘redonda’
(Isaías 40:22).
…y que está suspendida
‘sobre la nada’ (Job 26:7).
¿Cómo supieron esto, los
escritores de la Biblia,
cuando los más cultos de su
tiempo lo ignoraban?
En la ley, Dios les dijo a los israelitas
qué tenían que hacer para evitar que
se extendieran las enfermedades.
Eso se escribió mucho antes
de que la gente supiera
cómo las bacterias y los virus
producen enfermedades.
La Ley mandaba
lavarse con agua tras
tocar un cadáver, y
hacer sus necesidades
fuera del campamento
cavando un hoyo.
La cuarentena era una
norma que regulaba
los hábitos de salud e
higiene del pueblo
hebreo.
Dios guio los pensamientos de
aquellos hombres para que
escribieran lo que este quería
transmitir a la humanidad.
‘…los hombres hablaron de parte
de Dios impulsados por espíritu
santo’ (2 Pedro 1:20,21).