6. La iglesia de Santo Tomé, ubicada en Toledo, España, data del siglo XII, aunque fue reconstruida en su totalidad a principios del siglo XIV por encargo del Señor de Orgaz, notario mayor de Castilla, y de aquella construcción sólo su torre mudéjar se conserva. Su espléndida torre es uno de los mejores ejemplos del arte mudéjar toledano. Tiene planta cuadrada en fábrica de ladrillo y mampostería encintada. Parte posterior de la Iglesia
7. Lo que le ha otorgado a esta iglesia una fama mundial bien merecida es que en su interior se encuentra el lienzo de "El Entierro del Señor de Orgaz", de El Greco
9. El cuadro representa las dos dimensiones de la existencia humana: abajo la muerte, arriba el cielo, la vida eterna. El Greco se lució plasmando en el cuadro lo que constituye el horizonte cristiano de la vida ante la muerte, iluminado por Jesucristo
10. En la parte inferior, el centro lo ocupa el cadáver del señor, que va a ser depositado con toda veneración y respeto en su sepulcro. Para tan solemne ocasión han bajado los santos del cielo: el obispo san Agustín, uno de los grandes padres de la iglesia, y el diácono San Esteban, primer mártir de Cristo
11. San Esteban . Sujeta al Señor de Orgaz. Es el primer mártir de la Iglesia. Representado por un joven con dalmática diaconal en la que lleva bordada la escena de su propio martirio ( el martirio de San Esteban), haciendo contraste con las negras vestiduras de los caballeros.
14. San Agustín . Sujeta al Señor de Orgaz a la derecha. Es uno de los Padres de la Iglesia. Ataviado, en este caso, con rico ropaje litúrgico de obispo bordada en oro, tocado con mitra, también bordada. La riqueza de su capa permite observar que el pintor ha retratado (de arriba abajo) a san Pablo, Santiago el Mayor y santa Catalina de Alejandría. Está demostrado que el rostro de San Agustín corresponde al del Cardenal Quiroga .
16. Cura con roquete . De espaldas hace caso omiso al propio entierro, contemplando (sin duda) cómo el alma se introduce en el cielo. Tampoco es el sacerdote que celebra el entierro. Se cree que fuese Pedro Ruiz Durón, ecónomo de la parroquia.
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18. Cura que celebra el responso . Figura revestido como tal, con capa pluvial negra con dorados. En la capa se observa un retrato de santo Tomás con escuadra de carpintero, una calavera negra. Sin duda, debe representar a don Andrés Núñez de Madrid, el párroco de Santo Tomé quien encarga la obra a El Greco.
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20. El Señor de Orgaz . Gonzalo Ruiz de Toledo nació en esta ciudad a mediados del siglo XIII, fue señor de la villa de Orgaz, alcalde de Toledo y notario mayor del rey don Sancho el Bravo. Está representado con su armadura de acero bruñido figura en el lugar central inferior del cuadro. Va a ser depositado en el sepulcro. Su alma aparece en el cuadro como si fuera un suspiro que se introduce en el cielo por un canal de nubes. Cabe destacar las ricas cenefas pintadas sobre la armadura. Aquí el greco ha prescindido de sobriedad
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23. A este entierro, un personaje principal, el Greco mira de frente, invitando a entrar en el misterio admirable que contemplan los ojos del espectador.
24. El niño semiarrodillado en primer término a la izquierda , es Jorge Manuel, el hijo del Greco, cuando tenía 10 años. señalando con su dedo al personaje central. Un pañuelo que sale de su ropa lo testifica, puesto que indica la fecha de su nacimiento.
31. La parte terrenal y celestial, perfectamente delimitadas por el Greco y entre las que se le ha ocurrido dejar un “detalle” de unión entre los dos planos, el crucifijo que preside el entierro.
32. Entre el cielo y la tierra, el lazo de unión es el alma inmortal del señor de Orgaz, figurada como un feto que es llevado al cielo por manos de un ángel, a través de una especie de vulva materna que le dará a luz a la vida eterna del cielo. La muerte aparece así como un parto, como un alumbramiento a la luz eterna en la que viven los santos. Trance doloroso, pero lleno de esperanza.
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35. En la parte superior, el pintor describe el cielo, la vida feliz de los bienaventurados. Aparece Jesucristo glorioso, luminoso, vestido de blanco, entronizado como juez de vivos y muertos. Es el Señor de la vida y de la historia de los hombres. A Él se le ha dado la capacidad de juzgar a los hombres, y lo hace con misericordia, como lo muestra su rostro sereno y su mano derecha que manda al apóstol Pedro, jefe de su Iglesia, que abra las puertas del cielo para el alma del conde difunto.
36. La madre de Jesucristo, la Virgen María, acoge maternalmente el alma del señor que llega hasta el cielo. En este alumbramiento a la vida eterna, Dios ha confiado a María la tarea de madre. Ella es el rostro materno de Dios. Los bienaventurados miran fascinados y adorantes a Jesucristo el Señor.
37. El hombre cuando ha de traspasar el umbral de la muerte, no lo hace en solitario, sino que junto a él para ayudarle está Jesucristo, redentor del hombre, su Madre santísima, que es también nuestra madre, y todos los santos del cielo.
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41. Doménikos Theotokópoulos ( Candia 1541 - Toledo 1614) conocido como el Greco («el griego»), fue un pintor del final del Renacimiento que desarrolló un estilo muy personal en sus obras de madurez.
42. El Greco ha conseguido transmitir, en esta su obra maestra, un mensaje de esperanza, la esperanza que brota de la buena noticia de Jesucristo, señor de la vida y de la historia. BEATRIZ PRESENTACIONES – JUNIN (B) - ARGENTINA FIN